Después de haber tenido una orgía con la mi amiga de mi tía me dedique enteramente a Martica que tanto amo, nuestra relación marcha de maravilla, hacemos el amor cada vez que podemos y cómo vivimos en la misma casa realizamos muchas fantasías.
Un año esperando ésta noche, hoy es cinco de enero y por la noche los Reyes Magos dejarán los juguetes que hemos pedido luego de portarnos bien a lo largo de este periodo.
Les voy a contar mi segunda experiencia con mi suegra. Como recordaran ella tiene 54 años y mi primera “cogida” con ella fue en su casa cuando me sorprendió masturbándome con su bombachita.
La historia que os voy a contar ocurrió hace 2 años cuando tenia 16. Por aquel entonces yo era una chica rubia, con la piel muy blanca y me gustaba vestirme con una ropa ajustada y provocativa como a todos los jóvenes de la edad.
En esta oportunidad les relataré unos de mis encuentros con una prima viuda, trataré de describir lo más fielmente la ocasión. De más esta decirles, que lo relatado a continuación es totalmente verídico.
Hacia ya un par de semanas que no había tenido oportunidad de tener relaciones con él, y la verdad ya lo extrañaba, y como papa no estaba, pues, pensé en pasar una noche muy agradable con mi abuelo.
Desde que tengo consciencia he tenido relaciones sexuales con mis primos, primas y hermanos. Esta parte de mi infancia y adolescencia me ha convertido hoy en un adulto adicto al sexo y hoy quiero compartir con ustedes mis experiencias incestuosas.
Esa tarde antes de ir a dormir me detuve a mirarme en el espejo, y podía ver en la cara las señales que el tiempo había dejado, de hecho esa tarde yo había celebrado mis 50 años.
Como yo venía de una cita de trabajo, me vestí de manera formal, es decir, venía con un vestido con un escote normal y que terminaba poco arriba de mis rodillas, claro que me había puesto unas pantimedias de color natural, ya que el vestido era de color gris y unos zapatos de bacón del 10, por eso me veía creo yo que bien, porque todos mis tíos y tías me lo habían dicho al entrar a la casa.
Yo profundamente dormido, poco a poco fui sacado de mi sueño por algo que me estaba ocurriendo, la diestra mano de Amada hurgaba bajo mi trusa, acariciando mi verguita, que ya para entonces se ponía erecta cuando me la acariciaba en el baño, pero ahora era otra mano, una mano de mujer, la manita acariciadora de mi prima Amada.
Vagamente recuerdo de muy pequeños nuestros juegos en la piscina pequeña del camping donde veraneaba toda la familia, menos mi hermana que no había nacido aun.
Nunca imagine que además de hacer a mis hermanitas mis amantes, una de ellas ahora seria mi celestina y me entregara a su amiga y puedo decir que también su amante... Mary resulto ser una putita.
Mi tía en ese tiempo debía rondar los 48 ó 50, no es espectacular, no es alta, no es guapa, no es joven, es mas bien tirando a baja, bastante gruesa, pero sin ser redonda, su culo no es llamativo, pero sus dos inmensas moles, me han traído de calle desde que era muy chico
Las personas necesitan desahogarse, sacarse del pecho las penas, las preocupaciones, el stress de esta "vida loca", las pequeñas culpas y las culpas enormes que no le permiten dormir en paz.
Mi polla esta que reventaba así que pensé en aliviarme y buscando un poco mas vi fotos suyas con la cara ocultada en las que les mostraba su cuerpo desnudo, incluso fotos muy subidas de tono en las que se veía claramente su coño abierto introduciéndoos un dedo, ni que decir tiene que fueron las imágenes con las que me masturbé.
Mi madre se divorcio hace varios años, pero siempre continuaba viéndose con una hermana de mi padre, su nombre es Lissa, Lissa tiene 29 años, mide como 1.69, es blanquita con pelo largo negro, un buen culo, pero lo que mas sobresale de ellas son un par de paradas, redondas y grandes tetas, que le encanta lucir siempre.
Cuando mi sobrina consideró que su madre ya estaba lo suficientemente lubricada, se levantó y, dándome antes un beso en la boca que me permitió paladear de nuevo los jugos de Clara, se acostó con las piernas abiertas sobre la cama dejando su vagina, ya mojada, al alcance de la boca de su mamá.
Les voy a contar lo que me paso hace unos dias con mi suegra. Ella tiene 54 años y para su edad esta muy bien, tiene unas tetitas chiquitas pero firmes y un culo como para cuatro. Siempre pensé de como seria cogiendo o como seria la ropa interior que usaba.
Después de un rato, se volteó boca arriba y comencé a sobarle sus piernas y luego fui subiendo hasta llegar a sus caderas, luego su cintura, ella se dejaba y suspiraba cada vez mas aprisa.
Una relación de pareja que va mal, una nueva compañera de trabajo, y la falta de sexo hacen que nuestro protagonista pierda los papeles con su hijo, o su hijo con el...
Recuerdo que todavía era un chiquillo cuando gustaba de meterme bajo la mesa del comedor para mirar las redondas piernas de mi tía, y muchas veces tuve la suerte de alcanzarle a ver sus calzones sin que ella me descubriera.
Como todos los días saliendo del trabajo me iba a la casa de tía para poder platicar con mi primita, siempre estaba haciendo tarea, y mis tíos trabajando, solo se quedaban sus hermanitos.
Cuando a uno se le pone dura, o a una le pica la raja, necesita de alguien para aliviarse, si no hay del sexo contrario, de tu mismo sexo; si no hay sin vínculos sanguíneos no importa si los tiene, lo que realmente cuenta es lo cachondo que te pongas.
Nuestros cuerpos desnudos pegados en el abrazo y soldados por dos bocas que se devoran entre sí, parecen incendiarse por la temperatura a flor de piel. Bajo mi mano y tomando el sexo de papa lo pongo entre mis piernas, por debajo de mi sexo.
No se si lo que estoy relatando sea una cosa fuera de lo común o este mal, pero lo tenia que decir para liberar mi sentimiento de pecado, lo que si se es que la he gozado con mis hermanitas y no saben cuanto.
Se agacho delante mía y tomo mi pene en sus manos, le puso crema solar y empezó a acariciarlo muy suavemente, pasándoselo por sus pechos, yo estaba que me moría del gusto, y enseguida me corrí.
Esta historia ocurrió hace unos años atrás, y tiene por protagonista a una tía, que en ese tiempo vivía con nosotros en nuestra casa, ella separada de su marido hacía ya unos cuantos meses, con un niño pequeño.