Capítulo 2

Diario de verano II

Viernes 9

Durante el día no sucedió nada, pero por la noche fuimos a la discoteca donde nos encontramos a Pedro y un amigo de él, Sergio.

Después de charlar un rato, Sergio me dijo si quería ir a bailar con él, así que mi marido y Pedro se quedaron charlando y yo me fui a bailar.

Estuve un rato bailando con Sergio, luego él me llevo hasta un rincón a charlar, él cada vez se acercaba más con la clara intención de besarme, cosa que no tardó en hacer.

Era evidente que Sergio le había contado lo nuestro, y, es que los hombres no saben estar con la boca cerrada.

Su mano se deslizo hacia mi culo mientras volvió a besarme, su lengua se enrosco con la mía y mi mano se poso en su duro paquete. Sergio me pidió de ir a algún sitio más tranquilo pero le dije que quizá otro día.

Después de besarnos y meternos mano volvimos con Pedro y mi marido donde estuvimos tomando unas copas.

Como ya era tarde nos fuimos a casa.

Allí mi marido me quito la ropa y echándome en la cama me metió su polla de golpe y hasta el fondo.

Me dio unas cuantas embestidas hasta que yo me corrí, luego se echo el en la cama y yo me puse a cabalgar encima de él, volví a correrme, entonces él me puso de rodillas en el suelo y él de pie, y poniendo su polla cerca de mi cara se corrió en ella.

Sábado 10

Por la mañana salimos mi marido y yo en barca, los niños se quedaron en la playa. Nos instalamos en una cala solitaria y yo me puse a tomar el sol desnuda.

Después de un rato, mi marido debió ver que de mi coño goteaban fluidos, así que se acerco y me metió un dedo, luego dos y finalmente la mano entera. Yo me gire y sacando su polla del bañador me puse a mamársela.

Yo me revolcaba de placer cada vez que mi marido me metía su mano en el coño, entonces me puso de rodillas y me penetro por detrás, cuando me corrí, cosa que no tarde de lo caliente que iba, me enculo. Luego nos volvimos a tumbar al sol.

Por la tarde, mi marido se queda en casa durmiendo la siesta, cosa que yo aproveche para ir a la playa y encontrarme con Yves.

Él estaba tumbado desnudo al sol, al verme se levanto y nos besamos. Me eche a su lado y nos cogimos de la mano.

Cuando el sol comenzaba a bajar nos fuimos detrás de las dunas. Yves se echo en la toalla y comenzó a comerme el coño cuando yo ya no podía más de placer, lo empuje suavemente y quedo echado, entonces yo me puse encima de su verga.

Comencé a cabalgar despacio primero, para ir aumentando el ritmo hasta montar con ímpetu, los dos nos corrimos al unísono. Después de descansar y fumar un cigarrillo me fui a casa.

Domingo 11

No me he comido ni un rosco.

Lunes 12

No me he comido ni un rosco.

Martes 13

No me he comido ni un rosco, y empiezo a ir muy caliente. Tengo necesidad de follar.

Miércoles 14

Hoy ha sido un día especial, por la tarde, a primera hora mientras mi marido dormía la siesta, salí a comprar y cual fue mi grata sorpresa que me encontré en una terraza a Yves y un amigo, Rene.

Me senté con ellos y tome un par de copas. La mezcla de alcohol, el calor y mi calentura hicieron su efecto, pues acepte ir a su apartamento.

Al llegar, Yves me desnudo, se sentó en un sofá y acercándome a él comenzó a besar mi vientre, mis pechos, mi coño.

Yo estaba de pie, pegada a él, sus dedos jugaban con mi ano mientras seguía pasando su lengua por mi coño. Mientras Rene ya se había desnudado y estaba detrás de mí acariciando mis pechos y besando mi cuello. Su polla rozaba mi culo.

Yves separo mis nalgas, y le dijo a Rene (en francés, aunque pongo la traducción)

– Venga Rene, encula a esta putita

Su duro pene rozo mi ano, Rene de un empujón me la clavo hasta el fondo, Yves por su parte cogió mi cabeza y la llevo hasta su polla para que se la chupara, cosa que así hice, mientras Yves le gritaba a Rene.

– Así, así, duro con su culo.

La polla de Rene bombeaba mi culo con furia, note que se iba a correr cuando me sujeto por mis pechos y me apretó contra su cuerpo. Su leche inunda mi culo.

Cuando Rene termino de escurrir hasta su última gota, entonces Yves me agarro y me sentó encima de su polla, sus manos me sujetaban por las nalgas para embestirme mejor.

Me estaba follando cuando volví a notar la polla de Rene que intentaba encularme, Yves me separo las nalgas para facilitarle la tarea a su amigo. Oh que placer, hacia tiempo que no era follada y enculada a la vez.

Los tres nos convulsionábamos de placer y los tres nos corrimos a la vez, aunque yo ya me había corrido un par de veces. Me duche y regrese a casa después de realizar las compras.

Jueves 15

Sin follar

Continúa la serie