Ella le empezó a quitar la camisa mientras iba bajando su boca lamiéndole y mordisqueándole por el pecho y los pequeños pezoncitos de él. Él mientras había deslizado su mano debajo de la camiseta de ella acariciándole los pechos, por encima del sujetador, unos pechos firmes ni grandes ni pequeños con un pezón rosáceo...
Portaba también una faldita de esas de pliegues de color gris debajo de la cual llevaba unas braguitas blancas con unos diminutos dibujos de conejitos, tenía un culito pequeñito pero prieto y ligeramente respingón y un chochito muy peludo (aunque estaba pensando depilárselo aunque solo fuese un poco).
Cogió un condón lo saco de la bolsa, se lo puso, dirigió la punta de la polla hacia el culo de Alfonso, entonces Alfonso que ya no tenía pañuelo en la boca le pidió por favor que se la metiese con suavidad a lo que éste no accedió le tenía a su merced y estaba dispuesto a disfrutar así que de un solo golpe se la metió hasta dentro
Cuando la invitó su amiga a su casa a pasar la noche, le advirtió que sólo llevaba lo puesto. Fue todo normal hasta que el alcohol y las posturas las puso calientes y empezaron a jugar.
Se tropezaron en el portal, él la ayudó con las bolsas, a lo que ella correspondió invitándole a su piso de una forma bastante coqueta y sugerente. Él accedió sin sospechar la tarde de pasión que le esperaba.
El fin de semana había quedado con un amigo que conoció a través del chat en Internet. Lo que nunca imaginaría era la noche de sexo que le esperaba.