Aviso: Es el primer relato que publico, tiene palabras del lenguaje que utilizo a diario, ante cualquier duda no duden en comentar o mandar un mensaje.

Todas las criticas constructivas son bienvenidas, tengan en cuenta que es el inicio de una serie, hay capítulos que pueden sentirse largos o momentos en los que sientan que no pasa nada interesante. vuelvo a lo mismo, haganmelo saber, quisiera evolucionar esta serie teniendo en cuenta el feedback de la comunidad, sin darle mas vueltas al asunto los dejo con el inicio de esta serie.

La Cabaña

Este verano, Nicolás y Josefina habían decidido alejarse del lugar de veraneo en el que se encontraba su familia y tomarse unos días en otra localidad cercana.

Si bien eran jóvenes, ya tenían sus respectivos trabajos y podían darse el lujo de utilizar sus ahorros para alquilar una cabaña para ellos solos.

En ella eran libres de la mirada y el juicio de sus padres, por ende, los cigarrillos, el alcohol, la marihuana y el sexo con desconocidos serian moneda corriente de los días.

Nico y Jose (como le decían desde niña) eran muy compañeros, desde pequeños se cubrían las espaldas en sus travesuras y pasaban todo el tiempo juntos. Con el pasar de los años, esto no había cambiado, era habitual que Jose se quedara en la casa de sus tíos, los padres Nico, cuando llegaba borracha. Un mensaje bastaba para que Nico se levantara en la madrugada a abrirle la puerta y hacerla pasar ‘’desapercibida’’ a su habitación sin que sus padres se enterasen, al otro día desayunaban todos juntos. Los padres de Nico, ya estaban acostumbrados y no le comentaban nada a los padres de la joven. Preferían saber que terminara pasando la noche en su casa que en cualquier otro lugar desconocido.

Su familia si bien no era de las más conservadoras, se quedaban incrédulos ante las charlas de los jóvenes primos. Las conversaciones de índole sexual que mantenían eran demasiado explicitas para el gusto de sus padres y demás familiares. Durante estas charlas, hablaban de sus compañeros de la noche, que habían hecho, de qué manera, en qué posiciones, todo con lujo de detalles, intercambiaban tips, se prestaban condones en caso de ser necesario, las palabras vergüenza y pudor no estaba en sus diccionarios.

Tenían planeado usar a la cabaña como su motel personal. Simplemente darían vuelta el tapete de la entrada para avisar al otro que no era momento para entrar. Dejaron su arsenal de condones y lubricantes en un cajón de la meza de luz entre las camas, obviamente cada uno tenía en su bolso sus propios artilugios que no eran compartidos, dildos, vibradores, plugs y un largo etc.

Estos días serían los días del sexo desenfrenado, o así lo seria de no ser porque el clima no los ayudó, el día en el que llegaron a la cabaña, una fuerte tormenta los había condenado a no salir de la cabaña mas que a comprar comida.

Nico aprovechaba y diciendo que iba al baño se sentaba en la taza del inodoro para masturbarse, las camas estaba una al lado de la otra, separadas por la mesa de luz repleta de ´´las municiones´´ como le decían ellos. por ende, no era una opción viable masturbarse en la comodidad de su cama.

Por su parte Jose lo hacía solamente cuando entraba a la ducha, ya se estaba quedando sin excusas para hacerlo, no era muy normal bañarse 5 veces seguidas en un solo día en el cual ni siquiera se salía de la casa. De todas maneras, sabía que Nico no iba solamente al baño a hacer del 2 entonces ni bien se cerraba la puerta del baño, ponía música en su parlante y corría a su bolso para agarrar el satisfyer, saltar a la cama y jugar una carrera silenciosa con su primo para ver quien llegaba al orgasmo primero. Por lo general esa carrera la ganaba su primo y más de una vez tuvo que fingir estar acostada o charlando con alguien por el celular.

Nico ignoraba por completo este silencioso ritual, simplemente pensaba que su prima no quería escucharlo ´´hacer del 2´´ por ende la música y jamás le pareció extraño encontrarla acostada en su cama, tampoco nunca había reparado en la respiración agitada o el rojo en la cara de Jose.

Al tercer día, la tormenta había pasado y con ella el calor se hizo sentir. Los primos desayunaron y se fueron a preparar para un merecido día de playa. Nico lavaba los platos que se habían acumulado de los días anteriores, mientras Jose se excusaba para ir al baño.

Mientras estaba sentada en el inodoro, miraba su teléfono, scrolleaba Twitter mientras liberaba su vejiga, deslizando el pulgar por la pantalla, un post llamo su atención. No era ni más ni menos que una verga enorme moviéndose de arriba para abajo, si bien no debería de sorprenderse ya que la mayoría de sus seguidos eran páginas que se dedicaban a subir porno sin ningún tipo de filtro, algunas enfocadas en relatos, otras eran creadores de contenido para OnlyFans, incluso había alguna que otra mujer la cual le parecía atractiva, el resto (por ende, la mayor cantidad) era porno, directo, sin censura y a todo volumen.

En fin, no sabía si era por la frustración de que la semana del sexo desenfrenado que tenía planeada no estaba saliendo como deseaba, o que más de una vez Nico había interrumpido su paja, pero ver ese gran pene balanceándose le generó una calentura inexplicable.

Se limpió y salió directamente a la habitación, durante el trayecto vio que Nico tenía para rato en la cocina.

Sin más preámbulos, sin sacar los ojos de la pantalla dio un salto, aterrizo en la cama y se sacó el pequeño short de tela, quedando en tanga.

Con la derecha sostenía el teléfono mientras que la izquierda ya se encontraba pasando por debajo de su remera a la altura del ombligo, acarició suavemente su piel con la yema de sus dedos mientras subía su mano hacia sus senos.

Acariciaba su teta derecha desde abajo haciendo presión hacia arriba, pasó su pulgar varias veces dibujando la circunferencia de su aureola, su pezón ya erecto, gozaba con las caricias de esa mano que sabía qué hacer para pasarla bien.

Pensaba en ese miembro en frente de ella, tan cerca de su boca que podía saborearlo aun sin tenerlo adentro.

Sin aguantar las ganas, lo tomó y recogió la piel hacia atrás, y pasó su lengua por el frenillo varias veces, cerró sus labios y comenzó a succionarlo muy despacio, llenando el miembro de saliva a medida que entraba en ella, primero la cabeza del glande pasando por encima de sus dientes sin hacer contacto con ellos, luego recorriendo el interior de su boca mientras acompañaba el movimiento con la lengua, llegó hasta la campanilla, está, acostumbrada a ese tipo de visitas no generó resistencia y la verga de este desconocido continuó hasta el fondo de su garganta al ritmo que Jose quería.

Pudo sentir la suavidad del pubis totalmente libre de pelos en su nariz, y los testículos igual de lampiños haciendo contacto con su pera, esa verga tenía el tamaño justo para ella.

Comenzaron los movimientos de vaivén al ritmo requerido para que su vagina comenzara a generar los fluidos que, ya empezaban a generar húmedas manchas en la tanga blanca de Jose.

El trance era fuerte, no existía nada más que la verga entrando y saliendo de la boca de la joven. Imaginó como se debía de sentir ese semejante ejemplar palpitando en un fuerte orgasmo pintando su garganta y boca con delicioso semen.

Pero todavía no era momento para eso, Jose soltó su pezón no sin antes darle un dulce pellizcón. Se llevó una sorpresa al sentir la humedad de sus dedos haciendo contacto con sus labios por encima de la tanga.

La puta madre ahora voy a tener que lavarla y no hay lavarropas acá. Pensó Jose saliendo del trance por un momento.

Sin darle más importancia prosiguió con su placentero deber.

Dejó el teléfono arriba de la mesa de luz, cerró los ojos y ahora con sus dos manos para su placer se puso manos a la obra. Con los pies apoyados sobre el colchón levantó las rodillas y separó sus piernas, así como lo hizo en su mente.

En sus pensamientos ese gran pene ya se encontraba pasándole la punta de arriba hacia abajo por sus labios empapados, sus dedos imitaban estos movimientos. El movimiento del miembro se detuvo en la entrada de su concha y con mucha suavidad comenzó a entrar, todo ocurría al ritmo que Jose quería, podía sentir como sus labios se abrían al paso de esta hermosa verga y como esta llenaba su interior.

En el mundo real, con una mano se agarraba y acariciaba las tetas a un ritmo frenético, mientras más abajo con sus dedos, acariciaba su clítoris en círculos, parando únicamente para meter dos de ellos en su interior tocando esa zona que tanto placer le genera.

La verga había cogido velocidad y ahora penetraba a Jose a un ritmo infernal, por momentos sentía la delicada pelvis de su amante chocando con su clítoris y pubis. Jose estaba llegando al mejor momento, los músculos de las piernas se le tensaban mientras su cadera hacia despegar las nalgas del colchón, los pezones no daban abasto del placer que una sola mano les generaba. Podía sentir fielmente como el miembro se hinchaba al mismo tiempo que el propio fluido de Jose la inundaba.

Finalmente y al mismo tiempo, el orgasmo se presentó, la eyaculación inundo toda la concha de Jose mientras que su clítoris explotaba de placer, no se pudo contener y se le escaparon tres gemidos de mayor a menor volumen.

Mientras sus piernas temblaban, abrió los ojos, asustada de que su primo la haya descubierto, se tapó con las sábanas para esperar que este entrara al cuarto a pedir explicaciones por sus gritos. Al pasar de los segundos, la presencia de Nico nunca se acusó en la habitación.

Minutos antes

Nico se encontraba en un trance, había fumado unas pitadas de porro antes de ponerse a lavar los platos para «inspirarse».

Se calzó los auriculares, subió la música al máximo y mientras sonaba rock comenzó su batalla con los platos.

Luego de 5 temas estaba llegando al final, se sacó los auris y se dirigió al baño, golpeo la puerta para ver si su prima estaba adentro y pensó si ella también usaría la táctica de «ir al baño» para liberar sus deseos sexuales con una paja.

Asumió que no sería tan pajera como él y continuó.

Al no recibir respuestas, entró al baño, esta vez no sería para masturbarse, simplemente eran ganas de hacer pis, al terminar noto que la cisterna estaba cargando agua, por ende, no hacía mucho que Jose la habría utilizado.

Examinó la cabaña por arriba, no vio señales de su prima y se dirigió hacia el cuarto.

A pocos de pasos de llegar a este, notó la puerta apenas abierta, cuando se dirigía a empujarla, pudo ver las piernas de su prima con las rodillas apuntando al techo, inclinó su cabeza para seguir observando, quizás se estaba cambiando y no quería molestarla.

Grande fue su sorpresa, al encontrar a su prima en plena paja. Parecía estar disfrutando como nunca, con una mano en su pecho por debajo de la remera y la otra metida dentro de ella por adentro de la tanga. Jose tenía los ojos cerrados y no parecía importarle nada más en la vida que darse placer. A Nico le impresionó la rapidez con la que los dedos de su prima salían de su sexo para acariciar su clítoris un momento para luego volver al interior de su vagina.

Su erección no se hizo esperar, su pene hacia fuerza por salir y entrar en esa mojada, apretada y apetitosa compañera. Ver este espectáculo le trajo los recuerdos de una noche en la cual la relación de los primos pudo haber cambiado para siempre.

Fue una noche en la cual Jose le mandó un mensaje a la madrugada diciéndole que estaba afuera de su casa. Al abrir la puerta encontró a su prima en un estado deplorable, apenas pudo entrar sin tirar nada y hablando a un volumen elevado por no decir a los gritos.

Nico le guio el camino hasta su habitación. Su prima al llegar se desparramó en la cama y se durmió. Nico estaba por salir del cuarto cuando Jose lo llamo.

– Nicooooo, no te vayaaaaas. vociferó su ebria prima.

– ¿Qué queres boluda? Estás re en pedo. Rio Nico y continuó. -Dormite, te deje el balde al costado de la cama, no me vayas a vomitar el piso…. Otra vez.

– dame una remera boluda, no puedo dormir con esta mierda puesta. Ordenó su prima arrastrando las palabras.

Nico se sacó la suya y se la tiró por la cabeza.

-Bueeeeeno primo, que lomazo, Vení que te doy unos besos….

Antes de poder contestar, su prima se sacó el vestido y descubrió sus tetas al aire, apuntándolas directamente hacia él.

-Dalee boludo, hoy me iba con un tremendo macho y se fue con la puta de su ex, no sabes las ganas que tengo Nico. Dale, no le decimos a nadie

Nico estaba totalmente descolocado, su mente se nublaba cuando tenía un par de tetas en frente, pero jamás imaginaria que las de su prima lo llevarían a tal dilema.

-Quiero culiar Nico, daaaale. Balbuceaba su prima mientras se paraba y comenzaba un poco elegante zigzag hacia él.

Nicolás estaba paralizado, no sabía qué hacer, esperaba que su prima perdiera el equilibrio y cayera a la cama para poder huir de ahí. Cosa que sucedió, pero no según sus cálculos.

Josefina si tropezó, pero en dirección a él, pudo detener su caída pasando un brazo por delante de su pecho y abrazándola con el otro, y logró evitar la caída.

Para ese momento no solo le había visto las tetas, sino que ahora estas, se encontraban reposando sobre su brazo. Acompaño el movimiento de su prima hasta que esta logro encontrar el equilibro para mantenerse en pie.

Su prima ni lenta ni perezosa le devolvió el abrazo colgándose de su cuello, en ese momento Nico la soltó, pero pasando su mano primero por debajo de la teta izquierda y siguiendo el movimiento pasó su mano acariciando lo más que pudo de la restante, el tacto del pezón por la palma de su mano generó una puntada de placer debajo de su bóxer.

Jose al sentir el contacto inició el ataque y paso su lengua desde el pecho hasta el cuello de su primo, avanzó un paso y apoyó todo su peso sobre el cuerpo de Nico.

Este tuvo un espasmo al sentir la lengua de su prima recorrer su cuerpo y luego otro más al sentir el rozamiento de la tela de la tanga sobre la de su bóxer además de las tetas de Jose sobre su pecho.

Mientras los brazos de Jose se anudaban en la espalda de Nico, los de este se dedicaban a colgar a los costados de su dueño. Jose levantó su cabeza haciendo contacto visual con su primo y le preguntó si no pensaba tocarle el culo, que había estado yendo al gimnasio y estaba bien durito.

Nico se dejó llevar, llevo sus manos a las dos nalgas de su prima, su culo hacía juego con el resto de la piel, era muy suave, su prima cuidaba mucho de ella.

Las manos de Nico comenzaron a recorrer toda la circunferencia del culo de Jose, lo apretaba y lo soltaba, mientras lo recorría subió su mano hasta la cintura, al bajar nuevamente a su culo, paso la mano derecha por debajo de su tanga.

Su prima identificó esta señal, sin dejar de mirarlo a los ojos, cortó el abrazo separó su cuerpo y con una mano tomó la de su primo y la llevo hasta su vagina.

Nico no daba crédito a lo que pasaba, su prima estaba desacatada, y él estaba tocándole la

concha. Esta estaba muy caliente y húmeda. Nicolás comenzó a mover los dedos de arriba hacia abajo con suavidad, la cara de puta que dibujaba su prima era demasiado, quería besarla, tirarla en la cama y cogerla toda la noche. Jose al contacto de los dedos de su primo gimió en su oído y comenzó a sacarse la tanga mientras le tocaba la verga a Nicolás, en ese momento se paró en puntas de pie para besarlo perdiendo el equilibrio.

Esta vez su viaje fue hacia atrás, y sin quererlo cayó sobre la cama totalmente desnuda. Nico quedó inmóvil, la caída fue a una velocidad que no le dio chance a reaccionar, Jose comenzó a reír e invitarlo a la cama. Nico portaba una erección total, la oscuridad no permitía verlo, pero en su bóxer se marcaba una pequeña marca de fluido propio de su pene. Mientras su prima con una mano se tocaba las tetas y con otra lo invitaba a acompañarla, Nico espabiló y se fue del cuarto sin mirar atrás.

Por la mañana Nico despertó en el sillón, solamente vestido con el bóxer.

Sus padres ya se encontraban en la cocina junto a su prima. Totalmente desconcertado se levantó y encaró para la cocina, allí su madre lo mandó a vestirse, su prima y su padre se rieron mientras se marchaba preguntándose que decirle a su prima, si bien ella había empezado, estaba borracha y caliente, en cambio él estaba totalmente lúcido.

Se vistió, junto coraje y salió al encuentro.

El desayuno fue igual que todos los anteriores, las horas pasaron con normalidad.

A la hora de retirarse, Nico, mientras se despedía de su prima le preguntó por lo de la noche anterior, Jose le dijo que se arrepentía de haber llegado borracha y que no recordaba nada, ni siquiera como había hecho para llegar a su casa. Nicolás continuó con el interrogatorio, pero no pudo descifrar si su prima realmente no recordaba nada o elegía no hacerlo, de todas maneras, lo de la noche anterior realmente había sucedido y le carcomía la conciencia.

Con el tiempo ese recuerdo dejó de ser frecuente y volvió todo a la normalidad.