Capítulo 2
Mi deseada cuñada II
Mientras ella frotaba mi verga con toda su experiencia, lo cual le permitía hacerlo de una manera muy especial yo jugaba con su tanga, con su culo… en fin, con mis manos en su cuerpo, pero ninguno de los dos queríamos que esa noche termine de esa manera, queríamos mas, mucho mas y esto quedo demostrado al yo proponerle ir a otro lugar, algo mas intimo, ella, ni lo dudo, acepto inmediatamente y de hecho nos retiramos del lugar, por separados para no sembrar dudas y nos encontramos en mi coche el cual estaba estacionado a dos cuadras de la disco, yo llegue antes que ella y me escondí para esperarla, cuando apareció me le abalancé desde atrás de un árbol, pero ni siquiera se asusto, la agarre por la espalda mis manos fueron directamente a sus tetas y mi cuerpo bien cerquita al suyo, ella gemía tímidamente con cada lengüetazo mio que iba a parar a su cuello, y mi verga muy erecta apoyada en sus nalgas por arriba de la minifalda por supuesto, pero estábamos en la calle, así que le propuse irnos y así lo hicimos.
Ya en el coche todo se enfrió un poquito, ya que mucho no podíamos hacer, así que nos pusimos a charlar, hasta que ella me pregunto- ¿te gusta jugar?………. yo medio despistado le dije- ¿Jugar a que?…….medio lento lo admito, pero con una mirada de ella basto para que me de cuenta de que se trataba y después me explico que era exactamente lo que le gustaba, me dijo:
-A mi me gusta jugar a muchas cosas, te gustaría vendarme los ojos, amarrarme a la cama y hacerme lo que quieras?
Mi cara lo decía todo, quede atónito, ……. me encantaría le respondí.
-Ya vas a ver, cuando lo pruebes te va a gustar mas mi jueguito
Bueno esta es la parte mas interesante de lo íbamos hablando en el coche mientras nos dirigíamos a un lujoso hotel en las afueras de la ciudad, quería lo mejor para esa noche, no la iba a desperdiciar.
Cuando llegamos a la habitación quedamos mirándonos… pero eso duro apenas unos segundos y nos hundimos en besos apasionados y enseguida mis manos empezaron a recorrer su cuerpo, su cuello, sus pechos, sus nalgas, empece a desprender su camisa muy lentamente, con cada botón que desprendía podía empezar a ver un poco mas de sus redondos pechos apretado por ese corpiño pequeño que llevaba puesto.
Las manos de ella ya estaban manoseando mi verga la cual había dejado afuera en un segundo, yo empece a bajar esa diminuta minifalda que llevaba, me agaché para sacársela y mientras subía lo hice pasando mi lengua por sus piernas, a ella se le escapo un gemido sabia que eso le gustaba, pero no me dejo seguir, se separo de mi, agarro mi camisa, de color negro, y la doblo hasta dejarla como una venda gigante y se la ato en los ojos, era imposible que pudiera ver algo me se acostó y me pidió que la ate, yo no sabia como hacer eso, hasta que observe mis media en el suelo y las utilice como una cuerda para atar cada brazo de ella en cada uno de los barrotes de la cama, luego de hacer esto me pare y me termine de desvestir, ella solo tenia su corpiño y su tanguita, me quede observándola, su cara expresaba miedo pero a su vez placer, inseguridad pero ansiedad, era hermosa, y tenerla así para mi solito era mas hermoso todavía.
Me acerque a ella y sin meterme en la cama comencé a besar sus pies, mi lengua recorriendo cada uno de sus delicados deditos, sus gemidos no se hicieron esperar, muy lentamente comencé a subir besando sus piernas, sus muslos hasta llegar a entrepierna, recorrí con mi lengua todo el contorno de esa tanga tan pequeña que tenia, pude notar que ya estaba toda mojada, sin dejar de besarla, con mis manos la deje completamente desnuda, abrí sus piernas y comencé a pasar mi lengua por el borde de su conchita toda húmeda, ella casi gritaba ya, pero eso no me importo y seguí, cuando menos lo imagino yo ya estaba con mi lengua jugueteando en su clítoris, ayudándome con mis dedos, los cuales entraban y salían sin parar, era muy rico sentir todos sus jugos en mi boca, estaba saboreando a mi cuñada tan deseada por años y lo estábamos disfrutando, de pronto me aleje y quedo desconcertada, pero no hablo ni pregunto, me fui acercado muy silenciosamente a su cara, con mi verga por supuesto, a medida que me acercaba ella comenzó a sacar la punta de su lengua, como esperándome, ella ya lo sabia, y no la hice esperar mucho, me pare encima de su cara y me agache dejando mis huevos en la puerta de su boquita y ella los recibió encantada y empezó a chuparlos suavemente, mi pene ya estaba lubricado, demasiado lubricado, era demasiado todo esto para un solo día, de golpe saque mis huevos de mi boca, ella continuaba con su lengua apenas a fuera de su boca, sin ver nada, sin saber que podía pasar, acerque mi verga a su boca y rápidamente sentí su lengua recorriendo la cabeza mojada de mi pene, no aguante demasiado así, rápidamente ya lo tenia todo en su boca, y realmente sabia lo que hacia, era una experta chupándola, mis manos sujetando su cabeza y mi verga entrando y saliendo, estaba cogiendo su boca, de a ratos sacaba mi verga, la pasaba por toda su cara y finalizaba apoyándola entre medio de sus tetas mojándolas, cogiéndolas.
Todo era muy hermoso, los estábamos gozando mutuamente.
Continuará