Capítulo 3
- Mi cuñada, mi difícil obsesión I
- Mi cuñada, mi difícil obsesión II
- Mi cuñada, mi difícil obsesión III
- Mi cuñada, mi difícil obsesión IV
Mi cuñada, mi difícil obsesión III
Luego de aquél encuentro en la casa de mis suegros, me pasé la semana preparando el fin de semana que me iba a pasar, con mi cuñadita en el cual se iba a recibir de puta.
El jueves por la noche, me despedí de mi familia que partía unos días a la costa.
Al otro día a primera hora llamé a Cecilia y le dije que el fin de semana era nuestro y que se preparada, me dijo que tenía todo arreglado y quedamos en encontrarnos a las 1600 hrs en su casa.
Yo le dije que se prepare que la quería hacer mía de doctorcita muy sexy y que los arreglos corrían por su cuenta, me pase la mañana esperando que corrieses las horas.
A las 1600 horas estaba en su casa con un par de sorpresitas, cuando toque su portero, me dijo que me tiraba las llaves por el balcón ya que no podía bajar así, yo pensé que no estará lista, pero al abrirme la puerta ahí estaba ella, con un delantal transparenta y bien cortito, que dejaba translucir un corpiño de encaje negro y una tanga descomunal del mismo color, ni bien nos vimos nos dimos un beso apasionado y yo la hice dar una vueltita para observarla su colita, uno de mis objetivos del día.
Luego de esto le dije que me recomienda doctora y ella me llevó hacia un sofá que tiene y me dijo «Ahora los voy a desnudar para revisar».
Comenzó a sacarme la camisa y mientras me desprendía los botones se prendía a las tetillas como una bebé hambrienta, luego me bajo los pantalones, se arrodilló y mientras me bajaba lentamente los calzoncillos, se puso mi picha en la boca de una y comenzó a mamarla, cuando arrojó mi prenda interior me hizo recostarme sobre el sofá y comenzó a besarme los pies, fue subiendo lentamente, hasta que nuevamente estaba tomando el biberón y cada vez con más deleite, al rato yo ya estaba con ganas de echarle unos buenos chorros de semen, pero ella me dijo espera, agarró una caja y tomó una tableta, me la dio en la mano y me dijo «Para no quedar embarazada, cuando yo te diga ponémela»…entonces se levantó el delantal, se corrió la tanga y me suplicó que le introdujese la tableta rápido, su sexo estaba empapado y la tableta se deslizó en su interior con suma facilidad, ella dijo «Ya está» , y saltó sobre el sofá, tomó mi pene , mientras con la otra mano se corría su bombacha y se introdujo la picha hasta el fondo y me dijo «Dejamé que cabalgue que quiero tu lechita bien adentro» y empezó a moverse a un ritmo desenfrenado, yo me las arreglé para asirla de sus nalgas y lentamente con la mano derecha pude llegar a rozarle la roseta trasera, se puso como loca, la mezcla de nuestros jugos lubricaban el canal y yo aproveché para ir untándole el ano y mis deditos para introducírselos suavemente adentro, sentí sus cachetes tensarse, le dije que se tranquilizase que le iba a gustar se fue aflojando y yo lentamente iba ganando espacio en su interior, ella se movía a un ritmo desenfrenado y yo con mi dedo incrustado hasta el máximo de su alcance en su culo, jugaba en forma circular y habría sus entrañas, el clímax llegó al máximo y los dos explotamos al mismos tiempo, mis huevos se llenaron de sus jugos y cayó exhausta arriba mío.
Me dijo «Esto ha estado muy bueno, lo necesitaba mucho», yo le conteste «no te hagas problemas, esto recién está tomando calor» .
Nos pasamos el resto de la tarde chichoneando y hablando pavadas, yo pensando el mejor momento de llevar a cabo mi próximo y vital paso, que mi cuñadita se comporte como una verdadera puta.
Luego de comer, en la comida habíamos platicado de sexo y calentado el ambiente, nos fuimos al living y ahí le propuse jugar a un jueguito, que le había traído unas sorpresitas y que ella tenía que adivinar que eran, por supuesto que para eso debía taparle sus ojos para que no espiase, cosa que aceptó y rápidamente hicimos, cuando abrió el primer paquetito, comenzó a analizar su contenido y me dijo «Unas bolitas, ¿para qué son?», yo le dije que le iba a lubricar su colita y se las iba a introducir una por una, ella me dijo que le parecían muy grande y que solo en toda su vida le había entrado el dedito que le había puesto en la tarde, yo le dije «vos relajate, que no solo te van a entrar las bolitas, sino algo más que tengo ganas que te entre».
Luego fue desenvolviendo y adivinando el resto de los paquetitos, lo que no sabía eran sus colores, así me fue diciendo corpiño, bombachita, minifalda, botas, portaligas, blusa…etc, cuando le desaté el pañuelo quedó sorprendida, delante de ella tenía un equipo que sería la envidia de más de una puta.
Una minifalda leopardo, una blusa corta ultra transparente, un juego de bombacha y corpiño rojos, la bombachita con un corte en la conchita para no perder el tiempo, medias y portaligas haciendo juego y un par de botas negro.
Me dijo «¿Vos estás loco, y esto para que es?», yo le dije tranquilamente «Para vos, esta noche vas a ser la hembra más puta del lugar, y toda para mí», pese a que puso resistencia al fin aceptó con la condición que la deje cambiar sola en su pieza, petición a la que accedí, al cabo de media hora regresó al living, yo quede sorprendido, era una puta que estaba rebuena, con la camisa transparente y sus pechos buscando escaparse de su corpiño, la mini leopardo que permitía ver sus ligas y sus cachetes traseros y se había pintado sus sensuales labios con un rojo fuerte, realmente estaba para el infarto, «te gusta, estoy lista», simplemente me dijo, yo le respondí «todavía no», la hice ponerse en cuatro sobre su alfombra y ahí estaba su culito parado apuntándome, no me costó nada comenzar a olérselo primero y luego empezar a saboreárselo con su prenda interior…con su mano derecha se corió la bombacha, evidentemente le gustaba y quería más así que le ensate la lengua en su culito y se los fui abriendo a fuerza de lengua, deditos y la ayuda de sus jugos que venían de la vagina, cuando la sentí lubricada, sin dejar de jugar en su trasero, tome las bolitas y le unté vaselina, no quería ninguna negativa, me costó meterle la primera, espere unos segundos y esto fue milagroso, se relajo y le fui introduciendo una por una mientras gemía como una loba en celo…cuando terminé de introducir la última le dije «ahora sí estas lista», le acomodé la ropa desde atrás y ella se quedó mirándome con una cara como diciéndome «y ahora la cortas», pero no pronunció palabra y se incorporó….
Cuando le dije «Vamos», me dijo «no pretenderás que yo salga así», luego de unos cortos minutos accedió a salir así, pero me pidió ponerse una especie de pilotín arriba, ya que ella era muy respetada y que iban a pensar los vecinos, si la veían salir con su cuñado vestida así a esas horas de la noche, yo accedí con la condición que ni bien subieses al auto, se lo tenía que sacar.
Ya en el auto, fuimos platicando hasta que le ordené que me mame la pija, mientras me dirigía hacia un lugar de putas, acabé en su boca antes de llegar, a las pocas cuadras pare el auto, le tire un billete de 10 dólares y le dije que tenía que hacer la esquina hasta que a mí se me ocurra y que la iba a estar vigilando, la baje del auto y partí, ella quedó como confundida, yo di una vuelta, pare el auto y me dirigí a ver el espectáculo.
Allí la tenía en la esquina a mi cuñadita la doctora haciendo de puta para mí, realmente estaba buenísima al lado de las otras, al principio la observe discutir con una de ellas que aparentemente quería que se fuese a otro lugar, la cosa iba mejorando, luego pasaron un par de autos y uno se detuvo frente a ella, charlaron por espacio de cinco minutos, uno de los integrantes del auto bajo y mientras discutían comenzó a tocar sus tetas, se ve que no llegaron a un acuerdo, pues subió al auto y partieron, el espectáculo me excitaba y pensaba en las bolitas que le había ensartado en su culito, como lo sentiría, al cabo de una hora, donde pararon un par de autos más y cuando me disponía a ir a sacarle del juego, se acercaron un par de chicos de unos dieciocho años, empezaron a hablar con ella …y lentamente la fueron rodeando, uno de ellos se puso por detrás y le metió una mano por debajo de la pollera, Cecilia, se movió hacia delante, pero ahí estaba el otro chico, quien la apretó por delante y tomó una de sus tetas, ahí estaba mi cuñadita toqueteado por todos lados por dos machos, la situación era harto caliente, pero yo la quería solo para mí así que me acerque, pegué un grito, la escena se detuvo y ahí etaba mi cuñadita toda desalineada, con una teta en el aire y una de sus medias rotas, los chicos quizás pensaron que era el fiolo de la mina, así que para evitar problemas, mientras yo me acercaba más hacia ella decidieron irse en otra dirección, cuando me acerqué a ella la abracé y metí una mano por debajo de la pollera y su bombachita y comprobé que las bolitas permanecían ahí, caminamos una cuadra y nos metimos a un motel, el que atendía debe haber pensado una puta más, así que sin chistar me indicó un cuarto, el cual pagué rápidamente, ni bien entramos al mismo la bese, la hice poner en cuatro sobre la cama, le baje la bombachita, le fui sacando una bolita tras otra, luego se las hice saborear como si fuesen el manjar más exquisito mientras le jugaba con tres dedos dentro de su culo, evidentemente habían hecho un buen trabajo de amolde y le dije «Ahora puta lubricame la pija que vas a saber lo que es bueno», luego de unas mamadas a lo largo de mi pene, la di vuelta y la ensarte sin contemplaciones, gimió como una loca, le dije que le iba a romper el culo bien roto y que gimiese todo lo que quisiera, que ahí no la iba a escuchar su mamita, y que le iba a sacar toda su calentura y telarañas y me iba a recompensar por todas las pajas que me había echo hacer.
Cuando el pene ingresó hasta el fondo de su interior pareció quebrarse, pero poco a poco fue agarrando el ritmo y a gritar»si rompeme el culo, quiero que sea tuyo y me lo inundes de leche» , cuando empezó a jugar con su mano derecha sobre mis huevos parecía el acabose, retomé el ataque como un toro bravío, hasta que lance todo su semen en el interior de su canal, luego le retire el pene sin contemplaciones, tal es así que gritó «más despacio me duele», yo le dije «abrite el culo con las dos manos que quiero ver bien como te entró la leche», una vez al observar ese ex virginal culo, abierto y con leche que salía de su interior a borbotones le dije «Ahora sos mía , sos mi puta» y en recompensa tenés este regalito, extraje un consolador y le dije desde ahora este o este (señalando mi picha), ella me dijo «sí mi amor», ahí la hice estrenar el chiche con una fenomenal paja mientras la observaba, luego caímos los dos en la cama rendidos y horas más tardes regresamos a su casa.