Capítulo 3
- Incesto drugs y fiesta
- Incesto drugs and sex II
- Incesto drugs and sex III
El siguiente relato contiene referencias a consumo de DrOg@s situaciones de ince$tO
Y situaciones de $e#o explícito.
Si eres una persona sensible mejor evita la lectura.
Allí estaba el de pie enfundado en un traje elegante como siempre con su camisa a medio cerrar, al igual que la última vez estaba en forma y se veia bastante bien.
—Pues para mí también es sorpresa encontrarte aquí —
El se rio con una actitud tan relajada y me ayudó a bajar del pedestal donde me probaba el vestido
—Pues verás que aquí trabajo es más soy el dueño—
Abrió la puerta y le pidio a la chica de afuera un par de cafés
—No prefieres un par de tragos y unas lineas de coc@—
Le dije desafiante
—La verdad ya llevo unos años sobrio sabes y deje de consumir coc@ también—
Lo mire sorprendida mientras el se sentaba en el sofá que había el probador
—Si bueno creo que ya había sido mucha fiesta—
Mientras yo me sentaba y tomaba el café escuchaba su historia pero en ningún momento lo escuché tocar el tema de nuestro último encuentro, no sabía si en verdad lo recordaba o no, él parecía tan indiferente al tema.
—Papa dime qué recuerdas de la última ves que nos vimos —
Pregunté al final de manera impaciente
—Nena solo recuerdo que aspiramos algo de polvo y como te dije solía perder el control cuando la consumía lo último que recuerdo fue despertar desnudo en mi departamento con una horrible resaca y sin saber cómo llegué allí—
Se hizo un silencio incómodo y dentro de mi no se que me molestaba más de que no recordara nada, el saber que solo fui otra para el o que no recordara el mejor se#0 de mi vida.
—Bueno y dime qué tal tú, para cuando la boda te ves muy bien por cierto—
El me trajo a la realidad con esas palabras y yo algo molesta aún le dije que la fecha tentativa era a dos años.
—Bueno pues aún queda tiempo pero no dudes en escoger el vestido que gustes y no te preocupes por el costo va por mi cuenta—
Fue entonces que en verdad me enfurecí y no me pude contener.
—En serio papá me regalas un vestido, vaya detalle sabes que mamá estuvo a punto de morir por una sobredosis, sabes que me gradué como paramédico con una beca completa y que mama a triunfado en su trabajo y tu solo me regalas un vestido —
Papá se quedó pensativo por un momento y note culpa en su mirada
—No nena no sabía que tu mamá casi muere solo supe de su despido—
—Su que —
Pregunté sorprendida
—Mira cariño yo no juzgo a tu madre pero ella me busco cuando se quedó sin trabajo y le estuve dando dinero por un tiempo, creo que le hice más daño que bien—
Me quedé sorprendida y sin palabras
—Me entere que una de la clientes habituales de aquel bar era hija de uno de los de la junta directiva del despacho donde ella trabajaba y use esa información como chantaje para que le regresará su empleo—
Yo aún no sabía que decir no sabía que estábamos tan mal
—Nena la universidad donde estudiaste tu carrera no ofrece becas al cien por ciento yo les envié un cheque para cubrir los gastos—
—Pero cómo sabías que —
—Tu madre me lo dijo—
Respondió el de manera tranquila
Recordé que para cuando le dije a mamá que quería estudiar para ser paramédico ya habíamos decidido lo del cambio en nuestras vidas.
—Y por qué no dijiste nada papa—
—No hubieras aceptado la ayuda o si—
No le respondí pero claro que no la había aceptado y más si sabía que no recordaba lo que pasó entre nosotros.
—Bueno te propongo algo que tal si acomodamos los espejos y te tomo las medidas para ese vestido no querrás que se te salgan a media ceremonia—
Papá apuntó con su dedo hacia mis senos los cuales ya estaban mostrando parte de mis pez0nes.
Yo me levanté el vestido al instante cubriendome algo apenada y ruborizada.
—Tranquila tengo muy buenos sastres seguro que lo dejan a tu medida solo hay que ver cuál es—
Me puse al centro ds la habitación mientras él acomodaba los espejos un par al frente a cada lado y detrás para poder tener una buena perspectiva.
Papá sacó de su bolsillo una cinta métrica y se acercó a mí por detrás
—Bueno empecemos por las piernas, si no te molesta tomare las medidas solo abre tus piernas un poco—
Separé mis piernas y sentí como él colocaba la cinta con una mano y con la otra la estiraba sobre mi pierna con su palma extendida y subiendo sujetando la cinta.
La cinta se sentía áspera y algo molesta pero el tacto de papá era cálido a suave y me hacía sentir calidez conforme subía la mano y también me erizaba la piel.
—Qué te pasa vamos controlate—
Me decía en mi mente
Su mano pasó por arriba de mi rodilla estirando la cinta, se sentía cálida y fuerte y me hacía estremecer.
Sus dedos rozaron mis muslo inferior y una pequeña parte dentro de mi deseaba que no se detuviera que subiera hasta mi v@gin@ y hundiera en ella esos cálidos dedos.
—Muy bien aquí ya está listo pasemos a la cintura—
Se puso de pie detrás de mí y me rodeó con sus brazos, no solo sentía la calidez de esos brazos sino también el calor de su cuerpo casi pegado a mi espalda.
Al igual que la vez anterior primero puso la cinta en mi caderas, después sobre mi vientre y luego por debajo de mis senos.
—Bueno para la siguiente ocuparé que estires tus brazos—
Yo estaba muy nerviosa y empezaba a sentir esa sensación sobre mi vientre, esos pequeños calambres y esa respiración más rápida, en pocas palabras deseo.
Estire mis brazos y lo siguiente lo sentí como una eternidad, la parte de arriba se deslizó hacia abajo dejando mis senos al descubierto, papa en un intento por sujetar el vestido término con sus manos sobre mis senos yo me quede quieta casi sin respirar y como dije algo que pasó en un par de segundos lo sentí como una eternidad.
—Lo siento nena —
Dijo tras quitar sus manos
—Creo que ya tengo las medidas—
Se alejó mientras yo me acomodaba el vestido dándome la espalda.
Lo mire por el los espejos, alejándose un poco encorvado, sudando un poco y después lo ví bajar el cierre de su pantalón, sacar su enorme erección, frotarse un par de veces y acomodarla de manera que no le lastimara.
—To, todo bien papa—
—Oh si amor —
Dijo mientras se cubría con rapidez
—Creo que tengo que aceptar que es subido algunos kilos sabes y comprar pantalones de mi talla—
El mentía pues se notaba que aún estaba en forma así como por más que intentaba ocultar su erección se le notaba levantando la tela del pantalón.
El morbo de saber que él sentía ese deseo está vez sin la necesidad de estar bajo el efecto de alguna dr0g@ en verdad me estaban volviendo loca, pensaba que más podría hacer para provocarlo, quizás insinuarme o provocar otra reacción pero de nuevo el me saco de mi trance
—Nena será mejor que te pongas tu ropa —
Yo me limité a asentir pensando en aquel juramento a mamá de qué iba a cambiar de vida.
Me puse de pie junto al sofá donde estaba mi ropa doblada y papá dió unos pasos a la puerta, yo creí que saldría para dejar que me cambiara de ropa.
Escuché la puerta abrirse y cerrarse y sin mirar deje caer el vestido al piso, quedando desnuda y pensando un poco en que había pasado.
—Oye —
Me gire y allí estaba él de pie a penas unos dos pasos de mi, nuca salio de la habitación solo aseguro la puerta.
—Pa,papá que haces —
—Lo recuerdo todo nena todo con detalle —
La verdad no sé qué pasó después, no sé si fue él el que avanzó a mí o yo me lancé hacia él.
Pero lo siguiente fue que yo estaba entre sus brazos mientras él me sujetaba de la cadera, inclinándose un poco y bajando sus manos hasta mis nalgas y presionarlas con fuerza.
Al igual que la última vez yo terminé de abrir su camisa y después abrí su pantalón, dejando libre su P3ne el cual tomé con mi mano y lo empecé a m@sturb@r.
El subió sus manos y se adueñó de mis senOs de nuevo los presiono y tiró de los pez0m3s dándome un ligero pero placentero castigo.
Me puse de rodillas mirándolo y sonriendo de manera pícara y lujuriosa, el tomo su ya muy duro y erecto mi3mbr0 y lo sacudió sobre mi rostro con fuerza haciéndolo rebotar en mis labios y salpicando mi cara de líquido preseminal.
Los primeros minutos me dejó tomarlo a mi gusto, a mí ritmo bese su gl@nde, deslice mi lengua por todo el falo y lo lleve dentro de mi boca chupando con fuerza.
Pero de pronto el tomo mi cabello sujetando con fuerza como si una correa fuera me arrastró al sofá donde me recostó boca arriba y sin ninguna delicadeza comenzó a clavar su p3n3 en mi boca, penetrando con fuerza llenando toda mi garganta de el y desfigurando mejillas cada que me lo metía.
Me costaba mucho respirar y retorcía mi cuerpo por el esfuerzo, pero esa asfixia erótica me ponía tan caliente que soportaba ese castigo.
Después de un rato solo sentí una fuerte descarga dentro de mi boca justo cuando su glande abría mi garganta este dejó escapar una buena cantidad de espeso y caliente S3m3n.
Me hizo toser con violencia escupiendo ese mismo S3men sobre mi rostro.
El me dejo sentarme mientras veía excitado como yo recuperaba aire yo su S3men era tan caliente que podía sentir como mi estómago se calentaba como si una bebida caliente hubiera consumido.
De nuevo yo me giré y adopté aquella posición sumisa de la última vez.
No tarde mucho para sentir como su v3rg@ entraba en mi v@gin@ de nuevo sin ninguna delicadeza removiendo y aplastando los pliegues de esta a cada salida y entrada.
No bajaba el ritmo con el que entraba y salía mientras que yo no paraba de gemir y jadear pues entre los azotes y la fuerte forma en que gl@nde golpeaba mi cervix, como la fuerza de sus embestidas me hacía reparar y rebotar mis s3nOs.
Me cambio de posición está vez de frente, puso mis piernas en sus costados mientras me penetraba con la misma intensidad usaba una mano para aplastar mis senos y otra para darme bofetadas y presionar mi cuello con fuerza.
De nuevo perdí la cuenta de las veces que me hizo terminar y de las veces que lleno todo mi útero de su S3men.
Salí del local ya muy tarde, él insistió en llevarme a casa pero yo me negué salí con la promesa de verlo más seguido, agradecida por todo el apoyo que siempre nos dió a mi y mi mamá, llevaba mi cara enrojecida por las marcas de sus bofetadas
y caminaba adolorida de mi vientre pero aún así iba muy feliz por recibir tremenda cojid@.