Las hermanas

Permítanme presentarme, mi nombre es Carlos (claro nombre ficticio), soy Venezolano, vivo en Caracas, tengo 30 años, soy profesional, de piel morena, ojos marrones, 1.80 de estatura, cabello negro y de contextura normal (voy de vez en cuando al gimnasio), siempre he sido un lujurioso y amante del sexo en todas sus expresiones, pero vamos con la historia.

Resulta que en diciembre aproximadamente, conocí por el chat a una chica y tuvimos una relación cyber sexual, resulta que después de esa gran experiencia ella me confiesa que solamente tiene 14 añitos, pero que le encantaría poder probar todo lo que le dije personalmente, yo muy excitado le dije que si que no había problema, ella vive lejos de Caracas, en Ciudad Bolívar, así que puestos de acuerdo viaje en avión hasta esa ciudad y llegue el viernes en la tarde allá, le hable por teléfono y al día siguiente nos encontramos, cual sería mi sorpresa cuando la vi, la niña era una belleza una morena alta de aproximadamente 1.65 de estatura, ojos color miel, de cabello muy lacio hasta casi la cintura y unas teticas ya muy grandes para su edad, muy paraditas y el culito redondito era muy apetecible, su nombre es Mariana; con ella iba otra niña, se notaba de mayor edad pero no mucho, era su hermana, tiene 16 años, es morena también pero de tetas muy grandes, bellísimas, de ojos grises y de cabello hasta la cintura, nos presentamos y las note muy nerviosa, yo no encontraba que decir, puesto que antes nunca me había citado con una niña para coger con ella y mucho menos que ella se presentara con su hermana, subimos al apartamento que había alquilado y les ofrecí algo de tomar, ellas me pidieron cerveza, les di y al rato ya conversábamos animadamente, Marianita me dijo de frente:

-Que te parezco?

-Bellísima- le conteste

-Ahora que me conoces te parezco que estoy tan buena como te imaginabas?- me preguntó

-Pues si, estas muy buena, creo que mejor de lo que yo creía- le dije

-Y de mi no vas a decir nada? – Pregunto María, la hermana de Mariana

-En realidad estas muy, pero muy buena, me encanta tu cuerpo- le conteste

-Jajajajaja, se echaron a reír, sabemos que lo que te gustan son sus tetas, las tiene grandes y a los hombres les gustan las tetas grandes- dijeron ambas

Yo a todas estas estaba realmente excitado, esas dos niñas hablaban de tetas grandes y de mujeres buenas con una gran naturalidad, todavía yo no sabia lo que iba a pasar. Como a la media hora María me dice

-Y es que no le vas a hacer el amor a mi hermana? Y continuo diciendo:

-Ella y yo nos decimos todo, en realidad me gustaría ver como te la coges y es que nosotras tenemos una fantasía y es la de hacer un trío, tu nos complacería?

Yo a todas estas estaba que alucinaba, aquello era demasiado para mi imaginación, en realidad yo he participado en un par de tríos, pero con parejas ya establecidas, pero nunca con dos niñas tan buenas como estas dos y que además son hermanas, en ese momento mi pene estaba tan duro que me dolía, me acerque a Marianita y la abrace y empecé a besarla y a desvestirla, que tetas tan divinas eran duras y muy firmes (claro con 14 añitos que mas se podía esperar), se las empecé a chupar con deleite, pasándole la lengua por los pezones que enseguida se pusieron duros como piedras, entre tanto la hermana me desvestía hasta que quede solamente en interiores y ellas solamente en su bikini hilo dental…

Yo a todas estas me volteo y veo las tetas de María, que espectaculares, me vuelco a chuparlas con deleite, ella gemía y se retorcía y decía

-Siiiii, que rico, chúpamelas así… me encanta que me chupen las tetas

La hermanita nos veía y se tocaba la cuquita por encima de su ropita interior

-Quítate la pantaleta y mastúrbate para mi- le dije

Ella obedientemente lo hizo, era todo un espectáculo ver esa cuquita rosadita y sin pelitos de ningún tipo abierta y metiéndose dos deditos con los ojos cerrados y temblando de gusto.

Solté a María y acercándome a Marianita, la bese en la boca, metiéndole la lengua hasta el fondo, el cuello, las tetas, el vientre, hasta que llegue a su vagina, allí empecé a chuparla con deleite, casi enseguida ella suspiro y casi grito

-Ayyyyyy, que rico, me vengo, estoy acabando… ya para por favor, déjame descansar.

Yo no le hice caso y seguí manándola y manándola

-Uyyyyyy, coñoooooo, voy a acabar de nuevoooooo, que rico, sigue siiiii. – decía Mariana completamente fuera de si, yo tenia la cara totalmente mojada de sus flujos, así que la deje y volteándome hacia donde estaba María la empecé a besar, ella pasaba la lengua por toda mi cara saboreando los flujos de su hermana

Me puse de pie y me coloque de frente a la cara de María y le metí mi huevo tieso hasta la muerte en la boca, ella se aplico con maestría a mamarmelo como la mas experta de las putas al rato se acercó su hermanita y entre las dos me dieron una mamada espectacular como de 15 minutos cuando ya yo estaba a punto de acabar.

-Voy a acabarrrrr, – les dije y les derrame cantidades y cantidades de leche caliente en la cara y en la boca de ambas.

-Vamos límpiense – les ordene, ellas muy obedientes se besaron en la boca y recogieron con sus lenguas los restos de mi semen hasta que sus rostros quedaron limpiecitos.

Nos recostamos un rato y tomamos un par de cervezas mas mientras nos acariciábamos todos, mi pene seguía erecto y montándome sobre Marianita en posición de misionero la penetre suavemente, era una sensación extraordinaria, la cuquita de esa niña era estrechita, muy caliente y suave, ella solo gemía y abría bien las piernas para facilitar mi penetración

-Que divino, esto era lo que quería sentir, no lo que siento con mi novio, esto si es divino- me decía, la volteé y ella quedo sobre mi cabalgando como una amazonas, al rato tenia un nuevo orgasmo, mas escandaloso que los anteriores.

-Yo quiero sentir- me pidió María, a lo que la coloqué en cuatro patas y la penetre mas salvajemente que a su hermana, sus grandes tetas le bailaban hacia delante y hacia atrás de manera exquisita, yo las tomaba con ambas manos y la penetraba bien duro hasta el fondo.

-Uyyyyyy, que grande es, me encanta- decía María

-Ahh, Ahh, Ahh, eran los gemidos que salían de la boca de María a cada embestida que yo le daba, hasta que con un suspiro dijo que estaba acabando, yo que también estaba a punto de acabar, lo saque y empecé a chuparle el culito hasta que estaba bien dilatado y poco a poco se lo fui metiendo hasta que solo mis bolas quedaron afuera, ella chillaba y decía

-Aaaaaaaaa, coño me estas partiendo, que rico, que putas somos hermana, pero que huevo tan rico tienes Carlos.

Cuando fui a acabar lo saque y acabe nuevamente sobre ambas hermanas.

Ese día y los tres siguientes le estrene el culito a Marianita, ella nunca había probado la leche caliente y la hice tragar varias corridas mías y hasta las inicie como debe ser en el sexo a lo femenino, no se imaginan que excitante es verlas a las dos abrazadas y besándose o mamándose mutuamente

Yo estaba realmente exhausto, no podía mas, pero estas niñas estaban mas que calientes y lo que querían era probar un día lo que podría llevarme meses enseñarles, por eso quedamos de acuerdo que yo viajaría a Puerto Ordaz cada 15 días para coger de lo lindo y ellas me prometieron que en cada encuentro me presentarían una amiguita de ellas para iniciarla, a lo mejor de acá a diciembre hacemos una orgía

Descansamos y salimos a comer juntos, al día siguiente ellas volvieron al apartamento, pero esa es otra historia que si quieren se las cuento después.

Les aseguro que esta historia es 100% real y que ha sido lo mas delicioso y excitante que yo haya vivido, incluso después María llevo al apartamento a una amiga de ella a la cual desvirgue.