Encuentro por Internet

Si bien ya había visitado la pagina en otras ocasiones, nunca antes algún anuncio me llamo la atención como en la oportunidad, .- «Maduro, 58 años, buena presencia, muy franelero, busca pendejo, para sexo inolvidable», casi sin analizar demasiado me sitúe en el espacio correspondiente y devolví el mensaje,.- «Pendejo dispuesto se ofrece, 1.86, delgado, buena presencia, muy caliente, absoluta discreción. Nicolás.», el mismo llegaba al destinatario firmado con mi dirección de correo…

Al tercer día cuando ya casi había olvidado el asunto, llega la respuesta mezclada entre otros varios correos sin importancia, .- «Hola Nico, recibí tu mensaje, me interesa conocerte, si queres tomamos un café y si hay onda la seguimos en mi casa, te mando un beso. Alberto.», fue entonces cuando considere seriamente el asunto, me llevo un tiempo mas prolongado que la primera vez elaborar la contestación, corregí el texto un par de veces antes de finalmente enviarlo, .- «Alberto, te cuento algo mas sobre mí, soy casado, tengo 26 años, me parece bien conocernos en un café, trabajo en el centro hasta las 17 horas, decime por donde te queda cómodo y vemos, un beso grande, Nico», entonces si espere ansioso hasta el día siguiente al llegar a mi casa a la vuelta de la jornada laboral, el mensaje llego solo esta vez, .-Nico te cuento, estoy por la zona de Belgrano, dispongo de horario extensivo, decime un lugar que conozcas, besos.» , restaba ahora solamente acordar el día, el horario y el lugar del encuentro, un día mas para la confirmación, y vía libre…

Si las 3 pautas fijadas, no sufrían alteración por parte de Alberto, el día viernes seria el momento justo, miércoles el envío, jueves la confirmación, viernes el día libre que dispongo en la semana para juntarme en el club con los muchachos, mientras mi esposa va a cenar a la casa de mis suegros.

Un escueto pero claro, .-«Ok, viernes 20 horas, conozco el lugar, voy vestido con una campera azul y llevo un libro, no me falles que la vamos a pasar muy bien», llego como respuesta el jueves a mi envío del día miércoles,.- «Alberto conozco un lugar por Belgrano, «One» en la otra cuadra de la estación, por la avenida, es un lugar reservado, voy a ir vestido con un pullover negro y jean azul, si te parece para reconocernos mejor llevamos algo para leer, igual es un lugar chico y con poca gente no va a haber problemas, si te parece bien podemos arreglar para las 20 horas del día viernes, si no podes, proponeme vos, un beso» , poniendo así punto final a la serie de mensajes.

Si bien todo se llevo a cabo de acuerdo a lo previsto, el mismo viernes por la mañana surgieron las dudas con respecto al encuentro, lo cual tampoco me sorprendió demasiado ya que era la primera vez que concretaba una cita real, durante el transcurso del día en la oficina, no pude dejar de pensar en cientos de alternativas distintas a darse a partir de las 20 horas, a medida que transcurrieron las horas y sobre todo después del mediodía fui convenciéndome que finalmente no acudiría a la cita, me dije que no estaba preparado y que no tenia sentido, y no vale la pena y voy mejor al club, y muchas otras definiciones mas.

Ya a las 17 horas y algunos minutos, camino a casa, tenia definido los movimientos habituales de los viernes, un baño calentito, unos mates con Ceci en la cocina, y a las 19 y 15 horas mas o menos, la acercaba a la parada del colectivo que la lleva hasta la casa de mis suegros, de ahí mismo yo pegaría la vuelta y me iría despacito hacia el club, a disfrutar el copetín, y las barajas como siempre, estaba decidido…

Mire el reloj, las 19 y 20 horas, mi esposa acababa de subir al colectivo y el mismo se perdía entre el numeroso trafico de ese horario, di la vuelta por el pasaje, y encare lentamente por el camino conocido rumbo al club, casi sin proponérmelo me di vuelta hacia el asiento trasero comprobando la existencia del diario que había comprado a la mañana y que no había siquiera ojeado, seguí el camino habitual entonces, pero 3 cuadras mas adelante doble hacia la izquierda mientras pensaba, por ahí cerca de «One», esta lleno de bolichitos, me tomo una cerveza en alguno y me vuelvo tempranito a casa hoy…

Estacione el auto a un par de cuadras de la estación, cerca de las 20 horas, camine despacio unos metros y me volví enseguida, había olvidado tomar el diario.

Por un momento las ideas se me habían aclarado, la curiosidad pudo mas que otra cosa, conocería al hombre, tomaríamos un café y ahí mismo aclararíamos las pautas a fin de evitar malos entendidos, aunque todavía la suma de dinero que le iba a pedir no la tenia decidida intentaría que el mismo me ofrezca lo mas posible.

Cruce la puerta del café y rápidamente, controle el panorama desde la entrada misma, recorrí con mi vista a una pareja, una señora sola, otra pareja, un hombre de aspecto mayor, leyendo un libro sobre la mesa, me acerque despacio a el que todavía no me había visto, al parecer concentrado en su lectura, parecía de aspecto agradable según el mismo se había definido, algo voluminoso se adivinaba bajo la campera azul y otros abrigos, poco pelo, con muchas canas, parecía de buena posición, lo cual me impulso hacia delante, satisfacía mis intereses.

.- Hola, interrumpí su lectura, .- Alberto?, me llamo Pablo, levanto la vista y cerro el libro, se levanto y me dio la mano, grande y fuerte la note al apretar la mía, .- Alberto, me alegra que hayas venido, sentate por favor.

Debo reconocer que la primera impresión fue satisfactoria, solamente que era Alberto quien llevaba adelante la primera relación, mientras tomábamos el café, si bien tuve ocasión en algún momento de introducir a la charla, el tema del dinero a recibir por cogérmelo, no me anime y me pareció un tanto fuera de lugar de acuerdo al nivel de la charla, deje pasar la oportunidad, de cualquier forma entendía que no habría problemas, una vez en su casa y con el viejo caliente por recibir mi pija en su culo.

No tardamos mucho en encontrarnos sobre mi auto rumbo a su casa de acuerdo a sus indicaciones, quizás ahí aprecie mejor su tamaño sentado al lado mío en un coche relativamente pequeño, ocupaba prácticamente el doble del lugar que mi esposa sobre el asiento imagine, .- Estaciona allá detrás de la camioneta, me señalo, luego de unos pocos minutos de recorrido, los cuales los hicimos casi en silencio, al menos yo me notaba un poco nervioso.

Ya en el ascensor comencé a sentir la primera excitación, el pensar en cogerme a un viejo de buena presencia y encima que me pague por hacerlo, me calentaba mas de lo que podía suponer, a Alberto también lo notaba ansioso por llegar, aunque desde la salida del café no habíamos casi cruzado palabra, una gran cogida le voy a pegar al viejo me dije y encima me va a pagar mucho dinero a cambio de llenarle el culo de leche.

Atravesamos la puerta de su departamento rápidamente, me llevo derecho al living amplio bien decorado, se saco la campera y la dejo encima de un sillón, también hizo lo mismo con su pullover, se acerco a mí, me tomo mi cara con sus 2 manos y me encajo un beso de lengua que duro una eternidad, nuestras lenguas se cruzaban y atravesaban nuestras bocas, yo lo tome de su cintura y lo apreté fuerte contra mi, notaba mi pija parada y a punto de explotar, soltó mi cara y la separo apenas de la suya, me levanto los brazos y me retiro el pullover, desabrocho los botones de mi camisa, me la termino de quitar, me recorrió lentamente con sus manos desde el pecho hasta mi cintura, retiro suavemente mis manos que franeleaban mi pija, desabrocho mi cinturón y el botón del pantalón, yo mismo ayude a bajarlo al tiempo que sacaba mis zapatos, el slip se levanto agradeciendo su liberación, con su mano derecha abarco la totalidad de mi slip franeleándome suavemente, con mucho cuidado de no hacerme acabar, no creí que lo iba a soportar mas cuando retiro su mano, entonces en forma lenta comenzó a desabrochar su camisa, dejando al descubierto su voluminoso abdomen muy velludo lo cual aumento mi excitación, mis manos abandonaron mi pija para ir hacia sus tetas caídas, sus vellos blancos, y su gran panza, también mi cara bajo hacia allí junto con mi lengua, mientras Alberto se manoseaba su pija sobre su pantalón,

.- estas caliente?, pregunto, .

– No aguanto mas, .

– desabróchame el pantalón, me indico, lo cual hice rápidamente la idea de cogerme ese culo grande, carnoso, bien blanco hizo que comenzara a mojar mi slip, termine de desabrochar el botón de su pantalón y le baje el cierre relámpago, entonces pude bajar su pantalón, ante mi vista quedo expuesto su slip color blanco, el bulto que se formaba me corto la respiración, a su lado mi pija que estaba tan grande y dura como me era posible, quedo casi insignificante, sin embargo me la volvió a tocar ahora mas fuerte y me bajo el slip de un tirón, haciéndome quedar totalmente en bolas, me siguió franeleando sabiamente retirándose siempre un instante antes de hacerme acabar, se dio cuenta cuando ya no podía mas, se acerco a mi oído y lamió la oreja con su lengua, me susurro sin dejar de lamerme el oído, .- pone el precio que vos quieras, ese va a hacer, me dijo muy despacito, entonces llego el momento que tanto había esperado, estaba a punto de cogérmelo, ya no aguantaba mas, gratis lo habría hecho igual, encima yo ponía el precio que quería, lo pensé un momento con lo poco de lucidez que me quedaba y le respondí, $100, mas un regalo, el viejo no contesto y siguió con su juego de lengua ahora sobre mi cuello por lo que di por aprobada mi contestación, rodeo con su lengua la parte lateral derecha de mi cuello, siguió hasta mi nuca regándola con su saliva, entonces sentí primero la presión de su panza sobre mi espalda, me tomo por mi pecho, mi abdomen, empujándome hacia atrás, entonces sentí el roce de su slip contra mi cola desnuda, siguió escupiendo saliva sobre mi nuca y recorriéndola con su lengua, bajo una de sus manos hacia mi pija y desde allí me volvió a empujar hacia atrás, ahora sentí la enorme presión de su slip que dividía mi cola de su pija, instintivamente yo también acompañe su empuje hacia atrás, sintiendo su enorme slip cada vez mas dentro de mi culo, comenzó a cogerme así como estábamos para mi sorpresa no quería abandonar esa posición, todo lo contrario, comenzó despacio hasta seguir mas rápido cada vez, yo ya no podía pensar en mas nada, solo me entregue al placer nunca antes experimentado, me olvide que era virgen, que yo iba a coger a un viejo y no al revés, me olvide del dinero que iba a cobrar, cuando se detuvo un instante, el necesario para sacarse el slip dejándolo sobre sus piernas mas arriba de sus rodillas, como pude me di vuelta a mirarla, una enorme verga bien blanca, gruesa rodeada por infinitos vellos estaba a punto de desvirgar mi cola ansiosa, .

– ¿Te cojo?, me pregunto, .- Si por favor, alcance a responderle, .- Yo cobro por adelantado, $ 100 ahora y el regalo mas adelante me disparo…

El resto fue inolvidable, tuve que efectivamente entregarle los $ 100 que yo mismo había fijado, para que inicie la tarea de lubricación que llevo bastante tiempo, no había forma de que entre su pija, así y todo no pudo entrar toda, pero basto que entre solo una parte para partirme en 2, me cogió sabiamente largo rato hasta acabar cuando el mismo quiso dentro de mi culo, .- Me hiciste sacar las ganas putito, vestiste que tengo que ir a levantar otro puto para cogerme, espero que te portes bien con el regalo, si queres que vuelva a cogerte, me dijo desde lo alto, mientras se terminaba de sacar él ultimo resto de semen que caía sobre mi cara…