Mi dentista, una diosa

Me llamo Herman y soy de la sierra de Córdoba, os contare lo que me paso con mi vecina de finca un día y de ése, somos amantes de sexo a lo loco.

Ella es dentista y en verano pasa algunos días con su familia en una finca colindante a la nuestra, es unos cuantos años mayor que yo, pero siempre hubo afinidad y amistad.

Un día fui a la capital donde ella tiene su consulta medica y me dio la cita a ultima hora cosa que me venia mal ya que yo tardo casi unas dos horas de regreso a mi casa.

Llegó mi turno y la enfermera que tiene para ayudarla se despide y se va entro a la consulta y me da un beso de saludo y me pregunta que como estoy y bla bla bla, me dice que me siente en el sillón de torturas ya que le tengo pánico al dentista y me siento, me explora y me dice que me va hacer una limpieza de boca, esta mirándomela y tocándola y del susto que llevaba no me di cuenta que la loca solo tenia el guardapolvos cortito donde le salían dos gambas impresionantes y una pollera ridícula que casi muestra todo lo de abajo y no tenia camisa solo los corpiños de un color mas oscuro pero transparentes casi se podía percibir las hermosas aureolas que rodeaban los pezones, con todo eso y encima se coloco con ese escote en casi mis narices no tarde en notar como mi pija se despierta y yo ni pensaba el terror que me da los dentistas..

No sé si ella al tomar el instrumental o es que estaba con ganas de macho pero creo que se fija en mi erección y coloca su pierna entre las mías como si un apoyo quisiera tener y empieza a rozarme con su rodilla, y cada vez más caliente estaba y más nervioso, empecé a temblar y ella con esa voz y garrándose el pelo rubio que tiene hacia atrás me dice, enjuágate la boca y me incorpora automáticamente con el sillón eléctrico, ella seguía entre medio de mi y yo al incorporarme llegue a sentir su aliento de lo cerca que estábamos, me enjuague la boca y toco otro botón y me puso de nuevo horizontal pero ahora estaba mas que antes, me dijo esperame ya vuelvo, siento que va al baño que estaba al lado de la pieza donde yo estaba y escucho una canilla abrirse, regresa y de pronto se me oscurece la habitación y miro hacia arriba y solo veo una concha de poquito pelo y rodeada de un guardapolvo celeste, y me dice «creo que esto te calmara un ratito che» comienza a restregarme su exquisita concha que estaba recién lavadita ya que estaba húmeda y olía a jabón yo metí mi lengüita y ella gemía tímidamente, la agarre por las caderas y empecé a comerle todito y me dice «que boquita mas sana tenes» con una risita al finalizar, luego dice «tocate la pija», yo torpemente no se si por los nervios o por mi asombro me la toco y ella me dice «no tonto sacatela y hacete una paja mientras me seguís comiendo así yo te veo…»

yo sentía como cada vez su concha se mojaba mas y ella se movía tocándose los pechos a través de su ropa, cuando siento otras manos acariciando mi pija y después una humedad tremenda con un cambio de temperatura descomunal, que mamada me estaba haciendo la muy perra, yo no podía mas veía que me saltaba en cualquier momento y así fue ella seguía chupando y gimiendo, se salió de encima de mi y me incorporo dándome un beso donde note que se había tragado mi leche.

Yo seguía estando más choto que nada, ella se dirigió a la pila donde se limpian los instrumentos se apoya en ella y con su culo erecto hacia fuera se veía unas patas y un cacho de poto que me puso la verga mas dura aun sintiendo dolor del hinchazón que tenia, me acerque por detrás y comencé atracarla besándole el cuello y tocando y pellizcado sus enormes pechos, los cuales me dejaron asombrado los duros que estaba para la edad de ella, se enjabono las manos y con ellas me acariciaba la pija dejandomela resbaladiza, que paja me estaba haciendo, yo empecé a empujar, podía llegar a meter la punta de mi pija en su concha que estaba súper mojada ella seguía gimiendo, se tocaba el culo y comenzó a enjabonarse el ano, me dijo muy excitada, «Sos un guachito rico culeame, culeame bien fuerte, rompeme el orto», sin dudarlo se la clave con tantas ganas y fuerza que le reventé el culo yo hasta me hice un daño tremendo, pero la calentura que teníamos hizo de que del dolor pasarnos al acción de gemir y culear como salvajes, era tanta la excitación de los dos que le rompí el guardapolvos y le subí el corpiño donde salieron unas gomas impresionantes todo sucedió tan rápido que en el momento en que estaba garrandole las tetas con fuerza e hincándole toda mi verga casi hasta los huevos, exploté dentro de ella, se puso a, mil la mina moviéndose circularmente las caderas y esperando que su culo succionara toda mi leche, la saque y el ano estaba tan dilatado que empezó a salir leche de el y como una posesa se restregaba todo el liquido por sus partes se giro y me comió la boca de tal forma que me reventó los labios, «sos una diosa del amor» le dije y desde ese día somos amantes sin freno.

Ah eso si lo hemos hecho en muchos sitios pero el morbo que nos da su consulta no lo da nada.