Las amigas lo comparten todo

Hola, soy Rosa, y casi me atrevo a decir Eva ya que esta al corriente de que voy a publicar nuestra historia.

Somos intimas amigas desde la infancia, físicamente somos distintas, yo soy morena y ella rubia, yo llevo siempre media melena y ella le encanta el pelo corto, yo tengo la piel mas morena ella es mas bien de tez y piel blanquecina, ella es muy delgada con senos muy pequeños alta, piernas fuertes duras, la verdad que tiene un tipazo, yo modestia aparte también físicamente estoy muy bien con mis tetas, tamaño ideal osea ni muy pequeñas ni muy grandes, mi culo respingón y mi piel firme y mis piernas duras trabajadas aunque no con abundancia en el gimnasio.

Ambas estamos casadas y nuestros maridos son grandes amigos.

Actualmente tenemos desde 25 años Eva hasta los 33 de mi marido y los 27 de Javier y míos.

Como os iba contando, nos une a Eva y a mi una amistad enorme la cual nos ha servido a sincerarnos y a confesarnos absolutamente todos nuestros problemas, secretos, costumbres, vicios, fantasías.

Yo se que siempre le he gustado a Javier, cuando nos vemos siempre sus besos se arriman en exceso a mi boca y sus manos bajan demasiado hacia mis caderas.

Yo ya se lo hice saber a Eva (para que veáis la confianza que tenemos) y además le reconocí que no me importaba en exceso y es mas me llegaba a calentar.

Una de las muchas veces que hablábamos Eva y yo en nuestra particular intimidad de la sauna del gimnasio, ambas desnudas y tapadas solo por unas toallas ya que la sauna era mixta.

Eva empezó a contarme que le excitaba mucho el que le vieran otras personas desnuda, cosa que había detectado en los vestuarios en los que solía tardar en exceso en ponerse las braguitas y sujetador y hablando y riendo comento que lo que más le gustaba era ser vista después humillada y dominada.

Yo le reconocí que también había tenido fantasías de ese tipo, pero que no me obsesionaban y le conté que con mi marido solíamos jugar a que el era el amo y yo la sumisa obediente y que el simulaba ser otro y eso me ponía a cien.

No le dimos mucha importancia y nos fuimos riendo a ducharnos y cada una a nuestra casa, pero Eva volvió a la carga otro día y otra vez en la sauna.

Me encantaría que Javi me obligara hacer ciertas cosas…ya llevaba varios días así.

Insistía en ser mostrada, en ser humillada, la verdad que cada vez se ponía como más trascendente.

La pregunte de repente y no se ni porque lo hice:

» Eva Si quieres ser humillada, lo serás. Levantate» se levanto sin decir nada solo mirándome, estaba encharcada de sudor, no había nadie en la sauna: ç

» DAME TU TOALLA» se la quito y me la tiro, evidentemente no era la primera vez que la veía desnuda pero si era la primera vez que la observaba y que se desnudaba tras pedírselo yo. Su precioso y esbelto cuerpo quedo desnudo brillando por el sudor.

«ACERCATE» se quedo a escasamente un metro de mi, yo estaba sentada , en cualquier momento podía entrar alguien. GIRATE. Lo hizo observe sus desnudas y blancas nalgas, la cogí por las caderas obligándola a girarse de nuevo, tenia frente a mis ojos su coño, acerque mi mano al interior de su muslo y la fui subiendo hacia su tupidita pero bien cuidada matita de pelo púbico, seguí subiendo hasta llegar a rozar sus labios vaginales dio un pequeño saltito al notar el roce en su clítoris, retire mi mano y la dije: ALEJATE, dio un par de pasos hacia atrás y se quedo en medio de la sauna.

TOCATE…

¿QUÉ?

Que te toques, acaríciate y espera a que entre alguien…

Miro hacia la puerta estaba nerviosisima, como no se decidía me levante y me acerque a ella: ABRE LAS PIERNAS, COLOQUE la palma de la mano bien abierta y empecé a recorrer de bajo arriba toda su mojada raja, notando como mis dedos se perdían entre sus dos labios gruesos y llegaban a su clítoris, ella se encogió echando ligeramente el culo hacia atrás y gimiendo, note como se le encharcaba el coño.

«MUY BIEN es hora que muestres este coño a algún chico, toma la toalla y vamos al vestuario.

La obligue a ducharse con agua fría.

Cuando salió de la ducha yo ya me había duchado y me había puesto ropa para volver al interior del gimnasio.

Cogí su body que usaba para aeróbic, siempre con camiseta y pantys, pero esta vez la obligue a que se lo pusiera sin nada, totalmente desnuda y sin apenas secarse por lo que la tela quedo empapada como si hubiese sudado.

La tela fina del body, marcaba sus empitonados pezones y abajo le costo tapar su mata de pelo y por supuesto se le metía la tela entre sus labios marcados a la perfección y su culo de igual manera se le perdía la tela entre sus nalgas.

«Vamos a hacer calentamientos, en la zona mixta»

«Rosa no me jodas, que voy en pelotas»

«Oye tu no eras la que querías juerga, pues juega tendrás»

«Un momento yo salgo, solo si tu después cumples con otro antojo.»

«¿Otro antojo?»

«Si y sin preguntas…»

Pero el antojo tiene que ser mío yo aquí lo único que hago es cumplir un antojo tuyo…

«Vale, vale el antojo será tuyo.

Salimos a la zona mixta del gimnasio, tuvo suerte había poca gente.

Tres tíos corriendo en las cintas un par de chicas en las bicis un tío cuadrado haciendo estiramientos tumbado en las alfombrillas colocadas para ello.

Nos colocamos las dos prácticamente enfrente de aquel tío, le sonreí de manera a que se fijara en nosotras y valla si lo hizo, clavo los ojos en Eva y la miro de arriba abajo.

Esta se sonrojo y sonrió.

Acorde con Eva que haría lo mismo que yo.

Nos colocamos de espaldas al hombre que para entonces se había incorporado y con la mano demostrando su flexibilidad se tocaba la punta de los pies, eso si sin dejar de mirar, en este caso el culo de Eva.

Levantamos y doblamos la pierna, después para tensar la molla, tiramos la pierna hacia atrás mientras tensábamos la otra.

Todas estas posturas, permitían al «cachas» ver en detalle los movimientos de nalgas de Eva.

No giramos y tras estirar los cuellos, nos tumbamos en nuestra correspondiente alfombra.

La hice que levantáramos ambas piernas bien pegadas hacia arriba y sacando el culo para fuera llevando las piernas hacia el pecho.

Quedando unos segundos expuestos nuestros bultos que incluían culo y claro parte del coño.

Yo sabia que era una postura «delicada» pero claro mas aun cuando se te marcaba absolutamente todo en la fina tela del body.

Me atreví con unas aperturas exageradas de piernas, hasta a mi me dio cosa hacerlo frente a la mirada directa a nuestras partes del cachas.

Eva dudo. Lo más normal es que no aguantara la tela y se le viera su coño entreabierto.

La mire y entendió que debía de hacerlo.

Yo ya incorporada mire como al cachas no se le escapaba ni un detalle y a los de la cinta tampoco y para entonces habían dejado de correr para ir andando y poder ver lo inevitable.

Eva lo hizo separo las piernas y lo que podía ocurrir, ocurrió.

La tela se deslizo hacia un lado dejando entrever uno de los labios vaginales de mi amiga.

No abrió la boca solo se levanto y se fue hacia el vestuario llegue cuando se estaba duchando. Ya vistiéndonos, solo me dijo:

«Espero que no hayas hecho planes esta tarde, porque te vienes a casa.»

Vale, dije yo sonriendo.

Cuando llegábamos a su casa me obligo a ponerme un pañuelo en los ojos antes de entrar.

Entramos al salón y me coloco en medio de la sala.

«DESNUDATE» me dijo. Insisto en que me había desnudado infinidad de veces estando Eva delante, pero tenia una sensación extraña ya que me iba a desnudar para ella y quedar ahí en su casa desnuda en medio del salón. Y si llegaba su marido… en fin me quite toda la ropa. Me planto la palma de su mano en mi coño.

SEPARA LAS PIERNAS. Sin ningún miramiento y aunque estaba algo lubrificada me introdujo dos dedos en la vagina:

«Bueno,dijo, creo que te has pasado un montón obligándome a enseñar el coño a esos tíos.»TUMBATE.

Obedecí, total no era mas que un juego, me tumbe en el parquet del salón.

LEVANTA LAS PIERNAS lo hice y cogiéndome de los tobillos me abrió las piernas ABRE BIEN TU COÑO CON LAS MANOS.

Me estaba empezando a asustar, pero obedecí.

MAS QUE TE VEAMOS BIEN.

Me incorpore e iba a retirarme el pañuelo y pregunte: COMO QUE VEAMOS.

Cuando de repente escucho a mi marido: CALLATE.

¿Cómo? Pero… que haces aquí? Dije yo.

No hagas peguntas y recuerda lo que hemos acordado , me dijo Eva.

«NO un momento» me fui a retirar el pañuelo cuando sentí dos fuertes manos agarrarme por detrás y decir : La vamos a tener que atar.

Me quede helada… esa voz era la voz de Javier…

Me llevaron a volandas a la cama del matrimonio me ataron en forma de uve separándome brazos y piernas EXPONIENDO Y OFRECIENDO MI SEXO ABIERTO por fin me quitaron el pañuelo.

Lo que vi fue asombroso y en ese momento terrorífico.

Estaban los tres enfrente mirándome.

La única que estaba vestida era Eva ellos estaban desnudos, bueno Javier completamente desnudo con su grueso pene totalmente erecto y mi marido tan solo desnudo de cintura para abajo y por supuesto con su polla tiesa.

«Oye tíos no me jodais , que estáis haciendo.» Dije asustada.

Mi marido se puso al habla, hablándome dulcemente cosa que no podía entender:

Mira cariño, todos tenemos antojos, Eva ya lo ha cumplido, Yo lo voy a cumplir, Javier también, y tu por lo que cuentas también ya que te pone que Javier te toque.

¿Cómo?

«Mira, siguió mi marido, mi fantasía es verte follada por otro hombre a la vez que me la chupan, la de Javier es follarte y a ti seguro que te encanta.

Dicho eso mire a Eva que cogía entre sus dedos el paquete de mi marido y se lo arrimaba a la boca.

Mientras Javier se tumbaba encima mío y morreándome sin dejarme ni rechistar, sobándome las tetas con una mano el culo con la otra, de repente note como su empalmada picha buscaba entrada en mi ardiente coñito.

No le costo mucho deslizarse hasta el fondo.

Note sus huevos chocar contra mí, mire a mi marido, empezó a moverse Javier y mire para otro lado.

No se las veces que me había corrido y Javier seguía cabalgando, yo para entonces no paraba de jadear y gritar, ni me fije que Eva se había desnudado y mi marido estaba lamiéndola entera.

Nos cruzamos las miradas Eva y yo y nos reímos, pensando en lo bien que lo íbamos a pasar a partir de ahora.