Tome el teléfono y marque el numero de mi esposo, el teléfono repico y repico, pero nada, era viernes en la tarde, aquí y 5 horas menos en mi país, así que supuse el estaría fuera trabajando en los negocios, que lastima me hubiese gustado oír su voz y excitarme con solo eso, lo llamaría después.
Las edades en un ser humano marcan hitos en su conducta, su formación sexual a partir de la niñez, llega a la adolescencia donde varios caminos como el celibato, la autosatisfacción hasta llegar a la entrega total en forma liberal, dominación, es para el ser humano el sexo en todas sus formas una decisión que puede ser tomadas en etapas, situaciones, encontrando a los participantes en este juego en escenarios cambiantes con efectos diversos.
Juan y yo, nos veíamos todos los días, y todos los días terminábamos follando entre ambos. Con él empecé a conocer la mayoría de los mariconcitos de nuestra edad que iban a ligar a los jardines de Méndez Núñez, muchos de ellos por no decir la mayoría, chaperos, ya que solían quedarse exhibiendo en una de las esquinas que hay entrando a los jardines
Como entre sueños escuchó la puerta de la entrada abrirse, soñolienta volteó al lado de la cama que normalmente ocupara su marido y al encontrarlo vacío concluyó que quien entraba a la casa era él, que como cada viernes regresaba de madrugada luego de irse de borrachera con sus amigos, resignada se acurrucó bajo las cobijas y de inmediato se quedó dormida.
Esto fue como si estuviera fumigando, olor puro y concentrado de pie en mi cara, cada ves que frotaba entre sus dedos...
No soy un profesor de escuela, tengo otra profesión pero que ardientemente placentero es ser un maestro del sexo.
Me pongo en la tarea, y pasaron varios minutos, no los escuchaba ni conversar entre ello, así que decido subir a la habitación y o sorpresa los encuentro a los dos totalmente desnudos y en un flor de 69.
Una alberca de aproximadamente 12 metros de largo, por unos 8 de ancho almacenaba por lo menos una docena de personas, en su mayoría chicas entre 16 y 19 años.
Fué durante nuestro décimo aniversario y le regalé dos noches que no se nos van a olvidar nunca. Y todo esto fué con el apoyo de un americano llamado Allan que me ayudo a complacer a mi mujer.
No había nadie en la casa así que comencé a ver películas porno. Este día está grabado en mi mente acto por acto por lo que más tarde les contaré.