Cena de protocolo
Hoy os quiero contar cómo fue la cena que mi novio/amo y nuestro querido profesor organizaron para que nos conociéramos, ya os explique cuando os conté lo de la webcam que una chica se unió a nuestras prácticas, no digo su nombre real por razones obvias, pero para entendernos la voy a llamar por ejemplo, Pilar, os cuento.
De alguna manera, mi novio/amo, se interesó por lo que llaman «cenas de protocolo», yo no tenía ni idea de que era eso ni en qué consistía, creo que fue el profesor quien le habló de esa experiencia, al parecer consiste en una celebración, bueno una cena, donde acuden los amos con las sumisas, ellos van correctamente vestidos, incluso de etiqueta a veces, y ellas, que no suelen conocer nada más que a su amo van como ese decida, vestidas elegantemente, semivestidas o incluso desnudas, y durante la cena, además de atender a los amos, a todos, no solo al suyo, sirven la mesa y están a disposición de todos, la verdad, no esta mal si ya conoces a los asistentes a la cena, pero siempre hay un factor sorpresa y es que los amos pueden llevar a otras personas sin avisar, si bien siempre se consensuan con las sumisas la presencia o no de terceros.
Cuando mi amo me lo propuso, me dijo que irían Pilar y el profesor, os recuerdo que si bien conocí a Pilar en la academia de informática donde conocí al profesor, yo no sabía que ella era sumisa, y cuando a través de la webcam la vi con el profesor me quedé de piedra, pero desde ese momento, a veces con mi novio/amo y el profesor o a veces solas, pero siempre a través de la red, fuimos intimando un montón, sería pues el momento de volver a vernos en persona, pero esta vez no sería para recibir las clases de informática, por tanto, con ciertos recelos acepte, ella también y se organizó la cena.
Seria un sábado por la tarde noche para disponer de tiempo, lo haríamos en la casa que aún conservaba el profesor en la provincia donde mi novio/amo y yo vivíamos y que fue donde me sometió mi novio al profesor por primera vez, y al chico de las pizzas, que es un chalet pequeño, en una zona de casas similares, con altos setos en el jardín, y alejada de las otras casas aunque en una zona urbana, un sitio perfecto.
Ellos iban a ir de traje, no tenían ganas de ponerse smoking, yo no sabía como iría Pilar, pero yo debía ir con zapatos de tacón negros, medias de color azul oscuro, pero muy sutiles, corpiño con liguero, también azul con encajes de color dorado, muy bonito, y un top de lamé brillante, que es de un traje de noche, y que lógicamente solo cubre un poco los pechos y cae a la cintura, pero no llega más abajo, normal, a mi novio le gusta verme así, no me extraño, iría completamente depilada en el pubis, por supuesto, y una condición más, saldría de casa ya vestida así, no me importaba, teníamos garaje, y era una hora tardía seria de noche a las siete y media o así, por lo tanto solo estaríamos cruzando la ciudad unos minutos y los demás ocupantes de los coches verían solo una pareja de jóvenes en un coche, no sabia como iría vestida Pilar.
Llego la hora y mi novio/amo, me puso un abrigo largo, me dijo que lo llevase hasta el garaje, hasta que llegásemos al coche por si nos cruzábamos con algún vecino, pero si no venia nadie que lo llevase abierto, salimos de casa, nadie en el rellano, ascensor, nadie, ahí, incluso me lo hizo quitar, era fácil, (solo lo llevaba echado por encima de los hombros) y mirarme como iba vestida, girarme e incluso reviso la depilación, llegamos al garaje, las puertas se abren, yo de nuevo cubriéndome con el abrigo, en la puerta que se abre aparece la cara de un vecino, los saludos de rigor, el coche, miramos no había nadie por ahí, me quito el abrigo y entro, salimos y la impresión que siempre me da al ir así, que todo el mundo me ve y lo sabe, hemos hecho cosas así algunas veces, pero en carreteras o descampados, en la ciudad nunca, mi novio debió darse cuenta de mi azoramiento y me dijo que no me preocupase, a la hora que era no me vería nadie, y el conduciría por el centro de la calzada para no parar en los semáforos al lado de la acera, de todos modos, dejo que me pusiese de nuevo el abrigo sobre los hombros y me sentase sobre el, para llevarlo abierto, pero si alguien se aproximaba cerrarlo y cubrirme, así salimos, desde los coches de al lado, como siempre, miraban pero veían nuestras caras y no podían imaginar como iba yo vestida ni que mi novio además de poner la mano en la palanca de cambios no dejaba de jugar conmigo y acariciarme, el trayecto fue normal, pero tuvo un par de momentos un poco fuertes, uno fue cuando fuimos al lado de una furgoneta de reparto, y aunque la principio no se percató el conductor, y yo me había tapado con el abrigo, viendo la insistencia con que me miraba, mi novio/amo me pidió que abriera el abrigo y le dejara ver hasta donde el liguero recoge las medias, así lo hice, el hombre se puso como loco pero no fue obsceno, me piropeó, me gustó, y de regalo cuando el semáforo se puso verde, mi novio/amo me mandó abrir todo el abrigo, yo creo que se le caló la furgoneta, pero no lo sé pues le perdimos de vista, el segundo momento fue cuando parados en otro semáforo, vimos en un balcón a una pareja madura, ella de espaldas regaba unas plantas al parecer y él fumaba apoyado en la barandilla, nosotros los veíamos, pero el no miraba hacia nosotros, mi novio hizo que le llamase la atención nuestro coche, encendió la luz interior, y nos vio, bueno eso decía mi novio, pues yo no baje la cabeza para mirar al señor, y el solo podría verme de cintura para abajo, mi novio si lo veía a través de su ventanilla, ahí no me dejo ni hacer ademan de cubrirme, lo mejor según mi novio, era que el hombre miraba y la mujer de este seguía regando y no se enteró de nada.
Llegamos a la casa del profesor, llamamos al portero automático y se abrió la puerta de acceso al garaje, entramos por el camino y aparcamos, el profesor estaba esperándonos a la puerta de la casa, abrió mi puerta, salí, me dio dos besos cariñosísimos, me miro mientras me hacía girar completamente y me piropeaba diciéndome que bien me quedaba lo que llevaba y que guapa estaba, por supuesto el abrigo se había quedado en el coche, entramos en la casa mientras mi novio/amo preguntaba por Pilar, y el profesor nos decía que nos esperaba arriba, me dejaron subir la escalera a mi primera, ¡cómo no! Les encantaba mirarme el culo mientras subía, no olvidéis que lo llevaba bien expuesto, arriba, al lado de la puerta estaba Pilar, estaba encantadora, llevaba una cofia blanca, guantes y un mini delantal del mismo color, un corpiño con liguero negro, medias de rejilla y zapatos de tacón alto, casi como yo, pero ella vestida de criada, ninguna de las dos llevaba braguitas y nuestro trasero estaba bien expuesto, nos saludamos, a mi me dio dos besos y yo a ella, a mi novio/amo, igual, pero este aprovechó y le toco el culo, y estábamos los cuatro, por lo que mi novio y el profesor pronunciaron la palabra que usábamos para determinar desde qué momento la relación era solo AMO/SUMISA, y que es «esencia», a partir de ahí, cada uno aceptaría su rol, para que así fuera nosotras habíamos de repetirla, así lo hicimos.
Entramos a la sala donde una mesa estaba preparada con tres servicios para comer y un cuarto estaba en la cocina, ellos nos ordenaron que Pilar comenzase a servir la cena y a mí que me sentase.
El primer plato fue una crema, Pilar iba y venía con la comida, yo estaba sentada, pregunte pidiendo permiso porque yo no ayudaba a Pilar y me dijeron que ella era la novata por tanto habría de ser la criada esta noche, yo tendría mi papel después y que por hablar e interrumpirlos sería castigada al final, eso no me extrañó, ya sabía yo que por una u otra cosa me azotarían.
El segundo plato no llegaba, bebíamos vino, pero tardaba, Pilar estaba sofocada y dijo que no estaba aun hecho el asado que nos había dicho que tomaríamos, el profesor miró a mi novio/amo, y sin decir nada ambos se entendieron, le ordenaron que llamara al servicio a domicilio de pizzas que ya conocíamos y del que os hable en otra ocasión, Pilar no se extraño, pero yo no pude evitar imaginarme lo que iba a pasar, y se me escapó una risita, mi novio y el profesor me miraron, y al momento me ordenó mi novio ponerme de pie, lo hice, llamó a Pilar y nos pusieron juntas, entonces le dijo.-
«Mira, Pilar, se ríe porque cree que vas a tener que ir a recoger las pizzas vestida como lo estas ahora, » (Pilar abrió los ojos como platos), «eso hubieses tenido que hacer si no se hubiese burlado de ti riéndose, por lo que te damos la oportunidad de decidir entre dos cosas, primera, saldrás a buscar las pizzas, y luego castigaras a Sumisita, o bien, saldrá buscar las pizzas, ya lo ha hecho alguna vez, pero será ella la que decida que castigo te imponemos a ti por no tener el segundo a tiempo, tu decides».
«Que salga a buscar las pizzas ella», dijo Pilar.
«Bien, no hace falta que os cambiéis la ropa, así estará muy linda, esperemos que venga el chico de siempre, eso sí, Sumisita ya no se sentara a la mesa y comerá en la cocina contigo llevad las dos el servicio allí y no habléis entre vosotras».
Yo no estaba preocupada, había salido muy bien librada, ya conocía al chico que traía las pizzas y había incluso sido azotada un día por él, así que tranquila, y así se lo dije muy bajito a Pilar, de todos modos, le dije que no se preocupara porque solo la castigaría con unos pocos azotes y cara a la pared.
El timbre del portero sonó, las pizzas, salí para afuera, ellos dos detrás, Pilar no se atrevía a salir, pero le ordenaron que fuese hasta el porche, aunque desde ese punto el chico de las pizzas no podría ver más que a una criada muy sexy, no así a mí que iba elegantemente vestida de cintura para arriba y casi desnuda hacia abajo, abrió la puerta el profesor, y yo esperé detrás, observe que hablaba con el chico, pero me quede de piedra, se oía una voz más, y el profesor decía algo así como muy bien, se giraba y me ordenaba recoger y pagar las pizzas, al apartarse, lo primero que vi fue que había dos motocicletas, no pude pensar en nada más, allí había dos chicos no uno.
El de siempre y otro más, el profesor estaba detrás de mí, los dos chicos me miraban, no podía hacer nada, cogí las pizzas, les di el dinero y muerta de vergüenza, intente entrar sin girarme, una tontería, porque el profesor me obligó a volverme, y además oí que invitaba a entrar a los chicos, uno ya había estado dentro, otro nunca, pero aceptaron inmediatamente, entendí que esto era cosa del profesor y mi novio, que habían pedido al chico que trajera a un amigo, así era, yo mas o menos lo había pasado antes pero Pilar….
Llegamos a la puerta, mi novio estaba al lado de Pilar, la cogía de un brazo, saludo al chico que había venido otras veces y este le presentó al otro, él les presento a Pilar, el chico habitual, no se extrañó, pero el otro parecía que los ojos se le saldrían de las órbitas, yo empezaba a disfrutar de la situación, mi novio/amo, hizo girar a Pilar para que entrase delante de todos, después entre yo, y los chicos detrás, por último, el profesor y mi novio.
Nada más entrar, el profesor dijo a los chicos que de alguna manera había que ocultar y dejar en el más completo secreto lo que pasaba en la casa, por lo que sí bien con el primer chico ya sabia que no habría problemas, el amigo de este que el primero había traído a instancia del profesor, debía jurar no comentar nada y que para eso lo mejor seria hacerlo por escrito, los chicos dijeron que de acuerdo y así se hizo en unos documentos que el profesor había redactado y donde se comprometían a no revelar lo que se hacia en la casa y no hacer nada con las chicas, (nosotras) sin permiso de mi novio o el profesor y el de ellas también, mas o menos esos eran los términos, así lo firmaron:
Los cuatro varones se sentaron a la mesa y comieron la cena que les servimos, los chicos no dejaban de mirarnos mientras Pilar y yo servíamos la mesa, y al agacharnos les mostrábamos el culo o el coñito, el mío además depilado, mi novio y el profesor hablaban con ellos de cosas del trabajo de repartidor, del fútbol, en fin nos ignoraban, en la cocina, Pilar me decía que si bien se había quedado de piedra al principio, ahora estaba disfrutando de la situación, mas desde que sabia que solo la podían hacer lo que ella quisiera o aceptara y que como exhibirse si la gustaba, pues entonces la ponía a cien la situación, me pidió le contara la primera vez que abrí al chico de las pizzas y que me había hecho después, Se lo conté y le gustó.
Acabo la cena, el profesor propuso pasar a la sala, ellos se fueron con unas copas, nosotras recogimos todo y a los pocos minutos se nos llamó con ellos, allí fuimos, el profesor decidió que empezáramos la noche haciendo unas fotos, mando a Pilar a buscar una cámara digital, y para probar como funcionaba hizo una serie a esta vestida de criada como estaba, fueron muchas, y algunas las hicieron los chicos, que en principio solo hacían la foto, pero mas tarde el profesor les dijo que ordenaran a Pilar como había de posar, y ellos se fueron animando, mi novio me ordeno entrar a posar también, la cosa se animaba, el profesor mando a Pilar ir a cambiarse, pues la cena ya había acabado ya no debía ir de criada, ella se fue y volvió al rato, en ese intervalo yo fui la que posó, mi novio me dijo si permitía que me tocasen y yo le dije que si, fue la locura para los chicos, que de hacer las fotos, pasaron a posar acariciándome de todas las formas, en ese estábamos cuando llego Pilar, se había cambiado, vestía unos zapatos blancos de tacón, medias blancas muy finas con encajes, liguero blanco de esos que son muy anchos y un collar de perlas blancas, con guantes hasta el codo, de rejilla blanca, estaba muy guapa, el profesor me ordenó ponerme a su lado y dijo a los chicos si había algo que desentonase entre las dos, estaba claro, yo iba depilada, Pilar no, exacto, pues vamos a solucionarlo, dijo el profesor y pidió a mi novio que depilase a Pilar, él me lo hace muchas veces a mí, el profesor lo sabía, mi novio aceptó, y se fue al baño con ella, al rato volvieron, estaba completamente depilada, preciosa, en ese intervalo, el profesor me preguntó qué castigo había elegido para Pilar y yo le dije que si ella consentía, quería que el chico nuevo le diese cincuenta azotes y después estuviese cara a la pared un rato, le pareció bien, pregunto al chico, este aceptó, su amigo le había contado lo que pasaba en la casa y había deseado venir desde el primer día, nadie mas lo sabía, nadie mas lo sabría y le encantaría volver alguna vez, es mas, el teniá novia y la iba a iniciar en estos juegos, nunca había azotado a una chica pero le aprecia muy excitante.
Cuando Pilar llegó le dijimos el castigo, me miró, le hice un gesto de que aceptara, y lo hizo, aquella azotaina fue genial, hicimos un montón de fotos, mi novio me ordenó que llevase la cuenta de los azotes, cuando finalizó, hube de poner la crema hidratante a Pilar en el culito, que estaba como un tizón, y mientras lo hacía agachada, dando el trasero a los hombres, despistada me llegó el primero de los azotes, no era con la mano, era un cinturón, me volví, era mi novio quien me azotaba y me ordenaba que no dejase de poner la cera a Pilar, mi novio le explicaba al otro chico como me había de dar los azotes, al momento el chico fue quien uso el cinturón, Como este duele mas solo fueron veinticinco azotes, al terminar, Pilar me puso la crema y ambas fuimos al rincón un rato, mientras ellos decidieron que más hacer con nosotras.
Los chicos mostraban unos bultos en la parte delantera del pantalón de cine, y el profesor propuso que les masturbásemos, ¿aceptábamos? A esas alturas yo iba como una moto y Pilar también, así lo hicimos, nos hicieron colocar a ellos sentados, nosotras giradas una contra otra de forma que cada uno de ellos viera el culito que había azotado de la otra, y de pie pero agachadas, fue un momento, se corrieron rápidamente y en abundancia, al terminar, les limpiamos con pañuelos de papel y nosotras nos fuimos al baño a limpiarnos, al salir los chicos ya se iban, nos despedimos de ellos, los acompañamos a la puerta del jardín, les dimos dos besos y les dijimos que si guardaban el secreto nos verían mas veces.
Al regresar a la casa, el profesor y mi novio/amo, empezaron una noche de locura que da para otro relato, nos ataron, nos azotaron, nos intercambiaron, les hicimos mamadas…. la mañana nos pilló aún celebrando la «cena de protocolo», pero eso ya os lo cuento otro día, muchos besos.