Antes que nada debo agradecer a todas las chicas que me han contactado, me encanta recibir mails y procuro responderlos todos, gracias por sus fotos y sus invitaciones…
Mi historia de hoy tiene que ver con un viaje reciente a Islas Canarias, estuve un rato de compras, aprovechando las rebajas de la temporada, hacía rato que no me probaba tanta ropa y verme con prendas pequeñitas me había puesto un poco caliente… así que decidí ir a la playa y admirar a las hermosas niñas que se asolean en topples…
Había mucha gente en la playa, pero eso facilitaba mi búsqueda, por donde quiera había hermosas tetas que admirar… me instalé en un lugar apartado, saqué mis lentes de aumento y comencé a curiosear en busca de las mejores tetas… en eso estaba cuando llegaron dos tías de lo más lindas y se tiraron a un lado mío, de inmediato se despojaron de la parte superior de su bikini y entonces supe que mi búsqueda había terminado…
Ea tía!, podrías cuidarnos las toallas mientras nos duchamos, yo por supuesto dije que sí mientras admiraba esos dos traseros contorneándose hacia las regaderas…
Su ausencia me dio tiempo para idear algo y acercarme, no sabía si eran lesbianas como yo, pero sería fácil pasar una tarde a gusto y mirando los pezones más rosas y suculentos que han visto mis ojos jamás…
Por fin llegaron y elogié sus tangas, oigan, que par de tangas más bonitas llevan ustedes, dónde las han comprado?… pregunté…
Las dos sonrieron y se sentaron al tiempo que sacaban unos cigarrillos -pues no son nuestras y te diremos la verdad, las hemos pillado hace un rato de una tienda departamental… las tres reímos y comenzamos a fumar…
Entonces sacaron el bronceador y comenzaron a ponerse una a la otra, primero en la espalda y las piernas y luego en los pechos, tremendo descaro para frotarse los senos a media playa me dio la pauta, estas tías eran lesbianas como yo y querían algo más que conversar conmigo, al menos eso supuse por la forma en que me miraban…
Pasamos varias horas platicando, pero el sol de España es demasiado fuerte para mi piel, así que decidí jugarme el todo por el todo, invitándolas a comer algo en mi habitación…
Llegamos al hotel y entramos a mi habitación y ordenamos algo para comer ahí, entonces una de ellas, la rubia… encendió la tele y estaba uno de esos anuncios de hot line… jajaja, reían –mira ese par de tetas se parecen a las tuyas, decía a la bella trigueña que le acompañaba… yo un poco nerviosa, pregunté: -tu crees eso?
Y más tardé yo en formular la pregunta que ella en quitarse el sujetador y bambolear sus senos frente a mi rostro… –no sé, dime tu…
Entonces toqué sus pezones, los apreté, los acerqué a mi cara, los olí, los manosee cuanto quise, los rocé con mis labios, admiré la aureolita rosita y cada vez más pequeña, los tenía bien paraditos… parecía que realmente estaba estimando su valor… mis invitadas se quedaron un poco calladas y esperaron mi veredicto…
-no, yo creo que tus tetas no son tan ricas como las del anuncio… a ver las tuyas, señalé a la rubia..
Y ella abrió su blusa de botones y sacó solo uno de sus senos, presionándolo y apuntando con su pezón hacia mí… si vas a ser tan severa en tu crítica, primero tendrás que probarlo…
Fue entonces cuando comenzó la mejor tarde que pude tener en Canarias….
Mis nuevas amigas se quitaron toda la ropa y comenzaron a besarse, me miraban y me decían que me uniera a la fiesta, pero estaba hipnotizada admirando ese par de cuerpos restregándose sudorosos…
La rubia me tomó de la mano, me acostó en la cama y empezó a desnudarme, mientras la otra se ocupaba de lamer los dedos de mis manos, lo hacía tan bien la muy zorra…
Aún no me acostumbro a ver cuerpos desnudos y menos cuando son tan hermosos, ellas lo notaron y comenzaron a pasar mis manos sobre sus formas…. la piel suave, recién bronceada… hermosa… sus chochos calientes y húmedos, aún recuerdo su olor…
Entonces me dijeron que jugaríamos algo que ellas practican con mucha frecuencia, tendríamos que salir de la habitación y aunque la idea no me gustó en principio, acepté…
Se suponía que yo era la ama de las dos y para excitarlas tenía que exhibirlas públicamente…
Queríamos salir del cuarto cuando llegó la primera víctima, un camarero que traía el servicio a la habitación… pero ven, pasa… le dije… mira que tengo a dos tías aquí muy calientitas que te quieren enseñar una cosita… el tío nervioso y entre risas no daba crédito, ahí estaban las dos reinitas frotándose la mermelada en sus pezoncitos y ofreciéndoselos como el más suculento manjar… después de verle la cara le dije, ven en la noche y te dejaré que las pruebes a ambas…
Salimos pues de la habitación, a las dos les ordené que no llevaran ropa interior y estrené unas pinzas para pezones que recién había comprado en una sex shop de Madrid… se las puse a la rubia y poniendo atención, podían adivinarse bajo su blusa…
Caminamos un poco por la playa, las hice mostrar sus nalguitas a los turistas y a los más afortunados les tocó ver sus humedecidos coños, de vez en cuando les daba un apretón en sus nalgas o apretaba sus pezoncitos erectos, cositas ricas…
Par de perritas, desde que las vi adiviné lo putas que son… y ellas respondían, si somos tus putas ama, has de nosotras lo que quieras, tómanos aquí mismo si lo deseas…
Comencé a tocarlas, les ordené que bajaran la mirada, mordí sus glúteos, pellizqué sus pezones hasta enrojecerlos, di un gran uso a mis pinzas para apretar pezones, habían sido un poco costosas, pero esa tarde desquitaron su uso… les dí un par de bofetadas, les ordené que se hincaran, que menearan sus culos y se acariciaran.. ahora mismo no doy crédito a tanta sumisión…
Entonces, con el más bello atardecer como testigo, les ordené que hiciéramos el amor ahí mismo, en la playa y comenzaran a besar mi cuerpo, jugamos desnudas ante las miradas codiciosas de quienes pasaban… era ya tarde y comenzaba a obscurecer cuando sentí el par de lenguas perderse entre mis labios vaginales y arrancarme uno de los mejores orgasmos que haya tenido jamás…
Regresamos al hotel y mandamos a pedir unas bebidas, esperábamos que llegara el mismo chico de horas antes, pero en su lugar llegó una empleada que nos confesó que su compañero era gay y que estaba un poco asustado… pero… ¿puedo servirles yo?…