FROTEURISMO, qué palabra más mona para describir unas sensaciones tan excitantes. He tenido que buscar para poder describir tal experiencia que vengo a contarles a mis fieles lectores, que para los que son nuevos, también suelo mantener conversaciones a través de yourccat@gmail.com y, si así se da el caso, cumplir la fantasía de mis lectores. Bueno, sin más introducción, les cuento lo siguiente:
Hace unos días he quedado con un lector bastante peculiar; de hecho, he aceptado quedar con él por el mismo motivo, ya que me había propuesto algo bastante nuevo y que no había experimentado antes. Les pongo en contexto:
Andres es un señor de 70 años con el que llevaba unas semanas hablando por chat y nos estuvimos contando los pensamientos morbosos que tenemos, pero que a veces los reprimimos porque nos da vergüenza o simplemente está mal visto. Pues en estas hablamos de las parafilias más comunes, que son bastantes, por mencionar algunas como el exhibicionismo, fetichismo, entre otros.
Entre estas parafilias, me cuenta Andrés que siempre ha querido experimentar un froteurismo con una jovencita mucho más joven que él, a lo que yo le pregunto que si froteurismo es frotarse. Es que a mí esa palabra me suena a eso, a lo que va y me dice:
—Bueno, el froteurismo es mucho más que solo frotarse, pero sí, la idea principal que desencadena otros factores es la de frotarse.
— Ahí es donde yo digo, pero ¿que me está contando este?, impactada ya que me pareció una proposición de lo más inocente y nada excitante; le expresé tal cual.
A lo que me dice que es toda una experiencia que me podría hacer pasar un rato muy caliente e incluso podría hacerme correr de lo caliente que me puede poner practicar el froteurismo, pero que previamente esto tenía todo un protocolo que seguir para preparar la mente y el cuerpo.
Yo a todo esto ya estaba pensando que Andrés era activista en alguna secta, de las cuales siempre mi madre me dice: «Cuidao, Lucy, que vas a terminar tú en alguna secta».
Pero cuando me dijo que lo disfrutaría mucho y que probablemente hasta podría correrme, pues la verdad que me interesó bastante la idea. Además, estoy abierta a ir probando cosas nuevas y Andrés me atraía bastante, ya que tenía 70 años y en las fotos que me había mandado se le veía con mucho bello en todo el cuerpo; eso me ponía muy caliente, de solo pensar que tendría un encuentro con un señor de su edad y, aunque no entendía muy bien qué era lo que quería experimentar, no perdía la esperanza de que al final del encuentro me iba a follar como es debido.
Me escribe el domingo a la noche Andrés y me dice que desde el lunes empezamos a preparar mente y cuerpo.
Y que para eso me iba a mandar una dirección de oficina de correos en la que le tengo que mandar en un paquete unas bragas que haya usado mientras me estuviera masturbando, que las haya mojado bastante.
—Con solo proponerme eso, yo ya estaba emocionada. Efectivamente, accedí a ello; esa misma noche me puse un video porno de un maduro follando a una jovencita colegiala y me mojé muchísimo. Tenía las bragas empapadas.
—Le escribí el lunes y le indiqué que se lo había enviado; las iba a recibir esa misma tarde, ya que, como yo, él vive en la misma ciudad.
Me escribe el lunes por la noche diciéndome que lo había recogido y que ahora que lo tenía le tocaba a él masturbarse con mis bragas y que de solo olerlas se le ponía muy dura.
—Eso me puso mucho; quería que me mandara video haciéndolo, pero me dijo que imaginármelo era más excitante, y así me tuvo toda la semana imaginándome muchas cosas y poniéndome muy caliente por chat. Cada noche me masturbaba hablando con él; no veía la hora de que llegara el día.
Habíamos quedado en vernos el domingo por la noche en Madrid, en un parque que era poco concurrido, en el que pasaríamos desapercibidos. Al principio esta propuesta me pareció bastante rara, ya que pensé que me llevaría a algún motel, ya que la finalidad era un encuentro sexual; pero me insistió que el froteurismo es más excitante si se hace en un lugar público donde la sensación de ser vistos hace que todo sea excitante.
—Llegó el día, yo había llegado al parque. Es verdad que había pocas personas también, que eran las 23:00; pasaba poca gente por el lugar. Me había vestido como me había pedido: unas medias de encaje con una abertura en el coño y sin bragas; eso dejaba expuestos mis genitales y una falda. Sentía que me iba a morir de frío, pero no importaba porque me dijo que era importante que fuera así. Estaba sentada esperando hasta que llegó.
– Se veía exactamente como en las fotos que me había compartido. Nos saludamos y me dijo que me volviera a sentar. Nos reímos y me preguntó si estaba preparada, que no creía que fuera a ir y que estuvo pensando toda la semana en ese encuentro.
– Le dije que me tuvo toda la semana caliente y que la que tenía más ganas de ese encuentro y experiencia era yo; se reía y se le notaba que se ponía rojo. Me acerqué más a él para pegar más mi cuerpo a él.
– Me dijo si estaba preparada y que hiciera exactamente lo que él me dijera si quería disfrutar de ese momento y que no me preocupara de la gente que pasara, que ya somos adultos y que si nos dicen algo, nos movemos de sitio.
– Asentí con la cabeza.
Me dijo: «¿Te gusta que te follen los viejos maduros como yo?»
— Sí, me gustan mucho los viejos mayores, en especial si me llevan más de 40 años. Me tratan con mucho cariño, me miman mucho y me follan como si fuera una puta; eso me pone mucho.
— Así me gusta. He notado que eres una niña muy caliente y morbosa al escribir; además, accediste a mandarme tus braguitas, eso me la puso muy dura y estuve cascándomela cada noche con ella.
—Yo le apreté el brazo y le dije que si seguía diciendo eso me iba a mojar más de lo que ya estoy y que como no llevo bragas, eso sería incómodo.
—Me mira y me dice que si puede tocarme entre las piernas.
—Por favor,Andrés, méteme mano YA.
—Paciencia, princesa, te dije que hagas lo que te digo. —Yo te pregunto y tú respondes; no me preguntes tú nada de ahora en adelante —y asiente con la cabeza.
Me lo dijo con una voz un poco más fuerte; eso me hizo sentir una mezcla de sensaciones en ese momento. No entendía bien qué era exactamente lo siguiente que iba a hacer, pero era emocionante.
Lo siguiente que me dijo me dejó helada, y no por el frío que hacía allí.
—-Mira, para que disfrutemos de esta experiencia, tienes que fingir que no quieres hacer nada de lo que te diga, como si te estuviera forzando. Finje, actúa que no quieres que te toque, pero no te muevas mucho aunque yo te toque; tienes que aguantar. De eso se trata el froteurismo. Por lo general, se hace en un bus o algún transporte público, pero para iniciarte he preferido este parque para que te vayas acostumbrando y sintiendo que de alguna manera te están observando o que te pueden descubrir. ¿Estás entendiendo lo que te estoy explicando?
—¿Que finja como que no estoy queriendo que me toques, pero que no me oponga? ¿Como un juego de roles?
—Sí, princesa, tienes que fingir que te estoy sometiendo; te prometo que lo vas a disfrutar y podemos parar si lo deseas.
Le dije que lo entendía claramente y que empecemos.
Me dijo que me levantara y que me pusiera en frente de él , que le diera la espalda y que pusiera mis manos hacia atrás juntas.
—Se levantó, me puso mis ligas de cabello en las muñecas, simulaba que tenía las manos atadas hacia atrás; eso me sorprendió muchísimo. No me dolía ni nada y estaban flojitas. Lo que más me daba nervios es si alguien estuviera viendo eso desde algún lugar del parque, a lo que le dije que por qué no lo hacemos en algún lugar más discreto, un motel, por ejemplo.
—A lo que responde, te dije que solo asintiera. El juego ya empezó; se pegó a mi cuerpo y, con la mano derecha muy fría, la metió por debajo de mi blusa y acarició haciendo círculos alrededor de mi ombligo. Sentí que el frío recorría todo mi cuerpo; se sintió bien. Luego me pegó con más fuerza a su cuerpo; yo seguía de espalda.
– Se sentó en el banco y me sentó en sus piernas; en todo momento estaba de espaldas, se abrió la cremallera y me dijo que abriera las piernas y me sentara mejor encima de su pene.
—Le dije que no y me puse toda tiesa; tenía que fingir que no quería. Luego metió también su mano izquierda y acarició mis tetas, suavemente mis pezones y las estiraba un poco. En ese momento, por la sensación , moví un poco el culo y me pego con más fuerza hacia él. Como tenía las manos atadas, no podía moverme muy bien, pero estaba en una posición muy llamativa; si alguien pasaba, nos llamaba la atención fijo. No dejaba de pensar en eso, pero a la vez me nublaba la mente las sensaciones que me producía al tocarme.
— Intenté alejarme de su cuerpo, como levantarme, y me empezó a apretar más y a morderme las orejas y a besarme el cuello. Yo hacía que me resistía, pero ya estaba más que mojada. Sentía que su pene se ponía más duro y lo iba sintiendo muy caliente. Empecé a apretar los muslos porque ya lo estaba disfrutando, a lo que me dice en el oído que no tengo permitido moverme, que solo él puede frotarse todo lo que quiera, pero que yo tenía que oponerme o quedarme inmóvil.
– Sentía que me estaba chorreando el coño en ese momento y me dice:Te estás mojando un montón, ya lo puedo sentir». Empezó a moverse y casi me vuelvo loca; solo se estaba frotando, pero yo me sentía muy caliente.
—Le dije que me soltara, por favor, que dejara de esforzarse. POR FAVOR, DEJE DE MOVERSE, SIENTO QUE SE PONE MUY DURO.
– Como tenía falta, me metió la mano derecha y empezó a frotarme el clítoris, luego sacó los dedos y se los metió en la boca y luego me los volvió a meter.
—No pude aguantar más, pero yo también quería frotarme; sentía algo bien duro abajo y quería frotarme un montón.
—Le supliqué que no podía más, que me lo metiera, por favor.
—POR FAVOR,ANDRÉS, SOLO MÉTALO YA QUE MI VAGINA ESTÁ POR EXPLOTAR.
Me dijo que me levantara, que me diera la vuelta y que me montara encima de su pierna.
—Lo hice con mucho gusto.
Muévete y frótate todo lo que quieras y chúpete mis dedos como si me estuvieras chupando la polla, venga.
—Memovía para delante y para atrás como si me estuviera montando; esa polla me la imaginaba dentro y chupaba con ganas sus grandes y viejos dedos, iba babeando y sentía que estaba mojando totalmente con mi coño. Sentía la polla bien dura MMMMMMMMMMMMMM, empecé a gemir y la sensación caliente me volvía loca y fue tal cual, me apretaba; mientras más me movía , no pude aguantar correrme. Mmmmmmmmmmmmmmm, me voy a correr, señor Andrés. No me dejó ni hablar bien; me seguía metiendo los dedos en la boca y lo oía gemir. Fue increíble, no me había ni penetrado, pero no hizo falta para hacerme correr; definitivamente sabía lo que hacía.
Respiré bien hondo y terminé muy cansada con el coño mojado y le había mojado todo al señor Andrés, pero me dijo que me apartara, que se lo iba a cascar para tirar leche. Le dije que me lo meta, por favor, pero me dijo que el juego no iba de follar de esa forma. Le pregunté si se la podía sacar yo, y me dijo que sí. No tardé nada y ya había soltado un montón; me la tiró toda a mí, ahí sentada en sus piernas y con su leche en toda mi ropa.
Me levanté, me dio unos clinex, me limpié un poco, se subió la cremayera y también se limpió un poco. Yo estaba impresionada, había disfrutado un montón con muy poco y, además, en un parque público.
Me dio un presente y me dijo que seguiríamos hablando y que la próxima podría ser en un bus con destino a algún pueblo, y que si seguía así de buena princesa, la próxima me la metía toda.
Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo. Ya saben, si quieren algún encuentro como este, podemos hablar por yourccat@gmail.com.