La fiesta de cumpleaños de Eddy

El viernes pasado fue el cumpleaños de Eddy (mi novio desde hace 5 años y con quien pienso casarme).

Yo le dije que viniera a mi departamento a pasar una velada conmigo, me dijo que el viernes no podía porque en su casa lo iban a festejar todos sus familiares; creo que después de todo estuvo mejor ya que también el viernes se me presentó un evento y tuve que cubrirlo personalmente (un evento social, ya que tengo un negocio de fotografía).

El sábado por la mañana me fui al super a comprar todo lo necesario para la velada que pensaba pasar con Eddy.

Compré tres velas blancas, las cuales puse sobre el candelabro que está en medio de la mesa; una botella de vino blanco que a él le encanta y lomo para preparar en salsa de cacahuate con una ensalada verde; también compré una botella de brandy español y pastel frío.

Regrese a casa y puse a enfriar el vino y a preparar el lomo, cuando dieron las 2:30 de la tarde me fui a una boutique de lencería fina que queda como a tres cuadras del departamento, todo con el fin de verme atractiva y provocativa para cuando Eddy llegara a mi departamento.

Llegue a la boutique y le dije a la encargada que me ayudara a escoger un atuendo apropiado para la ocasión y sobre todo para mi (porque ya les he comentado que soy muy delgada y de pechos pequeños) entonces me dio un vestido super ajustado de licra negra transparente, una tanga de hilo dental también de color negro, unas pantimedias de seda de color natural y con encaje de silicón, por eso no necesitaba ligueros; un brasier de copa para que levantara mis tetas y para concluir unas zapatillas de aguja del 13, para verme un poco más alta y que al mismo tiempo levantara más mis nalgas.

La ropa estaba divina y al momento de vestirme creo que me veía super, claro que como le pensaba dar una sorpresa a mi novio y yo iba a ser el regalo, me puse un abrigo sobre mi y esperar el momento de que él me lo quitara.

Como a las 7 de la noche comencé a arreglarme, terminándome de arreglar le di los últimos toques a la cena.

Como a las 9:40 de la noche sonó el timbre y corrí para abrirle la puerta y la sorprendida fui yo, ya que Eddy venía en estado de ebriedad, al grado que no podía mantenerse de pie, venía con un amigo de él de nombre Francisco y éste a su vez con 3 amigos más que no conocía.

Me desanime y al mismo tiempo me entristecí porque yo quería disfrutar la velada con él y no con todos sus amigos, pero me detuve en decir cualquier cosa para evitarme discusiones frente a extraños.

Cuando Francisco me vio arreglada (claro que con el abrigo puesto), se disculpo conmigo ya que gracias a él y a sus amigotes Eddy se había emborrachado y propuso que saliéramos a cenar para ver si así se le quitaba un poco la borrachera a mi novio, entonces acepté, cerré todas las puertas del departamento, también las ventanas, tomé las llaves y nos bajamos al estacionamiento.

Todo iba bien, en el coche compacto que tiene francisco, nos subimos Eddy en una ventana, en medio me quede yo y en el otro lado uno de los chicos, en la parte delantera, Francisco manejaba y sus otros dos amigos junto a él. Uno de los amigos de Francisco no dejaba de hablar y de decir tonterías, entonces sacaron un six de cervezas y todos tomamos una, realmente yo no quería pero Eddy me dijo que me la tomara y que no me comportara de forma tan sangrona delante de sus amigos, fue por eso que acepte tomármela.

Llegamos a la taquería, cenamos y nos regresamos al departamento, de regreso compraron más cervezas y me tomé como tres más, después de eso, ya me sentía más relajada, e inclusive hasta comencé a reírme con esos chistes tan bobos.

Contrario a lo que pensé, Eddy quedó completamente dormido en el coche y en una curva, una de sus manos resbaló de donde la tenía jalando mi abrigo hasta descubrir la mitad de mis piernas dejando al descubierto el encaje de mis pantimedias, no le di mucha importancia al asunto y me volví a acomodar el abrigo ya que venía disfrutando de los chistes de los chicos, el que estaba a un lado de mí, también se dio cuenta de lo sucedido, pero hizo como si no le importara.

Llegando al estacionamiento del edificio le pedí a Francisco que me ayudaran a subir a Eddy y de nuevo subieron todos al departamento.

Ya estando ahí me dijo Francisco que si podían seguir tomando cervezas en el coche pero dentro del estacionamiento, le dije que no se preocupara por eso, que se tomaran ahí el último six ya que el vigilante podría llamar a la patrulla y ese si sería problema, entonces subieron las cervezas y unos discos compactos.

Acostamos a Eddy en mi recamara y le dije a Francisco que me permitiera cambiarme de ropa, entonces él me contestó que no prendiera la luz porque Eddy se despertaría y seguiría tomando, me dijo, sino te incomoda, quédate así un ratito acompáñanos con la última cerveza y después nosotros nos vamos, acepté y me fui a acompañarlos en la sala.

Cuando llegué a la sala me destaparon otra cerveza y me senté en el sillón individual; con el fin de que se fueran rápido me tome inmediatamente la cerveza pero esta vez me maree un poquito.

Uno de los chicos sin pedir permiso me destapó la otra cerveza y la puso en el brazo del sillón. Seguían contando chistes muy divertidos y yo me fui relajando un poco más.

Como a la quinta cerveza me dijo Francisco que si podía escuchar música en el estéreo, y sin replicar le dije que sí.

Como ya estaba un poco tomada, comencé a servirles todo tipo de botanas que encontré en la alacena, pero cada vez que me paraba y me sentaba o cruzaba las piernas uno de los chicos no perdía la ocasión de verme los pies y las pantorrilas, eso me empezó a calentar.

Después comenzaron a cantar y a bailar entre todos, se me hacía muy divertido y propuse que en lugar de seguir tomando cerveza mejor tomáramos un poco de brandy porque la cerveza me había producido muchas ganas de orinar, ellos felices aceptaron.

Comenzamos a tomar brandy con refresco de cola, no se cuanto tiempo paso y seguían bailando, hubo una pieza de baile en la que me invitaron a bailar con ellos, cuando menos lo esperaba yo quede en medio de los 4 chicos, ellos me aplaudían y yo comencé a bailar un poco más sensual (es algo erótico el saber que estas bailando entre tantos muchachos y tu eres el centro de la fiesta), fue tanta mi excitación en ese momento que les pedí que seguiría bailando pero siempre y cuando apagaran las luces de la sala, entonces uno de ellos se acercó al apagador y las apago, pero casi de inmediato prendió las velas que estaban en el centro de la mesa, créanme que era un ambiente 100% cargado de erotismo, entonces fue cuando me di el valor de quitarme el abrigo.

Al verme vestida así, empezaron a gritar de jubilo, me aplaudían y me decían muchas cositas que ayudaron a calentarme más.

Sonó una cumbia suavecita y tranquila y Francisco me pidió que bailara esa pieza con él lo cual acepté muy gustosa.

Primero bailamos normal, es más hasta un poco separados, después me abrazó y poco a poco me acercaba más a su vientre, comenzó a rozar su pene en mi cuerpo y yo me dejaba que lo hiciera, eso me estaba gustando, poco a poco fue bajando una de sus manos de mi cintura hasta llegar a mis nalgas, para ese momento estaba tan caliente que no le dije absolutamente nada y solo por momento yo jalaba su mano de nuevo hacia mi cintura, pero era imposible, a los pocos segundos regresaba sus manos de nueva cuenta a mis nalgas.

Nunca había estado en una situación así, pero todo lo que sentía por dentro tampoco lo había experimentado con Eddy, quizás por eso deje que pasara lo que pasara. Los demás chicos seguían cantando, gritando y bailando cerca de nosotros, Francisco me pregunto entonces que si me sentía tranquila y le dije que si, que no había problema.

Como sus amigos estaba muy pegados a nosotros, había momentos en que yo sentía que sus manos rozaban mis nalgas o mi cuerpo y de repente hasta sentía que lo hacían a propósito para rozar mis piernas, las cuales según sus comentarios se me veían bellísimas con esas medias, es más uno de ellos me dijo que me veía riquísima.

Nuevamente Francisco me hizo otra pregunta y al voltearlo a ver y quererle contestar, su boca se prendió de mis labios y me comenzó a besar de una manera que Eddy nunca lo había hecho, fue una sensación que ya quería sentir, metió su lengua hasta el fondo de mi boca y por momentos mordisqueaba mis labios; fue entonces cuando estiré mis brazos para aferrarme a su cuello y todos los chicos seguían gritando y festejando de jubilo lo que Francisco me estaba haciendo.

Sin más ni más, sentí una mano en mis nalgas y en lugar de molestarme, disfrutaba más los labios de Francisco, no tardó mucho cuando comencé a sentir muchas manos sobre todo mi cuerpo, en mis nalgas, otras acariciando mis piernas y una mano extraviada en mis tetas que me las apretaba, todo mi cuerpo me lo apretaban y mi calentura llegó al 100%.

Dejé de besar a Francisco para poder respirar un segundo y regresé a besarlo de nuevo. Unas manos, nunca supe de quien fueron subió mi entallado y transparente vestido hasta mi cintura y jalo mi tanga hacia un lado y sentí como poco a poco se introducía un dedo en mi vagina, con Eddy nunca me sucedió, pero en esta ocasión sentía que estaba completamente mojada, casi como si me hubiera hecho pipi; de repente me sujeto de la cintura y me levantó un poco y sucedió lo inesperado, me ensartaron una verga que sentía muy gruesa y sobre todo larga, y Eddy no la tiene así.

Las piernas me empezaron a temblar y el muy cabrón no dejaba de moverse hacia atrás y hacia delante haciendo cada vez más fuertes sus embestidas y el resto de las manos seguían acariciando y apretujando todo mi cuerpo.

Fue una sensación deliciosa, exquisita, algo que no había sentido en mis 22 años de vida, de repente se prendió la luz de la recamara y Eddy me grito «Silvia, donde estas», en ese momento el chico que me estaba cogiendo, sacó su verga de mi vagina y se subió su pantalón deprisa, Francisco me soltó y se acercaron a la puerta de salida, abrieron la puerta con mucho cuidado y en ese momento todos se fuero, yo me fui rápidamente al baño para aparentar que hacía del baño y de nuevo me volvió a gritar, entonces le contesté que estaba en el baño que en un momento iría con él.

Cuando el chico sacó su verga de mi, en ese preciso momento me estaba viniendo por tercera ocasión y Eddy no me dejo terminar, entonces para saciar mi calentura cuando llegué a la recamara, le quite su pantalón a Eddy y le comencé a mamar su verga, y cuando ya la tenía lo suficientemente parada me senté sobre de ella para cabalgar un rato y una vez más me vine.

Si alguno de los chicos que estuvieron en mi departamento lee este relato, por favor no le digan nada a Eddy ya que el es mi prometido y lo quiero mucho, por favor que no se entere de lo que sucedió en su cumpleaños, porque sino seguro me deja.