Capítulo 1
- Humillé a mi ex con ayuda I
- Humillé a mi ex con ayuda II
- Humille a mi ex con ayuda III
Esto es algo que sinceramente no esperaba, pero que a la vez deseaba, algo que se cocinó a fuego lento.
Con las redes sociales, como todo el mundo, recupere viejos grupos de amigos, de las distintas actividades que realizaba en el instituto.
Uno de estos grupos era el del teatro. Nos pusimos en contacto y tras mucho intentos de quedadas al final conseguimos quedar para comer en fechas navideñas.
El primer año fue el que más gente reunió, aunque hubo faltas significativas, entre ellas la de mi primera novia, una relación que se rompió allá por el 89.
Recordamos viejas anécdotas e historias de la juventud, a partir de ese día retomamos el contacto, aunque quedar era difícil porque todos tenemos ya una vida distinta, sí que acordamos quedar todos los años en Navidad para comer, cosa que hasta la fecha se ha cumplido.
En la Navidad del 2018 nos volvimos a juntar y otra vez falto mi ex, pero a lo largo de la comida y en parte gracias a la bebida, a mi amiga Tere se le empezó a ir la lengua y en una de las cosas que decía, se le escapo que Paola no venía porque estaba, yo.
No me lo podía creer, después de 30 años y siendo ella la que cortó la relación, no era capaz de ponerse delante de mí. Una relación que yo superé hace muchísimo tiempo, gracias a esa ruptura descubrí realmente mi ser, descubrí que era Dominante, en el fondo hasta le estaba agradecido. Así se lo hice saber a Tere y al resto del grupo, obviamente omitiendo la parte de la dominación.
La comida se alargó hasta la noche, hasta que llegó la hora de irnos, fui de los primeros en retirarme, al estar dentro del coche y pasar delante de todos, me lleve una grata sorpresa, Tere metió la cabeza por la ventanilla y me dio tres besos en la boca, dejándome fuera de lugar, además agrego un te quiero.
Ese te quiero se lo puedo achacar al alcohol, lo mismo que los besos, pero me dio que pensar y mucho. Por mi forma de ser y sabiendo que a ella o eso pensaba yo, no le iba a gustar para nada mi forma de ser y sentir, lo dejé pasar y para nada volví a pensar en esa situación. Os voy a hablar de Tere, en su tiempo fue una de mis mejores amigas y confidente, siendo a la vez amiga y compañera de clase de Paola. Mide 1.60 más o menos, delgada de más para mi gusto, guapa, muy agradable y simpática además de dicharachera.
Pero se echó un novio que no había por donde cogerlo, gilipollas a no poder más y eso hizo que nos fuésemos distanciando, ni yo le caía bien a él, ni por supuesto él me caía bien a mí, bueno ni a casi nadie.
Cuando ella y yo nos veíamos, se podía ver que nuestra amistad era y es sincera y para siempre.
Todo esto es importante de saber para lo que aconteció esta última Navidad.
Por tercer año consecutivo nos juntamos gente del grupo de teatro, y esta vez para mi sorpresa apareció Paola, parecía que venía vestida para mí, no era así, pero venia con falda, medias o pantys y tacones finos y altos, me daba igual, la verdad es que aún seguía siendo muy guapa, y está bastante buena. La verdad que la comida resulto bastante amena, como siempre contando anécdotas de nuestra vida, de cómo nos va a todos, cosas sin importancia, al principio no le di importancia a que Tere se sentara a mi lado, y se pasara todo el día pegada a mí.
Con Paola la conversación al principio reconozco que algo nerviosa y tonta, conforme iba pasando el día se fue normalizando, llegando a ser amena y entretenida.
Al terminar la comida algunos nos fuimos a casa de uno del grupo que vivía allí cerca. Allí empezó todo, como Tere no conduce y a la comida la llevo otro amigo, que no se quedó, sin malas intenciones, le dije que no se preocupara que cuando nos fuésemos la llevaría a su casa, que, aunque me pillaba bastante lejos de donde vivo, no me importaba.
Nos subimos cada uno en su coche, la única que no llevaba coche era Tere, y nos dirigimos hacia casa de nuestro amigo. Al final entre una cosa y otra, nos quedamos los últimos, me subí al coche y se sentó junto a mí, nada más sentarse se abalanzo y me dio un morreo que me puso como una moto, un morreo al que yo respondí, más por instinto que por otra cosa lleve mi mano derecha a uno de sus pequeños pechos y se lo pellizque, porque eso sí, el pezón estaba duro como una piedra.
Al sentir el pellizco se retiró del beso, y cuando pensaba que se iba a apartar y a quejarse, me miro con una cara de excitación y de PERRA que me hizo empalmarme más, y se enganchó aún con más fuerza a mi boca, y seguí pellizcándole el pezón. Como pude la separe, porque si no os juro que me follaba allí mismo.
-Vamos a parar, no quiero que luego te arrepientas y perdamos la amistad Tere.
-Tere. -Llevo deseando esto desde hace mucho tiempo, pero no se ha presentado la ocasión, o cuando se presentaba me echaba para atrás, así que no quiero pensar en mañana.
-Vámonos para la casa de Juan, que se van a creer que nos hemos perdido.
– Tere. -Vale, seguramente es una locura.
-Luego hablamos.
Ya no dije nada más, arranque y mientras llegábamos se recompuso y se volvió a pintar los labios, pasándome un pañuelo para quitarme todo el carmín que tenía por toda la boca. Iba pensando en todo, en el problema que se me presentaba, la verdad es que de siempre me ha gustado mucho, pero soy Dominante, no me excita el sexo normal.
Una vez en la casa, y tras aguantar el cachondeo por parte de todos, los ilusos pensaban que nos habíamos perdido, no sentamos y mientras el dueño de la casa ponía una tapas y unas cervezas, la mayoría sin alcohol, entablamos una conversación normal, como si no hubiese pasado nada, también se unió Paola, empezamos los dos a recordar viejos tiempos, solo los buenos, la verdad es que sinceramente en mi vida me había sentido tan descolocado, si algo tengo es que me gusta tenerlo todo controlado, y esta vez no controlaba nada, ni mis sentimientos.
Todo este descontrol me hizo decidir mis pasos respecto a Tere en el momento en que se subiera al coche. Así estuvimos un par de horas, hasta que a las diez de la noche dije de irnos y todos lo secundaron.
Nos despedimos y quedamos como todos los años en seguir en contacto a través del grupo de whatsapp, nos dimos dos besos, aunque los dos besos de Paola fueron peligrosamente cerca de los labios. Nos subimos al coche y nada más retirarnos de la vista del resto….
-Desabróchate los pantalones y quítatelos ¡¡¡ya!!!
Quería terminar con la incertidumbre, o lo hacía, cosa que me sorprendería o me diría que no, que todo era una locura, sinceramente esto último es lo que quería y esperaba. Me equivoque, me miro con cara de asombro, para el mío, se desabrocho los pantalones y alzando el culo se los saco, se quitó los zapatos y se los quito del todo, quedándose con un tanga negro con algo de encaje.
-Quítate también esos calcetines.
Llevaba un calcetín tipo media y es una cosa que odio. Me miraba entre asombrada y excitada, cuando se los quito los iba a dejar caer al suelo del coche, pero le puse la mano y sin decirle nada, entendió que me los tenía que dar, aunque no sabía para qué, me los dio, baje un poco la ventanilla del coche y los tire.
Una vez que la tenía como quería y mientras conducía con una mano, llevé la otra a su coño, que estaba chorreando, empapado y empecé a masturbarla, al principio con suavidad, pero iba aumentando el ritmo
– Tere. -Agggggg, sigue, por favor no pares, te juro que llevo más de dos años, ufffffff, sin tener un orgasmo, mi marido, agggggg, no me toca, agggggg, prefiere quedarse en el sofá a dormir, el muy hijo de putaaaaaa me corroooooooo…
Se corrió, o mejor dicho se meo, se quedó como traspuesta, cosa que aproveche para aparcar el coche en una zona oscura y tranquila. Salí del coche y aunque hacia un frio de cojones, el calentón que llevaba podía más que el frio, fui hacia su lado y abriendo la puerta le dije que se pusiera los zapatos, cuando se los puso, la cogí del pelo sacándola del coche.
-PERRA no sabes dónde te has metido, hoy te voy a follar como la PERRA que eres, luego tu sabrás si quieres seguir hablándome, pero hoy te vas a ir calentita. No decía nada, solo seguía con esa cara entre PERRA y asombrada, supongo que no se esperaba esa actitud por mi parte. Abrí la puerta de atrás, la hice subir y ponerse a cuatro patas y a pesar del frio, tenía ya un empalme de cojones, sin miramientos aparte el hilo del tanga y se la metí de golpe en el coño, un coño extrañamente estrecho y eso que tiene dos niños.
– Tere. -Agggggg, siiiii, ufffffff, cuanto tiempo, agggggg.
-Calla PUTA, quien te ha dado permiso.
Diciéndole esto empecé a azotar su culo, hacia esfuerzos por no hablar, pero sus gemidos iban creciendo hasta que llego un momento en que no pudo aguantar y empezó a correrse y a gritar de tal forma que hasta los perros que había por los alrededores, empezaron también a aullar.
El cansancio o la flojera que le entro después de correrse hizo que hincara la cabeza en el asiento, aunque seguí follándomela hasta que no pudiendo aguantar más me corrí en su coño. En ese momento no sabría como reaccionaria cuando recobrara el resuello y la cordura, si sabía que para mí no había marcha atrás, así que, sin darle tiempo a pensar, la saque del coche.
-PUTA, te has corrido dos veces, como una PERRA, pero la primera vez has manchado el asiento, así que ahora toca limpiarlo.
La verdad es que sí, que había manchado la tapicería y que estaba húmeda, pero de la forma que yo la iba a hacer limpiarla, no iba a servir para nada, solo quería humillarla aún más, o me mandaba a la mierda o es que acabábamos de descubrir a una PUTA SUMISA más.
Le metí la cabeza en el asiento y por unos segundos se mostró reacia, enseguida saco la lengua y empezó a limpiarla. Mientras lo hacía volví a azotare el culo, y esta vez más fuerte.
Cuando considere que ya estaba bien, y además hacia un frio de cojones, le dije que se sentara y me fui para mi lado, me senté arrancando el coche y poniendo la calefacción, porque en todo momento tanto ella como yo no nos habíamos quitado los abrigos, sí que el coche se había quedado helado. Resoplaba e intentaba recuperar la normalidad sin decir palabra, arranque, e hizo intención de ponerse los pantalones.
-PERRA, en qué momento has oído que te puedes poner los pantalones.
Me miro por primera vez con cara de miedo, pero no dijo nada, solo los dejo en el suelo.
En ese momento salto un whatsapp en mi pantalla, y como iba conduciendo y vi en la pantalla que era Paola, cosa que me extraño, porque solo hablaba por el grupo, era la primera vez desde que teníamos el grupo que se dirigía a mí por privado. Le dije a Tere que lo leyera.
Cogió mi móvil y le di la clave de desbloqueo, entró en el whatsapp y me lo leyó.
-Paola. -Hola Paco, me ha gustado mucho volver a encontrarnos, me gustaría quedar contigo algún día para tomar café, si quieres antes de irte a Lisboa o en algún momento cuando vuelvas.
– Tere. -Esta quiere algo más que un café, jajajaja.
Vi que la cara le había cambiado, estaba más relajada, se le había quitado la cara de susto. No me convenia que se relajara, no quería que lo hiciera por lo menos hasta que estuviese en su casa, no me encontraba con ganas de aguantar lamentos y arrepentimientos, así que…
-Quien te ha dicho que hables, ¡¡¡PERRA!!!, y quítate el tanga ¡¡¡ya!!!
Conseguí lo que quería, y sin decir palabra se quitó el tanga y me lo dio. Lo olí, además de estar chorreando olía a PUTA, lo arrugué y lo metí en el lateral de mi puerta.
-Coge mi móvil y contéstale PERRA. Dile que me voy el lunes pero que vuelvo el cuatro por la mañana, así que nos vemos el cuatro a las seis en la Isla del Zaidin.
A lo mejor en frio, le hubiese contestado de otra forma, dándole a ella la opción de escoger hora y lugar, pero en ese momento mi mente estaba en un punto que solo pensaba como Dominante. Lo que más nos sorprendió es que no había pasado un minuto cuando contesto que sí, que allí estaría. Le dije a Tere que le escribiese que fuese como iba hoy que me había gustado mucho. Tardo en contestar un poco más, pero su respuesta fue “vale”.
Seguía conduciendo y cuando vi que estábamos llegando, le dije a la PUTA que ya se podía poner los pantalones. Sin hablar los cogió y se los puso, no le volví a dirigir la palabra hasta unos metros antes de llegar a su puerta, que pare.
-A ver PERRA, no quiero que me digas nada, ahora cuando llegues a tu casa y pienses lo que aquí ha pasado, me escribes, tienes tres opciones, la primera es que no quieras saber más de mí, lo que yo respetare y no volveré a hablarte más, pero no me voy a salir del grupo, la segunda es quedar como estábamos antes, amigos, por mí no vas a tener problema, no será la primera ni la última vez que me encuentre en una situación como esta, ya somos mayorcitos, y la tercera, convertirte en mi PERRA, pero ya has visto lo que hare contigo, y esto no es nada para lo que te puedo hacer. Si te decides por la tercera, te daré ciertas instrucciones que has de seguir, si ves que no vas a poder, sigues estando a tiempo de escoger otra de las dos opciones anteriores. Volví a arrancar y la acerque hasta su puerta, me miro, no dijo nada, solo salió del coche cerró la puerta y se marchó. Mientras volvía a casa me puse a pensar en todo esto, en cómo había disfrutado sin esperarlo y de quien menos lo esperaba, también se me vino a la mente Paola, y lo que se me vino no era muy bueno, pero todo iba a depender de la respuesta de Tere. Llegue a casa y me metí directamente en cama, pues al día siguiente por la noche, me tocaba volver a Lisboa, así que como hago muchas noches, le quite el sonido al móvil y me quede frito en un plis plas. Me desperté sobre las ocho de la mañana, mire el móvil y vi que tenía varios whatsapp, entre ellos uno de Tere, pero pase totalmente, me fui a tomar mi café y a leer el periódico, sobre las diez de la mañana entre y lo leí.
– Tere. -Espero que no te moleste que te escriba tan tarde -lo escribió sobre las 3:00 de la mañana-, no puedo aguantarme más. Me has sorprendido, y mucho, no esperaba esto de ti, pero mentiría si te dijera que jamás he disfrutado tanto, y eso que hasta ha habido un momento en el que he sentido miedo, pero a la vez algo dentro de mí me decía que siguiese. Sabes de mis limitaciones, dentro de ellas también tengo mucha libertad. Me gustaría verte otra vez, adentrarme y ver hasta donde me puede gustar esto. Aun tarde un rato en contestarle quería que se pusiese nerviosa al ver que lo había leído y que no le contestaba. A las dos horas más o menos le conteste.
-Está bien, pero a partir de ahora serás PERRA o PUTA, siempre que estemos solos, a mí me llamaras Amo o Señor. Jamás volverás a llevar pantalones en mi presencia o cuando te lo pida, aunque yo no este, jamás volverás a llevar tanga, solo bragas, y por supuesto siempre, y digo siempre medias y zapato de tacón. No te debo nada, es decir puedo estar con quien me dé la gana, aun estando tú presente, te podré usar como quiera, cuando quiera y donde quiera. Respetare los momentos de la familia y de tu trabajo, el resto del tiempo me perteneces, por lo que todos los días me harás un resumen de lo que vas a hacer ese día. Si compruebo que me mientes o que no haces lo que te pido, se acabara. Te voy a humillar y usar, te puedo prestar, ceder y hasta prostituirte si quiero. Léelo bien y cuando estés segura contesta, de antemano te advierto que solo acepto un sí o un no, ningún punto anterior es negociable.
En un principio todo lo que puse lo hice con la intención de que contestara con un no, pero mentiría si dijese que lo que deseaba era una respuesta afirmativa.
Lo mande, deje el móvil y me puse a preparar la maleta y arreglar cosas en la casa antes de irme, iba a volver el sábado para pasar los Reyes. Sentí varias veces sonar el móvil, seguí con lo mío y hasta la hora de comer no miré el móvil.
Tenía varios whatsapp, pero de ella había dos. Lo abrí y el primer mensaje decía SI, pero en el siguiente mensaje decía SI AMO. Me salió una sonrisa, dejé el móvil y me fui a comer. Después de comer le escribí
-Buenas tardes PERRA, para empezar, no quiero que te toques hasta que no nos veamos otra vez, y por cierto te quiero depilada, no tenías mucho pero no me gusta que tengas ni un pelo. Y otra cosa que quiero que hagas es que sondees a Paola, solo dile que viste su nombre en la pantalla de mi móvil mientras te llevaba a casa. Cuando sepas algo me escribes mientras tanto solo yo me dirigiré a ti cuando quiera, estos días tengo mucho trabajo y no sé cuándo podremos hablar, de todas formas invéntate algo, pero el cuatro por la tarde te quiero libre, di que vas a comprar regalos o le que te dé la gana y que luego vas a tomar algo con Paola.
– Tere. -Si AMO.
Nuevamente me sorprendió, también lo achaque a que aún estaba en una nube con lo que sintió por la noche. Aparqué el asunto y no volví a hablar con ella hasta el día 03, ya que era verdad que como era primero de año y había mucha gente de vacaciones, tenía mucho trabajo.
– Tere. -Buenos días AMO, espero no interrumpir su trabajo, no le he escrito antes porque hasta ayer no pude hablar más detenidamente con Paola, vino a casa, como sabes se lleva muy bien con mi marido. Por lo que le sonsaqué quiere retomar la relación con Ud., se quedó sorprendida al ver cómo ha cambiado y como ha vivido estos años, lo que no le pude sacar es que tipo de relación quiere tener, si de amistad o algo más, pero no hay que ser muy tonta si después de lo que le escribí en su nombre acepto sin poner un pero, así que, si aparece vestida como Ud., le dijo es que quiere algo más.
-Ok PERRA, muchas gracias, a las siete te quiero por allí.
– Tere. -Allí estaré AMO, ya tengo excusa para estar más tiempo, además le dije a Paola que cuando terminase de comprar la llamaría para tomar algo, a eso no me contesto, pero mi marido lo oyó y da por sentado que estaremos juntas hasta tarde.
No volví a hablar con ella, aún tenía mis dudas de que se presentara, pero si lo hacía de una forma u otra iba a disfrutar, o con las dos o solo con ella.
Mientras viajaba de Lisboa a Granada, mire los hoteles y vi que en los Abades Nevada tenían un buen precio, supongo que como son fiestas donde todos están en sus casa para recibir los reyes, estaba muy económico así que reserve una habitación.
El sábado me baje con tiempo, cogí la habitación y deje mis juguetes en una mesa, sí que puse una cuerda en cada una de las patas de la cama.
Me fui con tiempo a la cafetería, no quise entrar, quería que se pusiese nerviosa si es que estaba, claro, si era como yo recordaba siempre llegaba tarde, pero esta vez no, me asome a las seis y cinco y allí estaba sentada en una esquina esperando, la verdad es que estaba lleno, lo normal en esas fechas. Vi que iba con una falda beige con adornos de flores una blusa verde oliva y unas medias o pantys, aunque si ella se acordaba de mis gustos iría con medias, sí, ya de joven me gustaban las mujeres con medias, y eso también sería un punto a mi favor.
Antes de seguir quiero dejar claro que aunque ya no sentía nada, y que el tiempo hace olvidarlo todo, el retomar el contacto, el haber recibido el whatsapp en el momento que lo recibí y al haber contestado con la prontitud que lo hizo y como lo hizo, mi sed de venganza se acrecentó, por la forma en la que me dejo, no me iba a andar con medias tintas, iba a usarla y humillarla desde el primer segundo.
Si salía mal solo podía ser que se levantara y se fuera, pero si no, esa tarde noche iba a tener a dos PERRAS a mi disposición, buen regalo de Reyes pensé. Entre y me dirigí a la mesa, cuando me vio se levantó y fue a darme dos besos, pero yo se lo di en la boca, y hasta con una mano le toqué el culo. La descoloque, pero no dijo nada, solo sentó.
-Paola. – ¿Cómo estas, estarás cansado del viaje no?
-Si un poco, pero he echado una siesta, me gusta como has venido, pero lo que más me ha gustado es que me hayas obedecido. La volví a descolocar, tanto que su respuesta fue más por lo nervios que por otra cosa.
-Paola. -Bueno no me cuesta nada complacerte.
Para terminar de descolocarla, sin miramiento y sin importarme si alguien nos veía, puse la mano en su rodilla y la subí hasta que llegué a la blonda de las medias, y pude comprobar que llevaba medias.
-Ya veo que es verdad que me quieres complacer, te has acordado de que me gustan la medias. Mira Paola, ya tengo, bueno ya tenemos una edad porque somos de la misma quinta, y ya no me ando con tonterías, si has quedado conmigo para solo un café, ya te puedes estar yendo, pero si lo que quieres es tener un rollo conmigo, de antemano te digo que también te equivocas y que también te puedes ir, pero si lo que quieres descubrir quién soy como más o menos le has dicho a Tere -ahí me miro con una cara pensando como sabia eso-, ya estas yendo al baño y quitándote las bragas, y quiero que las traigas en la mano.
– Paola. -¡¡¡qué te crees imbécil!!!
Echa una furia se levantó cogió su abrigo y salió hacia la puerta. Pensé que todo había salido mal, así que me dispuse a esperar a Tere, por lo menos con ella me desahogaría. Para mi sorpresa a los cinco minutos apareció otra vez, con el abrigo en una mano y algo en la otra, ese algo eran sus bragas. Llego a mi lado y extendió la mano dándome sus bragas, negras muy bonitas de seda y encaje y mojadas. Sin decir ni palabra se sentó a mi lado y me miro sin saber que decir, roja como un tomate
-Pídeme un café con leche.
Sin darle tiempo a más me levanté y salí a la puerta a escribirle a Tere, no quería que ella se diera cuenta.
-PERRA, te quiero a las siete y media en el hotel Abades Nevada, habitación 425, la puerta estará abierta, entra sin hacer ruido
Al minuto.
– Tere. -Si AMO.
Satisfecho me fui dentro, ya tenía el café en la mesa, ella tenía un té, que ya tenía que estar helado, pero eso a mí me daba igual.
-Ves como lo que quieres es pasar un buen rato PERRA.
Me miró otra vez con cara de pocos amigos, pero aguanto y no dijo nada. Me tome el café y sin preocuparme de si había terminado me levanté.
-Paga esto y te espero en la puerta PERRA.
Sin mirarla me encaminé a la puerta y salí. Tardo cinco minutos en salir, entre pagar, ponerse el abrigo y supongo que los nervios.
-Mira PERRA, esto es lo que hay, me voy para el hotel los Abades, si quieres me sigues con todas las consecuencias o te vas para tu puta casa.
– Paola. -Pero me tienes que llamar PERRA.
-Te llamare como me salga de los huevos PERRA.
Tire para el hotel y dudo unos segundos, pero en seguida vino detrás. Nada más entrar en el ascensor me puse detrás y abrazándola, cogiéndola por las tetas, la pegué al espejo de ascensor.
-Mira la cara de PUTA que tienes, si ya las bragas estaban mojadas ZORRA, solo con tocarte y pedirte que te las quites.
Le solté una teta y metí la mano bajo la falda, a la muy PUTA le llegaba el líquido de su coño a la blonda de las medias, además me di cuenta de que llevaba liguero. Llegamos a la habitación y me dirigí al sillón y mirándola le ordené que se desnudase. La verdad es que no se aun el motivo de porque obedecía, porque en sus mejillas se veía unas lágrimas, aun así obedeció y se quitó la falda dejándola caer al suelo y dando un paso adelante para dejar la falda a un lado, a continuación se quitó la blusa, con los nervios no atinaba a desabrocharse los botones. La verdad es que a pesar de los 52 años la muy Puta se cuidaba muy bien, allí la tenía, delante mía, solo con el sujetador, el liguero las medias y los zapatos.
-Quítate el sujetador PERRA.
Seguían cayéndole las lágrimas por las mejillas, aun así se lo quito, uffff, aun las tenía muy bien puestas. Me levante y me quite la ropa, quedando desnudo en un santiamén, me acerque, la lleve a la mesa, le hice poner las manos en la mesa y mirando al espejo, me puse detrás y metiéndole la mano en el coño empecé a masturbarla, quería que se corriera para terminar de doblegarla.
– Paola. -Agggggg, uhmmmm sigueeeeeee me voy a correr Paco.
Al sentir mi nombre saqué la mano y le di el primer azote con todas mis ganas.
-AMO o SEÑOR, PERRA.
– Paola. -Si SEÑOR lo que Ud., desee, pero deje que me corra.
Volví a meter mis dedos en su ya chorreante coño y con furia la masturbé.
– Paola. -Agggggg me corroooooooo y soltó un grito cuando se corrió a la vez que si no la cojo se hubiese caído al suelo. Viendo la hora y que Tere estaba a punto de llegar, la cogí del pelo y sin miramiento la tiré sobre la cama. Saqué las muñequeras y las tobilleras y se las puse sin nada de resistencia, aún estaba gimiendo de su orgasmo, ya no había lágrimas. Cuando vio que la estaba atando con las cuerdas a las muñequeras fue a decir algo, pero al ver mi cara se cayó y hundió aún más su cara, termine de atarle también los pies y cogiendo una bola se la puse en la boca para que no pudiese hablar. En ese momento vi a Tere en la puerta y aunque mi plan era que no la viera de primeras, teniéndola como la tenía y sabiendo que no podía hablar.
-Entra PERRA
Al oírme, casi se le salen las bolas de los ojos, y volvieron las lágrimas, pues no podía hablar ni moverse. Entro Tere en la habitación, también se le veía nerviosa, pero a la vez decidida. Vestido negro, medias y tacones negros.
-Quítate el vestido Perra.
– Tere. -Si AMO.
Se lo quito y a pesar de no tener de casi nada, bueno un buen culo sí que tiene, no traía sujetador, pero si una bragas negras.
-Súbete a la cama PERRA y cómele el coño a esta PUTA.
– Tere. -AMO, no lo he hecho nunca.
-Siempre hay una primera vez PERRA.
Sin más se subió a la cama y empezó a comerle el coño, mientras yo que ya estaba como una moto, me subí detrás de ella y mientras le comía el coño a la PUTA de Paola, le levante el culo, le quite las bragas, que con su ayuda las saque del todo y se la metí en el coño.
– Tere. -Agggggg, gracias, ufffffff no sabe cuándo lo necesitaba.
-Calla PUTA, no pares hasta que sientas que se corre.
Mientras le comía el coño a la PUTA de Paola y yo me la follaba, observe la cara de Paola y observe que estaba disfrutando, que su cara había cambiado y estaba a punto de correrse.
– Tere. -AMO, Paola se ha corrido o meado no sé qué decirle agggggg, ¿me puedo correr yo? Aggggggggggggg, no voy a aguantar.
-Córrete PUTA.
Se corrió soltando un alarido, y yo que estaba a punto, pero no me quería correr aun, me salí de la PERRA de Tere.
-Desátala PERRA y quítale la bola de la boca.
En desatarla tardó un segundo, pues los nudos siempre los hago corredizos, la bola de la boca tardo un poco más, al quitársela cayeron un montón de babas. La quite de malas maneras y me tumbe en la cama.
-PERRA, siéntate en mi polla, y tu PUTA, ponte de pie en la cama y que te coma el coño.
Paola iba a protestar por primera vez, pero no le di opción la cogí de los pezones y se los aprete hasta que le volvieron las lágrimas, pero extrañamente no se quejó, al revés, sentí como por mi polla caía más liquido de su coño. Tanto Tere como Paola gemían como locas, una con mi polla en su coño y la otra siendo comido su coño por primera vez por una mujer.
El primero en correrse fui yo, haciéndolo ellas a la vez. Quería terminar de humillar a Paola y no la iba a dejar aún. Me bajé de la cama y la volví a coger del pelo y la puse otra vez con las manos en la mesa y mirando al espejo.
-Que ves PERRA, di que ves.
Con lágrimas en los ojos…
– Paola. -A una PUTA.
Saque una pala de la mochila y cogiéndola del pelo…
-Estos azotes son por los años que he tardado en vengarme ZORRA.
Sin darle tiempo a decir nada, empecé a darle azotes con ganas, hasta 30 azotes le di. Cuando termine tenía el culo al rojo vivo, la muy PUTA seguía chorreando. Para terminar la cogí del pelo la llevé al baño y metiéndola en la ducha la hice poner de rodillas y sin decirle nada empecé a mearme en ella. Cuando termine salí del baño y la deje allí derrengada, sollozando, pero con una cara de PUTA que no podía con ella.
Cogí toda su ropa y se la tiré encima.
-Vístete PERRA, y te vas ya, las PERRAS como tú no tienen derecho ni a lavarse
Sali fuera y me senté en el sillón.
-Tú PUTA a cuatro patas y ya me estas comiendo la polla, me quiero correr en tu boca de GUARRA
Se arrastró a cuatro patas hasta donde estaba y empezó a comerme la polla, la PERRA de Paola salió vestida y oliendo fatal y sin decir nada cogió su abrigo y salió por la puerta. Todo había salido como quería, así que una vez que me corrí en la boca de la ZORRA de Tere, di por terminada la noche. Entre besos y caricias, mientras nos duchábamos sonó mi móvil, pero no le hice caso, hasta que ya estábamos vestidos.
-No te pongas las bragas ZORRA, quiero tocar tu coño hasta que lleguemos a tu casa.
Mientras se vestía mire mi móvil y vi un whatsapp de Paola
-Paola. -GRACIAS SEÑOR…
CONTINUARA…
Como siempre os dejo mi correo ra_ul1967@hotmail.com, mi Skype ra_ul1967, y mi telegram @Amo-Leo, para quien se quiera poner en contacto conmigo.
Me gusta adiestrar, y humillar a parejas, tengo bastante experiencia, si alguna pareja quiere conocerme que se ponga en contacto conmigo.