La bodega I: La iniciación
Mi nombre es Gerardo, tengo 23 años y la anécdota que les voy a contar es de cuando yo tenía 18 años.
Yo soy de tez clara, ojos verdes, pelo castaño, lampiño, delgado, estatura mediana, buen cuerpo debido a que en esa época iba muy seguido al gym, un par de nalgas prominentes, redondas y firmes, acostumbradas entre broma y broma a ser pellizcadas por chavas y chavos y un paquete a mi consideración de buen tamaño.
A esa edad me penetraron por primera vez y fue inolvidable…
En ese verano, las necesidades económicas me obligaron a trabajar para poder pagar mis estudios universitarios el siguiente semestre, por lo cual entre a trabajar a una bodega de comestibles que surtía de productos a dos de las principales tiendas de autoservicio de la ciudad.
Por lo cual a partir de esa primera semana de junio de hace 5 años mi vida cambiaria completamente.
Me presenté el primer día a las 7:45 am ya que la bodega abría todos los días a las 8:00 am en punto.
Llegue ese día un poco molesto por el hecho de tener que trabajar en vacaciones sabiendo que todos mis amigos estaban pasándola a toda madre, disfrutando sus vacaciones.
Yo fui el primero en llegar, después de mí llegó Roberto al cual apodaban «el negro» por obvias razones.
Roberto es un adonis moreno, es alto, fornido, ojos negros, delgado, tenia unos 23 años, manos grandes, un pecho que le quita el aliento a cualquiera, un par de piernas fuertes y deseables, formadas por los juegos de fútbol y un enorme paquete que se le dibujaba a través de los jeans ajustados que acostumbra usar, es decir toda la pinta de un macho.
Cuando llegó me saludó y se presento conmigo, me quede boquiabierto, estaba riquísimo (debo de decirles que ya antes me llamaban la atención los hombres pero nunca había pasado de hacerme una paja yo mismo pensando en ellos).
El notó que me quedé pasmado y me pregunto que que me pasaba todo esto con una tremenda sonrisa pícara en sus labios, yo totalmente sonrojado le dije que nada y empezamos a platicar para conocernos mejor.
Le platique el porqué de mi presencia en la bodega y el me dijo:
– Pues aquí el trabajo es muy duro….
– Pues si -le dije yo-, pero necesito dinero y pues le entro….
– Pues te vas a meter una chinga, buey…
– Si pero como te digo necesito la lana y estoy dispuesto a hacer lo que sea…..
– Lo que sea….? -me pregunto él y al momento de hacerme la pregunta, el muy confianzudo me agarró una nalga y me la apretó…y mi reacción fue un sobresalto.
– Estas pobre porque quieres, wey….., estas bien bueno…..jajajaj – me dijo riéndose-
Yo me quedé otra vez sonrojado sonriendo, pero por dentro estaba pensando: pinche cabron, confianzudo, apenas me conoce y ya me anda manoseando, pero a la vez me sentí algo excitado de haber sentido una de sus manotas en mi trasero.
Después de esto llegó Carlos al que apodaban «el tilico», este buey estaba flaco pero corrioso, de unos 25 años, estatura regular, con bigote, moreno claro, y se le veía un paquete de regular tamaño, después de presentarse conmigo, «el negro» le dice al «tilico»:
– Oye guey, mira ya llego «carne» fresca, y dice que hace lo que sea por dinero….
– No mames buey -me dice-, no nos digas eso aquí por que si te tomamos la palabra…jajajajjj.
– Ya llegó el «sustituto» del puto del «mijo»…-dijo el negro-
– Pues no esta nada mal el cambio…jajaj..- dijo el tilico lanzándole una mirada a mi culo..-
Yo me sentía totalmente confundido, no sabia porque se habían tomado tanta confianza estos cabrones conmigo y porque me estaban vacilando y quien era «el mijo», apenas estaba pensando en esto, llegó el tan esperado «mijo», Ricardo es su nombre y si para mi el negro era un adonis, el mijo era un dios.
Estaba buenisssimo, al verlo de volada me empalme y es que este chavo era de tez aperlada, delgado, cabello largo castaño y enchinado, una carita preciosa, unos labios sexys, unos hoyuelos en las mejillas preciosos, unos ojos color miel, unas cejas pobladas, estatura mediana, de unos 20 años, unos pectorales marcados, lampiño, una preciosas piernas, una verga de buen tamaño y un culo que se le veía tan rico, enmarcado por un par de nalgas preciosas y prominentes como las mías, en una palabra era un dios.
Cuando llego saludo a todos y se presento conmigo, después de esto el pinche negro dijo:
– Como ves, mijo, ya vino tu «sustituto»… -dijo el negro señalándome-
– No pues ni pedo, todo por servir se acaba…jajajaj -dijo el mijo agarrándose las nalgas….-
– No te preocupes mijo, ya sabes que nunca te va a faltar tu lechita, verdad negro…? – dijo el tilico agarrándole el culo al mijo….-
– Claro que no, aquí con nosotros lo que menos nos va a faltar es leche….jajajja – dijo el negro riéndose-
Todos nos echamos a reír, yo confundido pero viendo que me encontraba ante un grupo de albureros, cabrones, y buenos amigos.
En eso estábamos cuando llegó Don Jose, el encargado de la bodega y nuestro jefe inmediato.
Don Jose era un hombre maduro de unos 50 o 55 años, machote, de estatura regular, con un gran mostacho, una barriga chelera de regular tamaño, un pecho todo cubierto de hermosos vellos canosos, unas manotas duras y ásperas y un paquete que uno se podía imaginar que fue un gran guerrero en sus mejores tiempos, pero que ahora parecía un gigante dormido.
Yo a Don Jose ya lo había conocido previamente cuando me hizo la entrevista para el trabajo y me había parecido un hombre muy interesante y porque no, algo sexy, siempre me han gustado los hombres maduros.
Don Jose dijo:
– Qué pasó cabrones, ya se presentaron con el chavo nuevo….- dijo dirigiéndose al negro, el tilico y el mijo..-
– Claro Don Jose, pues que cree, ya conocimos a la nueva contratación…
-dijo el negro-
– Bueno bueyes, yo ahorita le voy a explicar a Gerardo como nos manejamos aquí y después él los va a estar acompañando a ustedes en sus actividades, así que a trabajar cabrones….- dijo don Jose-
– Eh, don Jose ya se va a «estrenar» al chavo nuevo… deje algo pa’ la raza…jajajj -dijo el cabrón del negro-
– Si, don Jose no mame, siempre estrena usted a los culitos nuevos, ya ve con el mijo… – dijo el tilico-
– Ya nos toca a nosotros coger…-dijo el precioso del mijo-
– No se preocupen cabrones, ya saben que conmigo siempre tienen su ración de leche diaria y ya que quieren coger, cojanme la verga putos…jajajaj….Orale a trabajar putos…..-dijo don Jose-
Después de la «sugerencia» que les había dado Don Jose, los tres bueyes se fueron a trabajar en sus respectivas actividades….
Entonces nos quedamos solos don Jose y yo, yo por supuesto estaba nervioso por toda la conversación que se había dado, ya que me daba la impresión de que lo que decían no era una simple broma.
Don Jose me dijo que fuéramos a su oficina que se encontraba al final de la bodega, por lo cual para llegar allá teníamos que pasar por diversas hileras de anaqueles con cajas que daban la impresión de paredes de por lo menos tres metros de altura, Don José me indicó por donde caminar y yo fui delante de el ya que el ancho los pasillos entre las hileras de cajas era de aprox. 80 cm y por lo cual no podían ir caminando dos personas juntas por el pasillo al mismo tiempo.
Así que yo empecé a caminar por donde don José me indicaba y el atrás de mí, en dos ocasiones que gire mi cabeza hacia atrás para ver a don Jose y preguntarle si iba bien y lo sorprendí con su mirada posada en mi trasero, a partir de ese momento sentí una mezcla de nerviosismo y excitación, me estaba empezando a empalmar.
En mi mente se cruzaban varias ideas, me imaginaba la verga de Don Jose, ese gigante dormido, despertando para destrozar mi virgen culo, esa imagen me excitaba, me excitaba la idea de tener a Don Jose cogiéndome por el culo, pero a la vez me daba miedo saber lo que me pasaría cuando me metiera su vergota, no sabia si me dolería mucho y si me comería todo ese cacharro con mi culito.
En fin en eso estaba cuando por fin llegamos a la oficina de don Jose, la cual estaba rodeada de cajas por todos lados solo tenía el espacio suficiente para la puerta de acceso y donde se encontraba instalado el aire acondicionado.
Don José me explico todas mis obligaciones y me asignó con el negro para mi primer día, ya cuando me retiraba de su oficina me dijo:
-Bueno Jerry, te puedo decir Jerry, verdad…?, ve con el negro y trabaja con el, la hora de salida para todos es a las 6:00 pm, pero voy a necesitar que tu te quedes más tarde el día de hoy, ya que tenemos que clasificar unas facturas aquí en la oficina y te necesito para explicarte como hacerlo ya que esto también forma parte de tus actividades y aparte te tengo otro «trabajito», ok..
– Esta bien don Jose -le dije- aquí nos vemos a las 6:00 pm. Me acerque a la puerta para salir, don Jose se paro de su sillón se acerco a mí y me dijo:
– Ok, Jerry, pues a chingarle – Al momento de decir esto me dio una tremenda nalgada y me dijo:
– De veras que estas nalgón, piche Gerardo, nos vemos en la tarde…
Salí de la oficina y me fue con el negro a cumplir mis actividades, hubiera preferido pasarme todo el día con el cuero del mijo pero me pase el día muy a gusto con el negro y pues el buey no está nada mal.
El pinche negro me estuvo albureado todo el día y pellizcándome el culo con una confianza de como si me conociera de toda la vida, yo también tome confianza y ya le respondía sus manoseos de la misma manera, y nos echábamos a reír los dos cabrones.
Aunque el negro no estaba muy nalgón, tenía lo suyo y cuando no le pellizcaba las nalgas, le pellizcaba alguna tetilla y me gustaba ver como se le paraban.
Sin embargo aunque me divertí mucho ese día, no podía dejar de pensar en mi cita con don Jose.
Cuando por fin llegó la hora, todo se disponían a salir y me preguntaron que si no me iba, yo les dije que tenía trabajo que hacer con don Jose, a lo cual el negro dijo:
– Este cabron, ya va a hacer un «trabajito» con el ruco..
– Esta noche cena pancho…jajajaja…- dijo el pinche tilico-
– No más que después te mochas con la raza…jajajaj.. nosotros también tenemos derecho..jajaj- dijo el papacito del mijo y yo me quede con ganas de decirle, a ti mijo te doy lo que quieras…. pero como todavía no tenia esa confianza y tenia un «trabajito» con el ruco no dije nada y nada más me reí.
Me despedí de los tres cabrones y me dirigí a la oficina de don Jose con un nerviosismo y excitación que ya tenia la verga parada de la emoción.
Toque la puerta y don Jose me dijo que pasara….
Después de que entre, vi que don Jose cerró la oficina con llave y mi corazón empezó a palpitar a mil…
Me senté en un silla frente al escritorio de don Jose, él me empezó a explicar todo el desmadre de las facturas y cuando ya pensaba que nada iba a ocurrir ahí aparte del trabajo, don Jose me dice:
– A ver Jerry, ve aquí al lado mío para que te pueda explicar mejor estos documentos…
Yo me pare y me pare a un costado de él, don Jose continuaba sentado en su sillón y me empezó a explicar los documentos, después me dijo:
– A ver empieza a ordenarlos tu mismo…
Dicho esto yo empecé con mi trabajo, cuando de repente sentí la mano de don Jose sobre una nalga.
– De veras que estas nalgón, Jerry, estas pobre por que quieres…
Yo solo sonreí y de reojo vi el paquete de don Jose que empezaba a crecer…
El ruco continuó con su mano en mi trasero, acariciándomelo y apretándome las nalgas…
Yo me deje llevar y cerré los ojos, está excitado…..
– Te excita esto putito, verdad, mira si estas bien empalmado… te gusta verdad…?
– Si – le conteste, yo continuaba con los ojos cerrados dejándome llevar, don Jose me agarró de la cintura y me jaló hacia él, con lo cual quede con mi culo enfrente de su cara, él empezó a besarme el trasero aun y cuando yo aun tenia mi pantalón y me decía:
– Pinche putito, estas bien bueno, cabron, te vas a portar bien conmigo perrita….eh? quieres que continúe putito…eh..?
– Si continua por favor, me gusta… yo me estaba excitando cada vez más.
Me empezó a quitar el pantalón y después mis interiores y me decía:
– Que bonito culo tiene puto, tienes las nalgas bien paraditas y sabrosas….
– Si papito, continua – le decía-
– Vas a hacer todo lo que te diga perrita, eres mía………pinche culito…. Al terminar de decir esto me recostó sobre su escritorio y quedamos así, yo boca abajo sobre el escritorio, con mis pies en el piso y mi culo virgen enfrente de la cara de don Jose, el me separo las nalgas y me dijo:
– Que putito, eres virgen o ya te han parchado….
– No papito soy virgen, te ofrezco mi culo virgen, desvírgame, párteme en dos el culo, te doy mi cola………
– Vas a ser mía perrita, te voy a desflorar putito….
Y empezó a mamarme el culo, pude sentir su lengua en mis nalgas y explorando todo mi interior, sentí tan rico como mi culo estaba siendo poseído por un macho que quería hacerme suya.
La deliciosa sensación de su saliva inundando mis rincones más profundos la excitación era tremenda, este cincuentón me estaba haciendo volar, sentía como su bigote rozaba mis paredes interiores provocándome un enorme placer, estaba enculado y yo mismo trataba de pegar más mi cola contra su cara, sentí su respiración en mi culo, ese aire caliente que se daba paso en mis entrañas, sus manos acariciando con fuerza mis nalgas, estuve a punto de correrme de no ser por que el me detuvo, dejó de mamarme el culo y me dijo:
– Ahora, perrita te toca mamar a ti ….
Y terminando de decir esto, se bajó sus pantalones y sacó su enorme instrumento, su verga medía aprox. 26 cms, gruesa, obscura y sus huevos eran grandes y completamente llenos de un hermoso pelambre negro, el olor de su sexo era demasiado excitante.
– Puedes comerte toda esta carne putito, y si haces bien tu trabajo terminaremos inundándote tu colita de leche…eh.. aceptas..?
No me lo dijo dos veces, de volada me agaché agarré su vergota y me la metí a la boca, sintiendo el sabor de su primeros líquidos, al principio me supieron muy salados, pero mi boca se acostumbró a su sabor y empecé a besar el instrumento del ruco, como pude, empecé besando su punta deliciosa, recorrió todo su tronco para terminar en sus huevos, después de esto empecé a tragarme su verga con dificultad y pensaba cómo le iba a ser con semejante pedazo de carne en mi culo, como le haría para tragármelo, si con la boca estaba batallando, ahora con mi culo virgen.
Como pude metí la mayor cantidad de verga en la boca y empecé a succionar.
– Así, así putito, te estas ganando tu premio…. así, ahhhhh, perrita, que bien mamás, así, assssiiiiiiiiiiii, vas a ser mía hoy… perrita
– Si papito hazme tuya mi amor, que rica esta tu verga, ya quiero tenerte dentro de mi.. ..cogeme……párteme el culo…..quiero toda tu verga en mi culo…..por favor…..meteme tu verga.
– Sigue putito, sigue……….ahhhhhhhhhh, cométela toda…….chúpala mija…….es tuya cométela toda……….
Seguir chupando su verga por varios minutos, lo cual me encanto pero yo ya quería tener su verga dentro de mi culo….por lo cual seguí suplicando…
– Mi amor no te vayas a correr en mi boca, quiero sentir tu lechita caliente en mi culo….cogeme mi amor, te doy mi cola, ….soy tuya…….eres mi macho, mi hombre…..métemela toda por el culo……mi culo quiere tu pedazo de carne………por favor….
Después de un rato de mamarle la verga me dijo:
– Párate perrita, lo hiciste muy bien y quiero acabar en tu cola…
Rápidamente me incorporé y volví a quedar en la posición anterior, boca abajo sobre el escritorio y con el culo dispuesto a ser penetrado por la verga de don Jose, entonces él dijo:
– Vamos a tener que lubricarte tu culito nuevamente perrita, para que me recibas dentro de ti…….
– Mi amor, hazme lo que quieras, soy tuya……quiero tu verga en mi culo….ya la necesito….por favor…
Don Jose nuevamente me dio una rápida y soberana mamada de culo que lo dejo totalmente lubricado, y entonces empezó a meter uno de sus dedos para dilatar mi culo, después metió un segundo dedo, a mi esto me producía cierto dolor, pero el hecho de saber que iba a tener la verga de don Jose en mi culo, elevaba mi excitación por encima de cualquier dolor.
Metió un tercer dedo y mi culo ya se encontraba totalmente dilatado, saco sus dedos de mi culo y después pude sentir la cabeza de su verga en la entrada de mi agujerito virgen, trate de abrir mi culo lo más que pude y entonces sentí cuando don Jose empezó a meter su cacharro…
– Ahí te va perrita, comételo todo, te lo voy a dar despacio, pero vas a tener que comértelo todo..
– Si papito, me quiero comer toda tu verga, sigue metiéndomela así despacito…… Sentí como su verga se abría camino en mi aun estrecho canal, la mezcla de dolor y excitación era indescriptible, en un momento dado don Jose dejo de empujar su verga y por mi falta de experiencia pensé que ya todo había terminado, que tenia toda la verga de don Jose en mi interior y me relaje, cuando de pronto don Jose me dice:
– Ok, perrita ahí te va mi resto……
Que quiso decir con eso, pensé, aun faltaba más verga, en eso estaba cuando sentí un tremendo dolor en el culo.
Don Jose me había metido un poco más de la mitad y faltaba su resto.
Grité de dolor cuando ya por fin sentí los pelos y los huevos de don Jose pegando en mis nalgas.
Me dolió increíblemente, literalmente me partió en dos.
– Ya chiquita, te dolió verdad…? pero ahorita la vas a gozar como nunca…. Aguanta putito, querías toda mi verga, pues ya la tienes toda dentro de ti….
Poco a poco don Jose empezó a bombear su verga dentro de mi cola y empezó el mete y saca, mi dolor se empezó a transformar en placer y realmente disfrutaba siendo embestido por mi macho…
– Ah…que rico….lo tienes bien apretadito, perrita….ahahhhhh, que rico esta tu colita…..
– Ahhhhh, gózala papito, es tuya……mi amor que rico………..me gusta……..ahhhhhhhhhh,
– Ahhhkkggg, aprietas bien rico, puto……..cométela, cometellaaaaa……….putitooooo
– Mi amor cogeme, hazme tuyo una y otra vez, mi cola es tuya…….ahhhhhhhhhhh esta tan caliente…….rico………
– ahhhhhh!!!!! Voy a correrme……quieres mi lechita………..quieres que te inunde el culo, perrita,……
– Si mi amor, quiero tu leche en mi interior, inúndame el culo…..por favor……..
Después de un rato don Jose terminó eyaculando en mi adolorido pero satisfecho culito…… No quedamos un rato así, yo con la verga de don Jose adentro…..Después nos incorporamos, don Jose me tomo del cuello y me dijo:
– Que rico estuvo Jerry………estas bien bueno cabron….a ver cuando lo repetimos………..
Y me plantó un rico beso en la boca, nos vestimos y me dejo en mi casa, para ese rato ya era las 10:00 pm y en mi casa estaban preocupados porque yo debía de salir del trabajo a las 6:00, le explique a mis papas que tuve que quedarme con Don Jose a trabajar, me preguntaron si quería cenar, pero les dije que no, que ya había cenado con don Jose y me subí a mi habitación..
Después de todo le dije la verdad a mis padres, ya había cenado gran cantidad de carne esa noche.
Me di un baño y me limpie muy bien mi adolorido culito.
A decir verdad me tuve que acostar esa noche boca abajo y con el culo al aire ya que lo tenía muy rozado.
Me quede pensando en todo lo que había pasado en un solo día y se me vino a la cabeza el mijo, ese chavo también andaría en esta onda, tenía muchas dudas.
Todavía no sabía lo que estaba por venir, pero esa será otra historia.
Más irreal que el tíulo de ingeniero de Macri…