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Mi amigo

Mi amigo

Andrés y yo nos conocimos en la oficina.

Al principio, ni nos mirábamos, pero resulta que un día, ambos llegamos temprano a la oficina y aún nadie había llegado, así que esperamos bajo la oficina y se dio la oportunidad de hablarnos por primera vez.

Él es un chico alto, de tez trigueña, una carita de bebé y con un cuerpo nada despreciable… pero no me había percatado de su físico, simplemente porque sabía que era menor que yo… él tenía 22 y yo 27.

La cosa es que toda la semana lo molestaba porque era muy tímido y no hablaba…

El viernes de esa semana, hubo un festival cerca de nuestra oficina y quedamos en ir… sin querer, Andrés se deschavó y comenzó a conversar mucho conmigo… nos quedamos, sin querer, hasta pasada la media noche conversando.

Cómo vivía camino a mi casa… pues, nos íbamos siempre juntos cuando salíamos de la oficina, cuando mi novio no me iba a recoger.

Al mes, Andrés se fue de la chamba a un trabajo mejor, pero siempre nos conectábamos por Internet… me presentó a su mamá por este mismo medio y nos hicimos grandes amigas… a ella le gustaba que fuera amiga de su hijo ya que éste era bastante engreído y yo era la única que lograba mantenerlo tranquilo y la única que le podía decir sus verdades sin que sin que me mandara a rodar.

Las cosas andaban de maravilla entre nosotros… siempre nos conectábamos por Internet, chateábamos todo el día, lo ayudé a que estudiara para la universidad, vi los resultados con él, lo ayudé a que se matricule, salíamos casi todos los fines de semana. Le contaba cosas de mi novio, él me contaba de su novia… y cosas íntimas…

Luego de una pelea que tuvimos por una estupidez que dijo… nos encontramos de nuevo… fui a una actividad con su mamá y yo lo fui a sacar de la cama para que nos acompañe y así fue… la cosa es que la mala gracia, se aburrió y le dijo a su mamá que nos íbamos… así que fuimos a pasear… a tomar unas cervezas… comprar ropa, almorzar y finalmente fuimos a su casa.

Para no hacerla larga, su mamá ya había llegado, pero había vuelto a salir con su cuñada y sus sobrinos así que nos quedamos solos en la casa…

Yo le contaba sobre una aventurilla que había tenido con un venezolano, así que lo comencé a molestar proponiéndole ir a un hostal, como siempre lo hacía… total, todo era sólo un juego. Entre nosotros no podía pasar nada.

Finalmente, lo que empezó como un juego, al final terminó excitándome él imaginarme a mi amiguito haciéndome el amor… así que comenzó a responder a mis insinuaciones pero me dijo que sería más excitante el que lo hagamos en su cama, en su casa… con el miedo a que llegue alguien, sin embargo, él no estaba seguro de que yo hablara en serio y me dijo

“Y si sólo estás jugando?

Cómo sé yo que luego no te vas a burlar”. Fue en ese momento en que le estampé un gran beso en la boca… respondiéndome él de la misma forma, metiéndome la lengua en mi boca…

Nunca pensé que Andrés besara tan bien.

Ese día, más temprano, él ya me había comentado que con el polo que llevaba puesto, se notaban mis grandes senos y que no se había imaginado que eran tan grandes y firmes, haciéndome el mismo comentario sobre mi cola.

Así su primer movimiento fue a tocar en carne viva mis senos… chupándolos, succionándolos, como hacía tiempo no lo hacían…

Me excitaba mucho ver su cara de excitado, disfrutando de cada chupada que me daba.

Lentamente, hice que se quitara el polo y acaricié su pecho color canela, muy firme… me había olvidado ya que éramos sólo amigos…, que era menor que yo, que estábamos en su casa… ahora lo veía como un hombre que quería ser satisfecho al igual que yo.

Sus movimientos, aún torpes por la excitación y la inexperiencia, comenzaron a profundizarse, así lentamente, abrió el cierre de mi pantalón y me lo bajó junto con mis bragas… no me los quitó porque estaba yo con zapatillas, y porque iba a ser más fácil el vestirme en el caso que llegara alguien.

Luego de pasar sus dedos por mi húmeda concha, y sentir que estaba completamente mojada y lubricada… besó mi vientre y bajó a probar de mis jugos… abrió mis labios vaginales y comenzó a meter su lengua en la entrada de mi vagina… a chupar mi clítoris.

Eso hacía que yo me excitara cada vez más… así que acariciando su cabeza, se la movía para que vaya al mismo ritmo de mis caderas que cada vez se contorneaban más.

Durante un momento se apartó y me volteó boca abajo… abrió mis nalgas y siguió explorando con sus dedos… mojando mi ano con mis mismos jugos… luego se acercó y comenzó a lamerme el ano… yo ya había estallado en placer un par de veces, al sentir su lengua tratando de penetrar mi ano hizo que no aguantara más y se me escapó un grito de puro placer… haciendo que me contorneara…

Luego de permanecer unos minutos ahí… me volteó nuevamente con el fin de penetrarme… pero era incómodo con el pantalón… entonces le dije para quitarme sólo una pierna de pantalón, a lo que él accedió, momento en que aprovechó para besarme el cuello y la espalda… igualmente, yo aproveché para desabrochar su pantalón y traer a la luz ese gran pedazo de carne que escondía tan duro como una piedra ahí dentro, caliente y ya algo lubricado por sus propios jugos…

No me aguanté y comencé a chupárselo cual niño a un helado en verano… traté de metérmela toda a la boca, cosa que al principio no pude, pero con un poco de comodidad, finalmente logré… él se echó en la cama y comencé a besarle los huevos… a chupárselos y a mirar la cara de arrecho que ponía y a escuchar sus tímidos gemidos… acariciando mi cabello y moviéndome al ritmo de su pelvis…

Era un manjar sentir sus primeros jugos… los sentía exquisitos y hacía que me excitara más y más…

Él para que no me enfriara… comenzó a acariciar mi coño y a introducir sus dedos en mi vagina…

Finalmente, no aguanté más y subí y me senté sobre él introduciendo su gorda y larga polla en mí… sintiendo cómo lo grueso de su pene abría mi húmedo orificio y llenando cada parte vacía dentro de mí… cuando veía que él aumentaba los movimientos y ya iba a eyacular… yo bajaba la velocidad porque sabía que si terminaba, tal vez nunca más volvería a disfrutar de tal cosota dentro de mí… así que me bajé y me puse en cuatro patas al filo de su cama con sábanas de los Power Rangers (para que lo salven en situaciones de peligro y velen sus sueños decía), así que él parado en el piso comenzó a sobar su polla por todo mi coño y mi ano… yo quería que me lo diera por atras, pero a la vez tenía miedo que me doliera… hasta que sentí que me lo metió por el coño…

Sus movimientos eran cada vez más rápidos… y más profundos, hasta que en un momento en que yo ya tenía otro orgasmo más, él me cogió fuertemente de las caderas y me penetró con fuerza, hasta el fondo… y yo sentí cómo un gran chorro de su leche caliente me llenaba por completo…

Extasiados, nos tiramos en su cama, uno al lado del otro… yo arreglé mis ropas y él hizo lo propio… se echó en mi brazo con cara de niño culpable tras romper un jarrón y me dijo

“Realmente las tenías muy grandes”, jugueteando con mis pezones…

Luego de un rato, me levanté para irme al baño y pude notar que con mi excitación y lubricación, había mojado a uno de los Power Ranger… cuando salí del baño, él prefirió que fuéramos a la sala… minutos más tarde llegó su mamá diciéndome…

“Te apuesto que Andrés, ni siquiera te ha dado de comer”… a lo cual ambos reímos maliciosamente y dentro de mí decía “Sí Nelly, y no te imaginas de qué manera”.

Ahora, dado lo que pasó ese día nos hemos alejado un poco.

Tratamos que todo sea como era antes, pero sé que tal vez no lo será.

Hoy, él ya me insinuó que podríamos terminar, lo que ese día dejamos inconcluso…

Aunque es mi amiguito menor… me gustaría que me volviera follar como ese día…

Lo veré este fin de semana… si pasa algo, les cuento jajaja.

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