Juan, mi amigo
Llevaba un par de meses viviendo solo después de que mi novia me dejase por otro.
Estaba aburrido, sin mucho que hacer por lo que me apunté a un gimnasio.
Me hacía falta, tengo unos cuantos kilos de más y estoy gordito para que negarlo.
En el gimnasio conocí a Juan. Tiene 46 años, 18 más que yo, y es un deportista nato.
Al principio me parecía el típico chulo de gimnasio, el abuelete atleta, pero congeníamos bien y al mes ya éramos colegas.
Juan vive en mi ciudad por temas laborales, aunque la familia la tiene en una ciudad grande a unos 200 Km.
Como yo estaba sin mucho que hacer y él tampoco, empezamos a quedar algún día para ir a cenar, de copillas y por ahí.
Un día me invito a cenar a su casa, le habían regalado un pescado y como era muy grande para él solo dijo que lo prepararía y cenaríamos.
Vive en una buhardilla grande como de unos 70 m2, para él solo más que suficiente.
Se notaba que su mujer había decorado porque estaba todo muy arreglado.
Después de cenar, en el sofá me ofreció algo de licor y fuimos hablando hasta que terminamos hablando de sexo.
Los dos íbamos algo salidos, yo porque ya no tenía novia y él porque sólo veía a su mujer los fines de semana.
Me dijo si tenía alguna revista o algún video, le dije que sí, y quedamos que se los traería el próximo día al gimnasio.
– quieres ver algo de lo que tengo? – Sí, a ver que tienes por ahí.
Entramos en su habitación y en los cajones de abajo del armario una colección aparecieron un montón de revistas y vídeos.
Mientras él iba al baño empecé a hojearlas y a ver las carátulas.
– que tal, que te parecen? – Bien, están muy bien, vaya tetas, – Sí me gustan las chicas con mucha teta y mucho culo – A mí también, y si están algo gorditas más – Jjaja, a mí me pasa lo mismo, un buen culo donde agarrarse, es lo mejor del mundo, quieres ver una? – No sé, me da corte – Venga no pasa nada, – Vamos
Nos sentamos en el sofá con el vídeo puesto.
Nada más empezar apareció una chica siendo bañada en semen por varios hombres, – es que los finales me encantan – a mí también como más semen mejor – pues esta te va a encantar hay otra escena alucinante.
Estuvimos un rato viendo y cambiando de cinta, hasta que en una aparecía una negra de impacto.
Delgadita con un culo de impresión y unas tetas gigantes,
– joder con la negra, – sí, esta es de las mejores, – vaya tetas y vaya culo – jaja, sí, y además tiene sorpresa, – como sorpresa? – Sí, que es un tío – Anda ya!!!
Siguió pasando la cinta hasta que se desnudó del todo, apareciendo un pollón negro y sin vello enorme. Y acto seguido se dedicó a dar por culo al hombre que estaba con ella.
– joder que morbazo – te ha gustado? – Bueno, no soy marica ni nada de eso, le dije, – Pero te ha gustado – Sí, los trans me dan un rollo raro, no sé, morboso, – Ya, a mi me pasa igual,
– Y vaya pollón que tiene,
– Sí, la tiene enorme, a mi no me mide tanto – Uf, ni a mi tampoco, ni la mitad vamos
– Venga, no será tanto
– Que sí, que te lo digo yo, ni la mitad –
Pero cuanto te mide macho, – Jo, me da corte ahora, pero no mucho – Venga, ahora no te cortes, cuanto – Pues no me llega a 12, unos 11.5, más o menos.
– De verdad? – Sí – Vaya pollita, eso es de niño no? – Bueno, no sé, y a ti cuanto te mide? –
A mi 17, ni mucho ni poco, normalita – Hombre 17 está bien, – Joder, de verdad te mide 11?? – Sí, bueno, 11 y medio, – Espera, que traigo un metro y nos la medimos – Pero …. – Espera
Juan apareció a los dos segundos con un metro. – Venga, bájate los pantalones, – Es que no sé, me da corte, – Venga, no seas tonto. Que no pasa nada
Me bajé los pantalones y dejé a mi polla al aire. Juan acercó el metro y midió. 11.3 para ser exactos,
– que delgadita, – bueno, sí, – vaya pollita que tienes, – y tu, vamos a medirla también, – no, da igual – venga hombre, si yo te la he enseñado, … – bueno, venga.
Juan se bajó los pantalones y cuando yo iba a subirme los míos, me dijo – espera, no te los subas, que supongo que querrás masturbarte con la peli, no? – sí, claro,
al soltarse el slip, apareció una polla gorda y sin vello, se veía enorme con la mía al lado.
Era gruesa y venosa y con una ligera curvatura hacía la izquierda.
– venga, mide, – pero no está recta, espera
se la cogí con mi mano y se la estiré un poco, estaba caliente y su capullo rosado brillaba.
Estiré el metro y medí, 17,4
– vaya cosota, que grande se siente – no está mal, a mi mujer le encanta – no me extraña, a mi ex le hubiera gustado una así, – jaja, pues haber presentado hombre
nos volvimos al sofá, los dos sin pantalones y pusimos de nuevo la película en marcha.
La chica negra seguía dándole por culo a su amante que se limitaba a gemir y pedir más.
– parece imposible que eso le quepa, dije – pues ya ves, y eso que a esta le mide más de 20 – ya, por eso digo, debe doler – si estás caliente y dilatado no duele, – lo has hecho alguna vez, – con mi mujer dices? – Sí, claro – Sí, y me encanta. Es muy satisfactorio. – Yo lo intenté una vez pero se me salía y no hubo forma – Normal, la tienes corta, – Sí, y además mi novia tenía un culo grande, como el mío, y me levanté y le enseñé mi culo, blanquito, sin casi vello – Sí, tienes un culo grande y suave, jaja, y estirando su mano me dio un par de cachetes, – Mi novia decía que tenía más de culo para follar que follador de culos, – Jajaj, esa novia tuya era inteligente.
Me volví a sentar, y mientras veíamos la película, de vez en cuando iba mirándosela, hasta que Juan me dice – oye, yo tengo que pajearme, que esta peli me ha puesto malo, te traigo papel, – ah, bueno, vale, empezamos a masturbarnos, y Juan pasó el vídeo hasta que la negra estaba a punto de correrse en la boca de su amante – vaya pollón, y como se la chupa le dije – sí, la está disfrutando, esto de que te la mamen es una pasada, – es verdad, a mi me gusta mucho que me la chupen, – te la chupaba mucho tu novia?
– Pues no mucho, decía que la tenía tan pequeña que no la notaba, le gustaba hacerme rabiar
– Vaya tía tu ex, oye, vaya pollón tiene la negra,
– Sí, es enorme, tener una cosa de esas tiene que ser una locura, las tías se tienen que morir, solo sentirla en mi mano ya tiene que darte gusto
– Quieres sentirla?
– Como? – Que si quieres cogérmela, venga, no tengas miedo, – Pero no sé, yo no, no soy marica, no, – Venga, no dudes, la mía no es como la negra, pero no está tan mal, no? – No, si está muy bien, y es gorda y grande, bueno, un poco vale? – Vale, venga
Se la cogí con ganas, estaba dura y grande, que pasada, la veía enorme, comparada con la mía. – Juan, te puedo masturbar un poco? – Sí, como si fuera tuya, Empecé a subir y bajar, cada vez el capullo aparecía más grande y brillante, como un caramelo goloso.
– úsala como si fuera tuya, sin miedo – que grande la tienes, que dura y que gorda, – te gustaría tener una así, – sí, mucho – y que más te harías, – no sé, me la tocaría mucho, jajaja – y no te la chuparías si pudieses? – Jajaja, no sé, no me llegaría, – Venga, ahora te llegas sin problemas, vamos, – No sé, me da corte – Venga tontin, como si fuese tuya
Acerqué mi boca al capullo, al subir un poco la piel un gotarron de preseminal apareció, y mi lengua instintivamente lo recogió.
Le pasé varias veces la lengua por el capullo hasta que me decidí a metérmela toda en la boca.
Me la llenaba toda, era grandiosa.
Empecé a lamer y a moverme como si me la estuviese comiendo.
Juan me la sacó y me dijo si me gustaba, le dije que si, y me dijo que siguiera chupándosela y que le dejara hacer a él.
Sentí como su mano tocaba el culo, y cuando me dio un par de dedos a chupar me imaginé que iba a metermelos dentro.
Así estuvimos un rato, hasta que entre lo bien que me sentía chupándosela y sus dedos trabajándome el culito, le dije que me iba a correr si no paraba.
Siguió metiéndome los dedos y me provocó la mejor corrida de mi vida.
Descansé un instante y me aferré a su polla con tanto agradecimiento y morbo que se la chupé y en unos minutos me lleno la garganta de semen.
Desde ese día, Juan me ha convertido en su putita particular.