Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

Diario de un Rodríguez

Diario de un Rodríguez

Antes de empezar con este relato, quisiera dejar claro la definición de Rodríguez:

Marido que debido, a su trabajo o a sus obligaciones (o simplemente se inventa algo), debe permanecer solo en su casa durante una temporada, mientras su familia se marcha a disfrutar de las vacaciones en otro lugar.

Dicho esto, comencemos con mi semana de Rodríguez:

Lunes

Es un cambio que me viene de perlas.

Presiento que el perro y yo lo vamos a pasar en grande. He preparado un riguroso programa de actividades, y se exactamente a que hora me levantare, cuanto tardare en ducharme y arreglarme, y cuanto en preparar el desayuno.

También he calculado el numero total de horas que me llevara lavar los platos, hacer la limpieza, sacar a pasear al perro, ir de compras y cocinar.

Ha sido una grata sorpresa darme cuenta de que me queda mucho tiempo para hacer lo que quiera.

No se por que las mujeres hacen que el trabajo domestico parezca tan complicado, cuando en realidad es mínimo el tiempo que hay que dedicarle.

Todo es cuestión de saber organizarse.

A la hora de la cena me he servido un bistec y le he dado otro al  perro.

Puse en la mesa un bonito mantel, una vela y un florero con rosas para crear un ambiente agradable.

El perro ha comido paté de entremés y también de plato fuerte, este ultimo acompañado por una exquisita ración de  verduras.

De postre le serví galletas. Yo tome un poco de vino y me fume un  habano.

No me había sentido tan a gusto en mucho tiempo.

Martes

Debo revisar mi programa: creo que necesita algunos ajustes menores.

Le he explicado al perro que, desde luego, no todos los días son de fiesta, así que no debe esperar entremeses a diario, ni que le sirva cada comida en tres tazones, pues tendría mas trastos que lavar.

En el desayuno me he dado cuenta de que el zumo de naranja hecho en casa tiene un inconveniente: hay que lavar el exprimidor cada vez que se usa.

Una solución es preparar zumo para dos días; así la frecuencia se reduce a la mitad.

También he averiguado que las salchichas se pueden calentar junto con la sopa, lo cual representa una cacerola menos que lavar.

Definitivamente, no pienso pasar la aspiradora todos los días, como quería mi mujer; pasarla cada tres días es mas que suficiente!

La clave esta en usar zapatillas  para estar en casa y limpiarle las patas al perro. Por lo demás, me  encuentro de maravilla.

Miércoles

Empiezo a creer que los quehaceres domésticos llevan mas tiempo del  que me había imaginado.

Tendré que reconsiderar mi estrategia.

Primer paso: he salido a por un poco de comida para llevar; así no perderé tanto tiempo cocinando. No debe uno tardar mas en preparar la comida que en comérsela.

Hacer la cama es otro problema: primero hay que levantarse,  luego ventilar la habitación y luego extender sabanas y mantas. !Que engorroso!

Creo que no es necesario hacer la cama todos los días y menos si voy a acostarme en ella todas las noches. Es una tarea sin sentido.

Ya no preparo nada especial ni complicado para el perro. Le he comprado alimento enlatado para mascotas.

Puso cara de repugnancia pero de nada le valdrá. Si yo tengo que conformarme con comida preparada, el también puede hacerlo.

Jueves

No mas zumo de naranja como puede ensuciar tanto una fruta que parece tan inocente?. !Es inconcebible! De hoy en adelante comprare zumo embotellado, listo para beber.

Descubrimiento: he conseguido salir de la cama sin desarreglar casi las sabanas; después solo he tenido que alisar un poco la colcha con las manos.

Desde luego, hacer esto requiere practica y no puede uno moverse mucho mientras duerme.

Tengo la espalda dolorida, pero una  ducha caliente me dejara como nuevo.

He dejado de afeitarme todos los días,  pues me parece un desperdicio de tiempo; además, así gano unos minutos muy valiosos que mi mujer nunca pierde porque a ella no le sale barba ni bigote.

Descubrimiento: es absurdo usar un plato limpio en cada comida. Lavar los platos tan a menudo empieza a ponerme los nervios de punta.

El perro también puede comer en un solo tazón: al fin y al cabo, no es mas que un animal.

Nota: he llegado a la conclusión de que no hace falta pasar la  aspiradora mas que una vez a la semana. Salchichas en la comida y en la cena.

Viernes

!No quiero saber nada de zumos de frutas!. Las botellas pesan muchísimo.

Otro hallazgo: las salchichas saben bien por la mañana, desmerecen en la comida, y son insufribles en la cena.

Comerlas mas de dos días seguidos puede causar nauseas. Le he comprado alimento seco al perro. Es tan nutritivo como el enlatado y no ensucia el tazón.

Me he dado cuenta de que se puede comer la sopa directamente de la olla. Sabe igual y no hace falta usar sopera ni cucharón. !Por fin dejare de sentirme como una maquina lavaplatos!. He decidido no fregar mas el suelo de la cocina.

Esta tarea, al igual que hacer la cama, me ponía los nervios de punta.

Nota: tendría que prescindir de las latas; el abrelatas se ensucia.

Sábado

Que objeto tiene desvestirse por la noche, si a la mañana siguiente  hay que vestirse otra vez?. Yo prefiero dedicar ese tiempo a dormir un poco mas.

También he dejado de usar sabanas y mantas, lo que me ahorra el  trabajo de hacer la cama. El perro dejo caer unas migajas y lo reprendí. Acaso se ha creído que soy su criado?.

Que curioso!, de pronto me doy cuenta que mi mujer a veces me habla así.

Hoy me toca afeitarme, pero no tengo la menor gana de hacerlo.

Estoy  hecho un manojo de nervios. El desayuno consistirá en algo que no haya que desenvolver, abrir, rebanar, untar, cocer ni mezclar. Todas estas cosas me sacan de quicio.

Plan: tomar la comida directamente de la bolsa,  encima de la estufa, sin platos, ni cubiertos, manteles ni demás cacharros.

Me duelen un poco las encías. Tal vez sea por la falta de fruta, que no he vuelto a comprar porque pesa demasiado. Será acaso la primera señal del escorbuto?.

Mi mujer me ha llamado por teléfono por la tarde y me ha preguntado si  había limpiado las ventanas y la ropa. Yo solté una carcajada histérica y le dije que no tenia tiempo para esas cosas.

Hay un desperfecto en el baño: el desagüe esta atascado de espagueti,  pero no me preocupa mucho porque he dejado de ducharme.

Nota: El perro y yo comemos juntos, directamente del refrigerador. Tenemos que hacerlo a toda prisa, para que la puerta no este abierta mucho tiempo.

Domingo

El perro y yo nos quedamos en la cama viendo la tele, donde aparece  gente comiendo toda clase de manjares deliciosos.

A los dos se nos hizo la  boca agua. Estamos débiles y de mal humor.

Esta mañana he comido algo del  tazón del perro. A ninguno de los dos nos ha gustado.

Hoy si tendré que ducharme, afeitarme, peinarme, prepararle algo de comer al perro, sacarlo a pasear, lavar los platos, arreglar la casa, ir de compras y hacer varias cosas mas, pero estoy hecho una piltrafa.

Siento como que  me caigo y que se me empaña la vista.

El perro ha dejado de menear la cola. En un supremo esfuerzo de conservación, hemos salido casi a rastras en busca de un restaurante.

Encontramos uno y estuvimos allí mas de una hora, comiendo viandas exquisitas en distintos platos.

Después nos hospedamos en un hotel.

El cuarto esta limpio, arreglado y es muy acogedor. He encontrado la solución perfecta para mantener la casa impecable.

Me pregunto si a mi esposa alguna vez se le ha ocurrido hacer lo mismo.

¿Qué te ha parecido el relato?


Descubre más desde relatos.cam

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo