Capítulo 1

Para una señora especial, y a la vez la mejor de las sumisas

Recuerdos de hace…

Si algo he deseado siempre como Dominante es dar con una sumisa, que desease algo estable, (más difícil de lo que pensáis), que a la vez fuese mi pareja. Llevo años en páginas de dominación, de contactos. En una de estas páginas leí un perfil de una mujer de 41 años de una provincia ni cercana ni lejana a Granada, no ponía mucho, lo suficiente para llamar mi atención:

“Soy nueva por aquí, algo liberal y curiosa, me gustaría experimentar, conocer y disfrutar si eso se pudiera hacer como sumisa”.

Le escribí un mensaje a través de la página web, presentándome, invitándola a visitar mi perfil y si le gustaba, querría saber más de ella, saber que deseaba encontrar.

Le deje mi Messenger.

Al cabo de un par de días, cuando ni me acordaba de ella, (soy una persona con las ideas muy claras y no soy de atosigar o perseguir a nadie solo por el hecho de ser sumisa), me saltó una solicitud en mi MSN, al ver que el nombre de la solicitud se parecía a su Nick, lo agregué.

-Buenos noches Sire Leo.

-Buenas noches morenitaxx.

-Gracias por dirigirse a mí, he leído su perfil y me ha gustado, tenemos deseos en común.

-Espero que esos deseos no será encontrar sumiso, jajajaja.

-No, jajajaja, en eso mi deseo es el contrario.

Se le notaba nerviosa, escribía y borraba.

-Se que no tienes experiencia, así que pregunta lo que desees, sacia tu curiosidad.

-Gracias.

-Si das este paso, lo tienes que hacer muy segura de con quién y lo más importante muy segura de ti.

-Da un poco de miedo.

-Eso es bueno, porque jamás las ganas tienen que estar por delante de la razón. Llegará el momento en que le perderás el miedo, lo que nunca has de perder es el respeto.

Se fue tranquilizando, hablándome de gustos, de necesidades, de lo que le gustaba, de lo que no haría, de los limites en general. En un momento a lo largo de los días que nos fuimos conociendo, me dio por pensar que me conocía, que estaba jugando conmigo, demasiadas cosas en común, en gustos de Amo y sumisa. No sería la primera vez que me pasase y seguro que no he sido el único, ya sea Dominante o sumiso. Se lo hice saber, le escribí mis dudas, y contestó de una forma que no esperaba, conectó la cam de su ordenador. Se disiparon todas mis dudas, era mejor, mucho mejor de cómo se había descrito, morena, estaba sentada, calculé que media uno sesenta y tantos largos, ojos negros y grandes a pesar de las gafas que tenía puestas y unas tetas que al llevar una blusa muy pegada se le veían grandes.

-Aquí me tienes, para que veas que soy real ¿y tú?

No contesté al instante, tardé cinco minutos, veía como escribía y borraba, no se atrevía, me hizo pensar que se había mostrado por temor a perderme, llevábamos dos meses hablando, poco a poco me iba introduciendo en su mente con pequeñas peticiones, cómo a qué hora conectarse, qué ropa se debía de poner para hablar conmigo y los últimos días me contaba cuando se masturbaba, que no eran pocas veces. Le contesté, dando un paso más…

-No te he pedido que te muestres PERRA, lo has hecho porque tú has querido, a mí me veras el día que te des cuenta de que soy tu AMO y que no puedes vivir sin mí.

-Perdona, no quería molestarte.

-Lo has hecho -mentira, pero me iba a tirar a la piscina de cabeza, lo mismo me estrellaba-, esto no va bien, llevamos dos meses y aun me tuteas, cuando ya deberías de llamarme AMO o SEÑOR.

-Por favor SEÑOR, perdone mi torpeza, no lo sabía, no me había dicho nada.

-Te dije que me gustan las sumisas con iniciativa, no las tontas.

-Por favor AMO, ¿Qué tengo que hacer para que me perdone?

-Ponte de pie que te vea, espero por tu bien que lo que llevas puesto coincida con el mensaje que me has puesto esta mañana PERRA.

Lo hizo, coincidía en todo, en la blusa, en la falda, en las medias y en los zapatos.

-Voy tal y como le dije AMO.

-No lo puedo comprobar del todo PERRA.

Lo captó al instante, porque se puso roja como un tomate.

-Por favor AMO, nunca lo he hecho, no me pida eso.

-No pasa nada PERRA, cuando estés dispuesta a obedecer y confiar en mí, escríbeme.

-Nooooooo, por favor AMO, lo voy a hacer.

Se volvió a poner de pie, lo suavice un poco, no quería que se sintiera obligada.

-No tienes que desnudarte, súbete un poco la falda hasta que vea si corresponden tus bragas con lo que me has escrito y la blusa solo ábretela un poco.

No pudo evitar que notara el suspiro que se le escapó.

-Mañana te quiero a las 23.00, llegaré más tarde a casa.

-Hasta mañana SEÑOR, aquí estaré.

Por primera vez no me despedí, cerré Messenger y sabiendo que me iba a ver, me metí en la web de contactos donde nos habíamos conocido. Por la mañana estando en la oficina, recibí un correo, me extraño, nunca lo había hecho, me temí lo peor.

“Buenos días Amo, espero que no le moleste que le haya escrito a su correo sin su permiso, necesitaba hacerlo y como fue usted el que me dijo que siempre estará para mí, aquí estoy escribiéndole. Anoche cuando se fue sin despedirse, me quedé parada, no sabía si seguía enfadado conmigo, pero a la vez terriblemente excitada, no he podido evitar masturbarme varias veces a lo largo de la noche. Lo deseo como Amo, sé que puedo ser lo que usted desea, lo que usted quiera que sea. Deme otra oportunidad, no le voy a fallar, me hace feliz, hasta mis compañeros me lo han dicho, que se nota que tengo a alguien”.

“Perdone a esta estúpida perra si le molesta lo que le voy a decir, le quiero”.

Lo tuve que leer varias veces, porque esperaba cualquier cosa menos esa, me dio por pensar que había desperdiciado más tiempo del que creía que necesitaba para entrar en su mente.

“Buenos días Perra, no estaba enfadado, solo molesto, por tu desconfianza, espero que sea cierto lo que me acabas de escribir, porque si no es así, desapareceré para siempre. Esta noche te quiero solo en lencería, medias y zapatos delante del ordenador Perra”.

No recibí respuesta alguna, tampoco era necesario, tendría mucho que pensar, si dar el paso de mostrarse ante alguien que no había visto ni en foto. Espere a que pasasen cinco minutos de las once para conectarme, comprobando que estaba conectada.

-Buenas noches PERRA.

-Buenas noches SEÑOR.

A la vez recibí la invitación para verla a través de la cam. Cuando pude verla, estaba ufffff, solo veía su cara y un sujetador negro de encaje, de media copa, lo que hacía que sus tetas sobresaliesen más y se le viese medio pezón.

– ¿Le gusta AMO?

-No lo puedo saber si estás sentada PERRA.

-Perdón.

Se levantó, retirándose un poco, ufffff, medias negras de rejilla, zapatos con un tacón de vértigo y unas bragas negras, que cuando empezó a girarse, sin que se lo hubiese ordenado, no le tapaban nada del culo, parecían más un tanga.

-Retira la silla de la mesa, siéntate y masturbarte para tu AMO, PERRA.

Estaba tensando mucho la cuerda, a raíz del correo que me había mandado esta mañana, había decidido hacerlo. Sin dudar y sin hablar, retiró la silla y mirando a la pantalla, abrió todo lo que pudo las piernas e introduciendo una mano entre las bragas, apartándolas, empezó a masturbase, usando la otra mano, para bajarse las copas del sujetador, sobarse y pellizcarse los pezones. No tardo ni cinco minutos en correrse, soltó un grito, que hizo que se resbalara de la silla, dando con su culo en el suelo. Se puso de pie, pero no se movió, hasta que no me vio escribir.

-Puedes sentarte PERRA, gracias, el viernes te premiaré.

– ¿El viernes SEÑOR?, hoy es miércoles, ¿no vamos a hablar mañana?

-No he dicho que no vayamos a hablar Perra, solo que el viernes te voy a premiar, mañana está atenta a tu correo, sobre las once recibirás uno con indicaciones. Buenas noches PERRA.

-Buenas noches AMO, gracias.

Un poco pasadas las once le envié el correo prometido.

“Mañana a las nueve de la noche quiero que estés en Santa Justa, no sé en que anden entrara el tren de Granada, supongo que cuando estés allí lo veras en alguna pantalla. Espero sepas presentarte ante tu AMO.”

“Antes iras a un sex shop y compraras un huevo con mando a distancia, dejo que elijas el que más te guste, te aseguro que no tendrás problemas, sabrán perfectamente a que te refieres, les pides que te lo dejen listo para usar en cualquier momento y lo metes en el bolso PERRA.”

Tardó un par de horas en contestar…

“Ya estoy de los nervios SEÑOR, ¿Cómo lo reconoceré?, ¿para cuantos días viene?, ¿se va a quedar en mi casa?”

“Me voy a morir de la vergüenza SEÑOR, jamás he entrado en un sex shop”.

“Perdone mi tardanza, no me he quedado sola en mi despacho hasta ahora mismo y voy a tener que irme, no doy pie con bola, no puedo concentrarme y creo que no hace falta que le diga que casi me corro solo con leer su correo”.

Le conteste sobre la marcha…

“Jajajaja, me alegro haber provocado ese casi orgasmo, jajajaja, respondiendo a tus preguntas; yo te reconoceré, tú limítate a ser puntual, me voy a quedar todo el fin de semana y sobre lo de quedarme en tu casa, depende de ti, tú tienes la última palabra”.

“No contestes ahora, ahora sería una respuesta condicionada, mañana cuando me conozcas en persona, hablemos y nos tomemos algo, será el momento de decidir”.

“No respondas al mensaje, no vamos a tener contacto hasta mañana y por supuesto tienes prohibido tocarte, masturbarte y por ende correrte”.

“Hasta mañana PERRA.”

Sabía perfectamente que el decirle que no íbamos a tener contacto hasta que nos viésemos la iba a poner aun más de los nervios. Cuando salí de trabajar, me fui a casa a preparar la maleta, metiendo en ella correas, cuerdas, flogger de distintos tamaños e intensidades, varias palas y una regla de cuero a la que le tengo un cariño especial. Dentro de la seguridad que tenía, debido a los acontecimientos de los dos últimos días, me quedaba una pequeña duda, de haber ido despacio pase en dos días a precipitarlo todo, pero a veces arriesgando no solo se gana, también esa victoria tiene más valor. Esperaba que mi intuición no fallara, no nos habíamos intercambiado los números de teléfono y podía pasar que una vez en Sevilla, me encontrase solo. En el tren, que por suerte no iba muy lleno, me dediqué a repasar todo lo hablado y vivido hasta ese día con ella, lo que hizo que el trayecto se hiciera corto. Al bajarme del tren, allí estaba, buscando a ver si descubría quién era yo, se la veía nerviosa y hasta un poco impaciente, pasé delante de ella pero no me paré y me puse cerca observándola. Su nerviosismo iba a más, al ver que ya no quedaba nadie en el tren, empezó a pasear.

Me acerqué y presenté, escapándosele un suspiro de alivio…

-Pensé que no había…

No la dejé terminar, cogiéndola del pelo para ver su reacción, la besé, le metí la lengua, saboreé su boca, su reacción no pudo ser más positiva, se agarró a mí y respondió cómo ni yo esperaba, separando su boca de la mía, se agarró más fuerte, metiendo su cabeza en mi cuello, soltó un gemido de placer, se estaba corriendo. Notando que temblaba todo su cuerpo, me separé y la miré de arriba abajo, quería ponerla un poco más nerviosa.

-Me gusta lo que veo, y lo que he notado PERRA, jajajaja.

-Lo siento AMO, no he podido evitarlo, no sabe usted lo mal que lo he pasado, sin poder tocarme, sin poder correrme, solo de pensar en que iba a estar delante de usted, he estado a punto de correrme varias veces, ni se las veces que me he tenido que cambiar de bragas, jajajaja.

-Vamos a cenar algo, ¿Cómo has venido?

-En mi coche AMO, lo tengo fuera aparcado.

-Llévame a cenar y cómo es tu terreno, te dejo elegir,

-Gracias AMO, sé que le va a gustar el sitio.

Al llegar al coche y antes de entrar se quitó el abrigo que llevaba, quedándose con una falda negra de vuelo por encima de las rodillas, una blusa de lunares blancos y negros de seda y transparente, dejando ver un bonito sujetador negro de encaje, medias negras y unos zapatos de tacón fino y alto. Se dio cuenta que la estaba mirando…

-Espero que le guste AMO.

-Ufffff, hasta ahora mucho PERRA.

Se rio, una risa nerviosa, todavía se le notaba que no estaba tranquila. Esperó a que entrara en el coche para hacerlo ella y al hacerlo se subió la falda sentándose sobre su culo, me miró y se la subió hasta dejarme ver unas bragas negras de seda y encaje.

-Me he tomado la libertad de hacer una reserva esta mañana…

Antes de que arrancara e interrumpiendo lo que me estaba contando, lleve mi mano a su coño, no me dio tiempo ni a tocarlo, cuando vi que estaba chorreando, sus bragas apenas podían contener los jugos, metí varios dedos y bruscamente, mirándola a los ojos, empecé a entrar y salir de ella.

-Córrete otra vez PERRA.

Lo hizo, no tardó ni dos minutos en estar jadeando, se tuvo que agarrar al volante, teniendo un squirt, que dejó la tapicería perdida, menos mal que se había subido la falda. Saqué los dedos y aun con la respiración agitada, se los metí en la boca, no hizo falta decirle nada, los dejó relucientes, tanto que si no se los saco de la boca se hubiese corrido otra vez.

– ¿Estas bien PERRA?

-Ufffffff, en el cielo, o en el infierno, da igual, jamás me había corrido así SEÑOR, tendremos que ir a mi casa a cambiarme.

-De eso nada, vamos a cenar.

Me miró y al ver mi cara bajo la cabeza.

-Cómo desee MI AMO.

No tardamos mucho en llegar al restaurante, que fue de mi total agrado, es uno de los mejores de Sevilla. Al ser solo dos y pese a estar muy concurrido, tuvimos suerte y nos pusieron en una esquina, lo que nos permitía libertad para hablar sin que nadie nos oyese. Se quitó el abrigo para sentarse, dejándose un pañuelo de seda que llevaba, tapando sus pechos.

-Dame el mando del huevo PERRA.

-Esperaba que no se acordarse SEÑOR  -riéndose-

-Ve al baño y póntelo PERRA.

Se levantó y se acomodó el pañuelo.

-Quítate el pañuelo PERRA.

-Por favor AMO, se me va a ver…

-Me da igual, quítatelo.

Se lo quitó, le temblaban las manos, efectivamente al ser el sujetador cómo el de la primera noche que se mostró en ropa interior para mí, de media copa, los pezones le sobresalían y se les veían perfectamente a pesar de la blusa. Haciendo de tripas corazón y totalmente roja, y cómo me reconoció luego, excitadísima, se dirigió al servicio. Hizo gentes y de los dos sexos, era todo un espectáculo verla. Al volver, venía más tranquila, hasta se recreó más mientras llegaba a la mesa.

-Ufffffff, AMO siento mis jugos bajar por las medias.

Se acercó el camarero y accioné el huevo, pillándola tan desprevenida que dio un pequeño salto, hasta el camarero creía que se había asustado por algo, se puso de todos los colores, aguanto el tipo muy bien, su cara estaba roja, su sonrisa de estar a gusto complaciéndome, lo decía todo.

-Si sigue usted conectando y desconectando el huevo, me voy a correr aquí mismo AMO.

No quería que se corriese todavía, paré el mando, la deje tranquila y terminamos de cenar con una conversación amena, donde nos pusimos más al día de nuestras vidas. Terminamos de cenar y pedí la cuenta.

-Mientras traen la cuenta ve al baño y quítate el sujetador PERRA.

Si la pinchan no sangra, de cómo se quedó, aun así y al ver mi cara y constatar que no era broma, se levantó y se fue al baño.

Al volver me fijé, no solo yo, jajajaja, todo el mundo volvió la cabeza, más por el movimiento, no eran nada pequeñas, y si muy bien puestas y firmes, que porque se le transparentase, eso sí, los pezones iban a atravesar la blusa de los duros que estaban. Coincidió que se iba a sentar con la llegada del camarero con la cuenta, que no se le cayó de milagro, al toparse con unas tetas como las de MI PERRA.

-Pago yo SEÑOR y espero que le haya gustado.

-Lo que más me ha gustado de la cena eres tú PERRA.

Se sonrojó.

-Pago yo PERRA, te has portado muy bien.

No la deje pagar, nos levantamos y cogí su abrigo para impedir que se lo pusiera, esta vez hasta a mí me dejó con la boca abierta, hizo una salida triunfal, creo que hasta una pequeña figura de hielo que había, se derritió. Al salir si le puse el abrigo por encima de los hombros, hacia frio.

– ¿A dónde vamos SEÑOR?

-Hora de decidir PERRA, o a tu casa que a partir de ahora será la mía, o a un hotel.

-A su casa AMO.

Me gusto la respuesta, tanto que puse el huevo a máximo rendimiento, lo que hizo que se tuviera agarrar a mi brazo, se corrió, más bien se meó, tuvo otro squirt, dejando el suelo mojado. Llegamos a su casa, que para mi sorpresa, vivía en una casa adosada a las afueras de Sevilla, algo que no sabía, abrió la puerta de la cochera con el mando, aparcamos y fue a salir, no la dejé, estaba excitadísimo y empalmadísimo, la cogí del pelo mientras con la otra mano me desabrochaba el pantalón y sacaba mi polla, metiéndosela en la boca. La trate bruscamente, con fuerza, con mis dos manos le marcaba el ritmo, a veces le costaba respirar y con sus manos hacia fuerza en el asiento para intentar soltarse. No aflojé ni un instante…

-Me corroooooooo ufffff, PUTA, me corroooooooo.

Me vacié en ella, una corrida abundante después de varios días sin correrme. La dejé alzar la cabeza, viendo cómo puso su mano bajo su barbilla, para recoger la parte de mi corrida que no pudo retener en su boca, pero lo que más me gusto fue su cara de satisfacción, de excitación. Terminó de tragarse mi corrida, llevándose a la boca la que había recogido con sus manos, que se relamió cuando lo hizo.

-Gracias AMO, has sido más…

CONTINUARÁ…

Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.

Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.

Continúa la serie