Esa tarde entre a la tienda de artículos eróticos a ver qué novedades había.

Por lo regular iba cada mes, algo así.

En esa ocasión ya tenia tiempo de no ir y se me antojaba algo nuevo.

El encargado, al verme me saludo cordialmente, ahí me consideraban una buena clienta.

-Señorita Alexa, que gusto verla por acá nuevamente, dijo amablemente.

-Que tal Don Fermín?

-Ya la extrañábamos por acá, hacía tiempo no venía.

-Lo que pasa es que me queda muy lejos y a veces se me dificulta venir.

-Entiendo. Mire, le dejo la tarjeta de mi vendedor, a el lo puede llamar y le lleva la mercancía a su casa.

-Perfecto, muchas gracias.

Sonriendo pícaramente le pedí me mostrara las novedades.

En eso me entra una llamada y muy apenada me disculpe con el encargado, pero debía marcharme de inmediato.

Me dijo que no me preocupara, que llamara al vendedor.

Así lo hare, respondí y me fui de la tienda.

A los pocos días, ya me había olvidado del asunto cuando casualmente vi la tarjeta del vendedor, así que no dude en llamarle para que me mostrara las novedades, ya que ese fin de semana no tenía compromiso y pensé en darme una desestresada yo solita.

El vendedor llego luego de algunas horas, lo invité a pasar a la salita y le ofrecí una bebida.

El abrió su muestrario y empezó a mostrarme las novedades.

Me mostró unas gotas para provocar excitación, solo en caso de emergencia, como para cuando una tenga ganas y no haya con quien, como en este caso. Me dio a probar unas y seguimos bebiendo en lo que me mostraba lo demás.

Escogí unas prendas eróticas, muy cachondas, capaces de provocar hasta al más reacio, así que decidí probármelas para que el vendedor me diera su punto de vista.

Me fui a mi habitación, me puse las prendas y me vi al espejo, me veía yo super erótica, super cachonda.

Llame al vendedor para que me dijera qué opinaba, él se quedó helado, sorprendido, no supo qué hacer, nomás se relamía los labios y tragaba saliva, todo colorado.

-Se ve espectacular, dijo nervioso. Ha hecho una gran elección.

-Permítame mostrarle un nuevo producto que podrá utilizar cuando usted requiera vestirse así, dijo, y salió de prisa a traer su maletín que se había quedado en la salita.

Lo coloco en una silla cerca de la cama y sacó un pequeño dispositivo.

-Este aparato es de mucha utilidad cuando usted se encuentre a solas, si gusta se lo puedo mostrar, dijo muy servicial.

-Si, está bien, respondí con algo de curiosidad.

-Recuéstese un poco recargada sobre las almohadas, dijo, así es más cómodo y placentero.

Me acomode en la cama como el me indicaba y sentándose en la orilla de la cama, al lado mío, encendió el dispositivo y me lo coloco sobre un seno. El aparatito empezó a vibrar de tal manera, que de inmediato se me pararon los pezones y se pusieron muy duros.

-Ahhh, qué barbaridad, se siente muy agradable, dije, sintiendo ya un poco de excitación, tanto por el aparatito como por las gotas que me dio a probar.

Sin decir palabra, dejo de excitarme los pezones y antes de que yo pudiera decir nada, me lo coloco entre las piernas, sobre el sexo, exactamente en el clítoris.

-Ahhhh, ahhhh, que barbaridad, acá se siente mucho mejor. Continúe por favor, le dije casi suplicando.

El vendedor se dio gusto excitándome el clítoris, luego me recorrió todo mi sexo de arriba abajo con el maravilloso aparatito y otra vez sobre el clítoris.

No aguante y me termine en un orgasmo tremendo.

-Ay perdón señor le dije, disculpe usted, es que no me lo esperaba y ya no pude aguantar.

-Sin problema, no se preocupe, respondió, tragando saliva.

Pude notar como ya tenía todo el miembro bien parado y él se esforzaba por ocultarlo, restándole importancia.

-Ahora permítame mostrarle un par de vibradores de un nuevo material traído de China.

-Este va por delante y este otro mas grande va por atrás, me explicaba, todo colorado, tragando saliva y con el miembro bien parado.

-Si gusta le puedo hacer una demostración señorita.

-Si por favor, respondí curiosa. A ver muéstreme el de adelante, dije en doble sentido, cosa que el capto de inmediato y se puso más nervioso y más colorado todavía.

Yo sonreía divertida.

El vendedor sacó un vibrador doble, que se metía una parte por el sexo y otra parte más pequeña, que permitía estimular el clítoris al mismo tiempo.

Encendió el nuevo vibrador y me lo metió despacio, muy despacio en el sexo.

-Ahhhhhhhhh, ahhhhhhhh, qué maravilla, qué bien se siente, siga por favor, le dije, sintiendo como se estremecía todo mi cuerpo.

-Ahora tómelo usted y coloque la otra parte sobre su clítoris me indicó muy amablemente y muy servicial.

Así lo hice, en el momento que el aparatito toco mi clítoris, me estremecí de una manera incontrolable.

La sensación que producía el vibrador doble era irresistible, me sentía totalmente super excitada, además de que las dichosas gotas ya me tenían al borde, note como me chorreaban los jugos.

Amable como siempre, el vendedor se ofreció a mostrarme de una vez el otro vibrador que se utiliza por atrás.

A mí ya todo me valía madre y acepte rogándole que me lo mostrara.

El vendedor se colocó detrás de mí y me hizo a un lado la tanguita, para introducirme el vibrador.

Yo pare las nalgas y separe las piernas para recibir el vibrador mientras continuaba estimulándome por delante.

De pronto siento como el vendedor me mete el vibrador por atrás pero como que lo sentí un poco raro.

Lo note caliente, muy caliente, grueso, muy grueso, más grueso de lo que yo recordaba haber visto y además no vibraba, se me hizo algo extraño, pero se sentía tan rico que no le di mayor importancia.

Yo ya estaba tremendamente excitada, ya las gotas habían hecho su efecto y las estimulaciones de los vibradores me tenían ya vuelta loca.

De pronto, el vendedor me toma de la cintura y se empieza a mover frenéticamente, hasta en ese momento me doy cuenta de que lo que me metió por atrás era su enorme verga, no el vibrador.

-Oiga, le reclame, como se atreve.

-Disculpe, señorita, no me pude aguantar, me respondió muy apenado.

-Lo saco? preguntó.

-Nooooooooo, respondí loca de excitación, continúe por favor, dije suplicante.

El vendedor se aferro a mi cintura y metiéndome toda la verga hasta el fondo, se empezó a mover rápidamente, yo sentía como me chorreaban los jugos, era una sensación algo imposible de describir con palabras. Entre las gotas, los vibradores y la tremenda cogida que me estaba dando…

Ya no me pude aguantar más y exploté en tremendos orgasmos múltiples, no paraba de tirar mis jugos.

El vendedor, solo tardo un poco más dándome tremendas embestidas hasta que sin poderse contener, se termino tremendamente dentro de mí, llenándome toda de su leche caliente.

Así nos quedamos descansando, yo permanecí toda ensartada un buen rato hasta que el miembro se le puso flácido y casi se salió solo.

Finalmente, el vendedor se levantó y se compuso la ropa.

Concretamos la venta y le agradecí profundamente la demostración que amablemente me hizo de los nuevos productos.

Quedamos que nos volveríamos a ver cuándo llegaran nuevos productos para que me hiciera la demostración.

Yo le invite a que me visitara, aunque no hubiera llegado nada nuevo uwu.

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