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Aviso clasificado de sesión de fotos

Aviso clasificado de sesión de fotos

Esta historia que les relato, pasó cuando estudiaba secretariado pero ya que yo sola pagaba mis estudios, muchas veces no me alcanzaba el dinero para cubrir ese gasto y tuve que hacer algo para obtener el dinero.

Tenía 20 años y tuve que venir a Lima desde la provincia en que vivía para surgir ya que en el pueblo donde moraba, solo me hubiera quedado casarme con alguien y llenarme de hijos.

Fue muy duro comenzar y empecé a trabajar de mesera para subsistir y ahorraba todo lo que ganaba, de tal manera que más adelante pude alquilar una habitación y estudiar por las noches secretariado ejecutivo.

No tenía enamorado para no desviar mis metas y la única experiencia sexual la tuve una vez en la provincia donde vivía.

Es así como faltándome 6 meses para concluir mi carrera me encontré en una situación económica difícil y como estaba de vacaciones de verano, tuve que empezar a buscar algo que me reportara algún ingreso adicional para poder pagar la mensualidad del instituto.

A pesar que estaba de vacaciones iba al instituto y una amiga mía que trabajaba ahí, me dejaba usar su computadora para buscar trabajo en los clasificados que publicaban en Internet.

No encontraba nada, todos pedían experiencia y yo recién estaba estudiando y tenía solo secundaria, hasta que entré a una página donde había un clasificado que me llamó la atención.

Decía, Agencia internacional, busca modelos para sesiones de fotos para mercado extranjero, no para mercado local. Se paga bien.

Eso me pareció que me convenía, ya que si eran para mercado extranjero, nadie me reconocería y le mandé un mail inmediatamente.

Al día siguiente me habían respondido y me daban un teléfono de contacto, así que llamé.

Contestó un hombre que por su voz me pareció mayor y me preguntó si tenia alguna foto que le pudiera enviar y le dije que no.

Me pidió que nos encontráramos en un parque de Miraflores y me dijo que me describiera para que pudiera reconocerme.

Le mencioné que era blanca y de cabello castaño claro y que iría vestida con un jean y una casaca blanca. Me respondió que estuviera el sábado a las 6 de la tarde y colgó.

Me pareció extraño que me citara en un parque y no me diera la dirección de su estudio de fotografía, pero igual fui ya que necesitaba el dinero.

Supongo que las fotos que me iba a tomar serían desnuda y ya me estaba arrepintiendo de hacerlo, pero por otro lado que importaba que me tomen unas cuantas fotos, si total las iban a ver gente que ni conocía, pensé.

Esa tarde estaba en el parque esperando y mientras lo hacia, algunos muchachos que pasaban me piropeaban, creyendo seguramente que esperaba a alguien.

Pensaba que apariencia tendría este sujeto, ya que él no me había dicho como era ni como iba a estar vestido.

Miraba a un lado y a otro ya que era la hora señalada, cuando veo que por la calle venía hacia mi un hombre como de unos 45 años, con traje de oficina y me pregunta si yo era la chica del teléfono, y le respondí que sí.

Mucho gusto, me llamo Sebastián me dijo y yo le dije que me llamaba Kathy y le pregunté como era eso de las fotos.

Vamos a conocernos primero me dijo y entramos a un café muy elegante y él pidió una cerveza y yo también pedí lo mismo.

Al mirarlo me decía a mi misma que no tenía pinta de fotógrafo, sino más bien parecía que trabajaba en alguna oficina.

Conversamos de banalidades y pude notar que en su mano llevaba sortija de matrimonio y hablaba algo nervioso, entonces me dijo que tenia que confesarme que él no era fotógrafo pero que era aficionado a la fotografía y que se había animado a poner ese aviso para cumplir su fantasía de fotografiar a una chica como yo.

Yo pensaba si este sujeto no sería algún degenerado de esos que abundan, pero no parecía por su aspecto y me mencionó que igual me pagaría.

Le respondí que no había problema y le pregunté que donde me tomaría las fotos.

Me dijo que tenia un departamento de soltero pero que su mujer no sabía nada de eso y luego de tomar otras cervezas nos fuimos para allá.

Subimos a su coche que era moderno y llegamos a un edificio muy bonito el cual el ascensor daba directamente al departamento.

Al entrar se quitó el saco y la corbata y me ofreció algo de tomar y acepté de buen grado.

¿Cómo son las fotos en que voy a salir? le pregunté, y me dijo que lo que más le gustaba era ver a las chicas con portaligas y vestidas de enfermera.

Medio degeneradillo, pensé.

En el centro de la sala tenia un equipo completo para la sesión de fotos, se notaba que tenia dinero para darse sus gustos.

Me indicó una habitación y me dijo que me vistiera de enfermera.

Entré a la habitación y había un ropero enorme y tenía trajes de todos los tipos, había trajes de oficina, de enfermera, de sirvienta y hasta un traje de mujer policía.

Saqué de su funda el traje de enfermera, me quité toda la ropa que traía puesta y me empecé a vestir.

Las braguitas eran blancas y de un material transparente, me miré al espejo y vi que mi raya se veía a través de la tela, luego me puse el sujetador, también transparente y unas medias blancas sin pretina, por lo que efectivamente tuve que ponerme las portaligas para que se sujetaran.

Me coloqué los zapatos que eran de taco 9 y el vestido, que más parecía una blusa por lo corto que era.

Finalmente me puse el gorrito y me volví a mirar. parecía una enfermera de verdad aunque algo exhibicionista, el uniforme me quedaba pintado y mi cuerpo se veía voluptuoso debido al traje.

Salí decidida a que me fotografíen y él me estaba esperando, pero había algo más en la habitación que no vi al principio y era una cámara de vídeo.

Me dijo, que linda eres chiquilla y me hablaba que él cuando tomaba esas fotos se excitaba un poco y yo le respondí que era natural, pero por dentro estaba rezando para que no se me abalanzara ya que no sabría que hacer.

Yo había venido por las fotos pero si quería algo más?

había un diván y me dijo que me incline como si estuviera tomándole la temperatura a algún paciente, le di la espalda y me incliné como me lo había indicado, pero me hizo la salvedad que no volteara, así que me incliné pero con el rabillo del ojo pude apreciar que tomó la cámara de vídeo y filmaba desde mis zapatos, subiendo lentamente por mis piernas.

Me dijo que abriera un poco mis piernas y así lo hice, aunque me daba vergüenza que alguien me viera así.

Mientras estaba en esa posición casi podía sentir la cámara cerca de mis nalgas y también sentía la cara de él cerca a ellas.

Debido a que él estaba agachado, en un momento trastabilló y para no caer puso su mano en una de mis piernas, pero hábilmente puso su dedo pulgar cerca a mi ano.

Me dijo que me quitara el vestido y al hacerlo lo vi a la cara y poco le faltaba para que se le caigan las babas de la boca.

Que cuerpo tienes, me decía. Tiéndete en el diván y abre las piernas, me ordenó.

Me dijo que quería que se note bien la abertura de mi coño a través del calzón y yo no sabía que quería exactamente y se acercó y presionó ligeramente el calzón con su dedo para que se metiera en mi raja.

Esto que hizo me provocó una electricidad, a pesar de lo nerviosa que estaba.

Tomaba fotos y filmaba mientras me decía que me colocara en diferentes poses y en un momento me dijo que me quite el sujetador.

Me pareció una eternidad mientras me lo sacaba y ya no quería verlo a la cara, por que cada vez que lo hacia lo veía relamiéndose de gusto.

Mis pechos quedaron al aire para su deleite y me pidió que me quite el calzón también, así que lo hice y seguía el flash incesante iluminando mi cuerpo vestido solo con las medias, el liguero y zapatos.

Como el pantalón que él vestía era holgado, se podía notar su pene parado sin que quede apretado contra el pantalón y yo me preguntaba en que me había metido.

En un momento me pidió que me pusiera en cuatro patas pero mi cabeza apoyada en el suelo, de tal forma que mi culo quedo apuntando al techo, pero como tenia las piernas cerradas supongo que mis labios vaginales quedaban a la vista como si fuera una flor.

Esperaba los clicks de la cámara pero todo era silencio y supuse que me estaría filmando, pero cuando voltee para verlo, estaba parado con el pantalón hasta los tobillos y con la verga en la mano, masturbándose.

Y ahora que hago o que digo? pensé. Me quedé quieta pensando en la visión de su verga que era gruesa. Sentí que se acercó hacia mí y se agachó para lamerme el coño.

Sentí su lengua en ese momento y no me atreví a detenerlo ya que sabía que la visión de mi cuerpo desnudo lo había puesto en ese estado.

Sus dedos se clavaban en mis nalgas y tanto succionaba que pensé que me iba a agrandar los labios vaginales de tanto que chupaba.

En un momento me dijo, filmémonos haciendo el amor. Le dije que yo solo había venido para la sesión de fotos y me dijo que me pagaría bien, que por favor aceptara.

Como esas fotos y video eran para su placer personal y solo él las iba a ver le dije que si, que aceptaba. Se desnudo y se sentó en el diván y me dijo que se la chupara.

Tomé su verga gruesa con mi mano y la observé, viendo que no estaba circuncidado y a pesar de la erección un buen trozo de carnosidad le recubría la cabeza del pene.

Primero con mis labios le chupaba y jalaba la carnosidad que tenía, mojándolos con el liquido seminal que salía de la punta de su verga.

Seguía mamando, esta vez con mas fuerza y la piel que cubría su pene se retiraba hacia atrás dejando el glande libre, que chupé como si se tratará de una ciruela grande. Sebastián aullaba de placer y mientras yo rodeaba con mi boca el grosor de su pene, él eyaculó inundando mi boca, me tragué su leche, pero era tanta que lo que no pude tragar empezó a resbalar por la comisura de mis labios.

Supuse que con eso habría quedado satisfecho, pero me dijo que me quedara así arrodillada donde estaba y él se echó boca arriba y metió su cabeza entre mis piernas y empezó a chuparme nuevamente el coño.

Que chucha tan rica tienes, me decía y me pasaba la lengua por el ano también.

Si que sabía hacer gozar a una mujer éste Sebastián y de tanto lengüeteo me vino un orgasmo y quería más, quería que me penetre con esa verga gorda.

Estando en esa posición me dijo que se la chupara, así que me incliné y así me enteré cual era la famosa pose del 69.

De su verga aún salía leche y luego que ambos nos estuvimos mamando mutuamente, me puso boca arriba y me empezó a bombear durante un buen rato, hasta que me baño la concha con su leche.

Ambos sudábamos a mares y me dijo que me agradecía por haberle hecho cumplir una de sus fantasías.

Se paró, tomó su billetera y me entregó 500 dólares americanos.

Llámame cuando necesites algo, me dijo y luego nos vestimos y me acercó hasta donde vivía.

Ahora si necesitara dinero más adelante, lo llamaré y tengo curiosidad de que me vestiré en esa ocasión, de sirvienta o de mujer policía?

¿Qué te ha parecido el relato?