Noche de reyes

Un año esperando ésta noche, hoy es cinco de enero y por la noche los Reyes Magos dejarán los juguetes que hemos pedido luego de portarnos bien a lo largo de este periodo.

La tradición dice que mis papás se irán al cine y nosotros tenemos el compromiso de acostarnos muy temprano y dormirnos, ésta noche como cada año lo haremos todos juntos en cama de mis papás para despertar juntos y al mismo tiempo para ver nuestros regalos.

Somos cuatro hermanos tres hombres y una mujer, yo soy el mayor con once años y me siguen uno de diez años, mi hermana de nueve años y un hermanito de apenas dos años.

En una orilla se queda mi hermano de diez, después el de dos seguido de mi hermana y por último yo.

A diferencia de todos los demás años hoy mi cuerpo es distinto mis deseos sexuales se han despertado hace ya algunos meses y el compartir la cama con mi hermana me está enloqueciendo.

Por fin la noche guarda silencio, mis papás se han ido y nos preparamos todos para ir a la cama, en el baño hay prisa por terminar el aseo de dientes y orinar para correr a cama.

Todo listo el cuerpecito de mi hermana se enconcha dándome la espalda, mi respiración se agita, el corazón va a estallar, contemplo su pelo y recorro con la mirada bajo las sábanas su espalda y sus nalgas redondas protegidas por una pantaletita que se marca bajo su delgada pijama.

Desesperado aguardo que los minutos corran para que ella se quede dormida, no dejaré pasar esta oportunidad de oro.

Con mi rodilla y fingiendo ya dormir me acerco y rozo las nalgas que se me ofrecen tan cerca y con esto busco ver si hay respuesta o si ya esta dormida. No hay ninguna señal mi rodilla se aprieta insistente al cuerpo de mi hermana , mi muslo ha buscado ya el suyo y lentamente acerco mi pene erecto al máximo contra sus nalgas.

Tiemblo me asusta que alguno de mis hermanos se despierte o diga algo, pero mi calentura es mucho mayor, mi mano recorre casi sin contacto los muslos de mi hermana.

Me levanto de la cama y finjo ir al baño, solo deseo ver la escena del crimen como esta todo quien duerme y quien no, aprovecho para despojarme de pantalón del pijama y de la trusa, dejando mi erección al aire, me apresuro a la cama y tomo mi lugar agitado.

Vuelvo a acercarme pero esta vez con más descaro casi sin importarme que ella se despierte mi verga esta ahora entre las nalgas de mi hermana quien se mueve sorprendida pero sin decir nada, de pronto cuando estoy empujando fuerte contra ella, pasa su mano por detrás y poniéndola entre mi verga y su nalga pretende retirarme, para lo cual hace fuerza, me retiro un poco, asustado, pero vuelvo a embestirla, mi mano busca la cintura del pantalón y se mete por debajo, su piel me quema, nuevamente su mano trata de retirarme pero sin brusquedad como pretendiendo mis hermanos no se den cuenta, tomo violentamente su mano y ella la retuerce, la llevo hasta mi verga y la obligo al contacto ella voltea y me ve sorprendida quizá asustada, pero mi verga esta empujando contra sus nalgas y el pantalón de su pijama está ya a media nalga, estoy tan excitado y apretando tan fuerte su mano que no me he percatado que sus dedos envolvieron ya mi pene y lo aprietan rítmicamente, cuando menos lo espero mi mano se ha ido ya hasta el fondo de sus nalgas, que acaricio, que aprieto que quisiera arrancar y traer a mis labios.

Cuando mi verga se coloca entre sus nalgas el sentimiento es indescriptible, torpemente empujo aún no se casi nada de sexo, solo que me quema su piel y mi cuerpo quiere estar en ella.

Ella ahora empuja hacia atrás mi eyaculación no espera más y corre por entre sus nalgas, la abrazo de espaldas, beso su pelo su mano limpia mi verga sin voltear se estruja contra mí, mis manos van a su entrepierna, nos abrazamos fuerte el tiempo ha pasado, mis papas han vuelto, en la puerta se oyen las llaves en la cerradura , rápidamente me pongo el calzón y pijama y finjo dormir, igual hace mi hermana, no ha dicho nada, queridos reyes magos muchas gracias por mi regalo, será inolvidable y el comienzo de algo que de seguro será muy bueno.