Soy profesor de sistemas hace 12 años y siempre he trabajado en instituciones para adultos y les voy a contar algunas de mis experiencias en las clases.

En el año de 1999 estaba dictando clases de Access 97 a un grupo de secretarias de una empresa de la ciudad en un instituto cerca al estadio al final de la fila estaba ella, una de las secretarias más buenas que he visto, siempre bien maquillada, siempre con su minifalda bien puesta y muy bien sentada, estábamos en la época del año que más calor hace en mi ciudad, las clases eran de 7 PM a 9 PM, cada vez tocaba venir con menos ropa por el calor, mi secre favorita además de venir con minifalda, también traía una blusas con muy buen escote que dejaba ver gran parte de sus senos, los cuales siempre observaba cuando me llamaba a pedir explicaciones.

Faltando unos días para terminar el curso vino con un vestido de color blanco el cual dejaba ver que traía tangas brasileras y que no tenía brassier, fue la clase más larga y terrible que he tenido pues no me pude concentrar bien y cometí más de un error y todo por estar concentrado en las piernas y en el escote de mi secre favorita y para acabar de ajustar ese día traía bóxer anchos de tela y se me empezaba a notar lo parolo que estaba, claro que la que más lo noto fue mi secre favorita, pues me pillo tratando de ver lo que traía entre piernas, lo cual me puso peor, claro que las cosas mejoraron porque ella me empezaba a mostrar más, abriendo sus piernas, haciendo el cruce de piernas cada vez más frecuentes se me paro tanto que me tocó quedarme detrás de una pantalla por el resto de la clase sin moverme y dando indicaciones desde ese lugar a mis otras alumnas.

Al día siguiente se terminaba el curso y era el último día que vería a mi secre en mis clases, yo estaba todo animado por que era el último día y pensaba invitar a mi secre a salir, eran las 7PM en punto y empezaron a llegar mis alumnas, pero mi secre no llegaba eran ya las 7:30pm y nada me di por perdido, era la última clase y no había ido, continué con mi clase normal sin dejar que se me notara lo aburrido.

Como a eso de las 8:30 entro me jefa con una cara de tragedia que pensé, que habré hecho o que habrá pasado, y resulta que mi secre favorita la llamó para decirle que no había podido llegar más temprano por que se quedó asistiendo a su jefe en una reunión, y me quería pedir el favor que le diera la clase a ella sola cuando terminara con el grupo, a lo cual accedí de inmediato, bueno fue la media hora más larga de mi vida no veía la hora de terminar la clase para estar con mi secre en la sala los dos solos; cuando por fin llegó la hora me despedí de mis otras alumnas y la vi a ella sentada con vestido entero de color negro un poco más largo que los demás, pero igualmente buena, jugosa apetitosa como siempre; la invite a pasar a la sala, como buen caballero ella primero y yo después para verle esa nalga tan bien parada, cuando mi jefe me interrumpe para decirme que se tenía que ir que yo era el último que quedaba en la institución que cuando terminara cerrara y apagara todo, ya se podrán imaginar mi cara de felicidad al oír esas palabras.

Como no, acompañe a mi jefe hasta la salida y cerré muy bien la puerta, y casi corriendo volví donde mi secre, ahí estaba sentada ella frente al computador con el vestido un poquito más alto que cuando llegó dejando ver claramente donde comenzaban sus medias veladas, bueno le sonreí y me senté a su lado muy junto a ella y comencé mi cátedra como todo un profesional y cada vez que podía con la intención de agarrar el mouse le rozaba la mano y cuando bajaba mi mano a mi pierna un dedo mío furtivamente le rozaba su pierna.

Ya me estaba calentado y tenía mucho calor y me quite el delantal y me quedé en camisilla y con la calentura que tenía mis tetillas estaban parolas y al ella verlas me pregunto que si tenía alguna otra cosa parada, a lo cual le conteste que le tocaba a ella examinar y con un gesto de risa picara se fue de una hacia mi pene diciendo «creo que lo que debes tener parado es esto» agarrándomelo por encima del pantalón, a lo que yo reaccioné agarrándole sus senos y besándole sus labios, luego sentí como me bajaba el cierre y buscaba dentro de mis interiores mi pene y metiéndoselo a la boca, chupaba que delicia.

Como pude le desabroche la blusa y le deje al descubierto sus senos los cuales masajeaba al ritmo de la mamada que me estaba dando, después de un rato cambiamos de turno me tumbe en el suelo mientras ella me abría las piernas para yo meter mi cabeza y mi lengua entre ellas, vaya sorpresa no tenía ropa interior y tenía su chochita muy húmeda y algo ácida por los lubricantes naturales, sin embargo yo seguía con mi lengua pasándola por toda su chocha, me fui parando para besarle el ombligo, luego por sus costados hasta sus senos en los cuales me demore otro rato en esos pezones tan duros y paraditos.

Luego subí por su cuello hasta sus orejas las cuales lamí como un perrito, cuando me di cuenta ya estaba en posición, mi pene está rozándole su chocha con ganas de penetrarla, le acabe de subir la falda y nos tiramos al suelo me coloque en posición y fui penetrándola en forma lenta pero segura, en mi mente no me lo podía creer yo encima de tremendo mujerón clavándole mi pene, luego la subí, a un escritorio ya que mis rodillas no aguantaban más el piso y seguí dándole mi pasión por su chocha, terminé echándole uno encima del ombligo, luego otro encima de las nalgas y para terminar me propuso algo que nunca había hecho la penetración anal, yo estaba un poco débil y tenía que recuperarme le dije, entonces ella se agachó se metió mi pene en su boca y mientras me lo mamaba me tocaba las nalgas y me trataba de meter un dedo en el ano a lo cual me negaba pero cuando vi que mi pene se ponía erecto otra vez la deje, y vaya que lo logro en menos de lo que canta el gallo esta mujer me lo puso erecto de nuevo, sacó del bolso un tarro de vaselina, primero me roció el pene con él y luego se en su ano, me hizo la señal y yo con lentitud comencé a penetrarla por el ano, después de un rato la velocidad fue aumentando cuando no podía más sentí como mi pene explotaba dentro de su ano entre gritos caímos al piso sudados y sin alientos.