Este relato ya ha sido publicado por mi en otras páginas. Pero creo que para empezar a que me conozcáis por aquí os lo dejo... Es una historia muy cercana a la realidad, que pude vivir en mi viaje de fin de carrera, hace ya un tiempo...
Mariana regó la polla de Ramón casi desfallecida, pero este no paraba, siguió dándole con fuerza azotes y pollazos. Le daba con fuerza y Mariana estaba en shock ya no sentía, solamente se dejaba ir, su cuerpo mandaba en ella y perdió el sentido. Ramon se salió de ella y la dejó recuperarse.
Entonces el vecino se marchó al baño y me dejó solo con ella, mis pensamientos eran solo uno, si me atrevía que pasaría, estaba deseando despejar la incógnita.
Se preparó para salir, para ella era toda una odisea. Tenía que, subir a la pequeña furgoneta, sacar la rampa para poder subir su silla, anclar bien está para que no se moviese dentro de la furgoneta. Volver a subir la rampa, y salir con la furgoneta después de cerrar su puerta.
Lo estoy, pero de otra forma, hace tiempo que deseo, hacer un juego, follarme a una jovencita delante de Amaia y que ella se excite con la situación.
Guay, no piensas que ella puede reaccionar mal
Silvia no paraba de temblar y de soltar gritos, sintiendo como esas vergas parecían hincharse más en su interior y notándose llena de su leche que se desbordaba de la gran cantidad que soltaban ambos. Agarrada al cuello de Tende, tenía mil orgasmos sobre su polla y no quería que ninguno de los dos
Sus ánimos eran un gran estímulo y ese culito era una delicia, apretaba mi polla con suma presión. Era un gusto rozarse con esas paredes y como poco a poco se iba abriendo al paso de mi polla. Macarena cada vez gemía más alto y subía y bajaba su cuerpo todo aquello que le dejaban sus ataduras.
Él se sacó la polla ya erecta y ella se sentó encima. Volvió su cara y se besaron mientras ambos contraían y expandían sus sexos. Las manos de Pablo apretaban sus pezones y frotaban su clítoris, en lentos círculos. Sus dedos rápidamente se impregnaron con los fluidos de Ángeles
El hombre la cogió en sus brazos separándola del suelo. La elevó y la acercó a su cuerpo. Angela dirigió la polla a su coño y se dejó ir entre los brazos del hombre.
Bajó su boca a mi polla y no dejó nada, limpió con amor mi polla repasando cada milímetro y después me la guardó en el pantalón.
Que rico y me comió la boca con pasión.
Don Gerard era un hombre algo mayor, aunque parecía cuidarse bastante, practicando seguramente algún deporte. Silvia le observaba y no era capaz de calcular la edad, pero desde luego superaba los setenta años
. Con ella acaricié todo el cuerpo de María. Pasé la pluma por sus mejillas y descendí hasta sus pechos, los rodeé recreándome en sus pezones. Notaba como su piel se iba erizando y cómo de su boca escapaban pequeños gemidos
Una vez firmado el contrato, las dos chicas comentaron todo lo sucedido y lo que estaba por llegar, aprovechando la comodidad de esa limusina y abriendo una botella de champán que tenían a su disposición. El chofer dejó primero a Ángela, que salió del vehículo mostrando una pose de rica, no muy aún
Le pasé la mano por la espalda, pero esto solo hizo que temblara más. Se dio la vuelta y me dijo Méteme la polla todo lo duro que puedas. Casi mejor recogemos y vamos a casa que está cerca, aquí la arena es un coñazo.
Mordiendo la mano del camarero empezó a gemir fuertemente apretando al tiempo los músculos de su vagina y descubriendo lo que era correrse de la forma más extraña y placentera del mundo. Ángela tuvo uno de los orgasmos más largos y deliciosos de su vida
Yo dejé las braguitas en el cajón de la cómoda y salí hacia el bar, ya era la hora de mi cena. Miré dentro, había otras dos mesas ocupadas, me dirigí a mi mesa y me senté en ella. La sola idea de ver aparecer a María en cualquier momento me tenía tenso y excitado
Terry, paró y se mantuvo parado un rato, asido con fuerza a la cadera de su hermana, fue bamboleándose adelante y atrás, con suma lentitud. Ganando milímetro a milímetro esa difícil y estrecha plaza. Natalia sentía que su culo ardía, pero increíblemente, cada vez le daba más placer.
Pasé mis dedos entre sus labios vaginales recogiendo sus jugos y se los llevé a la boca. Eva chupó con devoción, los lamía con frenesí, con delicadeza, pero con absoluta lujuria.
Lorenzo el primo de Alberto se estaba follando a su tía Ángeles que era una auténtica MILF. Por su parte su padre le daba polla a su vecina, que recién adquirida la mayoría de edad, era una preciosa muñequita con unas tetas puntiagudas y un culo de infarto. Henry tenía a la vecinita sujeta
Al cabo de un rato, llamaron a la puerta, y la propia Silvia se encargó de abrir, encontrándose con una impresionante rubia de unos 25 años, de cerca de 1,80 de altura y con unas impresionantes curvas que resaltaban sobre su vestido de lycra color beige. Ambas mujeres se miraron de arriba abajo
Ella acercó su mano a mi polla,
Cabrón estás como un toro ehhh.
¿Quieren postre?
No gracias, un café solo y un cortado, con un par de Johnnie Walker Blue Label.
Se desabrochó la bragueta de forma sincopada hasta que el tirador llegó al final. La mano izquierda de ella buscaba todavía una cremallera mientras que la derecha encontraba un promontorio sobre una tela de algodón. Unas manos nudosas levantaban las costuras de la braguita.
Ana le chupaba el culo y el coño por detrás con total dedicación. Para ella era una sensación extraña, totalmente novedosa, empezar a chupar esa polla gorda, mientras recibía un intenso placer con una lengua y unos labios en su retaguardia.
Sujetando con fuerza sus caderas aceleré todo lo que pude, sabía que eso me llevaría a un rápido orgasmo, pero valía la pena. Mi polla se enterró en su estrecho coñito.
Era media tarde cuando alguien llamó a la puerta. Era Estela. Encontrarse frente a frente las hizo sentir vergüenza, cada una por motivos diferentes. Su amiga entró sin esperar que Ángeles le dijese nada y la abrazó con fuerza.