Mi calentura y la necesidad de mi padre aderezadas con algo de alcohol

Mi familia esta formada por 4 personas: mi madre, mi padre, mi hermano mayor y yo.

No voy a entrar en muchos detalles para describir a ninguno de los miembros, ni adornar sus cualidades, ni mentir sobre la realidad.

Ninguno de nosotros es modelo de pasarela, ni tampoco estamos hechos unos adefesios, somos normales.

Mi padre es bastante grandote con un poco de barriga.

Mi madre es de pechos grandes. Mi hermano tiene novia (que esta sí que esta tremenda, pero más estrecha es).

Yo he tonteado con muchas chicas pero nada serio…

Nunca he cuestionado mi virilidad, hasta que me ocurrió lo que os contare mas adelante, ni he mirado a ningún tío pensando lo buena que tiene que estar su polla, ni cosas por el estilo, mucho menor con nadie de mi familia, quizás porque en mi casa nunca se han escondido cosas como la desnudez, ni las necesidades sexuales de cada uno (dentro de una intimidad y unos limites claro…) de siempre, si alguien tiene que entrar al servicio mientras otro se esta duchando, o lavarse los dientes mientras otro hace pis, repito, para nosotros es algo normal, aunque no se para los demás porque no le he preguntado a nadie que no fuera de mi familia.

Lo que os contare me ha hecho pensar que todo depende del calentón que uno tenga.

Si, estoy seguro que es así.

Cuando a uno se le pone dura, o a una le pica la raja, necesita de alguien para aliviarse, si no hay del sexo contrario, de tu mismo sexo; si no hay sin vínculos sanguíneos no importa si los tiene, lo que realmente cuenta es lo cachondo que te pongas.

En definitiva, ahora creo que cuanto más cachondo estas, menos meticuloso eres…

Yo tenia 18 años cuando operaron a mi hermano de una fractura de rotula.

El tenia 20 años y tuvo un accidente de moto y por ello tuvo que estar hospitalizado unas dos semanas entre que espero quirófano, lo operaron y le dieron el alta.

En ese tiempo mis padres se turnaron para pasar las noches con él en el hospital, ya que podía haber una persona junto a el.

En fin que una de las noches de las que mi madre se quedo con él, poco antes de darle el alta, mi padre y yo volvíamos a casa cuando le pedí que compráramos unas pizzas para cenar y así podríamos ver el partido de fútbol de esa noche que jugaba el Real Madrid.

Cuando llegamos pusimos la tele a la carrera y acababa de empezar, despejo la mesa y puso las pizzas y me pido que le trajera una cerveza de la nevera.

Yo corrí y traje dos latas de Heineken y las puse en la mesa mientras me acomodaba en el sofá a su lado.

Me miro y me dijo :

¿Tu madre sabes que bebes cerveza?

Si, ella lo sabe…-le dije esbozando una sonrisa…

Yo creo que no es así

Joder papá por una noche no pasa nada con la pizza…

Vale, tu sabrás…

Mientras veíamos el partido nos fuimos quitando la ropa hasta quedarnos en calzoncillo los dos ya que era una noche de bastante calor, y así fuimos comiéndonos las pizzas.

Cada vez que mi padre me pedía que le trajera una cerveza, yo cogía otra para mí…

Cuando el partido termino habíamos sacado la cama de debajo del sofá y estábamos sentados la mar de cómodos con los pies en alto, uno al lado del otro.

Estuvimos un rato charlando de todo un poco y al final terminamos dormidos.

Nos habíamos hartado de cervezas y mi padre me despertó de un ronquido, la tele estaba puesta y no tenia casi volumen, era la única luz que nos alumbraba.

Mire a mi padre y estaba tumbado boca arriba roncando y no sé si por el calor, los días que llevaba sin dormir con mi madre o lo que estaba soñando, pero tenia la polla reventando dentro del calzoncillo.

La primera visión no dejo de ser solo anecdótica, pero cuando me quise dar cuenta estaba contemplándolo, no puedo explicar como fue, y seria muy tópico, o típico señalar la cantidad de cervezas que había bebido pero ¡Qué coño!, me gustaba lo que veía. En cuestión de minutos estaba disfrutando viendo la erección de mi propio padre. ¡Que fuerte!.

En fin, como me había empalmado como un animal, decidí acercarme y en un movimiento muy suave y haciéndome el dormido, pegue mi frente a su axila.

Cuando mi cuerpo contacto con el de mi padre, sentí una sensación difícil de describir. Percibí su olor, su calor, pero pronto aquello no fue suficiente.

Él seguía roncando de manera que me decidí a algo mas, si se despertaba siempre cabía la posibilidad de hacerme el dormido.

Entonces como quien abraza una almohada, coloque mi brazo derecho sobre su pecho y mi pierna derecha algo flexionada sobre su paquete, he inmediatamente me quede muy quieto.

Ahora su dura verga estaba aplastada bajo mi rodilla, podía sentirla aunque intente que mi paquete no chocara con su pierna.

Su ronquido era la señal que me dejaba seguir disfrutando de aquella polla bajo mi pierna, hasta que paro de roncar y se movió un poco sin cambiar la postura.

Yo me acojone y pensé que se iba a despertar y liarse a patadas conmigo así que haciendo como que dormía me aparte y me quede de lado, pero mirando para él.

Al momento comenzó a roncar de nuevo y su polla seguía dura, por lo que pensé que no se había sido consciente de todo mi plan, pero me daba miedo intentarlo otra vez.

Entonces el se puso de lado, frente a frente conmigo, nuestras rodillas si se tocaban pero nada mas, y al momento otra vez ronquidos.

Yo pase a la acción, me puse boca abajo y deje mi mano muy cerca de su paquete y cuando él escurrió su pierna derecha sobre el sofá mi mano quedo entre su polla tiesa y el sofá.

Mi padre seguía durmiendo y yo disfrute aquella polla en mi mano, la toque y acaricie con mis dedos mientras él roncaba, hasta que de nuevo dejo de roncar y yo pare en seco de mover la mano, entonces él la cogió bien fuerte y la apretó contra su polla, no podía ni creer lo que estaba pasando, mi padre apretaba con fuerza mi mano contra su polla.

¿Quieres probarla hijo?, Pues apriétala bien.

Sus ojos seguían cerrados mientras yo le masturbaba.

Me puse de lado y él extendió su mano hasta que alcanzo mi verga. La suya era gorda y caliente, y podía ver como asomaba su glande cada vez que bajaba mi mano.

De esta manera nos masturbamos uno al otro hasta que yo no aguante mas y me corrí.

Entonces mi padre me cogió por la cabeza y me acerco su enorme herramienta aun erecta a la boca, yo no dude en metermela entera y me gusto su sabor, era mi primera mamada.

Aferrado fuertemente a mi cabeza, la estrellaba una y otra vez contra su abdomen, podía percibir su característico olor, mezcla de colonia de hombre y sudor que debido a mi nivel de excitación me coloco al limite una vez más.

Cuando estuve a punto de correrme por segunda vez note como disparaba sus chorros de semen dentro de mi boca, chocando con mi campanilla…, me apresure a tragarlo y lamí sus pelotas mientras él terminaba de sacudirse de placer.

Una vez hubo concluido me aparto para bajar del sofá y dijo:

Recoge todo esto marica! – Y se fue a su cama dando tumbos.

No volvimos a hablar de lo ocurrido aquella noche, ni nuestra convivencia ha cambiado en absoluto desde entonces. Pero desde luego aquella fue mi mejor corrida con diferencia de ninguna otra.