Eran días muy calurosos ya que estábamos en pleno verano, hacía mucho calor, yo llevaba puesta una pollera muy corta y una remera blanca con un escote grande, tal como a mi esposo le gusta que use, ya que él dice que se logran ver solo el 50% de mis enormes tetas, y el otro 50% se lo pueden imaginar a gusto…
Por fin llegó el micro que me llevaría de vuelta hasta casa, si bien estas vacaciones las había disfrutado bastante mas de lo que pensaba, son muchos días de calor y humedad en Buenos Aires, y yo no estoy acostumbrada a eso.
Vivo en una ciudad que no es muy grande, pero no tiene casi nada de humedad, y por más que haga frio, no se nota tanto porque es un lugar de clima seco. Por eso cada vez que salgo de vacaciones o de viaje, y voy a ciudades que tienen mucha humedad, realmente la paso mal a causa del calor húmedo.
Fila interminable de personas subiéndose al micro, por supuesto yo dejo que suban todos, y espero a que todos estén arriba para poder subir después, tranquila… Me di cuenta de que éramos 3 los que pensábamos igual, dos hombres y yo. Noté la
Muestra tu apoyo a Mariposa y sigue leyendo esta historia
Compra esta parte de la historia y ayuda a los escritores a ganar dinero con las historias que te gustan.
Inicia sesión para comprar este contenido.
Al comprar aceptas las condiciones de compra.