Saludos a tod@s

Yo. Soy un hombre de 53 años casado con hijos, situación estable, de la cual la monotonía y el querer hacer o tener algo diferente desde lo sexual, me ha rememorando a mi pasada juventud ya hace 38 años, en la cual esa libertad de salir, de rumbear, de aventura, de explorar, de ser atrevido, de la osadía, de la inexperiencia, de me vale una mierda la vida.

Me trajo un grato recuerdo.

En el cual perdí mi virginidad anal.

Yo un chico impúber,

El, un señor mayor de unos 45 años.

Por razones laborales yo siendo un chico mensajero en bicicleta, debía entregar las mercancías o pedidos que clientes solicitaban por teléfono.

Por esta razón, un cliente que hacía pedidos con mucha regularidad y al cual por mi trabajo debía llevarle los domicilios, se fue generando una confianza de la cual el con el pasar de los meses fue aprovechando, molestándome con comentarios e insinuaciones no muy formales.

Más bien directas e indecorosas sexualmente.

«Eres un chico muy guapo y me gustaría sobarle y hacerle masajes en ese culito»

«por qué no pasas y hacemos cositas»

«Mira que te tengo un regalito (este hpta depravado se cogía los huevos y me decía que se los tocara)»

Cómo eso y otra más que ya no recuerdo.

Era muy insistente y día a día el acoso y sus comentarios se pasaban de la raya.

Yo por pena y por el que dirán mis compañeros y jefes no dije nada de este acoso.

En silencio seguía soportando los acosos y morbosidades que este sujeto me decía cada que debía ir allá a entregar los pedidos que el hacía y que se hicieron mucho más frecuentes.

Pasó el tiempo y por azares de la vida, vi unos recortes de revistas de hombres teniendo sexo, vestidos en cuero y sombrero (esto en los 80tas) era demasiado tabú, pero me quedó dando vueltas en la cabeza esas imágenes, pasado otro tiempo corto, entregando un domicilio vi por las rendijas de una ventana un corto pero excitante video o película de hombres con hombres teniendo sexo anal, lo poco que pude ver era cuando uno le acariciaba el culo al otro y otro le chupaba el pipi a otro más.

En fin yo entregué el pedido, cobre y me fui, en el camino recordé las imágenes de los tipos en cuero y las asocie con el corto video que vi y la verdad que me excité mucho.

Así pasaron unos días yo con mi rayada de cabeza porno gay y con interés de saber que pasaría si yo me dejaba acariciar del tipo acosador y del cual no sabía nada, ya que no había vuelto a pedir domicilios.

Pasó más de un mes cuando me tocó nuevamente ir a la casa del acosador a llevarle una mercancía que había pedido.

Cómo siempre el con su acoso y con las ganas de tocarme el culo.

Yo ya por la curiosidad, empecé a charlar con él y a preguntarle que porque conmigo que yo era muy joven a lo que responde que eso es lo que le gustaba de mi en fin con el pasar de los días entre más charlaba con él y con su insistencia de besarme el culo y yo con mi inocencia y con el morbo a flor de piel me fui concienciando de permitirle que me acariciara el culo.

Un buen día amanecí con muchas ganas de vivir la experiencia de cómo sería esas caricias y le dije que si que listo que para el fin de semana el día que no trabajará yo le llegaba.

Como todo un pendejo me fui solito para esa casa pase muy cerca a mi lugar de trabajo evitando que alguien conocido me viera ir hacia esa casa, una casona grande en el barrio teusaquillo en Bogotá.

Al llegar este señor me recibió y me dijo que subiera, que pasará de una al cuarto que quedaba al fondo, un cuarto grande con muebles rústicos y una cama de esas con barandas para colocar toldillos con cortinas de techo a suelo por todo lado y que lo hacían muy oscuro, con un olor en el ambiente a guardado a viejo a humedad pero muy acorde a la necesidad de clandestinidad que yo quería al rato subió este señor en bata de esas de salida de baño una tela gruesa oscura y olorosa a un perfume no muy fino pero tampoco tan desagradable, cerró la puerta y yo estaba sentado en un butaco que había cerca de la ventana me acaricio la cabeza, la cara me dio beso en la mejilla me paro de la silla y me hablaba de que…. No se por el susto que tenía, me fue acariciando me cogió de las nalgas y me las apretó me quitó el suéter y la camiseta que llevaba, yo ya había entrado ya solo tenía que dejarme tocar y manosear de este señor fue mi decisión de ir a experimentar cosas y situaciones, me besaba, me tocaba por todo lado me sentía muy incómodo y más con esa barba sin afeitar de día o días, me soltó el pantalón y me lo bajo con calzoncillos, me lo quito lo tiro a un lado me dejó totalmente desnudo, de reojo me vi en un espejo que había en la habitación y la verdad fue una cosa indescriptible (susto, pánico, deseo, lujuria, fantasía no se hasta hoy).

Cogió mi pene lo acaricio lo froto en la cara lo besaba lo chupaba se refregaba con él en fin me manoseo lo que quiso.

Luego me cogió de las nalgas las frotaba con las manos me abría las nalgas y trataba de meterme el dedo pero no podía yo un chico puberto sano sin ninguna experiencia en mi total inocencia, hay en manos de un depredador en su territorio a merced de este y completamente desnudo permitiéndole que hiciera conmigo lo que por tanto tiempo me decía quererme hacer.

El en su éxtasis de tener un chico joven, novato, puro, fresco, intacto, virgen, no lo podía creer me acariciaba con ansia, con delicadeza, con morbo, con deseo, en medio de toda esa lujuria que había en el ambiente, con besos y caricias poco a poco me iba abriendo las nalgas las besaba me daba lengua en el ano (algo aterrador y antihigiénico para mi) pero ya no podía escapar de las garras de este lujurioso y pervertido señor.

Besos y más besos me recostó boca abajo a los pies de la cama y me daba lengua en mi culito, metía esa lengua lo más que podía me metía los dedos me escupía el culo y lo abría, así paso mucho rato me dio una chupada de verga y me lamia los guevos me acariciaba incesantemente, me puso su verga para que yo se la masajeara y que le diera besos, por mi inexperiencia me parecía muy repulsivo asqueroso meterme a la boca y chupar esa verga dura y venosa como de unos 12cm, igual termine asiendo lo que el me decía y lo hice de acuerdo a lo que le veía hacer conmigo.

Me metía los dedos, se puso algo en la mano que me lo unto en el culo, sentí algo frío me seguía metiendo los dedos y ya empeso a meterme su pipi poco a poco, sin entrar en mi culito ya dolía lo intentaba y el dolor se hacía más fuerte una sensación de desgarro terrible, yo en medio de esa situación le decía que no, que no me lo metiera que eso me dolía mucho que yo me iba que ya no más, me quite y me fui a poner mi ropa para irme y el me tomo de un brazo me acaricio me calmo me prometió que no me iba a lastimar que solo me iba a acariciar con la manos los dedos y la lengua y así me dilataba más. Yo sin saber para dónde coger o salir me deje convencer, en mi mente solo pensaba el gran error que había cometido al ir a esa casa y dejarme acariciar de este señor estaba perdido en mis pensamientos por el susto de estar ahí encerrado en esa habitación lúgubre desnudo e indefenso.

Pero a la vez pensaba en el dolor que me producía cuando esté intentaba meter su verga en mi culo, en cómo ese señor me iba a meter esa verga, como yo estaba en esa situación, a qué hora o mento yo accedí como putas me metí en la boca del lobo.

El muy paciente y comprensivo habilidoso de no dejar ir la presa continuaba acariciándome, me abrazaba, me decía que no me preocupara que el me lo aria con cuidado para que no me doliera, seguía con las caricias con la metida de dedos en mi culito virgen, me daba besos en la espalda en los brazos en el pecho en las piernas en las nalgas y metía su lengua me puso unos cojines y me dijo que me los pusiera debajo en el estómago, me levanto las nalgas yo con el culo al aire levantado izado como su gran trofeo el seguía metiendo sus dedos ya estos los sentía más adentro, se acomodo incafo en una rodilla y el otro en pie y nuevamente empezó mi calvario, refregaba esa verga en mi culo me unto nuevamente «creo yo» era crema y empezó a metérmelo, ya era menos el dolor pero aún así dolía era más soportable, creo yo que entro la cabeza y el dolor era intenso pero se hizo placentero, lo metía y sacaba suavemente hasta que me lo metió.

El iva subiendo el ritmo, en cada embestida el dolor era insoportable a tal punto que grite de dolor, que dolor tan hijueputa.

Me di la vuelta y me lo saque del culo no sabía qué hacer con ese dolor, saltaba y llore del dolor el se asusto por mi grito y me consintió me pidió perdón que él no quería que eso pasara que el se había descuidado.

Así estuvimos un buen rato yo me quería ir ya no quería más le dije que el ya había hecho lo que quería que me dejara ir.

El me paladio me dijo que si quería que me fuera pero que el quería que no me fuera que él sabía que si me hacía con cariño ya no me iba a doler que le diera la oportunidad de consentirme y hacer las cosas bien que era lo que se debía hacer siempre.

Yo con mi dolor y con ese culo asiéndome pucheros (el que no quiere queriendo) acepté quedarme un rato más.

Besos y caricias ya con el dolor minimizado le permití que continuará su faena , nuevamente dolor al entra pero ya un dolor soportable y placentero.

Me la metió todaaa, que sensación tan ideal e indescriptible dolía pero la sentía entrar y salir no entendía como esa verga estaba dentro, como después de el dolor tan intenso , de saltar por dolor, de llorar por dolor, por miedo, por susto , por ingenuo, por curioso, yo ya sentía como pegaban sus guevas en mi culo, el señor se dio un banquete con migo, me cogió me culeo, me dio como quiso yo la verdad estaba dolorido pero a gusto viviendo, sufriendo y disfrutando de algo que por curiosidad lo quise hacer, me follaba y me follaba y me follaba sudamos sentía un éxtasis era muy loco ese momento, hasta que se vino, yo sentí esa explosión de líquido caliente invadiendo el interior de mi culo , una sensación indescriptible tener esa leche dentro es otra experiencia el se recostó encima mío me abrazaba, me consentía me decía cosas agradables que era lo más rico que había hecho poco a poco se desinfló su verga y sentía como se iba saliendo de mi, platicamos me arruncho y nos quedamos dormidos , rato después me desperté asustado porque me cojia la tarde para regresarme a mi casa el me dijo que me bañara y la verdad nos bañamos juntos, bañándonos sentía que me escupía algo por la pierna y ohoo sorpresa la lechada de mi ahora cómplice y buen amigo yo tenía que llegar a mi casa como fuera.

Fue una desvirgada dolorosa pero inolvidable.

Hoy 38 años después, que grato recuerdo y que ganas de tener una cogida igual o mejor.

Para ese amigo donde quiera que esté en el infinito universo, muchas gracias por la experiencia vivida e inolvidable.

Ya contaré más anécdotas y experiencias con este amigo.

Oct – 6 – 2025