Natalya III
Después de que salimos de la playa, cuando nos dirigíamos a nuestros respectivos hoteles, como recordaras le rompimos su bikini a Amalia, por lo cual ella se tuvo que regresar sin ropa debajo de la minifalda; pues cuando íbamos saliendo para tomar el camión nosotras Natalya y yo íbamos metiéndole la mano por dentro de la falda a Amalia quitándole los granitos de arena de sus nalguitas que atestiguaban nuestro reciente encuentro en la arena; Amalia nos pedía que paráramos, pero no lo decía muy convencida que digamos, a lo cual no le hacíamos caso, en una de mis visitas a su culito le metí un dedito por toda la rajita de entre sus nalgas, llegando incluso hasta tocarle su anito, el cual ya estaba por demás calientito.
Llegamos a la parada del camión y esperamos a que pasara, una vez que paró frente a nosotras Natalya le dijo a Amalia que supiera ella primero, para lo cual me guiño un ojo; cuando Amalia levanto su pierna para subir el escalón del camión Natalya tomo de sorpresa el borde de la minifalda y lo levanto dejando expuesto completamente el trasero de Amalia, para mi completo deleite.
Una vez que estuvimos arriba del camión elegimos sentarnos en el último asiento del camión, ya te imaginaras lo que se avecinaba.
Nosotras nos sentamos una a cada lado de Amalia y le colocamos una mano cada una en el respectivo muslo de nuestro lado, Amalia ya no protestaba, mas bien evidenciaba el estado en el que se encontraba pues unas gotitas de sudor se veían en sus sienes y frente.
Nuestras caricias se internaban por la parte de adentro de sus muslos y cada ves se acercaban a su cosita; como después pude constatarlo, el plan de Natalya era excitarla a grado tal que Amalia hiciera lo que ella le pidiera.
Mientras yo le frotaba sus labios a Amalia Natalya se encargaba de su pequeño clítoris, Amalia tenia que morderse sus labios para no proferir ningún gemido que delatara nuestras acciones; ya cuando estábamos en la zona conurbada Natalya me dijo que parase, a lo cual protesto Amalia, entonces Natalya comenzó a torturarla, le decía que si quería que siguiéramos, que si quería que la hiciéramos terminar, y cosas así, Amalia a todo decía que si; entonces Natalya le dijo que tendría que hacer algo por ella, y era que tenia que mostrar sus tremendas nalgas a través de la ventanilla, Amalia le seguía el juego y le decía que le pidiera otra cosa, a lo cual Natalya se negaba, yo veía que eso precisamente era lo que a Amalia le gustaba, mostrarse frente al publico.
Entonces cuando se iba arrancando el camión después de un semáforo Amalia se levanto y se coloco muy cerca de la puerta trasera y se levanto la falda, nosotras siguiendo con el juego les hicimos señas a un grupo de chicos que se encontraban en una cancha de Básquet por la cual íbamos pasando; volteamos una vez que los dejamos atrás y ellos se quedaron algunos vitoreando lo que acababan de ver y otros mas con la boca abierta, y Amalia hizo algo mas se fue hacia el otro extremo del pasillo y pegándose a la ventanilla de frente se levanto su falda, enseñando su pequeño triangulito de vellos.
Natalya quedo complacida, pero de no ser porque ya estábamos llegando a nuestro destino no se que hubiera pasado ahí (bueno si se).
Bajamos del camión y me invitaron a su hotel, a pasar un ratito mas con ellas, a lo cual sin pensarlo demasiado accedí.
Entramos a su hotel el cual tenia al lado izquierdo el mostrador de recepción y registro y al fondo unas escaleras para llegar a las habitaciones; dichas escaleras tenían un descanso después del escalón 7 u 8, y, en el mostrador había un chico bien vestido y de no mal aspecto; yo alcance a ver como Natalya le secreteaba algo a Amalia, para después voltearse hacia mi y decirme, que me colocara detrás de Natalya, le estiro una mano hacia la oreja de Amalia y le quito un arete, cuando comenzábamos a subir los escalones, cuando estábamos en el descanso de esta escalera, Natalya tiro el arete y le pidió, o mas bien le ordeno algo quedito a Amalia que lo recogiera, para llamar la atención del chico del mostrador Natalya profirió una estruendosa carcajada, el tipo volteo justo cuando Amalia se inclinaba con las piernas bien abiertas para recoger el arete, dándole al chico un espectáculo que tal vez nunca se volviera a repetir, a juzgar por los ojos que abrió este chico, debe de haberle visto como se habrían los labios vaginales ya brillosos de los jugos de Amalia, sin contar que por la altura a la que estaba debió de haberle visto también su anillito el cual evidenciaba que durante el día había sido alegremente visitado por nuestros deditos.
Seguimos nuestro camino hacia su habitación, y me propusieron visitar su escondite; pasamos por su habitación y recogimos un pequeño bolso, ya después me entere del contenido de este.
Nos dirigimos hacia la azotea del hotel y ahí comenzó otra fiesta, me dijeron que durante su estancia ya habían estado en varias ocasiones ahí, lengüeteándose, frotándose, etc.
Nos dimos un beso sensual entre las tres y me propusieron afeitarme mi cosita, yo encantada acepte; me dijeron que habían olvidado el agua, por lo que tuvimos que regresar a su habitación.
Ya estando ahí le dije a Amalia que me excitaba mucho su culito, a lo que me contesto que era mío, ella se tendió sobre la cama bocabajo y me pidió que le mostrara cuanto me gustaba, me incline sobre sus piernas y le fui recorriendo con mi lengua por la parte trasera de sus pantorrillas y muslos, deteniéndome por detrás de sus rodillas, dejándole un camino bastante húmedo, con mi boca tome la orilla de su falda y la subí un poco, hasta el nacimiento de sus nalgas, ahí ella obtuvo una nueva lluvia de caricias, subí otro poco su minifalda, solo lo bastante para descubrir su rayita y mas abajo y adentro su rajita, comencé a meter mi lengua entre ese pequeño espacio, tocando su anito y sus labios subiendo y bajando mi lengua, con mis manos le levante la falda por completo dejando al descubierto todas sus nalgas ricas, Natalya se había hecho a un lado el puente de su bikini y se recorría sus labios con la yema de sus dedos, con su otra mano se pellizcaba sus pezones, una vez que Amalia tuvo al descubierto sus calidas nalgas Natalya se acerco y me dijo que a ella también le encantaban.
Natalya le frotaba una nalga y luego la otra con movimientos circulares con la palma completa, hasta que levantándola la dejo caer, escuchándose un sonoro Spank!, repitiendo esta acción en el otro cachete de Amalia, después de otro par de nalgadas a cada uno de los montículos de Amalia, Natalya le tomaba uno y otro con su mano apretándolo, y a la vez abriéndole su rayita, el culito de Amalia se veía encantador, todo completamente rojo, agolpándose este color en la zona que apretaba Natalya, esta se levanto para regresar con la botellita de bronceador; colocando el cuello de la botella por encima del culo de Amalia apretó esta y salio un chorro de grasoso liquido y me dijo escarcéeselo. Yo no espere que me lo pidiera dos veces, lo empecé a esparcir con mis manos, era increíble como se le veía todo el trasero, brilloso y a la vez coloradito, le abría todo su canal de entre sus nalgas y lo llenaba también con el brillante liquido, mis manos llenas de este y comencé a juguetear con su anillito, primero le metía un dedito y lo cambiaba por otro, hasta que comencé a meterle varios a la vez; sin darme cuenta Natalya se había acercado a la bolsa que habían llevado a la azotea y saco de ella un pequeño consolador, este era de plástico color negro era un tubito que se iba ensanchando cada vez mas y tenia una base plástica como si fuera un tapón.
Natalya me pidió que le abriera los cachetes mientras ella se lo insertaba, como este consolador tenia cierto peso y el culito de Amalia estaba más que engrasadito, Natalya solo tuvo que ponerlo en la entrada del culito de Amalia y el propio peso de este hizo que se fuera introduciendo, hasta que llego al tope de la base; fue cuando Amalia se levanto y me dijo que era hora de recortarme el vello.
Era todo un poema el ver a Amalia moverse de un lado a otro con el aparato ese dentro de su culito; me colocaron sobre una toalla encima de la cama a sin pantys y con las piernas bien abiertas, del pequeño bolso antes mencionado sacaron todo lo necesario, me esparcieron una generosa cantidad de espuma, la cual el exceso lo quitaba Natalya con sus dedos y Amalia pasaba el pequeño rastrillo, yo estaba un poco nerviosa, pero a la vez excitada, al ver como esas cuatro manos trabajaban en mi cosita; una vez que terminaron solo me dejaron una delgadita línea de vellos, todo lo demás se había ido.
Entonces Amalia se monto sobre mi cara y yo comencé a pasarle la lengua por toda su rajita, era lindo ver como tenia su culito taponeado por el juguete ese; Natalya comenzó a pasarme su lengua y dedos por toda mi cosita.
Yo comencé a sacarle el consolador a Amalia y a abrirle sus cachetes una vez que estuvo fuera se veía tan rico todo su culito abierto como una boca formando la letra O; así estuvimos largo rato hasta que Amalia y yo nos venimos casi al mismo tiempo, entonces fue el turno de gozar de Natalya.
Nosotras nos abalanzamos sobre esta y la colocamos solo sobre sus rodillas yo al frente y Amalia por detrás; yo jugando con su lengua y la mía mientras Amalia le besaba por detrás de su cuello, casi al mismo tiempo fuimos bajando y yo le trabajaba su cosita mientras Amalia se encargaba de su anito, así hasta hacerla venir.
Luego de esto nos pusimos solo nuestras blusas y salimos al balcón que daba a la calle, mientras dos se reclinaban hacia afuera la tercera lamía todo el trasero y la rajita de las otras dos; era bastante caliente el estar teniendo sexo frente a las personas sin que estas se dieran cuenta, así estuvimos un rato, hasta que llego el momento de irme para mi hotel; ya ahí recibí un recado de mis papas, en el me decían que iban a estar en el salón de baile del hotel.
Espero les haya gustado lo que viví. Les mando muchos besos húmedos y calientitos.