¿Como es posible que un beso por error en la boca desemboque en una pasión desenfrenada?

Todo comenzó una tarde de Octubre. Mis padres y yo íbamos de visita a casa de unos tíos míos en Torrejón. Para mí era otra visita sin más a casa de mis tíos, con mis dos primos, uno que se llama Francisco, de 19 años, (uno más que yo) y mi prima Julia, que tiene 23 años.

A mí, mi prima me daba físicamente igual, me parecía una chica, sin más. Era delgada y nada más. Bueno, había algo que si me gustaba de ella.

Sus enormes tetas. Si, esa talla 100 hacia que mi pene se alegrase (por una manera de decirlo) de manera monstruosa, aparte de que a mí me gustan las tetas grandes.

Pues todo esto empezó cuando ya subíamos por el ascensor mis padres y yo.

-¿Y quién va a estar?-Dije yo

-Pues los tíos y la prima, digo yo. ¡Ah! También vienen los amigos de la tía Fina, esos que conocimos en la boda de tu prima.-Dijeron mis padres.

Esto me desanimó un poco, porque, aunque físicamente no me iba mi prima pero me caía muy bien, y si iba a estar ocupada hablando con los amigos de su madre, pues yo me iba a aburrir un montón.

Llegamos. Abrió mi tío. A la entrada a la casa nos recibió Lika, la perra de mis tíos. Yo la acaricié un poco y me quedé rezagado acariciando a la perra, en comparación a mis padres. Se besaron todos los miembros de mi familia y yo era el último. Primero besé a mi tía, a mi tío y a los amigos de mis tíos. A la última por besar era a mi prima. Y ahí comienza lo bueno.

Al irla a besar, la perra me golpeó la pierna y giré la cabeza, lo que hizo que mi prima me besara en todos los morros. Eso nos extrañó a ambos y aparte, mi vergüenza me hizo suplicarle perdón a mi prima.

Ella me dijo que no importaba, que al contrario, que era normal. Pero se le notaba ya no tan fría, sino que incluso, llevando camiseta de algodón, se le notó que sus pezones se inflaron hasta no poder más.

Todo esto no hubiera tenido más trascendencia, si mi tío no me hubiera dicho 10 minutos después que le arreglara una cosa del Ordenador, y recurrió a mí porque sabe mi experiencia con los ordenadores.

Entonces, al entrar me topé de cara con mi prima, chocamos yo al entrar y ella al salir, y sus enormes tetas se chocaron contra mi pecho. Eso me produjo una erección como pocas había tenido. Después, casi tras arreglarle el ordenador a mi tío, me dijo mi prima si quería algo de tomar y yo le dije que vale. Al hacer el ademán de levantarme, me dijo que no me levantara de la silla, que ella me lo traería. Me quedé solo en la habitación.

Entonces sin querer, empecé a pensar en sus tetas y de cómo sería una cubana de mi prima. Nada más recreárseme esa idea en la cabeza, la erección volvió a ser inminente y no podía hacer nada por detenerla.

Y lo peor de todo es que mi prima ya llegaba a la habitación. Y no se me ocurrió otra cosa que ponerme la mano encima de mi abultado paquete.

Ella llegó y cerró la puerta. Me miró y encontró la que erección que todavía perduraba.

-¿Qué te pasa? ¿Se te ha puesto la tienda de Campaña?

Yo avergonzado, miré para el suelo. Ella dejó la bebida sobre el monitor del ordenador y me dijo que me levantara. Eso hice y me dijo que porqué estaba así. Yo le contesté que era por pensar en ella.

-¿Sabes que tu beso ha sido muy placentero?-Me dijo

-¿Ah, sí?

-Pues sí. Y quiero que me beses de nuevo

-¿Como?

-Sí, pero bésame como lo has hecho antes

Yo, cortado, accedí. Y le dí otro «pico» en la boca. Parece ser que con eso no se quedó satisfecha y me dijo que quería otro. Se lo dí. Entonces ella me dio otro a mí, pero sacando un poco la lengua, entrando esta por mi boca. Tengo que decir que mi prima es toda una profesional besando.

Eso se ve que la excitó. Puso el pestillo de la puerta de la habitación y se acercó a mí. Me agarro fuerte de la pechera y me arrancó un beso de tornillo que me dejó extasiado. No solo conforme con eso, me cogió las manos y las pasó por sus tetas. Ohhh, que placer. Eso hizo que mi polla se pusiera muy dura.

-¿Te gusta? Pues vas a ver ahora

Me soltó las manos y me proyectó sobre la cama. Se quitó casi toda la ropa y se quedó en ropa interior. Llevaba un sujetador apretadísimo color negro con brillo y un tanga negro minúsculo, en el que se apreciaban sus labios vaginales remarcados en la prenda. Se acercó a mí y me bajo los pantalones que llevaba. Y lo más impactante de todo, ¡me arrancó los calzoncillos de un bocado! Al ver mi pene, parecía que veía oro. Agrandó los ojos y me dijo que tenía una joya entre las piernas. Yo excitado y asustado a la vez, no sabía cómo reaccionar. Al verme mi prima paralizada me dijo:

-Tranquilo, yo lo haré todo

Se quitó el sujetador que dejó sus bamboleantes tetas al descubierto.

Las posó sobre mi cara, viendo cómo, calientes, rebotaban en mi boca.

Fue bajando, poco a poco hasta llegar a mi zona erógena, donde agarro mi pene y lo puso entre medias de sus tetas. Y ahí, ahí fue cuando me empezó a hacer una cubana. Dios mío, que placer, ver mi polla entre sus tetas y la punta dentro de su boca, solo de verlo, me corrí con tanta desmesura, que su boca se llenó de semen. Pero ella continuaba, se tragó todo mi semen hasta no dejarme sin nada. Yo casi grito de placer y ella, al verme tan feliz y después de tragarse todo mi semen me dijo:

-La próxima vez que te confundas en donde besar, vas a arder más de pasión, al menos, conmigo.

Nos vestimos y salimos los dos de la habitación con cara de felicidad.

Eran ya las 10 y media, justo la hora de irnos mis padres y yo a casa.

En el coche, destino a Madrid, me preguntaron que que hice toda la tarde.

Y yo les contesté que «Jugar a un buen juego, mi prima Julia y Yo»