Gracias Rebecca
Me veo obligado a mandar este relato, esta vivencia que tuve.
Soy un fanático de los relatos de voyeurismo, y en cuanto puedo lo practico, es algo que me dá morbo como ninguna otra cosa.
Les cuento algo que me pasó en mi juventud.
Tenía yo cerca de 14 años era un nene prácticamente, vivía en Uruguay.
Somos tres de familia, tengo una hermana cuatro años mayor y mi madre. Vivimos en una casa amplia con varias habitaciones, parque y pileta.
Sucede que un día de verano mi hermana invita a un par de amigas a casa. Yo como niño inocente,
me dedico a hacer mis cosas ya que no tenía programa para ese día; me la paso mirando tele jugando con la compu y esperando que algún compañero de la escuela llame para vaguear. En eso desde mi pieza veo a mi hermana y sus dos amigas Rebbe y Natti tomando sol en tremendos bikinis…
Queriéndome morir de lo caliente que estaba voy corriendo a buscar unos prismáticos antiguos de gran alcance para observar mejor esas mujercitas ya desarrolladas. Para mí eran ya unas tremendas gatas ya que tenían 18 años, eran diosas. Rebbe era una morocha de ojos claros con un cuerpo escultural y Natti aunque peticita era una rubia con unos pechitos espectaculares.
Por sobre todo al ser yo el hermanito pequeño de mi hermana Laura, sus amigas y en especial Rebbe y Natti siempre que me venían me saludaban muy cariñosamente y para mí esos saludos y abrazos efusivos eran oportunidades para tocarlas un poco y echar luego unas tremendas pajas en su honor. La verdad es que ellas se dejaban toquetear suavemente y también disfrutaban de esos juegos.
Pero volviendo al día aquél, en ese momento no puede dejar de mirarlas y observar detenidamente sus gloriosas partes. Asomado a la ventana las lograba ver bastante bien, muy caliente decidí masajearme despacito disfrutando la situación y sintiendo la adrenalina que me corría por la sangre debido al temor de ser encontrado infraganti.
En eso Rebbe se para repentinamente y cambia la dirección de su silla directamente hacia la ventana de mi pieza y logra ver el movimiento de las cortinas al salir yo rápidamente de allí. Sospechando que yo estaba allí puede ver en su cara un gesto de complicidad.
Ella mantenía abiertas sus piernas mostrándome su tajito y en mientras Natti y Lau no la miraban se untaba crema en su cuerpo y lolas sin dejar de mirar hacia la ventana.
Yo estaba al palo, no podía dejar de mirar ese espectáculo, decidí entreabrir la cortina permitiendo que me vea.
Ahí estaba yo claramente moviendo mi aparato con claros gestos de placer en mi cuerpo y cara, moviéndome vigorosamente al compás de esas vibraciones peneasnas… ella se notaba que también disfrutaba el momento y no apartaba la vista de mí.
Nuestras miradas se chocaban hasta que toda esa energía concentrada en mi abdomen (más precisamente en mis pelotas) fue a parar a la ventana. Luego de ello una mezcla de placer, nerviosismo, miedo y vergüenza me invadía. Limpié la ventana lo antes posible y volví a ver la tele bastante avergonzado de lo ocurrido, pero no poco contento.
Más hacia la tarde yo seguía avergonzado y metido en mi pieza sin mucho ánimo de salir, iba de vez en cuando a la cocina a buscar alguna que otra porquería para comer, tipo 6 de la tarde voy a buscar no sé qué cosa y me encuentro con mi hermana y las amigas; me puse a charlas con ellas de estupideces y Rebbe no dejaba de mirarme y de charlar cerca de mí.
Me preguntaba cómo me iba con el rugby (deporte que practicaba de casualidad por esa época) y me decía que a ella le encantaría jugar, bla bla.. y quería que le explique.
En eso Natti y Lau se van para la pieza y Rebbe se queda solita conmigo.
Nos vamos hacia el patio donde le comienzo a explicar un poco las reglas, nos pasamos la pelota, etc hasta que comienzo a mostrarle cómo se debe tackear a alguien, fue uno de los momentos más gloriosos de mis experiencias vouyer cuando pude acariciar a destajo su cola, colgarme de ella acariciando sus senos… fue fantástico ver que ella haciéndose la interesada disfrutaba cómo un pibito la acariciaba, toda la situación daba para el morbo.
La situación se cortó cuando al rato llegan Lau y Na para darse el último chapuzón del día en la pile. Yo estaba re al palo y mi hermana puso cara de pregunta al ver mi bulto despierto, pero pasó. Me sumé a la movida y me fui a bañar con ellas.
Poco tiempo después estábamos en la pile cada uno haciendo la suya. Para seguir disfrutando de la tarde propongo un juego al cual sólo se unen Natti y Rebe, Lau se queda a un costado alejado tomando los últimos rayitos de sol de un día de verano.
El juego era el famoso OLE, donde teníamos que pasarnos una pelota media desinflada entre dos y el tercero debía capturar la pelota y salir del medio.
Comenzamos con Rebbe al medio, toda ocasión en que se disputaba la pelota era buen momento para tocarle esas tetas tremendas a lo que ella respondía con una risa socarrona que me calentaba el alma, era un proceso explosivo de calentura donde logré ponerme al palo en poco tiempo y debajo del agua.
Cada vez que la abrazaba y la buscaba intentaba apoyarle bien fuerte mi bultazo en su divino trasero, a lo que ella respondía con risas y saltos, pero ninguna actitud de desprecio.
Natti se hacía la que no entendía aunque participaba dejándonos disfrutar a rebbe y a mí de esas risas y juegos.
Mi hermana estaba en otra.
Todo terminó en que mis hormonas ya manejaban mi conducta y sólo atiné a masturbarme debajo del agua en frente de ella. Rebbe me miraba obsesivamente pero en un momento dijo, — bueno, basta.
Y no se refería al juego sino a que dejara de tocarme, pero era demasiado tarde ya el tema estaba muy acelerado y acabé terminando mi piragua.
Ella no lo podía creer. Finalmente y exhausto dí por terminado el juego ya que la vergüenza me carcomía el cerebro, pero no dejaba de estar re contento por el momento pasado.
Terminé yéndome a casa, me bañé y me tiré a descansar.
A las horas me llaman para despedirme de las chicas, y Rebbe se despide dándome un beso en la mejilla y diciéndome al oído…. picarón!!!
Con una sonrisa cómplice.
Luego de esa vez no la ví más y creo que mi hermana al tiempo se distanció de ellas no por ninguna causa en especial.
Siempre extrañé volver a verla.