Verano caliente

Muchas veces uno no se da cuenta de lo que tiene en casa hasta que se da de narices con ello.

En casa somos dos hermanos, yo de 26, y mi hermana de 17.

Recuerdo que al cumplir los 16 ella comenzó a pasar de niña a mujer, se le fueron marcando sus curvas y se le desarrollaron los pechos.

Vamos que aquella encantadora niña se había convertido en todo un bombón.

A sus 16 media ya más de metro ochenta y tenía unas tetas grandes, pero sin ser excesivas, vamos de un tamaño que no cabe en la mano pero que no se desborda, perfectas.

Esas vacaciones de verano cambiaron mi forma de mirarla al verla en bikini, recuerdo su imagen del verano anterior, una niña normal y corriente, infantil.

Este verano parecía una diosa del deseo. No podía quitarme su imagen de la cabeza. Son cosas que suceden sin más.

Recuerdo que el verano anterior se subía a caballito mío en la piscina y no iba la cosa más allá de un simple juego, este verano volvió a intentarlo pero para mí era diferente, el sentir esos pechos en mi espalda y ese chochito en mi nuca me ponía a mil.

Para ella seguía siendo un juego, o eso creía yo.

Es por ello que comencé a intentar evitar estas situaciones, más si estaban mis padres cerca, pues son de una moral muy estricta, sin ser beatos, pero manteniéndose a parte de los temas sexuales, la verdad es que mi educación sexual a surgido a golpe de revista y charlas con mis amigos.

En una ocasión en que salieron mis padres ella estaba bañándose en la piscina y luego se puso a tomar el sol. Yo la veía desde casa y me ponía a mil.

Puedo recordar como se retiró la cuerda del bikini y como lo bajo un poco, sin llegando a mostrar la parte superior de los pechos.

Allí estaba yo con una erección increíble y ella a tan sólo 10 metros.

En la seguridad de mi escondite me hice una paja genial.

Luego me supo mal masturbarme mirando mi hermana pero el caso es que lo hice.

A mis veintisiete años me excité más con mi hermana que con cualquiera de mis novias o amigas. Quizás mis últimos años de soltería ayudaron.

Ella comenzó a utilizar bikinis cada vez mas sexis, aunque casualmente los de tipo tanga sólo los utilizaba cuando no estaban mis padres, ella era también consciente de la rectitud de mis padres.

Un día que estábamos solos me pidió que le untara bronceador. Yo flipaba le di por todas partes, siempre con el bikini bañador puesto, no se lo quitó nunca.

Cierto día por la mañana al pasar por su cuarto estaba ella vistiéndose y sin querer la vi justo cuando se ponía una camiseta, no llevaba sujetador así que le vi perfectamente las tetas.

Aprovechando que tenía la camisa tapando la cara mantuve la mirada unos instantes sobre esos pechos. Se me puso como una piedra y tuve que ir al baño a bajarme la hinchazón con una sesión de mano.

En otra ocasión que mis padres salieron yo le dije a ella que me iba con los amigos, ella dijo que iría a tomar un poco el sol.

Al salir por la puerta recibí un mensaje de estos diciendo que se anulaba la partida de frontón por lo que di la vuelta y entre de nuevo en casa.

Ella estaba en la piscina tomando el sol.

De repente se giró y se quitó la parte de arriba del bikini, supongo que para evitar las marcas de las tiras. Allí estaba ella como una diosa apuntando con sus pechos al cielo.

Yo no perdía detalle desde dentro de la casa, escondido tras la ventana. Llevaba puesto un bikini tanga que se le escondía entre los cachetes del culo, de hecho parecía que no llevaba tanga.

Fue increíble la sesión de tetas que me di. Supuse que esto sería habitual cuando no había nadie en casa, por lo que en repetidas ocasiones le dije que salía y lo que hacía yo era esperar dentro a que tomara el sol sin bikini.

Es más en una ocasión se puso a tomar el sol completamente desnuda, pude apreciar su coñito perfectamente recortado en forma de triangulito.

Mi cabeza era un mar de dudas. Sería posible que lo hiciera aposta, sabiendo que estaba yo escondido o simplemente tomaba el sol. Tenía que averiguarlo.

Sin más tracé un plan para saberlo. Una ocasión en que mis padres se fueron pronto a comprar dejé abierta la puerta de mi habitación, como en verano yo duermo en calzoncillos me saqué la cabeza de mi pene dejándola visible y fingí dormir al escucharla levantarse.

Cuando pasó por mi puerta me llamó para despertarme, yo me hice el dormido, pero pude escuchar como se detuvo en la puerta y darme cuenta de cómo se quedó unos instantes mirando mi pene.

Casualmente ese día me volvió a llamar para darle bronceador mientras tomaba el sol. No hace falta decir la erección que pillé mientras frotaba su cuerpo. Supongo que lo debió notar, pues la tienda de campaña que marcaba yo era notable.

Otro día al levantarme y pasar por su puerta la vi como se estaba vistiendo, pero en esta ocasión se estaba poniendo la camiseta sin llevar las bragas puestas, es mas lo hizo muy lentamente, parecía que lo hacía adrede para dejarme ver su coñito perfectamente depilado y sus pechos.

Esto lo suponía yo porque todas las ocasiones en que tenia ración de vista eran aquellas en que mis padres salían de casa. Yo creo que la muy guarrilla era consciente de cómo me ponía mirándola.

Esa noche aprovechando que mis padres no estaban procuré hacer un poco de ruido mientras me masturbaba en la cama, quería que ella lo oyera, pero sin excederme.

Casualmente la mañana siguiente tuve ración de vista cuando se levantó. Se duchó y se marchó con sus amigas.

Al llegar a la cocina para hacerme el desayuno me encontré que había dejado la ropa sucia en el cesto de la lavadora, yo como buen hijo me dispuse a llenar la lavadora para ponerla en marcha, pero hubo algo que me llamó la atención.

Al coger su tanga para meterlo en la lavadora se me impregno la mano con un líquido viscoso.

Lo olí y me di cuenta que el tanga estaba lleno de sus flujos, seguro que se había masturbado antes de dejarlo allí. Ni que decir tiene como se me puso la polla con solo oler su tanga.

Esto se repitió alguna ocasión mas, así que decidí que ella también tenia derecho a pringarse las manos con mi leche.

Un día que sabía que ella tendría que hacer las labores de la casa, pues mis padres salían, cosa que supuso sesión de tetas cuando se levantó, me casqué una paja increíble y deje mis calzoncillos pringados en el cesto de la ropa.

Cuando ella fue a poner la lavadora pude observar desde una ventana exterior como se pringó la mano con mi leche.

Ella en lugar de alarmarse o hacer cara de asco tomó mis calzones y los olió e hizo algo que me dejó parado, se chupó los dedos.

Luego se bajó el bikini que llevaba puesto y comenzó a frotarse mis calzones por su coño. Casi me corro con lo que vi. Realmente estaba claro que ella era tan calentorra como yo.

El verano pasaba y el juego no iba más allá de lo que cuento. Una noche que hacía mucho calor yo llegué un poco más tarde que ella.

Al pasar por la puerta de su cuarto una pequeña corriente de aire entreabrió su puerta y pude ver como estaba durmiendo completamente desnuda. Dije su nombre muy despacio para ver si estaba despierta.

Ella no respondió, estaba profundamente dormida.

Así pues me armé de valor y entré le toque suavemente los pezones y se le pusieron duros al instante, luego le pase el dedo por su raja y pude ver como estaba mojada, seguramente se acababa de hacer una paja, razón de mas para que estuviera profundamente dormida.

Cerré su puerta y me metí en mi cuarto, me hice una paja increíble oliendo mi dedo lleno de su aroma.

A la mañana siguiente aprovechando que mis padres no estaban decidí devolverle el favor y me quedé totalmente desnudo en mi cama, dejé la puerta abierta y esperé a que ella pasara por delante para que viera mi pene casi erecto.

Esta vez no me llamó, simplemente se quedó mirando.

Yo la oía respirar y de repente noté como me llamó despacito para ver si estaba dormido, como no contesté supongo que así lo supuso.

Cuando pensaba que se iba a ir de repente noté como me cubrió un poco con la sábana, pero al acomodarla me palpó por encima mi polla. Luego se fue y aproveché para hacerme una paja increíble.

Desde ese día lo tuve muy claro, me la tenía que follar.

Ese día en la piscina ella vino a jugar conmigo, se me subió a caballito. Yo tenía la polla como un palo.

De repente ella se giró y al dejarse caer se rozó con mi polla, fue increíble el sentir como pasaba por su coño y estómago hasta que se alejó nadando, seguro que lo notó, pero no hizo nada más.

Luego se puso a tomar el sol. Entonces me dijo si tenía algún problema en que hiciera topless, que si no se le quedaban las marcas el bikini y eso quedaba feo cuando usaba tops descubiertos.

Yo le dije que no, que era mi hermana y que eso era lo más normal del mundo.

Que sesión de tetas me di. La cabrona sabía que me ponía a cien pero no me daba tercio a entrarle.

Otro día que estábamos solos iba ella con las tetas al aire por dentro de casa, yo le dije que se tapara antes de salir, que la podía ver alguien desde la calle.

Ella dijo que no iba a salir, que si tenía algún problema en que fuera así por casa, que tenía mucho calor.

Yo le dije que no, pero que no era de piedra, que ver una mujer tan bella me podría alterar las hormonas.

Ella se rió y dijo que ya me valía, que éramos hermanos. Yo le dije que por muy hermanos que fuéramos ella estaba increíble y era inevitable el fijarse en su figura.

Ella respondió gracias hermanito, pero no te alteres demasiado, no sea que tengas que aliviarte.

Que fuerte lo que dijo, yo no daba crédito a mis oídos.

Entonces tomé la iniciativa y le dije que el hacer topless no era malo, que de hecho yo había estado en alguna ocasión en una playa nudista y allí la gente actuaba de lo más normal.

Ella respondió que sería fantástico hacer nudismo en casa y tomar el sol desnuda, así su cuerpo estaría totalmente bronceado, sin marcas.

Yo le dije que por mi no había problema que ya era mayor para hacer lo que quisiera. Ella dijo gracias, y se fue a su cuarto para salir completamente desnuda.

Yo me quede como embobado mirándola. Ella dijo.

– ¿Qué pasa, que no has visto nunca una mujer desnuda?.

* Claro que si, lo que pasa es que eres bellísima. Seguro que no te faltan pretendientes.

– No creas ….. Amigos muchos, pero sólo eso. No estoy interesada en atarme con nadie siendo tan joven.

* Ya pero cuando tengas necesidades ….., eso, ya sabes.

– ¿A que te refieres?, ¿A sexo?.

* Bueno, no quería decirlo así, pero a eso me refiero.

– No hay problema, para eso esta la masturbación, como haces tu.

Joder, se nota que me escuchó el otro día cuando me la casqué haciendo algo de ruido.

– Si bueno, pero en tu caso no te faltarían ayudantes, con esa figura que tienes seguro que muchos amigos tuyos te querrían ayudar.

* No creas, los amigos son sólo eso, a parte, parece mentira que digas eso sabiendo como son los tíos.

– ¿ A que te refieres?

* Me refiero a que los tíos son todos unos bocas, en cuando se hacen a una tardan poco en contárselo todo entre ellos y te acaban tratando de facilona o puta creándote una mala reputación, ya ves, como si ellos no participaran. Cuanto machista hay suelto..

– Bueno no todos son así. Hay algunos, como yo, que nos lo callamos, así conseguimos que las tías no se cabreen y nos busquen más a menudo.

* Aja, así que tu tienes con quien hacerlo.

– Bueno la verdad es que llevo un tiempo en dique seco.

* Je Je, por eso te la cascas tan a menudo.

– ¿Cómo que tan a menudo?

* Claro o es que piensas que no se ven los regalitos que dejas en los calzoncillos cuando los meto en la lavadora.

– Bueno tu también dejas regalitos en tus braguitas y no pasa nada.

* Hombre claro, sólo faltaría que pasara algo. Es natural que a mi edad me masturbe, las tías también tenemos necesidades, solo que somos más discretas cuando lo hacemos.

Jo para entonces me estaba poniendo como un garrote de verla desnuda. Encima, para colmo, se sentó en el sofá con las piernas abiertas y me dejo ver la raja de su coño, que al estar depilado se veía perfectamente.

* Sólo tienes que ver como estas ahora.

– Bueno si, como te dije no soy de piedra.

* Si, si, ya lo veo.

– Bueno voy un momento al baño.

* Si, ves, ves, y alíviate.

– Oye, ¿Por qué piensas tú que voy a ir a cascármela?. Sólo iba a mear.

* No pienso nada, pero estoy segura de ello.

-Pues sabes que te digo, que ahora no voy a ir, te vas a tener que aguantar viendo la tienda de campaña que marco.

* Bueno, ya ves que problema, no voy a asustarme por ello.

Ese día las cosas no llegaron a más, cada uno hizo sus tareas y luego yo me quedé viendo la tele y ella se fue a tomar el sol a la piscina, desnuda por supuesto, eso sí, la muy cabrona se puso a tomarlo con las piernas abiertas y apuntando hacia la ventana del comedor.

Seguro que sabía que estaría yo mirándola, y puede que algo más.

En los días sucesivos ella aprovechaba cada vez que pasaba cerca de mi para restregarme las tetas por la espalda, o su culo por mi paquete, con la excusa de que el pasillo de la casa era estrecho y no cabíamos los dos, o para acercarse a preguntarme algo se situaba en mi espalda y se apoyaba.

Recuerdo que incluso en una ocasión ella iba delante de mí y se detuvo de repente fingiendo que se agachaba a coger una cosa que se le había caído para que mi polla tropezara con su culo.

Por supuesto que enseguida se me notaba la tienda de campaña y luego ella se iba riendo.

Otro día que mis padres se fueron pronto por la mañana pude oír como se masturbaba en su cuarto, la verdad es que hacía poco ruido, pero el suficiente para que yo pudiera oírlo. Sus gemidos me pusieron a cien, así que decidí masturbarme yo también al mismo compras que ella.

Nos corrimos al mismo tiempo y yo imaginé que lo hacía en su coño, fue fantástico. Cuando note que ella se iba a levantar me saque la cabecita de mi polla por el hueco del slip y fingí dormir.

Al pasar ella por delante de mi cuarto se quedó mirando y me tocó la puntita de mi polla, que todavía tenía alguna gotita de semen, recogió su trofeo y se fue.

Al levantarme yo más tarde estaba ella orinando en el baño con la puerta abierta y pude ver su coño, ya que se levantó justo cuando yo pasaba por delante, la muy pícara ni se inmutó, es más me dio los buenos días.

Una noche en la que estábamos los dos solos en casa recuerdo que pusieron en la tele una película un poco subida de tono, cuando se me empezó a marcar la tienda de campaña ella dijo..

* Ya veo que llevas tiempo en dique seco, pues en cuanto sale una escena un poco cachonda se te pone como un garrote.

– Ya lo se, si tuviera alguien con quien desfogarme…… y tu no hables pues también estas cachondilla, o es que piensas que no se te notan lo pezones erizados.

* No, no eso es porque hace frío.

– Mentira seguro que no es por el frío.

* Que si hombre, que si.

– Ya seguro que tienes el coño mojadito.

* Que no tío de que vas.

– Seguro que si, mentirosa, lo que pasa es que te da corte reconocerlo.

Esto último de mentirosa no le gustó mucho, se incorporó y dijo…

* Conque mentirosa, ahora verás.

Se levantó, se quito el pantaloncito que llevaba y se bajo las bragas. Se sentó en el sofá con las piernas abiertas y se abrió el coño.

* Venga chulo, dime donde estoy mojada, venga.

Yo me armé de valor y le toqué con un dedo para comprobarlo, curiosamente ella no cerró las piernas y me dejo tocar.

– Vaya vaya, pues es cierto dije yo chupándome el dedo para comprobarlo, no estas mojada pero ahora veras como si.

Comencé a tocarle la raja para frotar un poquitín su clítoris. De repente ella cerró las piernas y dijo

* Vale, vale, dejemos esto que estamos hiendo muy lejos.

– Lo que pasa es que te gusta y no quieres reconocerlo.

* Bueno, si me gusta, pero somos hermanos y hay ciertas cosas que no debemos hacer.

– Ya, lo que pasa es que tienes miedo de que me emocione y te pegue un polvo.

* No creo que fueras capaz de violarme.

– No, No, por quien me tomas, eres mi querida hermanita y nunca te haría daño. De todos modos seguro que te gustaría.

* Eso es algo que nunca sabremos.

– Eso es porque no quieres.

* Pero que dices tío, como vamos a hacerlo entre hermanos.

– Pues claro, no veo el porque no. Razón de más. Yo soy una persona sana sin enfermedades y que nunca irá diciendo que tu te lo haces conmigo, ni que eres una facilona ni puta. Conmigo tendrías sexo seguro sin mentiras, falsedades, habladurías, ni riesgos.

* No, es inmoral.

– ¿Inmoral?, pero si hasta los perros lo hacen entre miembros de su camada, igual que lo hacen otros animales.

* Si, pero nosotros no somos animales, somos humanos.

– Humanos, animales, que mas da. A parte, yo no te pido amor, sólo te ofrezco sexo, pasar un buen rato.

Para entonces no me replicaba, sólo asentía. Yo para entonces iba acercando mi mano sobre su muslo y acercándolo a su coñito. Poco a poco comencé a tocárselo y comencé a masturbarla.

* No, no sigas.

– Calla tonta, si sólo hay que verte la cara de gusto que pones.

* Noo ohhhh, nooo ohhhhh, me da vergüenza

– Ves ahora comienza a gustarte.

* Nooo ohhh, siiii, siiii, siiii, sigue, no pares, sigueeeeeeeee.

Entonces me acerqué y comencé a chuparle el coño y ella sólo hacía que gemir. Le chupaba por los laterales, entre los labios mayores y las piernas, luego pasé a los menores para dedicarme a su clítoris.

Se lo chupe frenéticamente.

Ella sólo gemía y decía que siguiera. Le metí dos dedos en el coño mientras le chupaba el clítoris y al ver que le llegaba el orgasmo aceleré mis chupadas.

Tuvo un orgasmo brutal. Yo le chupe todo su coño mojado hasta dejarlo limpio.

* Joder tío que pasada, ha sido la mejor corrida de mi vida.

– Eso es por el morbo de lo prohibido, por el morbo que da hacerlo con tu hermano.

* Supongo, pero el caso es que ha sido genial. Bueno me voy a dormir, hasta mañana.

– Ehh, ehh, ¿Y que pasa con migo?. Mira como me has dejado, la tengo más dura que un garrote.

* Alíviate tu sólo.

– Serás tramposa.

* Tranqui tío, que iba de broma. No te preocupes. Ven aquí que te voy a dar una mamada que te va a dejar seco.

Como la chupaba, parecía que le iba la vida en ello. Me chupaba como una profesional, para no haberlo hecho nunca lo hacía muy bien. Cuando me iba a correr se lo advertí.

– Ahhh, Ahh, me viene, me corro. ¿Dónde la quieres?.

* En la boca y en la cara, venga, venga.

– SIIII, AAAHHHH. Toma mi leche, toma.

* Siii, SIIIIIII, restriégamela con tu polla por la cara, dame cremita facial.

– Joder, que corrida, es la mejor mamada que me han hecho.

* Claro, claro, es que una aprende rápido estas cosas.

Luego me dio un beso en la boca y otro a mi polla.

Se fue al baño, se limpió y se acostó. Yo recuerdo que tuve que cascarme otra paja pues estaba como una moto. Sabía que follármela llegaría pronto.

Al día siguiente estaba yo en la piscina y ella en casa. En cuanto se fueron nuestros padres salió de casa y se metió en la piscina.

Se acercó nadando y se subió a caballito pero invertida, comenzó a restregarse sobre mi paquete.

Yo me puse tieso enseguida.

Se quitó el bikini y luego el tanga y siguió con la faena de restregarse.

* Chúpame el coño bajo el agua. Quiero saber que se siente. Una amiga me ha dicho que esta muy bien.

– Ahora veras.

Me sumergí y emprendí la tarea. Como practico natación pude aguantar mucho bajo el agua dándole al asunto.

Salí y le pregunté que cómo se sentía. Ella me dijo que siguiera que ya estaba por venirse. Volví a sumergirme y se corrió enseguida. Como se estremecía durante el orgasmo, que pasada.

– Bueno, ahora te toca a ti.

* No creo que pueda aguantar tanto como tu bajo el agua.

– Pues yo no me quedo sin premio. Vamos a casa y me devuelves el favor.

* Venga vale.

Entramos en casa y al llegar al sofá me empujo, me quito el bañador de golpe y se dedicó a la faena. Poco antes de correrme le dije.

– Para, para.

* ¿Qué pasa?, ¿no quieres correrte en mi cara?.

– No, lo que quiero es follarte.

* No creo que debiéramos. Eso es ir muy lejos, a demás, soy virgen y me da miedo.

– No te preocupes, te trataré con mucho cuidado.

* No se si debemos ….. vale, pero despacio.

– Ven que te vuelva a comer el coño para que te lubriques bien.

* Venga vamos.

Comencé a chuparle el coño con más entusiasmo incluso que la primera vez, como se mojaba mi hermanita. Cuando estuvo bien lubricada le dije.

– Chúpamela un poco a mi.

* Si, me encanta chupártela.

– Sigue, sigue.

* Uff, como me pone.

– Vale, para, ponte boca arriba y ponte un cojín bajo el culo para que te entre mejor, además así te rozaré mejor en la parte alta de la vagina y te dará más gusto.

* ¿Cómo sabes tú esas cosas?

– Bueno uno que lee mucho y conoce bien el cuerpo de la mujer, en la parte delantera de la vagina se encuentra una zona erógena.

* Venga lista, métemela que no aguanto más.

Acerqué la cabeza de mi polla a su coño y jugué un poco con sus labios mayores y menores, abriéndoselos con mi polla, empujando un poquito, pero sin penetrarla.

Luego le metí un poquito la polla hasta encontrarme con su himen.

– Quieres que te la meta de golpe para que sea más rápido la desfloración.

* Si, si, rápido.

– Tomaaaaaaa.

* Ahh, duele, duele.

– Espera y veras como se va el dolor.

– Toma polla, toma.

Comencé a penetrarla rápido y su dolor se convirtió en gritos de placer.

*Ahhh, siiiiii, que gusto, sigue, sigue.

– Ufff, que coño mas estrechito, como me gusta metértela, eres una mía, es el mejor coño que he follado nuca.

* ¿Sí?, pues venga empuja empuja que me viene un orgasmo.

* Ahhhhhhhhh, ahhhhhh que gustoooooooo.

* Más, más, empuja, sigue.

Recuerdo que le vinieron por lo menos tres orgasmos durante la follada.

– Ohhh, voy a correrme, ¿donde la quieres?

* En mi coño, en mi coño, no te preocupes, hace tiempo que tomo la píldora

– ¿Seguro?, no quiero sorpresas luego.

* Siiiiiiii, segurooooo, una es previsora y desde que tu y yo jugamos tanto la vengo tomando.

– Venga, hay va.

* Siiii, dámela, córrete en la entrada de mi coño.

– Toma leche, toma leche.

* Afff que gusto.

– Toda, toda, hasta la ultima gota.

* Uffff, empuja la corrida con tu polla, la quiero dentro de mi coño.

– No me digas que te ponen estas guarradas.

* Si me ponen más salida que una perra en celo.

– Tú mandas. Tienes el toro cogido por los ….. por el rabo.

* Ufff, que gusto. Quiero que vuelvas a correrte.

– Pues chúpamela.

* Si dame rabo, ven que te la chupe.

– Siiii, chupa chupa.

* Empújala en mi boca, quiero sentirla en mi garganta.

– Toma polla toma.

* Arrggghh.

– Cuidado no te ahogues.

* No te preocupes y empuja.

– Ohhhhh, que garganta, que gusto, voy a correrme enseguida.

* Si venga, en mi coño, en mi coño.

– Toma leche en tu coño, toma.

* Que no se derrame nada, toda en mi coño.

– En tu coño, en tu coño, voy a llenártelo de leche.

* Empújala con la polla, méteme la leche dentro.

– Toma leche dentro, toma.

* Siii, que gusto, que gustoooooooooo.

– Pues no te cuento yo, siiiii, ahhhhh.

Nos quedamos rendidos en el sofá. Que follada habíamos pegado. Estábamos los dos sin aliento.

Que imagen, yo con la polla mojada en semen todavía y ella con el coño lleno de leche y chorreándole por los lados. Sólo de mirarla se me puso dura otra vez.

– Venga sigamos que mira como la tengo.

* Joder que aguante, como me voy a poner de ración de polla, que suerte tengo.

– Venga, me tumbo de espaldas y me cabalgas.

* Venga probemos.

– Súbete y métela despacio en tu coño.

* Vale, vale, siiiiiiiiiii.

– Despacito, despacito.

* Y una mierda, de golpe, ZAASSSS

– Agggg, joder, que gusto.

* Siiiiii, que placeeeeerrrrrrr.

– Móntame, cabálgame.

* Si, siiiiiii, soy tu amazona, mira como te monto, mira como entra y sale.

– Siiii, lo veo, lo veo, sigue no pares.

– Joder, que gusto.

* Ahhhhhh, que gusto.

– Me voy a correr. Ahhh.

* En mi cara, en mis tetas.

– Si venga hazme una cubana.

* Si venga, fóllame las tetas.

– Apriétame la polla con ellas, aprieta.

* Siii empuja, empuja.

– Ahhhh me corro, abre la boca, ábrela.

* Venga dame leche, dame leche.

– Aggggg, toma, toma.

La corrida entera fue a su boca, hasta la última gota que quedó en la punta se la chupo. Luego jugó con la corrida en su boca, con su lengua, pasándola por sus labios para luego tragársela.

* Ummm que rica está, me encanta el sabor de tu leche.

– ¿Seguro?

* Si tiene un sabor especial. Me encanta, a partir de ahora no te la casques, te la chuparé yo para que me des tu corrida en mi boca.

Efectivamente, las mañanas en que nuestros padres salían pronto no hacía falta utilizar despertador.

Mi despertador eran las mamadas de mi hermanita. Era fantástico despertarse con un cosquilleo en el rabo y comprobar que estaba ella chupándomela.

Cuando notaba que iba a correrme aceleraba la mamanda y recogía la corrida en su boca. Un día recuerdo que en lugar de recogerla en la boca sacó una magdalena, la cubrió con la corrida y se la comió.

Nuestra actividad sexual era frenética, recuerdo que incluso perdí peso de tanto ejercicio follatorio que hacíamos.

Una tarde que salieron nuestros padres con unos amigos le dije que había algo que no habíamos practicado y quería probar.

– Hay una cosa que aún no hemos probado.

* ¿Cuál?

– Me gustaría encularte.

* Pero eso debe doler mucho, además si me penetras luego en el coño puedo coger una infección.

– Bueno eso tiene fácil solución, vas al baño, vacías y luego te lavas bien, incluso te pones una lavativa, así no hay riesgos de infección.

Se fue al baño, se tomo unas píldoras laxantes.

A mitad tarde vino y me dijo que estaba lista, que quería probar, pero que la tratara con mucho cuidado pues eso tenía que doler mucho.

– No te preocupes, te trataré con sumo cuidado.

* Venga vamos a la faena.

– Ven que te chupe el coño para lubricarte bien y ponerte cachonda.

* Siii chupa chupa. Chúpame también el agujero del culo.

– Si toma, toma, esto se llama beso negro.

* Joder, pues da un montón de gusto.

– Ahora te meteré un dedo para ir acomodando tu agujero.

* Uffff, que gusto. Pongámonos en 69 para que te pueda chupar la polla mientras.

– Siii, sii, chupa zorrilla.

* Dime cosas sucias que me pone más cachonda.

– Ven aquí puta, te voy a dejar el ojete mas mojado que una piscina.

* Siiiii, siiii, méteme otro dedo mas cabrón.

– Toma zorra, toma dos dedos.

* Siii, métemela ya que la tienes como un garrote.

– Venga, ponte un cojín bajo la barriga para levantarte un poco el culo y que te entre mejor.

Acomodé la punta de mi polla en su entrada y empujé un poquito.

Cuando tuve la cabeza dentro paré un poco ante sus quejas y me esperé para que se acomodase su esfínter.

Cuando se relajó le comencé a acariciar el clítoris para que se relajara mas todavía y le fui empujando poco a poco. Cuando la tuve toda dentro me esperé un poco a que se acomodara y luego comencé a envestirla con fuerza.

* Siiiiiiiiii, Siiiiiii, que gusto. Empuja, empuja.

– Joder que culo mas prieto tienes, como me roza con las paredes.

* Ohhhhhhhh, Siiiiiiii, no pares, que me viene un orgasmo, empuja mas fuerte.

– Si toma polla zorra, toma polla.

* Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiii, que orgasmo mas brutal.

– Me corrooooooooo, me corrooooooo.

* Si tíramela a la entrada de mi culo.

– Toma, toma leche en tu culo, menudo charco te queda.

* Méteme la corrida dentro con tu polla.

– Si toma, no quedará fuera ni una gota, toda la corrida dentro.

* Joder ha sido genial esto de que me dieras por culo, que gusto.

– Pues ya sabes, cuando quieras me lo pides.

* Si, si, esto habrá que repetirlo más veces.

– Ya sabes que cuando quieras tienes mi polla dispuesta, no hace falta que preguntes, tu sirvete.

Al fin lo había conseguido, me follé plenamente a mi hermana.

De todos modos se nos planteaba un problema, las vacaciones estaban por terminar y todos volveríamos a la ciudad.

Allí tendríamos menos ocasiones para follar ya que yo trabajo, ella estudia y nuestros padres no suelen salir mucho por la ciudad.

En fin ya veremos como nos las apañamos.