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Ven conmigo

Ven conmigo

Tengo 33 años vivo en la ciudad de México.

Trabajo en la Colonia Cuauhtemoc en las oficinas de un banco cerca de Reforma.

Ayer iba camino a casa cuando me pasaste, ibas caminando venias de tu trabajo también por la forma en que vestías, una mujer madura de unos 40 años, con una blusa beige, un saco negro y una falda negra corta, un poco arriba de la rodilla, tacones negros y altos; tienes una piernas exactamente como a mi me gustan, justamente cuando me rebasas me queda tu perfume en mi, el aroma de ti y tus piernas me provocan una excitación dolorosa, siento como mi miembro crece y comienzo a desearte con una fuerza que me enloquece, comienzo a pensar al forma de acercarme a ti de poder probar tu piel y tus senos, te veo como te alejas y el movimiento de tus caderas cuando caminas, el ritmo que imprimes en cada paso hace que pueda ver lo firme de tus nalgas y que se dibuje perfectamente la tanga que llevas debajo de tu falda, te gusta ser observada, ser el objeto del deseo de muchos, pero ahora soy yo el que te desea.

Te sigo de cerca, me ves a través de una vitrina donde finges arreglarte y volteas a verme, no me molesto en disimular mi interés por ti, ya no tiene sentido, sabes lo que deseo, lo adivinas en mi mirada y el saberte deseada te gusta.

Esperas en la esquina, sabes que vengo detrás de ti y levantas mas tus nalgas, las aprietas y reafirmas tus piernas, sacas mas el pecho y sacudes tu cabello para que se extienda tu perfume, te alcanzo y comienzo a preguntarte cualquier cosa, subimos juntos al microbús que estas esperado, eres casada y con dos hijos, se va llenando con gente que sale del trabajo y amablemente me coloco detrás de ti para poderte sentir en mi, pongo mi miembro en tus nalgas, mientras me hablas de cómo hace tiempo que no sales a divertirte por no tener tiempo pues te acabo de invitar a tomar una copa, sientes como estoy de duro por ti, te callas un momento y continuas hablando, mas gente llega y con ella la opresión de nuestros cuerpos, te abrazo con ambas manos por tu cintura para poderte sujetar mejor y no caigas, pero nos sirve para poderte abrazar con mas fuerza contra mi, te digo al oído la forma en que una mujer como tu me excita, que desearía poderte tener entre mis brazos, desnuda, para probar tu piel, siento como se detiene tu respiración con cada afirmación que hago, y no puedo mas, comienzo a rozarte el cuello con mis labios, al no encontrar obstáculos, continuo ahora con mis besos y mi lengua recorriéndote, me gusta tu sabor, me gusta como te dejas hacer por mi, mi verga crece, quisiera poderte penetrar ahí mismo si pudiera, subo una de mis manos y la meto entre tu saco y la blusa, te toco el nacimiento de tu pecho con el estomago, siento el calor de tu piel y el contorno de tu brassiere, hace tiempo que no te sientes tan deseada por alguien, que no sabes que decidir, no me conoces pero quizás sea mejor así, una vez, solo una vez poder volver a sentir la pasión sexual de un hombre dentro de ti, quisieras sentir mis dientes en tu piel y a mi dentro de ti, no sabes quien soy pero sabes como quisiera penetrarte hasta hacerte venir conmigo, como quisiera tenerte sobre de mi y tomarte tus senos entre mis manos y mi boca.

Te comienzo a levantar un poco la falda y rozar tus piernas, te siento tensa, como me gusta el roce de tus medias en mis dedos, el calor de tu piel en mi mano y tus cabellos en mi cara.

No puedo mas te tomo de la mano y te conduzco a la bajada del micro, te bajo solo para poderte besar y rodearte con mis labios, te llevo conmigo al hotel mas cercano, no importa donde sea, lo importante es que estemos juntos,

Por un momento, por un instante ya no eres esposa ni madre, solo eres una mujer deseada y excitada por el deseo, olvídate de todo quítate la ropa y ven conmigo, te quito el saco y tu te quitas la blusa y las medias, veo tu cuerpo maduro, tu vientre de una mujer de 40 años y me siento mas excitado si cabe decirlo, no eres una adolescente, pero el cuerpo de una mujer madura siempre se me ha hecho tan deseable que solo deseo poderte penetrar, te digo lo sensual que eres y te pido que te dejes los zapatos de tacón me gustan como dan forma a tus nalgas y tus piernas, te despojo de lo demás, te admiro, te recuesto en la cama, te comienzo a devorar con los ojos, tu notas la lujuria de mi mirada y te gusta aun mas la situación,

Te como tus senos, recorro tu cuerpo, mis manos están en tus piernas recorriéndolas a todo lo largo que son, te beso y sientes mi lengua en tu boca, hace cuanto tiempo que no te besan así, lo recuerdas?, ven quítame la camisa, desnúdame, lo haces, te gusta hacerlo, lo veo en la forma en que me ves y como lo haces, despacio, no tienes prisa ya estamos aquí no es así?

Y desnudos te tomo de los brazos te recuesto y comienzo de nuevo a recorrerte con mi lengua esta vez, te recorro hasta llegar a tus piernas, paso mi lengua por tus corvas, que delicia, sentir como te estremeces con mi lengua, muerdo tus pantorrillas y paso mis dientes por tu tendón de Aquiles, subo entre tus piernas, me gusta hacerlo despacio, sabe a donde voy a llegar y siento como cambia el ritmo de tu respiración, como se eriza tu piel y como se ponen tus pezones entre mis dedos, Por fin llego, que delicia poderte ver la vagina llena de fluidos, ese olor que me tiene loco, rodeada de abundante vello, me lleno de tensión viendo que es lo que me espera, no pudiendo mas, me aproximo, me lleno de tu olor, toco con la punta de mi lengua tus labios, me sientes, separo tus labios, me introduzco en el calor de tu cuerpo, tomo de tus líquidos que delicia tu sabor y tu calor, pero sobre todo tu humedad y la forma en que comienzas a acariciarme el cabello, se nota que te gusta,, busco entrar lo mas posible dentro de ti,, muevo mi lengua y saco tus suspiros mas profundos, pero deseo verte mas excitada, no existe cosa mas deliciosa que una mujer así, busco tu clítoris y lo encuentro delicioso escondido y me dedico a chuparlo, a morderlo suave, despacio, recorriéndolo, torturándote, te tomo de las manos inmovilizándote mientras te retuerces del placer que sientes a través de cómo me como tu vagina, comienzas a convulsionarte, te sostengo con mas fuerza de las muñecas, no puedes moverte ni zafarte, solo arqueas tu espalda y escucho un grito ahogado en tu garganta por algunos años, me oprimes con tus piernas en tanto te vienes en mi boca, me llenas de flujo, del primero de los varios que te ofreceré esta tarde antes de marcharte a casa de nuevo a tu vida con tu esposo e hijos pero con una nueva mirada en tus ojos y mi teléfono en tu cartera…

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