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Mi pecado, mi amor con mi hijo II

Aproveché ese momento para hablarle de lo que habíamos iniciado y de lo que habíamos conversado en la noche anterior. Le expliqué que esta situación debíamos mantenerla en secreto toda vez que la sociedad castiga este tipo de relación, aunque seamos mayores de edad. Asimismo, le dije que yo lo amaba profundamente y no me sentía inmoral y al mismo tiempo, sí esperaba lógico que él un día conociera alguna mujer y formara un hogar con ella

Mi pecado, mi amor con mi hijo I

El deseo sexual o el apetito sexual, nace con la propia vida del ser humano y la verdad sea dicha, desde que un hijo o una hija recién nacida, es amamantada por su madre, se despliega en su mente y en su vida, la primera relación sexual y nadie la cataloga de incesto.