Capítulo 1
Mi historia
Todo empezó cuando yo tenia 14 años, estaba en ese entonces en el colegio y tenia un buen cuerpo para mi edad, siempre me a gustado practicar deportes y estudio danza, así que mi cuerpo estaba, digamos, que bien formado; tengo un hermano llamado Juan, el es dos años mayor que yo, es bastante guapo y atlético, muchas de mis amigas están que se mueren por el; Juan era en ese entonces, a la edad de 16 años bastante retraído y algo tímido y siempre habíamos tenido una relación bastante normal hasta el momento; yo no se que sucedería, imagino que las hormonas, pero a esa edad empezó a cambiar drásticamente, se hizo mas rebelde con la familia nunca estaba en casa y por primera vez tuvo novia; todo estuvo bien hasta que un día el corto con su novia y todo cambio, ahora el era mas callado, nunca salía de su cuarto, siempre en la casa, a mi no me preocupaba pues yo estaba en lo mío y el en lo suyo; bueno sucede que después de unos meses así, se le notaba por demás raro conmigo, no se si su soledad, o que ya casi no convivía con el sexo femenino estando en casa, pero lo notaba raro, se me quedaba viendo mucho, me buscaba a cada rato con la mirada, y esta no era normal era una mirada rara, yo me sentí extraña pero no le preste atención ya se le pasaría.
Pasaron varias semanas y el cada vez estaba mas extraño ahora buscaba cualquier oportunidad para jugar conmigo a las luchas como cuando éramos niños y esto la verdad me molestaba, tenia la sensación de que era a propósito y me incomodaba estar así con el, se lo dije a papa y a mama pero no me prestaron atención y el siguió con sus juegos, era increíble cada vez eran mas seguido y en serio que yo sentía que el estaba aprovechándose de mi, porque a cada rato me rozaba los pechos o las nalgas, yo me molestaba mucho, pero eso a el no le importaba, ¡dios mío!, trataba de no estar con el mucho tiempo porque no me gustaba su actitud, así no se portan los hermanos.
El siguió haciendo de las suyas y ya casi no salía de la casa se la pasaba acosándome en todo momento, ahora lo que hacia era rozarme en cada oportunidad que tuviera, por ejemplo en la cocina, mientras yo lavaba los platos, el llegaba por atrás y con le pretexto de coger cualquier cosa se me pegaba, yo me sentía demasiado incomoda porque sabia que esto ya no era normal, además, yo nunca había visto una polla en mi vida pero sabia como eran y como reaccionaban, y yo sentía el bulto de mi hermano en las nalgas cada vez que se me arrimaba, eso no era sano, por mas que lo aventaba o le pegaba parecía no importarle.
Unos meses antes de cumplir mis 15 años, paso una cosa que cambiaría mi vida, sucede que un día en el que yo venia del colegio, al llegar a la casa tire accidentalmente un refresco en mi falda del uniforme, como siempre soy la primera en llegar, porque mis padres llegan hasta la noche y mi hermano mas tarde, entre a mi casa, por precaución lance un grito
—¿hay alguien en casa?—nadie contesto, asumí que estaba sola, por lo que me quite la falda y me dirigí al baño a lavarla para que no se manchara, llevaba la falda en la mano y yo iba solo en bragas, entre al baño y lo que vi me dejo congelada, ahí estaba mi hermano sentado con una revista en una mano y en la otra su cosa, bueno su polla, el se estaba masturbando, me quede como si fuera de piedra, el se volteo a verme y sin dejar de meneársela me dijo:
—Hola hermanita—— yo seguía sin decir nada, estaba como ida, nunca había visto una polla en mi vida.
—–Tienes unas bragas hermosas hermanita… ¿porque no te las quitas?—- me quede muda ante lo que había dicho mi hermano y me di cuenta que ahí estaba yo, con solo mis bragas y mi falda en mi mano, me enoje mucho, le dije de cosas y le avente mi falda a su cara y salí corriendo a mi cuarto, cerré la puerta y me puse a llorar, no podía creerlo mi hermano masturbándose y diciéndome estas cosas, quien se creía que era, me quede encerrada en mi cuarto hasta que mis padres llegaron, yo estaba furiosa, el afortunadamente no salio de su cuarto ni para cenar; Como a la 10 me fui a acostar, claro que no podía dormir de lo molesta, como a las once de la noche, ya que mis padres estaba dormidos, tocaron a mi puerta,
—- ¿Quien es?— pregunte.
—Soy yo Juan ábreme—.
—Vete, ni creas que te voy a abrir después de lo de la tarde— le dije enojada.
—Abreme susy …. tengo algo que necesitas.
—De ti no necesito nada, vete o le hablo a papa.
—Creo que necesitas tu faldita, pero en fin me voy– me dijo haciéndose el preocupado.
—No te vayas, dame mi falda—y me levante corriendo de la cama para abrir la puerta, abrí rápidamente la puerta de mi cuarto y ahí estaba el con mi faldita en su mano
—No que no abrías susy— me dijo en tono burlista.
—Dame mi falda y largate—ya estaba bastante molesta para aguantarle sus boberías.
–¿Quieres esto?—me decía mientras levantaba la falda, yo intente arrebatársela de las manos pero el no se dejo
—Si la quieres déjame pasar, aquí nos puede ver papa y ¿no querrás que sepa porque tengo yo tu falda verdad?
—La tienes por guarro, porque mas si eres un cochino
—Bueno si tu se lo explicas, a mi no me importa ¿ pero que pensara si el sabe que yo me la estaba jalando y tu estabas conmigo… solo en bragas?
—Eres un desgraciado, mejor pásale.— diablos mi hermano estaba peor que antes, ya no sabia que hacer para salir de esta situación, pero necesitaba mi falda. Una vez que el entro a mi cuarto cerramos la puerta y el me enseño la falda
— ¿Creo que quieres esto?
—si, ya dámela, no se porque te portas así conmigo Juan, soy tu hermana
—mi hermana…..pues si pero estas bien buena, ¿a poco no lo sabias?
–.pero que te pasa estas loco, te esta haciendo daño estar nada mas aquí en la casa, dame mi falda y lárgate
—huy…que miedo, jajajaja, mi hermanita se enojo…jajajajaja… ten—aventó la falda a la cama.
— ya vete— le dije muy molesta y fui a recoger la falda, el se dirigió hacia la puerta y antes de llegar se volteo hacia mí y me dijo:
—oye hermanita, se te ven bien ricas las tetas con esa pijama, como me gustaría comértelas.
—eres un degenerado lárgate—le dije yo enfadada, el se salio del cuarto y yo agarre la faldita, que olía algo rara, en eso el abrió la puerta de nuevo y con voz burlona me dijo:
—ah, se me olvidaba hermanita…..vas tener que lavarla, porque esta llena de mi lechita, si vieras que rico fue hacerme una paja con la falda de mi pequeña hermanita… huy y pensando en ella….
— eres un asco—le grite, mientras el cerraba la puerta.
Al otro día por la mañana, estaba muy preocupada, una cosa es que el me manoseara mientras jugábamos y otra muy diferente que el se masturbara con mi falda y pensando en mi, el estaba enfermo, pero que podía hacer, pase todo la mañana en el colegio pensando en esto…al llegar a la casa iba a tener que hablar con el.
Cuando el llego a la casa, lo primero que hice fue encararlo
—oye que te pasa Juan, eso que hiciste ayer esta mal, que no te das cuenta que además de todo eres mi hermano.
—bueno si lo se…y quiero decirte que eso me excita mas susy
—pero que te pasa, ¿estas enfermo de la cabeza o que?
—es que me vuelves loco susy.
—hay si loco, bájale a tus cuentos lo que tu eres es un depravado, eres mi hermano entiende
—si ya se que esta mal, pero…..
—pero nada ya por favor deja de acosarme
—esta bien ya no haré nada contigo, pero quiero que sepas que si me la jalo en las noches es pensando en ti—me dijo esto y se fue a su cuarto y se encerró con llave; yo no podía creerlo, era increíble, vaya con mi hermano estaba mal, pero me sentí un poco mas tranquila porque ya me iba a dejar en paz. Ya llegada la noche empecé a oír ruidos raros en el cuarto de Juan, puesto que son continuos se escucha casi todo, yo había escuchado esos ruidos muy seguido pero nunca me habían importado, eran ruidos extraños, como si alguien se moviera muy rápido, de pronto dejaron de escucharse, a mi me dio igual, cerré mi ojos y trate de dormir, a los 5 minutos Juan toco a mi puerta
—susy ¿estas despierta?
—que quieres ahora Juan
—ábreme
— no ya estoy acostada, no te voy a abrir
—bueno esta bien, solo quería decirte un secreto, acércate a la puerta por favor
— ¡hay!…Esta bien—me levante y me pegue a la puerta, —aquí estoy que quieres.
—susy… ¿no escuchaste ruidos en mi cuarto?
—si… ¿Qué? ¿te paso algo?
—que bueno que los escuchaste, solo quería decirte, que te prometí no tocarte ni hacerte nada ¿verdad?
—si y espero que cumplas tu promesa Juan
—si claro…solo quiero que sepas que esos ruidos que escuchaste, eran míos, me estaba haciendo una paja pensando en ti…
— ¡Juan!…
—y así va a ser todas las noches susy, que duermas bien, bye.
—pero….— era increíble, Juan estaba pasando todas las fronteras, mira que masturbarse conmigo y encima decírmelo, caray en serio que estaba mal, pero con que no me molestara me conformaba.
Pasaron varios meses sin que Juan me acosara, yo en cambio tenia que escuchar todas las noches como se masturbaba pensando en mi, caramba a veces eran hasta tres veces, no me dejaba dormir, pero en fin el cumplió su promesa.
El día de mis quince años hicimos una gran fiesta, como se acostumbra en esos casos, yo como no tenia novio ni pretendientes y a mi mama el único que quería que fuera mi chambelán era mi hermano, acepte para darle gusto, todo iba normal, como dije el ya no me acosaba, toda la fiesta fue de lo mas lindo y el se porto como un caballero; ya llegada la noche cuando llegamos a la casa, yo seguía con mi vestido y el con su smoking, algunos familiares estaban en casa en las sala platicando, yo tenia sed y me dirigí a la cocina, tome un vaso de agua y me dispuse a lavarlo como siempre lo hago, mientras lo lavaba entro mi hermano, yo no le preste atención, como dije antes, ya se había calmado, el se puso detrás de mi:
—estas muy hermosa hoy susy….. me dan ganas de comerte
— ¿que?—se me abalanzo hacia mi, se pego contra mi cuerpo y me empezó a dar de besos en mi cuello, yo trate de separarme pero fue imposible, el era mas fuerte que yo
—déjame Juan acuérdate de tu promesa—le dije suplicante, el no dijo nada, solo siguió dándome de besos, ya no sabia que hacer, sus manos ya se habían apoderado de mis pechos y sentí su bulto en mis nalgas, el se frotaba contra mi, yo pensé que iba a pasar una desgracia, el estaba como loco, en eso se oyó la voz de mi papa gritándome
—ven hija, una foto con toda la familia—
—déjame ya Juan, papa me llama—el se quito y yo me retire a la sala rápidamente, gracias a dios no había pasado nada.
Después de ese momento mi vida volvió a cambiar, el volvió a acosarme, ahora era mas descarado, cuando nadie lo veía me subía la falda, o me agarraba mis pechos inclusive una vez llego a tocarme el conejito en la sala, yo ya no sabia que hacer, cada vez era peor, no desaprovechaba ocasión para magrearme a su gusto en la cocina, cada día se atrevía a mas, un día mientras lavaba se me acerco por detrás y pego su polla a mis nalgas, pero en esta ocasión se la había sacado del pantalón, yo me asuste como no tienen idea y salí corriendo a mi cuarto, como se darán cuenta la situación era casi imposible, pero yo no la podía decir a nadie, porque nadie me creería, el con los demás es bastante serio, hasta tímido diría.
Pasaron varios meses de acoso continuo, la situación era peor cada vez y para colmo tenia que escucharlo en la noche como se masturbaba, a veces hasta decía mi nombre, incluso un día en que no estaban mis padres el se masturbo enfrente mío, eso ya era el colmo.
Así pasaron los días, dos meses después paso algo que me consterno, unos tíos venían de visita un fin de semana y se quedarían a dormir con nosotros, nuestra casa es normal, tres cuarto solamente, yo no había asimilado esto, hasta el día que llegaron ellos mi madre me dijo
—susy, ayúdame a meter este colchón a tu cuarto, tu hermano va dormir contigo estos días mientras están tus tíos–
como comprenderán esto me puso casi histérica, le dije a mama que no quería dormir con mi hermano, que ya estábamos grandecitos, que prefería que la tía se quedara aquí….pero nada la convenció, yo no sabia que hacer me imaginaba la noche con mi hermano en mi cuarto y a solas.
Cuando llego la noche, mi hermano se instalo muy a gusto en mi cuarto, yo estaba bastante nerviosa por esto, pero imagine que no iba a pasar nada, el no era tan tonto o depravado para hacer algo mas, al fin de cuentas era su hermana; entre en el cuarto, ya llevaba puesto un short y una camiseta para dormir, el seguía vestido normal
—Juan espero que no vayas a hacer tonterías, acuérdate que ante todo soy tu hermana.–
—no voy a hacer nada susy, menos con mis tíos al lado, pero ahora que lo dices me da morbo con ello de vecinos—me dijo con una cara que me asusto
—Juan por favor no seas malo—le dije con voz suplicando
—no te creas susy es broma duerme tranquila—
—gracias— esto me tranquilizo, estaba segura de que no pasaría nada, así que me dispuse a dormir tranquilamente; como a eso de la media noche, me despertaron unos ruidos, puse atención, seguramente era Juan haciéndose una paja, abrí los ojos, no mucho para que no se diera cuenta y comprobé que efectivamente era eso lo que sucedía, el no se dio cuenta que lo veía, así que lo pude ver bien y la verdad que no me había dado cuenta del tamaño enorme que tenia la polla de mi hermano, viéndola así, debo suponer que media unos 20 centímetros, me sorprendí de mi misma, estaba viéndole la polla a mi hermano, me estaba volviendo loca viendo o algo así, en eso mi hermano se corrió como poseído, dios, no se que me pasaba preferí cerrar los ojos y tratar de dormir.
A la mañana siguiente, me desperté temprano, no había dormido bien; me levante de la cama y lo primero que me encontré fue con tremenda erección de mi hermano, se le notaba por el bulto en la sabanas, de veras que estaba grande, mejor me fui a desayunar; el día transcurrió normal.
Llegada la noche nos dispusimos a dormir sabia que no habría problema con mi hermano; como la noche anterior me acosté y otra vez como a eso de la media noche volví a escuchar ruidos, sabia que era mi hermano masturbándose, pero no pude contenerme a mirar, al fin y al cabo ayer no había pasado nada, abrí los ojos y en efecto vi a mi hermano masturbándose en el colchón, no sabia por que mi hermano no tenia éxito con las chicas con tremendo pollon que tenia, no se porque, tal vez haría ruido, pero el caso es que mi hermano volteo a verme y muestras miradas su cruzaron, cerré mis ojos no quería que pasara nada malo, el ruido se hizo mas rápido y después cedió, imagine que mi hermano se había corrido viéndome, me dispuse a dormir mas tranquila, como a los 5 minutos sentí que algo me tapaba la boca, era la mano de mi hermano, yo intente quitármela de encima pero no pude
—shhhhhhhhhhhh hermanita no grites, te vi. espiándome……me excita que me veas pajeándome—me dijo al oído, yo no podía hacer nada, el era mucho mas fuerte que yo y no me soltaba, se subió a mi cama y situó su enorme polla enfrente de mi cara
— ¿quieres ver como me pajeo?….aquí la puedes ver mejor, mas de cerca hermanita— mientras se empezó a masturbar casi enfrente de mi rostro, se monto arriba de mi pecho y con sus piernas inmovilizo mis brazos, estaba a su merced, el siguió masturbándose en mi cara, toco con su polla mis mejillas mientras lo hacia, dios mío, no podía hacer nada, vi como aceleraba su ritmo
— ¿quieres ver mi lechita de cerca también susy?….. mejor… ¿quieres probarla?—– el cerro los ojos y entonces vi como se corría en mi cara, quede toda llena de su semen, el abrió los ojos y siguió masturbándose su polla no cedía, estaba igual de dura que al principio
—te voy a quitar la mano de la boca, pero mas te vale no gritar…imagínate que diría la familia viéndote mi lechita en la cara—era cierto, que pensaría mi papa, dios mío, el me quito la mano poco a poco, yo no dije nada, solo intentaba zafarme pero sin conseguirlo.
—así hermanita muy bien, quieres probar mi lechita—
—déjame cochino—le conteste
—así me excitas mas, enojadita—mi hermano bajo su mano a mis pechos y empezó a acariciarlos, mientras que con la otra seguía masturbándose
— ¿te esta gustando hermanita?
—me das asco— le conteste
—mmm… a mi no me puedes engañar corazón, tienes los pezones como piedras….riquísimos
—no es cierto quítate
—mmm deja ver si no es cierto hermanita— y dejo mis pechos y su mano se deslizo por mi abdomen, hasta llegar a mi conejito, metió su mano por debajo del short y de la tanga y me lo acaricio
—huy susy estas toda mojada, deja meter un dedo aquí—
—mmmm—un leve suspiro se escapo de mi boca, era la primera vez que alguien me tocaba
—que rico coño tienes susy… y si meto dos deditos—
—arggg—gemí, no se lo que me pasaba estaba toda sudorosa
—tu coño quiere otra cosa hermanita—el se levanto de mi pecho y se movió para abajo, me quito el short, y la tanga, de pronto estaba yo casi desnuda en la cama, mi hermano ya no estaba arriba mío y yo sin embargo no podía mover un dedo, no sabia porque, pero estaba inmóvil viendo como mi hermano se ponía delante mío, me abrió las piernas suavemente mientras me la besaba, se coloco delante de mi conejito, puso su enorme polla en mis labios, pero no la metió
— ¿te gusta mi polla verdad?—yo no conteste
—yo se que si, ¿la quieres dentro Susana?—no conteste, el mientras movía su polla arriba y abajo en círculos sobre mi conejito, me estaba volviendo loca
—pues yo no te la voy a meter hasta que me lo pidas corazón— y la retiro; no se de donde pero de mis labios se escapo un leve:
—nooo—dije ahogadamente
—mmmmmhhh….la quieres dentro de tu coño susy?
—siiii—ahogadamente le conteste
—no lo voy a hacer hasta que me supliques susy
—si metemela por favor hermano—-el puso su enorme cabeza en la entrada de mi conejito, era enorme, y de un solo golpe me la metió toda dentro, sentí un gran dolor, que todo se rompía dentro de mi, había dejado de ser virgen con mi propio hermano, el dolor se fue convirtiendo en placer poco a poco, su enorme polla dentro me llenaba y ver a mi hermano cogiendome me llenaba de placer y de morbo, todos mis tabúes se habían caído, Juan me cogia con fuerza, sentía sus huevos golpear contra mi cuerpo y su polla dentro de mi, el me chupo mis pechos y yo le abrace con mis piernas, era increíble lo que tanto había temido ahora era maravilloso, me sentía tan mujer, tan hermana, tan puta de hacerlo con mi hermano, Juan siguió perforándome, me corrí como tres veces, las primeras de mi vida; mi hermano saco la polla de mi conejo y la puso en mi boca, sabia lo que el quería y yo también lo deseaba, pero, como tragar semejante trozo de carne, como pude me lo fui metiendo en mi boca, poco a poco se lo devore, no pude con todo, intente hacerlo lo mejor posible era mi primera vez y el lo sabia
—así hermanita con tu lengua…..mmmmhhh que bien lo haces susy,…..quiero que te tragues toda mi lechita corazón, que no dejes gota
—mmmm —asentí como pude, mis manos no agarraban todo el tronco pero estoy segura que lo hacia bien porque el soltó un chorro de leche que fue a topar en mi garganta, casi me ahogo, pero no se como me trague lo mas que pude, lo demás se salio por mi labios, sabia agria o ácida, no se describirla pero me encanto, le limpie la polla completamente, el se tiro al otro lado de la cama, las sabanas estaban manchadas de sangre y mi cara llena de semen, pero no me importo, había pasado la noche mas feliz de mi vida con mi hermano.
Continuara…