Hola, he leído sus artículos y me han producido mucho placer, por lo que tomo la decisión de contarles lo que mi pasión por las pantimedias me llevo a vivir hace algunos meses.

Tengo 25 años, soy un fan del fetichismo, en especial de las pantimedias y los pies, cierto día por cuestiones del trabajo tuve que ir a un curso de capacitación en conocido Hotel de la Ciudad, como siempre trato de llegar temprano para poder escoger mi propio lugar sin que nadie moleste y poder poner atención, poco a poco los lugares se fueron llenando, y nadie se sentaba a mi lado, hasta que por una hora casi ya transcurrida llego una hermosa chica, lo más hermoso que he visto en mucho tiempo, todo el mundo la vio entrar pues lucía una minifalda muy pequeña, unas pantimedias que le iban genial con el tono de su piel, un busto enorme, y un perfume que se alcanzaba a oler por toda la sala, como el último lugar que quedaba era junto a mí, ella se sentó, intercambiamos sonrisas, fue algo genial.

Mi deseo de las pantimedias sobrepasó el pudor y comencé a platicar con ella, no podía evitar ver sus piernas, ella lo notaba y no hacía nada por evitar que lo hiciera, así comenzaron los pequeños jugueteos, pasando por «accidente» mi mano por sus piernas y todo parecía que a ella le gustaba tanto como a mí, después de un par de horas hubo un descanso en el curso, entonces nos paramos, no había notado sus hermosos tacones que traía puestos, que le hacían lucir unas piernas como nunca había visto yo antes un par.

Ella sonreía, sabía que me tenía totalmente excitado, entonces tomo ella la iniciativa y me susurro al oído, te gustan mis piernas verdad?, te gustan como se ven en las pantimedias?, no pude más, la bese, le dije que me volvía loco, le sugerí que fuéramos a una habitación del hotel donde estábamos, me imagino que ella ya lo había pensado puesto que no le tomó más que un segundo decir que sí, fuimos de inmediato al lobby y pedimos un cuarto.

Los dos estábamos llenos de placer, necesitábamos satisfacer nuestro cuerpo, así que no nos tomó más que un segundo en empezar a besarnos, nos acercamos a la cama, deseaba besar todas sus piernas sobre sus medias, ella se inclinó para que pueda meter mi mano por su pequeña falda, vaya lo que encontré, tenía sus panties por fuera de las pantimedias, ella estaba ya lista desde temprano para encontrar a alguien que la sedujera, se las quite y quedo su hermoso culo cubierto de las pantimedias, lo lamí, tenía un olor delicioso, alcancé a quitarle el brasier jugaba con sus pechos mientras que mi lengua no paraba de dibujar su silueta tras el nylon.

No sé cuánto tiempo pasó, ella se acostó en la cama totalmente empapada del culo, creo que no deje ni un centímetro de sus medias sin mi saliva, entonces quería lamer su sexo tras las medias, ella se volteó y comencé a besar su vello púbico, era delicioso, unos mulos perfectos, mi erección era enorme, sentía que más no podía y metí la mano entre sus pantimedias par a poder sentir su clítoris listo para ser tocado, entonces, encontré un bulto en su entrepierna, le abrí sus muslos con mi mano temblorosa y encontré un pene totalmente erecto escondido, humectado por su erección y por la saliva que traspasó el nylon, me quede congelado, pero estaba totalmente excitado, jamás había tocado siquiera a un hombre, pero ella se veía tan hermosa que no pude parar, le extendí su miembro y le volví a subir las pantimedias, su erección apenas cabía dentro de las pantimedias y empecé a pasar mi lengua por todo su pene tras sus medias, era delicioso besarle entre el nylon y sentirlo casi dentro de mis labios, perdí el conocimiento de cuánto tiempo estuvimos así.

Ella me tomó me termino de desvestir y se puso en tal posición que podía yo continuar con el sexo oral mientras que ella tomo mi pene y comenzó a lamerlo también, estaba ya a punto del orgasmo, cuando ella lentamente comenzó a tocar mi culo, no podía poder resistencia, estaba totalmente excitado, me puso como perrito y comenzó a lamer mi culo, la sensación fue increíble, me sentía desmayar, entonces ella me penetró, quería escapar pero nada en mi podía hacerlo, me hizo el amor como jamás pensé que yo lo podía hacer, entonces, termino ella dentro de mí, fue algo genial, yo no deseaba otra cosa que volver a sentir sus pene tras las medias, así que comencé a lamerlo mientras que ella volvió a tener mi pene dentro de su boca, ella sabía que iba a terminar, pero en vez de apartarse se quedó lista para comerse todo lo que salía de mí.