Hola me llamo María. Tengo 39 años. Estoy casada. Mi esposo viaja al interior del país semanas intercaladas por su trabajo. Es decir una semana está en la casa, y la siguiente está de viaje. Tengo un hijo que ahora tiene 22 años. Está estudiando en la universidad. El no es hijo de mi actual esposo, pero mi esposo lo quiere como si fuera hijo suyo. Trataré de ser concisa, y resumiré el relato para no ser aburrida.
Anteriormente ya me había dado cuenta que mi hijo me miraba diferente. Es decir no como se mira a una madre. El me miraba mucho el trasero. Un día lo pillé masturbándose oliendo mi calzón sucio. el no me vio, y yo no le dije nada. Pero me inquietaba lo que vi de mi hijo. Pasaron los días hasta que llegó el día de la fiesta por mi cumpleaños. Mi hijo y mi esposo organizaron todo con mucho entusiasmo. A la fiesta vinieron amigos de mi esposo, y también amigos y amigas mías.
todo iba normal en la fiesta. Mi esposo es de poco beber. Se marea muy rápido. En eso veo que mi hijo le daba licor a cada rato a mi esposo. De pronto vi que mi esposo se quedó dormido en el sillón. Mi hijo me dijo que lo dejáramos allí por un rato para que descanse un poco. La fiesta seguía y todos los hombres querían bailar conmigo. yo estaba muy alegre. Mi hijo me servía vino diciendo que disfrute de mi cumpleaños que es solo una ves al año. Sin darme cuenta yo me tomaba todas las copas cada ves que el me lo ofrecía.
De pronto me sentí mareada. Entonces le dije a mi hijo que me iba a descansar y que el siguiera con los invitados. Mi hijo me dijo: Está bien mamita descansa. Pero deja la puerta abierta para llevar a mi padre cuando se despierte. Subí al segundo piso donde están los dormitorios. Entré al mío y dejé la puerta abierta pensando en lo que me dijo mi hijo. Estuve despierta escuchando los murmullos de la fiesta. Poco a poco los murmullos fueron desapareciendo hasta que todo quedó en silencio.
Entonces escuché que alguien subía por las gradas. Pensé que era mi esposo. Yo estaba con la luz apagada, echada de costado con mi camisón de dormir y mi calzón. Escuché que alguien entraba a mi dormitorio. Yo me hice la dormida. Cuando se acercó a mi cama, escuché la voz de mi hijo diciendo: Mamita ya estás dormida? No contesté nada. Pero me sorprendió que fuera mi hijo y no mi esposo. El repitió la misma pregunta pero mas fuerte. Yo seguí callada. No se porqué, pero tenía curiosidad en saber que es lo que iba a hacer mi hijo. El puso su mano en mi hombro y me movió ligeramente diciendo: Mamita estás dormida? Como yo no contestaba nada, seguramente él creyó que yo estaba bien dormida y borracha.
Entonces él jaló las sábanas que me cubría y lo tiró al piso. Luego alzó mi camisón hasta mi cintura. Yo estaba asustada, Mi corazón latía a mil por segundo. El puso sus manos en mis nalgas y dijo susurrando: Que rico culo tienes mamita. Empezó a jalar hacia abajo mi calzón, logrando sacármelo todo. Quedé con el culo al aire, pero en la misma posición. El estrujaba mis nalgas con sus dos manos susurrando: tremendo culo que te cargas mamita rica. Luego metió sus dedos por mi entre pierna hasta llegar a mi vagina. Luego prendió la luz. yo casi me delató que estaba despierta. Pero hice un esfuerzo simulando estar dormida.
Mi hijo empezó a sacarme el camisón poco a poco con mucha delicadeza logrando sacármelo todo. Luego también con mucha delicadeza y lentamente me volteó. Quedando yo con el culo hacia arriba. Después el hizo una bola con las sábanas y me lo puso debajo del pubis. Así quedé con el culo levantado por las sábanas debajo de mi pubis, y totalmente desnuda y en las manos de mi hijo. A merced de lo que el quisiera hacerme.
El separó mis piernas para tener acceso a mi vagina y a mi culo. Luego puso su nariz justo en el agujero de mi culo. Lo olió varias veces. Luego lo lamió de abajo a arriba, y de arriba a abajo. Después me metió el dedo al culo, y escuché que se lo chupaba. igual me metió varios dedos a la vagina y se lo chupaba. luego me dió varias nalgadas sonoras con sus dos manos diciendo: este culo se lo das al cabrón de tu marido. Eres una puta, cada vez hablaba más fuerte. Ya sin temor a que me despierte.
Así estuvo manoseándome por varios minutos, hasta que lo escuché buscar algo en mi mesita de noche. Luego sentí sus dedos resbalosos en mi culo. había sacado una de mis cremas y me lo puso en mi agujero. Después sentí la punta de su verga justo a la entrada de mi culo. Poco a poco el fue empujando su verga que me entraba por el culo. Sentí un dolor que casi le digo que saque su verga de mi culo. Pero me aguanté callada. Como mi culo estaba levantado, era fácil para el metérmelo todo. Hasta que sentí sus testículos queriendo meterse también en mi culo.
A estas alturas yo ya estaba bien excitada por los manoseos y todo lo que me estaba haciendo mi hijo. Me sentía sin escapatoria y a merced de el. Ya con la verga de mi hijo metida hasta el fondo en mi culo solo me quedaba aguantar el dolor y todo lo demás. Entonces él murmuró: Ya estás con la verga dentro de tu tremendo culo puta de mierda. Pero que rico es sentir mi verga dentro de tu culo mamita rica. Luego empezó a moverse con el típico bombeo de mete y saca. Cada vez sus movimientos eran mas fuertes y mas rápidos. Yo solo aguantaba con los ojos cerrados y mordiéndome los labios para no hacer ningún ruido que me pueda delatar que estaba despierta.
El empezó a golpearme con su pubis tan fuerte que me sacaban sonidos con mis nalga como si me estuviera nalgueándome con su mano. Me daba tan fuerte como si quisiera destrozarme el culo. hasta que empezó a gritar: Hay mamita, hay mamita, haayy mierda que rico culo. Y se quedó inmóvil con su verga dentro de mi culo. Yo sentí como un líquido caliente inundaba mis tripas. Así estuvo el encima mío por un buen rato sin moverse. hasta que su verga se achicó, y recién me lo sacó del culo. Luego me limpió y me vistió como me había encontrado y se fué. Yo quedé muy excitada y conmocionada por lo que me había hecho mi hijo. tuve que masturbarme pensando en mi hijo. Luego me dormí.
Al día siguiente como a las once de la mañana me desperté, y bajé a la sala. Mi esposo seguía dormido en el sillón. lo cubrí con una manta y lo dejé que descanse una rato mas. Al rato bajó mi hijo y me saludó: Buenos días mamita. Ya estás levantada. Que tal dormiste. Yo solo atiné a decirle: Estoy bien. Luego el salió y me dijo que volvería por la tarde.
esa fue mi primera experiencia con mi hijo. Quisiera sus comentarios o consejos. a los que quieran escribirme, este es mi correo:
maria66salinas@hotmail.com tengo fotos y videos.
Maravilloso relato, suoer candente, me gustaría poder saber más de lo que paso después.
Buen relato