Vivo con mis padres, ellos son de una provincia de Perú muy pequeña, ellos cuando ocurrió este relato tenían poco más de 30 años, al ser de provincia, ellos eran muy conservadores, muy arraigados a las costumbres católicas de los pueblos, por lo que pude escuchar de las historias de mis tíos, mis padres se hicieron novios desde chicos hasta que se casaron, no tuvieron ninguna pareja anterior, como todo pueblo tradicional, él era el único hombre que ella había tenido en su vida hasta ese momento, igual él. Ambos se dedicaban al comercio y les era bastante rentable. Por las noches los escuchaba haciendo el amor, lo que veía era que él se colocaba encima de ella y le levantaba le piyama enterizo que tenía, la besaba y sin más preámbulo empezaba a penetrarla por uno o dos minutos, solo se escuchaba sus movimientos y sus respiraciones, ningún gemido o muestra de placer por parte de ella hasta que a él se le escuchaba respirar profundo y acelerado, pero era algo muy rápido, esa ya era una rutina dos o tres veces por semana, yo no comprendía mucho las cosas de sexo, pero ya tenía erecciones de solo poder observarlos ya que no cerraban sus puertas en las noches pensando que yo estaba durmiendo, cuando se acordaban de cerrar su puerta podía escuchar ligeramente pero siempre era lo mismo, poco más de un minuto y ya.

Paso el tiempo y los negocios crecieron, por lo que tuvimos la necesidad de mudarnos a Lima, para iniciar, un primo de mi padre, mi tío, nos hospedaría en su casa ya que él tiene un negocio donde alquila departamentos y habitaciones, iríamos lo 3 para allá, el ofreció que nos quedemos el tiempo que queramos.

Así llegó el día, al llegar a la casa de él nos recibió muy bien un fuerte abrazo a mi padre y tb un afectuoso abrazo a mi madre, vi que al abrazarla a ella pegó completamente su cuerpo contra ella y con una mano la abrazó por la cintura y la pego fuertemente a él, sin ninguna vergüenza, mi madre algo incomoda intento poner sus manos en el pecho de él, peor no podía quitárselo, hasta que el la soltó, le había restregado la verga por encima de su vestido. Después de eso todo normal, en la noche vi que mi padre se fue a su habitación y mi madre fue a ayudar a lavar los trastes, fui a ayudar, cuando estábamos en la cocina los dos, mi tío se acercó a conversar, mi madre le agradecía por habernos recibido, ella estaba un poco asustada ya que nunca habían vivido en Lima y sabían que todo era muy vertiginoso y la gente también mucho más avispada y también que mi padre era muy inocente para esta ciudad pero con su ayuda y presencia ella se sentía mas en confianza, mientras lavábamos los trastes y yo secaba, él se puso a su costado abrió una gaveta como buscando algo, pero con una mano suavemente le agarro una nalga a ella, apenas la tocó ella respiro hondo, su rostro se notaba algo tenso, su mirada al frente como perdida y pensativa, el seguía agarrándole el culo y empezó a sobarle, ella sudaba pero no decía nada, instintivamente y no sé por qué, yo dije que me retiraba para ir al baño, ella no dijo nada, me retire pero me quede viendo escondido al lado, él se puso detrás de ella restregándole la verga en el culo, paso sus brazos adelante y hacia el ademan de ayudarle lavando, ella sudaba pero no decía nada, apenas termino de lavar el ultimo plato, volteo rápidamente y le dijo que se retiraba y agradeció por la ayuda, se despidió y en eso el aprovecho para darle un beso de pico en la boca, beso que ella no correspondió y se retiró nerviosa a su habitación, yo también me retiré a la misma habitación ya que nos habían dado por el momento una habitación grande con 2 camas, una para mis padres y una para mí, en unos minutos mis padres en la oscuridad iniciaron su sesión de sexo, para mi no era nada nuevo verlos.

Así pasaron los días, mi tío no paraba de echarle flores a mi madre diciéndole lo hermosa que era siempre, mi padre jamás le hacia un cumplido, el incluso pasaba mas tiempo fuera de casa atendiendo los negocios, mi madre empezó a ayudar en las tareas de la casa y mi tío siempre se acercaba a ella, los manoseos ya se habían tornado una costumbre, al inicio veía como ella prácticamente terminaba escapando del acoso de mi tío, pero siempre terminaba manoseándola, ella jamás decía nada, días después note un cambio, ella ya no escapaba del acoso, cuando el le tocaba el culo ella simplemente hacía como que no sentía nada, también se ponía detrás de ella restregándole la verga en el culo y ella de lo más normal, incluso para despedirse en las noches ella tb respondía con un pico en la boca mientras el la rodeaba por la cintura y la levantaba un poco hasta ponerla en puntitas para darle su pico de buenas noches. Cierto día hubo una reunión donde se compartieron bastantes tragos, mi padre por primera vez desde que llegamos se estaba divirtiendo en tragos, yo me retire como a las 10 pm a mi habitación, mi madre también llego pocos minutos después, se puso su piyama, apagó la luz y se echó a dormir. Minutos después entro mi padre a la habitación, no encendió las luces como siempre, solo veía su silueta, se quitó la ropa y se dispuso a iniciar su sesión de sexo, le quito el piyama a ella, pero esta vez hizo algo diferente, le besó las tetas primeramente y mientras con sus manos empezó a manosearla, al rato bajo su cabeza y la puso entre sus piernas, ella le pregunto ¿qué hacía? Pero el solo le respondió con un Shhhhhhhh, para que no diga nada, al rato ella empezó por primera vez desde que la había visto haciendo el amor, a gemir, se contorneaba de placer, yo no me movía haciéndome el dormido, ella empezó a gemir desesperadamente casi a gritar, cogió la almohada y empezó a morderla para ahogar sus gritos de placer, le arañaba la espalda, le jalaba los pelos hasta que el se acomodo y subió, coloco la verga entre sus piernas y a pesar de la oscuridad se miraron fijamente a los ojos, segundos después de mirarse se besaron y el empezó a penetrarla rítmicamente, por primera vez veía a mi madre disfrutando del sexo, se movía frenéticamente al mismo ritmo de mi padre hasta que finalmente los dos dejaron de moverse después de dar varios espasmos. El se acostó a su lado, se hablaban susurrando al oído, mas que una conversación, parecía una discusión, finalmente él le decía algo y ella le daba pequeños pesos en la boca y el rostro hasta que en un determinado momento el se levanta y la pone boca abajo, metió su cara entre sus nalgas y parecía que empezó a besarle o chuparle el culo mientras metía sus manos en su concha, ella solo se dejaba hacer todo hasta que el la puso en cuatro y empezó a penetrarla en esa posición, ella se movía como una posesa y puso su cara en la almohada para ahogar sus gritos y finalmente terminaron ambos. Se mantuvieron unos minutos boca abajo dando espasmos, ella abajo, el encima de ella. Él se levantó, sin prender las luces empezó a vestirse, me pareció raro porque mi padre siempre procedía a dormir después de terminar, esta vez se vistió muy rápido, y con un beso se despido y salió de la habitación. En ese momento ella prendió la luz y se fue al baño, se duchó, volvió y sin apagar las luces se echo en posición de cucharita mirando hacia donde estaba yo que seguía haciéndome el dormido, abrí ligeramente los ojos, la vi, su mirada se notaba totalmente risueña, renovada, suspiraba como jamás la había escuchado y después de unos minutos vi a mi padre entrando totalmente ebrio, lo que me pareció mas extraño aun ya que cuando se fue de la habitación estaba totalmente sano, se echó con todo y ropa, mi madre le ayudó a quitarse los zapatos y a desnudarlo y así se quedó dormido.

A la mañana siguiente que era domingo, mi padre no salió a trabajar, encontré a mi madre en la cocina preparando el desayuno y conversando muy alegremente con mi tío, se bromeaban y hablaban de lo genial que lo habían pasado la noche anterior y se reian juntos, me vieron, me sirvió el desayuno mientras seguían su conversación prácticamente ignorándome mientras desayunaba y se fueron a la sala a ver televisión. Cuando termine camine también a la sala y se hablaban muy despacio, ella le decía que fue un error, que no volvería a pasar y que contaba con su silencio, ella jamás le había sido infiel a mi padre que lo que paso anoche solo era por única vez mientras el se sonreía y le decía que ya, pero a su vez la tocaba con mucha confianza, la cintura y el culo como siempre lo hacia, le dijo que no se preocupe, que no pensaba destruir la familia y que jamás diría algo al respecto, que lo olvidaría, pero a su vez que lo paso genial, que fue una de las mejores noches de su vida, ella con aire de complicidad le dijo que fue la mejor noche también para ella, pero que ya no podía volver a pasar, el lo acepto, se abrazaron nuevamente de manera muy cercana, el volvió a tocarle el culo, ella apoyaba su rostro en su pecho, se miraron a los ojos, se volvieron a dar un pequeño beso de pico en la boca y se separaron riéndose. No imaginaba que eso era solo e