Clases en Galicia

Me llamo Carlos, soy ingeniero, tengo 45 años, trabajo en un estudio de ingeniería, pero una vez al año doy un máster de especialización para alumnos de último curso, suelen ser chicos de entre 22 y 24 años.

En los últimos años de carrera, suelen haber futuros arquitectos e ingenieros, cada vez suelen asistir mas alumnas.

Estos cursos suelen duran dos semanas, todas las tardes durante 4 horas.

He notado que en los últimos días del curso, que ya se ha roto el hielo, y es cuando realizamos los ejercicios del temario.

Suelo pasar por sus mesas para ver como desarrollan los trabajos, observó que las mujeres intentan coquetear, se abren más los escotes y son las únicas que al terminar las clases se quedan para hacer preguntas o aclarar conceptos.

Yo estoy muy contento ya que mi posición dominante me hace ponerme más gallito.

No os voy a engañar algún que otro yogurcito ha caído.

Aunque al final no sé si he conquistado yo o me han conquistado ellas, llevándome como trofeo ante sus compañeras, exhibiéndome como que ella a conquistado al profesor.

Lo que a continuación os voy a relatar ocurrió hace un año.

Yo había dado un curso en Madrid donde resido, en el mes de abril.

Del colegio de arquitectos de Galicia me pidieron que diera una ampliación de dicho curso, totalmente práctico con ejercicios, se impartiría en La Coruña.

Llegamos a un acuerdo y lo planificamos para que se diera entre un jueves y un domingo, todo el día completo entrábamos a las 9 hacíamos un receso a las 2 y continuábamos a las 4 hasta las 8.

Entre los alumnos que asistieron, eran 12, había 7 mujeres y 5 hombres, todos en el último curso de arquitectura (23 años), ha dos de ellos ya les había dado el curso en Madrid, hacía un año, eran Enrique y Maruxa.

Todos los alumnos al estar en el último curso, ya estaban trabajando, y casi todos estaban independizados.

Enrique y Maruxa habían hecho el curso en Madrid mediante una beca que les facilitó el colegio de arquitectos.

El primer día nos presentamos y empezamos la tarea.

A mi lo mas aburrido de estos viajes son las comidas y cuando termina el curso por la noche en el hotel.

Bueno llego la hora de la comida cada cual se fue a su lugar habitual, y yo me dirigí a un restaurante que conocía, ya que había realizado hacía un año una obra en La Coruña.

A las 4 empecé mis nuevas charlas, comprobé que Maruxa y otra chica que luego supe que se llamaba Clara, no paraban de cuchichear.

En un receso que hicimos para tomar un refresco, se acercaron Maruxa y Clara.

Maruxa entró directamente, parece que no se acuerda de mí, nos dio un curso parecido a este hace un año en Madrid.

Claro que me acuerdo de ti Maruxa.

Me presento a Clara y entablamos una conversación de que hacía.

Al terminar el primer día de curso y presagiando que lo que me ocurriría sería que me metería en un cine para no aburrirme, me quede a preparar el material para el día siguiente.

En esto que entro Maruxa, anda profe porque no se viene con nosotras a tomar unas cervezas.

Yo dije que sí.

Maruxa es una mujer de unos 1,67 mts, cara redonda, pecosa con gafas, regordeta, con el pelo rizado.

No es una mujer que te vuelvas para mirarla, aunque tiene un buen culo, firme y cálido.

Pero en cambio es de conversación muy agradable.

Clara en cambio es, alta espigada ojos azules, media melenita, parece nórdica más que gallega, a Clara si que volverías la cabeza al verla pasar.

Tenía poco culo y el primer día no pude tomar conciencia de su pecho ya que iba enfundada en un jersey muy amplio.

Después de tomar una serie de cervezas el grupo se fue diluyendo, serian como las 9 y solo quedamos Maruxa, Clara y yo.

Las comente que si les apetecía podíamos ir a picar algo y así cenábamos, ya que a mí cenar solo no me gustaba.

Maruxa me cogió de la mano, cosa que me extraño pero que no rechace y me hizo ademán de llevarme a un sitio.

Clara se excuso diciendo que no había dicho nada y que su novio estaría esperándola.

Nos despedimos y nos fuimos de bares, picando tapas.

A eso de las 10,30 yo ya estaba lleno tanto de comida como de cerveza.

La conversación con Maruxa era tranquila me comentaba cómo se ganaba la vida, trabajando de ayudante en un estudio de arquitectura, que vivía sola, desde hacía 6 meses.

Cuando de repente se paró en un portal y me dijo: yo vivo aquí.

Yo me acerque para darle un beso de despedía en la mejilla, pero ella me agarró por la nuca y me dio un beso en los labios, diciéndome subes.

Yo la seguí hasta su piso, era un piso antiguo que lo había reformado tenía un amplio salón, que servía de comedor estar y estudio, un dormitorio con una cama muy amplia, una cocina y un aseo.

Me senté en una butaca, mientras ella me decía desde su habitación que me pusiera cómodo que ella se iba a cambiar.

Llame al hotel para saber si había algún recado para mí.

Encendí la televisión y al cabo de 5 minutos apareció con un blusón que la llegaba hasta los tobillos, era un blusón de algodón de color azul y que tenía un escote que le llegaba hasta la cintura pero que lo llevaba abotonado hasta la altura de los pechos, enseñándome el canalillo.

Me dijo que si quería tomar algo, me preparo una coca cola, se sentó en mi regazo y empezó a besarme, las mejillas, los ojos, las orejas yo estaba en la gloria, sentía mi polla como crecía por el calor de su culo mi mano fue desabrochando algún botón del blusón hasta que llegó a un pezón estaba duro, era grande, se le notaban todas las protuberancias de los pezones, me besaba la comisura de los labios sujetándome la cara con las dos manos.

Yo le giraba suavemente el pezón sintiendo su dureza entre mis dedos, agarre su teta, era cálida dura, firme, cálida y muy suave, ya ni me acordaba de coger una teta como aquella, cuando se es joven no te das cuenta de los manjares que tienes en tu mano.

Se levantó, se puso de rodillas delante de mí me puso un dedo en los labios y dijo: déjame hacer a mi y disfruta; me quitó la corbata, yo la acariciaba las dos tetas que le salían por el escote.

Me desabrocho la camisa y me quitó la chaqueta, me acarició las telillas dándolas pequeños mordisqueo que me hacían poner los pelos de punta.

Siguió bajando las manos hasta el cinturón me lo desabrocho, me quito los botones del pantalón y de la entrepierna (no me gustan las cremalleras), metió su cálido mano en el calzoncillo y saco mi polla me miró a los ojos, yo estaba fuera de mi, saco la lengua y me la fue pasando por el capullo hasta llegar a los huevos.

Se metió los huevos en la boca, estuvo jugando con ellos, me fue masturbado, cuando ya tenía mi polla en plena extensión de metió el capullo en la boca chupando y mordiéndome el capullo, estaba que me moría, empezó un sube y baja de la cabeza, me estaba llegando el orgasmo, ella se dio cuenta, se separó y dijo vamos a la cama que estaremos mas cómodos, me quite los pantalones y los zapatos, estaba cómico con calcetines y calzoncillos.

Ella se desprendió del blusón, tenia depilado el pubis dejando solo un pequeño triángulo, se tumbó en la cama, yo me eche encima de ella, besándonos su cálido cuerpo, le acariciaba las caderas, le agarraba la cara le metía la lengua hasta la campanilla, nos mordíamos besábamos, me estaba poniendo como un burro, me fui deslizando hasta su coño.

Lo tenía todo lleno de flujos le abrí los labios y la fui pasando la punta de la lengua por el clítoris mientras que un dedo entraba en su cueva, ella me agarraba por los pelo y empezaba a subir y bajar las caderas, resoplando y gimiendo, le estuve comiendo su concha un buen rato hasta que tuvo un orgasmo que casi me asfixia ya que cerró de golpe sus muslos que me atraparon la cabeza contra su coño.

Me volví a echar encima de ellas para besarla, nos estuvimos morreando.

Abrió un cajón y sacó un preservativo, me tumbo boca arriba, me volvió a chupar la polla y me puso el condón se sentó encima de mí dirigiéndose mi polla a su coño, yo la acariciaba y la tiraba de los pezones.

Empezó un sube y baja, yo me incorporé un poco y la acariciaba su espléndido culo, hasta que me corrí, quede exhausto en la cama, ella se levantó de encima de mí, me quitó el condón y con papel higiénico me limpio los restos de semen.

Me quedé medio dormido mientras ella se duchaba, eran casi las doce, cuando salió del baño yo me levanté y me iba a vestir para marcharme, ella me cogió por la espalda y me dijo muy melosa: porfa quédate.

Me acurruque a su espalda, notando su caliente culo en mi pubis.

A las 7 sonó el despertador.

Hoy se me ha olvidado quitarlo, dijo ella, ella ya estaba levantada, me extraño.

Y me dijo que ella se solía levantar a las 6 y que estaba trabajando un poco, que siguiera durmiendo hasta la 8, se acerco a mi me dio un beso en los labios pero la muy pícara empezó a meter su lengua en mi boca fue bajando su mano hasta mi polla, hasta que me la puso otra vez tiesa.

Se quito el blusón me ofreció su coño e hicimos un 69.

Joder esta tía era insaciable tenía el coño rezumando jugos.

Le estaba comiendo el coño besando el clítoris metiendo mi lengua, sorbiendo sus jugos, metí un dedo en su coño y se lo empecé a pasar por el ano, le metí un dedo hasta la primera falange, ella no protestó, entonces le metí otro dedo, ella dejo de chupármela e hizo un leve gruñido, yo no hice caso y metí más profundamente mis dedos en su culo empecé a moverlos.

Ella me dio un mordisco en la polla, incorporándose.

Bueno así que quieres mi culo, abriéndose los caches del mismo y dejándome ver las estriaciones del mismo.

Si, si quiero tu culo, sacó un preservativo, me lo puso, tomó un tubo con vaselina, lo untó en el preservativo y me dio un poco en mis dedos, venga perfórame, poniéndose a 4 patas en el suelo yo me abalance sobre ella, la metí primero un dedo luego dos y luego el tercero que entraba sin ninguna dificultad.

Estaba bufando en cada entrada.

No eres el primero que me da por culo, Carlos, la verdad es que me encanta.

Esto me puso todavía más caliente, apunte mi polla a su ano y se la inserte y empecé en un mete y saca hasta que me corrí, ella también se había corrido como me dijo a posteriori, pero la verdad es que me importo un bledo lo único que quería era poseer ese culo, agarrarme a sus caderas suaves y sentir como mi polla era abrazada con ese cálido culo.

Nos duchamos, vestimos y nos fuimos al curso.

Durante la comida, estuvimos comiendo Maruxa, Clara y yo.

Clara me miraba de otra forma, Maruxa estaba toda pegada a mí sentía el calor de su muslo en mi muslo, y alguna que otra vez había dejado su mano en mi regazo para tocarme la polla por encima del pantalón.

Cuando termine las clases del día, le dije a Maruxa, que tenía que ir al hotel a cambiarme ella dijo que pasaría buscarme sobre las 10.

Yo me dirigí al hotel y me encontré en la recepción a Clara, me dijo que si podía hacerme unos pregunta que no entendía, yo me fui a dirigir al bar del hotel para hablar con ella y me dijo que prefería subir a la habitación, yo me quedé un poco cortado, entramos en la habitación, dejé el maletín me quite la chaqueta y me acerqué al mini bar para ofrecerla algo de beber, me dijo que no, que ella solo quería esto y me dio un beso en los labios, me tiro en la cama, se sentó encima de mi estómago y se quitó el jersey de cuello alto que llevaba dejando al descubierto sus tetas envueltas en un sujetador de blonda que también se quitó se echó sobre mí y me comió la boca.

Me tenía sujetas las manos y yo me dejaba hacer.

Cuando se canso se levantó de encima, tenia en mi camisa una mancha del flujo de su coño que había traspasado su tanga.

Se fue quitando la falda dejando al descubierto un tanga de color negro a juego con unas medias negras con elástico que abrazaban sus muslos, se quitó las medias y de bajo el tanga dándome la espalda para que viese su culo, no era como el de Maruxa, era más plano no tan prominente, pero sus tetas eran impresionantes, firmes rematadas en unos pezones pequeños, pero con una gran alveola oscura.

Debía gastar una talla 90 de sujetador que con lo delgada que era, todavía aparentaba más.

Yo me fui desnudando hasta quedar desnudo tumbado en la cama, tocándome la polla, ella se fue acercando a mí con pasos felinos.

Así que te has tirado a Maruxa, y por lo que me ha dicho dos polvos, te voy a dejar seco, para que sepas lo que es una gallega jodiendo.

Diciendo esto se metió mi polla en la boca, me dio a chupar dos dedos de su mano derecha, que me los comí con delectación.

Cuando estaban bien húmedos los bajo a mi culo y me medio uno y luego otro por el culo hasta que tocó mi próstata, empecé a jadear como un poseso a mover las caderas me pitaban los oídos y empecé a notar que me corría, mi culo se contraía a cada expulsión de semen y Clara no dejaba de chupar, saco los dedos de mi culo, a mi me daba vueltas la habitación, se subió encima de mi y me dio un beso con todavía algún resto de mi semen. No me había dado cuenta hasta entonces que se había tragado mi corrida.

Yo me quede tirado en la cama, ella se levantó se fue al cuarto de baño a lavarse las manos, la cara y los dientes (con mi cepillo de dientes).

Al cabo de un rato salió, mirándome me dijo te ha gustado.

Entonces pude verla completa era larga un poco huesuda pero con una caderas que daban ganas de agarrarlas y un buen par de tetas, que todavía estaban firmes gracias a su juventud.

Me levanté le di un beso en los labios y entre a lavarme.

Deberían ser las 9 cuando alguien llamó a la puerta, con Maruxa no había quedado hasta las 10, me puse el albornoz y abrí la puerta y allí estaba Maruxa, me empujo y entro en la habitación me dio un beso, diciendo: ah me estabas esperando, viendo que estaba desnudo.

Entró sin preguntar a la zona de la cama que estaba Clara haciendo movimientos para taparse.

Tu aquí con él.

Yo cogí y me fui a la ducha la puse a todo meter y me metí dentro de ella, pensando que esa noche me tocaba volver a cenar solo.

Demore mi salida, hasta que Maruxa entró en el baño que estaba lleno de vapor y dicho bueno que Carlos terminas que hemos quedado para cenar.

Al salir Clara se había marchado, Maruxa no comento nada de lo que había pasado, y esa noche durmió conmigo en el hotel.

Por supuesto que la volví a dar por culo ya que a los dos nos gustaba.

Con Clara ya no tuve más escarceos.

Y Maruxa el último día me llevó al aeropuerto haciéndome una mamada en el garaje, tragándose todo.