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Ella era extremadamente sexy, el excesivamente viril y sus cuerpos encendidos, explotaron sin más

Un chico y una chica habían ido al campo a pasar el día, ella tenía 19 años y el 37, a ella le gustaban maduros, habían instalado el campamento y habían ido a pasear.

Ella vestía un pantalón de chándal de color azul marino, una camiseta que le quedaba de lo más sugerente ya que dejaba entrever su ropa interior. De ropa interior llevaba un sujetador blanco de algodón modelo deportivo y unas braguitas también blancas de algodón que se cerraban a los lados por unos clips. Eran minúsculas.

Él vestía una camiseta de leñador a cuadros rojos y negros y un pantalón ancho de color marrón. No llevaba ropa interior.

¿Te lo imaginas?

Salieron a pasear, en un momento ella se agachó a recoger algo del suelo, se le marcaba toda la ropa interior, él se empezó a excitar, además estaban solos, siguieron caminando, después de una hora de caminar y de varias veces de que ella se agachase con el consiguiente calentón de él, alcanzaron un lugar muy solitario, todo cubierta de árboles, él estaba ya bastante excitado que no se pudo aguantar, la siguiente vez que ella se agachó él la atacó por detrás la agarró por la cintura y le fue acariciando el culo por encima de la ropa mientras la derribaba al suelo, se empezaron a besar en la boca jugando con sus lenguas, cada una dentro de la boca del otro.

Ella le empezó a quitar la camisa mientras iba bajando su boca lamiéndole y mordisqueándole por el pecho y los pequeños pezoncitos de él.

Él mientras había deslizado su mano debajo de la camiseta de ella acariciándole los pechos, por encima del sujetador, unos pechos firmes ni grandes ni pequeños con un pezón rosáceo más bien grande con un piercing en los dos pezones, cada vez que él le tocaba los pezones ella se estremecía. Él le quitó la camiseta y el sujetador mientras su lengua le recorría a ella su cuello, sus hombros bajaba a sus pechos, con su lengua jugaba con los pezones y los piercings.

Ella le fue quitando el cinturón y empezó a desabrocharle el pantalón mientras con su mano buscaba la polla que se le había puesto de lo más tiesa y juguetona. Desde luego se veía que no necesitaba “VIAGRA”.

Él de mientras había bajado su mano hasta el pantalón de ella, el cual había empezado a bajar hasta quitárselo del todo, lo mismo que ella con el pantalón de él.

Él estaba completamente desnudo con el miembro viril ya buscando refugio entre las piernas de ella, pero todavía quedaba porque seguían jugando.

Ella le había agarrado el pene y lo había atraído hacia su boca ahora ella estaba boca arriba y el encima pero al revés con la cabeza en las piernas de ella, le empezó a quitar las minúsculas braguitas mientras le lamía los muslos, unos muslos prietos y con sugerentes curvas. Su culo era un trasero ni grande ni pequeño pero bien prieto y un pubis completamente afeitado. Él empezó a lamerle el clítoris y a frotárselo con los dedos dándose cuenta que ella estaba mojadísima, ahora él se incorporó a medias dándole la vuelta a ella y poniéndola boca abajo mientras le lamía todo el cuerpo desde el cuello hasta los pies pasando por la espalda siguiendo por su precioso culo, sus muslos, sus gemelos mientras con sus dedos seguía acariciando el chocho, coño como tú quieras llamarlo. Luego la dio la vuelta e hizo lo mismo por delante sin dejarle de ponerle a tono el clítoris y ella mientras dejándose hacer le acariciaba a él todo el cuerpo. Él se sentó encima de ella para que ella le pusiese el condón primero ella lo puso con la boca y luego fue deslizándolo hacia abajo con los dedos a través de los 20 cm de miembro. El mientras tanto seguía a lo suyo, poniéndola a tono.

Ya estaban listos. Ella se fue abriendo inconscientemente de piernas mientras él se agarró la polla y se la metió lentamente duramente pero muy lentamente frotándole con la punta primero y luego con el resto el clítoris, ella empezó a jadear…

Ah, AHH, AHHH, AHHHH, AHHHHHHH, AH, AAAHHHHHHH, AAAAAHHHHHHHHHH. Así estuvieron durante más de 34 de hora adelante y atrás, estaban muy cachondos, cambiaron de postura ella se sentó encima de él, estaba ya tan caliente que estaba a punto de correrse.

Yaaaa,Yaaaaaaaaa,Yyaaaaaaaa,Yaaaaa,Yaa,Ya. Ella se había corrido, nunca había sentido tanto placer, él también se corrió. Fue el mejor polvo que habían echado nunca.

Otro día más.

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