Brindis recíproco

Un excelente amigo vía electrónica ha plasmado al papel varias fantasías en las que tanto él como yo somos los protagonistas.

En su correo más recientes inicia una fantasía erótica a la que me solicita dar seguimiento…

Caliente por el relato que él inició, lo continúo de la siguiente manera:

«Tú y yo nos recostamos a la sombra de un árbol, ambos nos quitamos los pantalones, no llevábamos slip, nuestras vergas salieron airosas y semi duras… la mía más dura que la tuya… deseosa de sentir el calor de una boca golosa….

Ni tardo ni perezoso, te lanzaste a mamarla… primero tocaste con la punta de tu lengua el hoyuelo de mi glande… levantaste un hilillo de precum… yo estaba listo para lo que viniera… acto seguido, subiste y bajaste mi prepucio con tus expertos labios mamadores… continuaste luego introduciendo mi tranca en la cavidad bucal que te cargas… casi la comiste en su totalidad, seguramente hiciste un gran esfuerzo para abrir al máximo tus labios, porque mi tranca tiene una real cabeza, casi una bola de golf… es lo que ha gustado a todos los que la han probado…

Yo empujaba tu cabeza tomándote de los cabellos… con una seña me hiciste saber que deseabas respirar libremente… dejé de presionar y enseguida, tu lengua recorrió el tallo de mi verga súper dura… lamiste mis huevos, los metiste uno a uno en tu caliente boca y continuaste luego, levantándome las piernas para trabajarme el agujero del culo que estaba ansioso de probar algo rico…

En un viraje imprevisto, quedamos en posición de 69 y nos propinamos una súper mamada mutua fabulosa…

Yo jugué mis dedos en la abertura de tu culo… se sentía tibio, suave, deseoso de probar una verga…

Sin embargo, tú me decías entrecortadamente que eres activo, que nunca has sido penetrado.

Eso me pone a tope…. mi verga tiembla de excitación.

Te doy lengua en el culo, meto un dedo, luego dos, hasta tres, tu culo se ha dilatado y tu resistencia ya no existe, trabajo un buen rato con mi lengua y luego colocado tú de espaldas, te levanto las piernas, mi verga que empieza a soltar ríos de precum apunta a tu agujero…. acerco mi glande, hago algo de presión, tú gimes y pujas de dolor, pero te suavizas, cooperas, yo insisto, y mi cabezota entra en tu orto….. lloras de placer…. sigo empujando, hasta que me pides que no pare, que te la deje ir toda y te obedezco.

Mi dura y larga tranca está en tu interior, mis bolas están justo en la entrada de tu agujero y entonces, empiezo el mete y saca, tu sigues gimiendo, pides más… maaaaaaaaaaass…. pero luego me dices que quieres saborear mi leche….. que no te inunde el culo con mi savia…

Obedezco nuevamente y la saco, uso una toalla húmeda, retiro los residuos fecales y me voy a tu boca… mamas ricamente y succionas ríos de leche, mecos como le llamamos en México al semen… saboreas glotonamente y cuando has engullido el total, me ves a los ojos y me dices: «Gracias».

Qué cogida más rica te he dado, pero estoy en deuda contigo… debo devolverte la copa.

Esta rica experiencia debe ser un brindis recíproco.

Me voy a tu vergota… mi boca se abre receptora… succiono, saboreo el lubricante natural que abunda en ese momento y como inagotable fuente fluye por toda tu tranca… doy dos o tres chupadas como si de un gigantesco caramelo se tratase y luego empiezo con mi lengua a recorrer todo el tronco… llego a tus hermosos huevos y los lamo golosamente….

Mi lengua trabaja de nuevo en tu rico culo… todavía percibo algo de mi propio aroma a sexo… huele a macho, huele a culo disfrutado por un hombre caliente… eso me pone doblemente caliente y entonces, lubrico mi culo con saliva y me voy sentando poco a poco en tu gruesa y rica verga, voy calibrando los centímetros que horadan mi agujero y disfruto uno a uno, hasta que siento en la entrada tus bolas y el vello de tu pubis… entonces, gimes, gritas, te mueves frenéticamente y entiendo que estás soltando tus mecos en mi interior…

Chiquito, hemos tenido un teté a te, rico… eres genial como pareja sexual…

Cómo quisiera que toda esta fantasía se hiciera realidad…

Sigue escribiendo y calentándome como lo haces.

Gracias por ser como eres.