Bollock abrió los ojos y la siguió con la mirada, ese día Montoya le parecía más una modelo que una oficial de policía. Admiro sus largas piernas y sus caderas fuertes, su larga cabellera negra y ondulada, su piel morena y sus ojos negros.
Las horas de la mañana transcurrían lentamente para los estudiantes de la escuela preparatoria Juuba. Entre ellos Ami Mizuno, quien escuchaba atentamente la explicaciones de su maestro en turno.
Era impresionante ver como solo cuatro hombres, pese a su evidente fortaleza, podían andar tan rápido y sin perder el equilibrio llevando tan singular carga a través de la playa. Al ver a las dos mujeres de pie frente a su comitiva, el anciano hizo una señal al hombre a su espalda.
Ella sacó los pies de entre la ropa y se sacó las bragas, también rojas como la sangre, levantando sus esbeltas piernas adolescentes donde todavía estaban presentes las calcetas blancas, dejándolo ver su vulva apenas cubierta por una tenue vellosidad de color marrón.
La bestia continuo con su labor, cogiéndose a la chica sin misericordia, impulsando con furia sus largos é interminables apéndices dentro de ese cuerpo semejante al humano. En tanto su víctima había dejado de luchar y ahora se abandonaba a las sensaciones que le producía su violación.
En cuanto todas estuvieron en sus lugares hizo su entrada el señor Takechi Kayoe, todas las chicas se quedaron sorprendidas al ver a ese hombre, alto y extremadamente corpulento, tanto que a más de una le vino a la mente la imagen de un luchador de Sumo.
Ahí la bruja intento matarme ella misma, pero de un golpe de mi espada le a través, su sangre se mezclo con la de sus sacrificados, pero no murió. Pues una cosa que no pude ver la tomo y se la llevo.
Pero también se dio cuenta de otras manos que le tocaban los pechos, mientras otra boca le mordía la espalda, lentamente volvió la cara, pero solo pudo distinguir unos ojos grandes y verdes, como los de una pantera, mirándola con una mezcla de furia y deseo.
La esclava no dudo en hacer lo que se la había mandado y despojándose de su pobre túnica se trepo al lecho de sus amos. Por un momento Tut comparo el cuerpo grácil y oscuro de la etíope con la belleza rubia de Sue, cosa que lo excito más aún. -
Esta abrió los ojos desesperada, clavando las uñas en el pecho de su verdugo como una fiera, haciendo que la sangre brotara, así motivado el general se abandono al placer y sin miedo al peligro comenzó a empujar con todas sus fuerzas sus fuertes caderas contra las nalgas de Sue, hasta que el ardor se hizo insoportable y el hombre termino por lanzar un salvaje erupción de líquidos ardientes dentro del ano de la mujer del futuro.
Serena, tras dudarlo un momento, camino hacia donde la enmascarada le indicaba, con mano temblorosa abrió la pesada puerta de madera y descubrió que se trataba de un baño de grandes dimensiones.
Dos de mis personajes favoritos son Sailor Moon, que sin duda a entrado en la lista de clásicos de la animación japonesa, y Batman, un icono del cómic norteamericano.
La puerta de adelante se abrió y de ella se apeo una mujer portando un elegante uniforme de chofer que le daba un cierto aire militar, pero lo que realmente sorprendió a Serena fue el hecho de que su piel era negra, hasta ese momento solo había visto gente de color en los noticieros y en la películas, las facciones de su rostro era algo toscas, sus labios gruesos y sus ojos verdes como los de una pantera tenían algo amenazante.
En ese momento unos fuertes toquidos en la puerta la sacaron de su contemplación. Sin esperar respuesta un hombre viejo, mas tarde Sue se enteraría de que era Logos el gran visir de Tut, entro en la estancia seguido por varias doncellas.
Como siempre evitaba las calles concurridas, aunque eso implicara internarse en el territorio de la temible pandilla de la calle Yansy. Pero el extraño no parecía preocupado, sino más bien molesto.
Aquella fiesta de estudiantes estaba tocando a su fin. Casi todos se habían ido, excepto lo borrachos que esperaban que alguien los llevara de regreso a casa. Entre ellos estaba Li-Shen, veinticinco años, estudiante de intercambio procedente de Corea, quien pacientemente esperaba a que su amigo Ash ,también de veinticinco años, terminara de despedirse.
Por un momento queda maravillado. Luego escucha una armoniosa voz cantando en una lengua que no entiende, pero que le transmite un mensaje de paz. Al mirar detenidamente descubre a una chica, vestida de blanco, con un largo cabello rubio curiosamente peinado, ella mira con dulzura todo lo que la rodea, y él se siente en paz en su presencia. De pronto todo estalla en un mar de fuego y sangre.
Mientras tanto, en el piso se arriba, Akane llegaba justo ante la puerta de su hermana Nabiki. Su cuerpo temblaba presa de una extraña mezcla de sentimientos. Con mano temblorosa tomó el picaporte y lentamente lo hizo girar. La puerta se abrió y ella quedó congelada en el umbral ante la visión que apareció ante sus ojos. Ahí, sobre la cama, se encontraban su padre y Ranma-chica, aún atado de los brazos, desnudos y jadeantes.
Instantes después, ya con las mochilas en las manos, Ranma y Nabiki salieron corriendo del Dojo rumbo a la escuela. Genma-panda los miró perderse en la distancia. Luego sus ojos se posaron sobre la casa de los Tendo, en ellos se advertía la indecisión, al fin, lentamente; entró de nuevo en la casa. Soun terminó de tomar su té y se dirigió al Dojo para entrenar un poco antes de que sus alumnos llegaran. En la cocina Kasumi lavaba la loza.
Al llegar la hora de la cena el ambiente se tornó tenso. Nadie hablaba y Kasumi, Ranma, Genma y Akane evitaban siquiera mirarse. Por su parte Nabiki los observaba, intrigada por su extraño comportamiento, tratando de adivinar que estaba pasando.
Al acercarse pudo escuchar los característicos gritos de combate, así como el sonido de algunos golpes, saliendo del Dojo. Casi con timidez se acercó a la puerta y sigilosamente la abrió un poco. En el interior ambos hombres lucían sudorosos y cansados, pero al mismo tiempo poderosos, en sus posiciones de pelea. Ambos lanzaron un feroz grito de pelea y se lanzaron uno contra él otro, con velocidad sorprendente intercambiaron toda una serie de ataques y contra ataques, para luego volver a separarse.
Las cosas se complican para los personajes que habitan en el dojo Tendo. Después de que el maestro Happosai desapareciera las mismas fuerzas que se lo llevaron les provocan enormes calenturas y extrañas alucinaciones sexuales.
Sus habitantes gozaban de las piscinas públicas, centros recreativos y demás lugares de diversión y esparcimiento. Sin embargo, ese ambiente no estaba presente en la gran sala del Consejo del pueblo, los ahí reunidos tenían la cara larga y permanecían en sepulcral silencio, cuando la puerta se abrió todos esos ojos se fijaron en Soun Tendo, presidente del consejo ese año, quien de inmediato sintió el peso de todas las miradas sobre él.