Capítulo 17
- Noelia una sumisa no tan asexual I
- Noelia una sumisa no tan asexual II
- Noelia una sumisa no tan asexual III
- Noelia una sumisa no tan asexual IV
- Noelia una sumisa no tan asexual V
- Noelia una sumisa no tan asexual VI
- Noelia una sumisa no tan asexual VII
- Noelia una sumisa no tan asexual VIII
- Noelia una sumisa no tan asexual IX
- Noelia una sumisa no tan asexual X
- Noelia una sumisa no tan asexual XI
- Noelia una sumisa no tan asexual XII
- Noelia una sumisa no tan asexual XIII
- Noelia una sumisa no tan asexual XIV
- Noelia una sumisa no tan asexual XV
- Noelia una sumisa no tan asexual XVI
- Noelia una sumisa no tan asexual XVII
- Noelia una sumisa no tan asexual XVIII
-Celi. -Lo siento, perdón me corrooooooo aggggg, perdón mama, ufffff no lo puedo evitar aggggg.
Deje a Celia, entrando en la ducha, sin dejar de obsérvalas, viendo con gran placer cómo Celia…
Así terminó el último capítulo…
…cada vez abofeteaba con más fuerza a su hija, sin poder está dejar de correrse, entró en éxtasis, disfrutaba con cada bofetón de su madre, que cada vez se iba enfadando más e incrementaba la fuerza de los bofetones.
-Jajajaja, para PERRA, la estas intentando castigar con lo que más le gusta.
-Celia. – ¿Puedo?
No sabía a qué se refería, aun así asentí, viendo primero cómo le escupía varias veces en su cara y cómo cogiéndola del pelo, metió su cara entre sus piernas.
-Celia. -Chupa GUARRA, haz que me corra PUTA.
Si a una le excitaba que la abofetearan, a la otra lo contrario, me gustó esta parte dominante, aunque solo le salía con su hija, porque no tardó nada en soltar un alarido y correrse.
-Ducharos -mientras me secaba- vestiros y a la cama.
Dejando la toalla por el camino, me metí en la cama, comprobando antes que la alarma estuviese puesta, no tardando en ver aparecer a dos preciosas mujeres, en lencería negra con medias…
-Vamos a dormir, quitaros las bragas y sujetador y a la cama.
Una por cada lado se metieron y besándome ambas se quedaron dormidas abrazadas a mí, no tardando en seguirlas. Un poco antes de las ocho me desperté, encontrándome solo en la cama, pegué un salto, me puse un pantalón corto y una camiseta y me fui a la cocina, donde estaban las dos sentadas con el café.
-Buenos días.
Las dos contestaron al unísono lo mismo.
-Celi. -Siéntate Raúl, el café está recién hecho.
Me gusto cómo iba vestida, con un traje de chaqueta camel claro, una blusa negra, y medias negras, con unos zapatos preciosos de tacón. Su madre cómo no iba a salir llevaba el conjunto de lencería de anoche.
-Muy elegante Celi, me gusta cómo vistes.
-Celi. -Gracias Raúl, aunque tendré que ir de compras, porque el resto son pantalones, no suelo ir al trabajo en falda.
-Para trabajar puedes ir cómo más cómoda te sientas, ya habrás imaginado por lo que has visto que no me gustan los pantalones, pero nunca me meto en el tema laboral.
-Celi. -Lo se Raúl, Ana estos días y al ver mi equipaje, me dijo que se le olvido decirme que no echara pantalones, pero aun así es que esta es mi última falda.
-Celia. -Esta tarde podíamos bajar a Granada a comprar, si no te importa.
-Esta semana nos la vamos a tomar con tranquilidad -en ese momento llamaron- será Merce.
Así era, Merce tal y cómo le había pedido el día anterior, conforme salió su marido de casa, se vino.
-Merce. -Buenos días AMO -mientras se sacaba un vestido bastante ancho que traía, quedándose con un conjunto verde claro precioso de braga y sujetador y unas medias beige claras con costura- creía que el CORNUDO no se iba, jajajaja.
-Siéntate PERRA, tomate un café. Cómo os iba diciendo, esta semana nos la vamos a tomar con tranquilidad, quiero que hagáis la vida con normalidad, y si esta tarde os apetece salir, hacedlo.
-Celia. -Gracias Raúl, mi normalidad es servirte, es raro lo sé, pero nuestra vida anterior a pesar de que ha sido toda una vida ha sido artificial, y no queremos, porque Jaime piensa igual vivir de otra forma que no sea esta.
Me gustó cómo la miraba su hija, con cariño y admiración.
-Se que es así, pero es así cómo lo quiero yo PERRA, luego cómo Lidia también tiene que ir de compras, y creo que acaba a la misma hora que Celi, quedar con ella.
-Celi. -Eres increíble Mama, nuestro AMO -se dio cuenta que acabe el tuteo- lleva razón, y en lo demás estoy de acuerdo, no sé en qué deparara todo, pero yo no voy a volver a mi insulsa vida.
-Vale, dejaros ya de dramatismos, y cada una a lo suyo, PERRA vamos a lo tuyo.
Ante la sorpresa de Celi, que no lo esperaba…
-Merce. -Ufffff gracias AMO, lo necesitaba.
Se fue rápidamente a mi cuarto de baño, siendo seguida por mí tras despedirme de Celi.
-Merce. -No he dicho nada antes AMO, pero es cierto, cuando descubres la felicidad, es difícil alejarse…
No la dejé seguir, me desnudé porque ya no aguantaba más las ganas de mear, algo que no tardé en hacer…
-Merce. -Aggggg, perdonnn me corroooo, que PUTA soy, me corrooooo.
Ya no me sorprendía, pero era imposible castigarla, me gustaba su forma de ser, sabía que decir en todo momento. La ayudé a levantarse…
-Apoya las manos en la pared, mira que eres PUTA, ni te has quitado las bragas ni el sujetador.
Sin dejar de sonreír, y no sin trabajo, debido a la edad y sobre todo a sus kilos, se apartó las bragas, o más bien las rompió y sacó su culo todo lo que pudo. Aparté sus cachetes y con fuerza se le metí en su culo, no sabría decir que culo me gustaba más, si el de la hija, la nieta o el suyo. Cogiéndola con fuerza, a la vez que azotaba su culo con ganas, lo que la llevó a tener varios orgasmos consecutivos, que si no llega a ser porque la sujetaba del pelo, ya estaría en el suelo, me la follé duramente, hasta que me corrí. La solté con cuidado, dejándola en el suelo recuperándose, mientras me duché, viendo a Celia en la puerta, con una mano en su coño y la otra en uno de sus caídos pechos que se había sacado del sujetador.
-Es tuya PERRA, voy a vestirme y a trabajar, cuando acabéis, déjala recuperarse y que se ponga a hacer las tareas de la casa, para eso está aquí.
Me sonrió a la vez que se quitaba las bragas y el sujetador, entrando en la ducha y cogiéndola del pelo…
-Celia. -Quiero correrme GUARRA…
No vi más, una vez vestido me fui al salón a trabajar. Tardaron un rato en aparecer, las dos se habían cambiado, Merce se fue a la cocina y Celia que traía un portátil en la mano, se fue a la otra esquina del salón, para no molestarnos. A las doce paré un rato, viendo que no estaba Celia, por lo que supuse y acerté que estaba en la cocina.
-Merce. – ¿Quiere un café AMO?, nosotras nos estamos tomando un té.
Asentí y me senté tranquilamente, sintiendo cómo sonó el tono de aviso que le había puesto a Ana en mi whatsApp, me levanté no tardando en volver y mientras saboreaba el café lo leí…
“Buenos días AMO, he quedado con Patri en su oficina a mediodía, para irnos a comer, le he dicho que era para hablar sobre el cumpleaños de su madre, uffff estoy mojada solo de pensarlo, esta tarde le contaré, si pasa algo”
Tenía otro de Noe, indicándome que ella venía a comer, le contesté a ambas con un ok.
-Preparad algo de comer para las dos de la tarde, dejadle algo preparado a Jaime y contad con Noe que viene.
-Merce. -Me pongo a prepararla ahora mismo AMO, yo no me quedo, he quedado con el cornudo a comer.
-Muy bien PERRA, os dejo que voy a seguir trabajando.
En ese momento llamaron a la puerta, y por el video portero vimos que eran los muebles.
-Poneros algo y a ser posible que no formen mucho ruido.
Tanto una cómo otra, se pusieron una camisola, y dejándome solo, salieron a recibirlos. No sé el tiempo que estuvieron, hasta que a las dos entro por la puerta Noe…
-Noe. -Vamos a comer Raúl, hemos puesto la mesa en la cocina.
-Hola Nena, ni me he dado cuenta de que has llegado -levantándome y besándola- ¿Cómo que has venido sola?
-Noe. -Jajajaja, su sumisa se ha ido a la casa a ordenar su cuarto, jajajaja, que lastima no haber averiguado antes lo de los azotes, luego ha quedado con Celi y su madre para ir a comprar.
– ¿Tú no vas?
-Noe. -No, puedo, por eso he venido a comer, tengo una reunión a las seis con unos proveedores…
Mientras tanto en Madrid…
Narrado tal y cómo me lo contó Ana y cómo si fuese ella.
Estaba nerviosa, no quería fallarle, le debía mucho, en muchos sentidos, así que un poco antes de las dos y avisando en mi despacho que lo mismo no volvía, me dirigí a la Asesoría, sabiendo que la mujer que trabaja con ella se va a la dos y no vuelve, por lo que a las dos en punto estaba entrando en su oficina…
-Ana. -Buenas tardes, ¿y la jefa?
-Camila. -Buenas tardes Ana, en su despacho, me ha dicho que venias, yo os dejo.
Me despedí de ella, no sin mirarla de arriba abajo, algo de lo que se dio cuenta y se puso roja, tropezando con todo antes de salir, lo que me hizo reír, la madurita tenía su morbo, llevaba más tiempo en la asesoría que mi prima, de la edad de mi tía, de la que era muy amiga y llevaba desde el inicio con ella, muy morena, siempre con ropa ajustada, esta vez con unos vaqueros, que al darse la vuelta me mostro un culo que uhmmmm, lo único que no me gustaba es que se pintaba en exceso, y si ya iba excitada, ese culo me excito más…
-Patri. -Jajajaja -había salido de su despacho- cómo eres prima, si puede ser tu madre.
-Aun así me la tiraba, y… -mirándola descaradamente- tú tampoco estas mal primita…
Solo iba a tantear el terreno, pero verme delante de ella y golpeando en la mente la orden que el día antes me había dado mi AMO, hizo que mis bragas que ya iban húmedas se humedecieran más.
-Patri. -Uyuyuy cuanto tiempo que no te oía decir eso, jajajaja.
Lo dijo nerviosa y se puso roja y más cuando vio cómo con descaró la miré de arriba abajo, no pasando desapercibido para mí cómo a través de su camisa sus pezones se endurecían, llevaba el bolso en una mano y la chaqueta en la otra, una falda larga casi a los tobillos y unas botas negras. No era cómo su hermana, muy parecidas, pues que las abofetearan y humillaran les gustaba a las dos, pero a Patri por lo que recordaba le costaba más participar, ser ella la que da el paso de entregarse…
-Uffff, lo siento primita, no aguanto…
No sabía a qué me refería hasta que me subí la falda, dejándole ver mis medias, mi liguero, algo que me puse porque sé que le volvía loca, me senté en una de las sillas y apartándome las bragas, llevé una de mis manos al coño, mientras con la otra me pellizqué mis pezones, pasando de uno otro, sin dejar de mirarla, de ver cómo se paralizo, cómo su mirada iba de mi coño a mis ojos…
-Patri. -Para Ana, eso no…
-Eso no que, no me digas que te da corte, que yo recuerde te gustaba, ufffff, acércate, mira cómo esta.
Ese era el punto de inflexión, o me mandaba a la mierda o claudicaba, viendo su respiración, esperaba esto último.
-Patri. – ¿A qué viene eso ahora? -pero dejó caer al suelo la chaqueta y el bolso, dando pasos cortos hacia mí- no puedo, por favor no me hagas esto después de…
-Después de que PERRA, de tanto tiempo, no será por mí, anda toca…
Ya estaba frente a mí, tan cerca que sentía su respiración agitada, vi cómo llevaba su mano a mi coño, y sin que lo esperaba y sabiéndola vencida, le solté un bofetón con todas mis ganas.
-Así no GUARRA, no te acuerdas ya ¡¡¡PUTA!!!
Se acordó, se puso de rodillas y llevando sus manos atrás, metió la cabeza en mi coño, lo que me llevó debido al estado en el que me encontraba a correrme en su boca, de tal forma que hasta manche su camisa.
-Agggggg, GUARRA traga, que fácil uffff, sigues siendo una PUTA necesitada. Desnúdate ¡¡¡ya!!!
Se puso de pie, esperaba alguna resistencia por su parte, me equivoqué, casi que rompe todos los botones de la blusa, se desabrochó la cremallera de la falda, dejándola resbalar por su escultural cuerpo, sacándosela por los pies con una patada, dejando al descubierto unos pantis negros abiertos y sin bragas, algo que me llamó la atención, pero ya tendría tiempo, su coño totalmente depilado brillaba, estaba muy mojado.
-Quieta PERRA, -llevé mi mano a su coño, metiéndole los dedos, lo que la hizo soltar un gemido, los saqué muy mojados- chupa, prueba tu coño.
Los devoró…
-Ahora sí, de abajo arriba primita…
Se tiró de rodillas, empezando a lamer mis zapatos, que me quitó con delicadeza, para lamer y besar mis pies, subiendo con delicadeza hasta llegar nuevamente a mi coño, que primero con delicadeza, para terminar con agonía al notar cómo este no paraba de soltar jugos, notando mi nuevo orgasmo, la cogí con fuerza del pelo hundiéndole la cabeza en mi coño, me corrí nuevamente en su boca, sin soltarla la fui separando…
– ¿Quieres correrte primita?
-Patri. -Si AMA… -vi terror en sus ojos- oh Cami, perdona, esto no es lo que parece, no sé por qué…
No terminó la frase, porque para que mentir, también algo asustada me giré y la vi sentada en la mesa…
-Camila. – ¿Qué no es? ¡¡¡qué coño haces!!!
Sobreponiéndome y sumando dos y dos, la ropa interior de mi prima y cómo se habían hablado, y lo que más me llamó la atención fue que la muy guarra tenía que llevar rato mirando, pues sus vaqueros estaban desabrochados y la cremallera bajada, me llevó a volver a tomar el control, no sabía el rollo, pero sí que estaba casada con un meapilas del Opus, y que según mi tía era de misa casi diaria.
-Quien coño te ha dicho que te levantes GUARRA.
Me miró con miedo, y rápidamente se puso de rodillas, dirigiéndome a la mesa donde estaba apoyada Camila o Cami cómo la llamo Patri. La orden que le di a Patri sirvió para bajarle los humos a Cami, paso de su mirada altanera de enfado a ir bajando la cabeza conforme me iba acercando, haciendo intención de abrocharse los pantalones.
-Quieta, ni se te ocurra, te haces la ofendida ¿ahora?, ¿Por qué no has dicho nada?, ¿te ha gustado lo que has visto?
No hablaba ni me miraba, hasta que le solté un bofetón con todas mis ganas…
-Habla PERRA.
-Cami. -Me he quedado paralizada -entre lágrimas- no esperaba encontrarme esto, se me han olvidado las llaves y…
-Jajajaja y te has mojado cómo una VIEJA GUARRA…
-Cami. -No -otro bofetón le cayó- no me pegues más por favor, si es que ella…
-Ella y tú estáis liadas, no hay que ser muy lista para darse cuenta, mi primita sin bragas, depilada, y tú, uhmmmm -me reí al ver cómo llevaba sus manos al coño- tú también sin bragas, quien manda en quien, aunque viéndote así ella manda, porque unos vaqueros sin bragas, jajajaja, tienes que andar todo el rato caliente.
Ambas callaron, por lo que supe que estaba en lo cierto.
-Desnúdate VIEJA -no se movía, hasta que de un tirón le arranque todos los botones de la blusa- ¡¡¡estas sorda!!!, ¡¡¡que te desnudes coño!!!
Se terminó de quitar la blusa, dejando un precioso sujetador blanco que a duras penas mantenía sus tetas, llamándome la atención pues asomaban por encima que debajo de los vaqueros que llevaba unos pantis cómo los de mi prima.
-Jajajaja, si vais conjuntadas.
Terminó de desnudarse, dejando sus enormes tetas caer, debido a los años y a la gravedad, pero no tanto como las de Celia.
-Déjate los pantis GUARRA.
Aproveché para desnudarme, haciéndome reír cómo las dos me miraban con deseo.
– ¿Te ha hablado la PUTA de mi prima de mí?
Bajo la cabeza, lo que me confirmo, que sí.
-Que PUTA que eres prima, no esperaba esto de ti, pero ahora me alegro, así tu PUTA amante sabe a qué atenerse.
-Cami. -No, yo no quiero saber nada, por favor déjame que me vaya, yo no soy cómo ella, solo lo hacía…
-Por amor al arte, no te jode la beata esta, ¿Qué era una obra de caridad?
Su cara era todo un poema, no paraba de soltar lágrimas, y entre el rimen y las pinturas de la cara…
-Ella es mía PERRA, y si he venido hoy aquí, es por eso, la muy PUTA esta cada día más buena.
Patri no decía nada, y su cara cambio totalmente al oír esas palabras de mi boca.
-Y ya que no está su hermana tú me vas a servir, ¿o eso no te lo ha contado? -no me hizo falta respuesta al ver su cara- ya veo que sí.
No me pasaban desapercibidas sus miradas a mi cuerpo, cuando se creía que no la veía.
-De rodillas y acércate cómo la PERRA que eres -su excitación le pudo al miedo, en ese momento dejó de llorar y a cuatro patas se acercó a mí, que me había retirado de ella para volver a sentarme, y me acordé de ti- acércate más VIEJA, quiero que veas mi coño.
Al sentir cómo su nariz rozo mi clitoris, la cogí con fuerza, incorporándome lo justo, pegué mi coño a su boca y me meé, me meé con todas mis ganas. Intento separarse, pero le era imposible, hasta que no terminé no la solté.
-Chupa GUARRA, quiero correrme…
Ni asco ni resistencia, con su cara llena de churretes, de meados que se iban deslizando por su cuerpo, llevó su lengua a mi coño, demostrándome que era toda una experta, porque no tardó en hacerme correr.
La retiré con desprecio…
-Y tú a que esperas, limpia a esta GUARRA.
Excitada cómo estaba ni se lo pensó se puso de rodillas junto a la VIEJA y con su lengua limpió mis meados y sus churretes con la lengua, sin darse cuenta de que me levanté y cogiendo el móvil las grabé.
-Uffff, que video más bonito ha quedado.
Ambas giraron sus miradas hacía a mí…
-Cami. -No, por favor borra eso, por favor.
Patri no dijo nada, se limitó a coger la cabeza de Cami, encararla a ella y con cariño, algo que me desconcertó, empezó a besarla, con mimo, por su frente su cuello, hasta llegar a su boca… separándose lo justo para…
-Patri. -Tranquila cariño, qué más da, si las dos sabemos que somos suyas, somos una guarras, déjate llevar, lo vas a disfrutar.
Y volvió a fundirse en un beso que esta vez sí fue muy correspondido por Cami.
-Jajajaja, vaya par de guarras, comeros el coño PERRAS.
Se acabo el miedo, la incertidumbre, las dos con una sonrisa en la boca, se fueron girando hasta quedar en un perfecto 69.
-No paréis hasta que os lo diga, y para que veáis que no soy mala, os dejo que os corráis tantas veces cómo queráis o podáis GUARRAS.
Me senté tranquilamente, aunque no pude evitar masturbarme viéndolas, y sobre todo, pensar en usted, en el regalo que le iba a mandar, iba a hacer lo posible en que fuesen las dos solas.
-Vale. PUTAS, arreglaros que nos vamos a comer.
-Cami. -Me ha destrozado la camisa…
-Patri. -Espera…
Se levantó y volvió con una camiseta, blanca que al ponérsela después de colocarse bien el sujetador, le resaltaban sus tetas, ya que estas eran bastante más grandes que las de mi prima. Tardaron un rato, bueno la que tardó fue Cami, que se tiró un rato grande para quitarse todo el maquillaje, algo que le favoreció, sin maquillaje era más guapa. Nos fuimos a comer frente a la Asesoría, las dos bastante más tranquilas. Pedimos el menú del día, les di un poco más de tiempo, hasta que nos sirvieron…
-Me da igual quien me lo cuente, quiero saber cómo y desde cuando…
-Patri. -Uffff, ¿Cuándo?, más o menos hace tres años, no hacía mucho que mi madre se había jubilado, ¿el cómo?, una bronca con Ignacio -su marido- en mi despacho, las cosas no nos iban bien, ya veníamos calientes, porque se me ocurrió decirle que lo del misionero me aburria, y no veas la que me montó, en aquella época Cami aun trabajaba a jornada completa, sus palabras más bonitas, fueron que era una guarra y una puta, que se lo iba a contar a mis padres, se fue dando un portazo, dejándome echa mierda, hasta que entro Cami, me abrazó y empezó a tranquilizarme, cómo no paraba de llorar, empezó a darme pequeños besos en mis mejillas, en ese momento me golpearon mil imágenes de ti, de mi hermana y mías, y se me fue un poco la cabeza, y agarrando su cara la besé, al principio me correspondió, hasta que de golpe se separó, se levantó y empezó a llamarme de todo, hasta que dijo que Ignacio llevaba razón. Enfurecí, perdí la cabeza, me levanté, y acordándome de ti, te juro que fue así, le solté un bofetón, la tiré de mala manera en el sofá, me subí encima de ella, y no dejé de abofetearla hasta que me cansé, y al ver que no hacía, que no decía nada, volví a besarla, al principio se volvió a resistir, pero no tardo en corresponderme, por lo que con furia, le subí la camiseta, le saqué las tetas y empecé a morderlas, a besarlas, ella no respondía, pero su respiración la delato, porque pudo aprovechar el momento que me levanté para escapar y no lo hizo, me levanté para subirle la falda y devorar su coño, ufff, ahora lo tiene depilado, porque vaya mierda de pelo que llevaba, hasta que se corrió. Recuperé la cordura, no mucho, porque ella sin hablar se levantó, se arregló la ropa y sin decir nada, se fue, del portazo que dio al irse, pensé que la había liado, pero mi calentura le pudo a la cordura y bajándome los pantalones, me tiré al suelo y no me acuerdo las veces que me masturbe. No dormí nada, daba mi vida por acabada, y seguía excitada, solo recordaba ese tipo de excitación de nuestros veranos. Sin saber porque, esa mañana me arreglé cómo hacía años que no lo hacía, me puse mi mejor lencería, mi mejor liguero, una falda por encima de las rodillas, medias de rejilla negras, me recogí el pelo en una cola, me puse una botas de mosquetero y echándome el abrigo por los hombros me vine a trabajar. Llevándome la sorpresa de ver que Cami, ya estaba allí, una hora antes de su hora de entrada. Sin hablarle, sin mirarla, me vine directa al despacho, sin cerrar la puerta, cuando pensé que teníamos que hablar y me giré de golpe, tanto que casi me doy de bruces con ella, que me había seguido. Para mi sorpresa no hubo palabras, puso su boca en la mía, y bueno solo te diré que ese día no trabajamos.
-Ufffff, ahora me tengo que ir, pero aún queda pendiente el por qué tú reaccionaste así después de llamarla de todo, y de salir corriendo. Ah y mañana las dos con falda, medias y bragas, no sé en qué momento apareceré, pero os quiero allí, así llegue a las seis de la tarde, ¿entendido perras?
Me fui con ganas de quedarme, pero tenía compromisos y no los podía cancelar, sí que me encargué de cancelar los del día siguiente, y cómo la asesoría eran clientes míos, me agendé una cita para las doce de la mañana.
De vuelta en Granada…
La tarde fue tranquila, Jaime termino de instalar el despacho, solo a falta del sofá. Una vez colocadas mis cosas, al igual que él las suyas, en la mesa que compartiría con su mujer, nos salimos al porche, manteniendo una charla animada, donde me conto más cosas de su vida anterior, aunque la mayor parte del tiempo lo dedicamos a diseñar la mazmorra. A las nueve de la noche sentimos abrirse el portón y vimos entrar el coche de Noe, del que no tardaron en bajar las cuatro, la diferencia de edad de una a otra eran más o menos de diez años, desde los 26 de Lidia a los 60 que cumplía Celia el próximo sábado. Bajaban cargadas con bastantes bolsas de ropa, al ver que estábamos en el porche, las cuatro entre risas, se acercaron, soltaron las bolsas y sin dejar de reír, una a una, se fueron poniendo ante mí, siendo la primera Lidia…
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
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