Capítulo 26
Mi señor me ha vuelto a pedir que escriba otro relato, en el anterior ya os conté que me he comprado casa, y la verdad que estoy deseando poder estrenarla con mi señor, principalmente que me humille en ella, en todas las estancias si es posible y desde el momento en el que mi señor entre por la puerta de mi casa, que simplemente con un gesto me haga ponerme en mi sitio, que es de rodillas junto a él como haya querido mi señor que este, ya sea semidesnuda o con tan solo puesta una cola, esperando la orden de mi señor, haciéndome sentir sumisa, inferior, su perrita y deseando que esa orden sea que empiece a comer con un simple gesto con la mano o que me coja del pelo y me guie para que empiece a jugar con mi lengua como sé que le gusta a mi señor, haciendo que se corra en mi boca y no tragar hasta que mi señor me lo ordene, para que luego siga humillando a su sumisa como solo mi señor sabe hacerlo, haciéndome sentir que soy inferior a él, que soy su perrita, su sumisa y que tiene el absoluto control sobre mi para que pueda hacer lo que quiera conmigo, y me gusta que me haga sentir así, que me haga sentir placer y un montón de emociones más que ni yo misma puedo explicar ni describir
Aunque para que eso pase falta algún tiempo, mientras tanto mi señor me humilla y me controla a pesar de no estar juntos, una de las formas que tiene de controlarme a parte de tener el control sobre mis orgasmos y sobre cuando puedo o no puedo tocarme, es mandándome que puedo y que no puedo beber si salgo de fiesta o a tomar algo por ahí, hace poco han sido las fiestas y mi señor solo me permitió beber una cerveza con limón, alguna coca cola y agua, ni ninguna otra cosa que no me tuviera permitido. Y no solo mi señor me controla decidiendo que bebo y que no puedo beber, sino también con que ropa interior voy, si puedo usar o no mis redes sociales, si puedo ver o no series o películas, hasta que mi señor decida lo contrario.