El reto de perla
Desde hacía un par de meses en que había entrado a la preparatoria, acostumbraba reunirme con un grupo de 5 chicas de la mejor clase social y aunque yo no podía considerarme de su mismo nivel económico, por mi físico podía pasar fácilmente como una niña rica mas, lo cierto es que me gustaba tanto Perla, la «líder» de este grupo que hacía todo lo posible por estar junto a ella y quizás para disimular un poco con el resto de las chicas, pues era evidente que no le venía muy bien al objeto de mi aprecio el hecho de que yo fuera bisexual y mucho menos que quisiera algo con ella.
Mas de una vez me había parado en seco cuando trataba de acercármele digamos un poco mas de lo normal y aunque sabía perfectamente que no tenía ninguna oportunidad con ella ya que incluso parecía detestarme, me conformaba con estar junto a ella y nada más.
Cuando llegaron las primeras vacaciones, Perla propuso ir un par de días a su casa de campo y que solo utilizaba su familia un par de semanas al año, así que preparadas todas fuimos a dar a un apartado rancho en las afueras, el mismo que era atendido por unos cuantos empleados que se encargaban básicamente de los caballos y los campos de árboles frutales, así que estábamos 6 chicas prácticamente solas para hacer cualquier estupidez que nos viniera en gana.
Como niñas de ciudad acostumbradas al ajetreo de antros y movimiento perpetuo, pronto la pasividad del campo empezó a aburrirnos, tanto que luego varios días de tostarnos al sol como camarones terminamos viendo TV abotagadas en la cama y totalmente fastidiadas por no tener algo interesante que hacer. Nada hasta que encontramos por casualidad en un canal de vídeos un programa que si bien tenía en aquel momento bastante popularidad, ninguna lo había podido ver a conciencia y que trataba básicamente de un tipo haciendo estupideces al por mayor, lo que es capaz de hacer un idiota por la fama llegue a pensar justo cuando el grupo propuso hacer su propio «jackass», además de ricas estas niñas eran bastante idiotas y yo mucho mas por estar junto a ellas. De repente nos encontramos preguntándonos que nos gustaba hacer en el sexo, de ahí supe que a Rebe le gustaba hacerlo en las escaleras de emergencia de la prepa, que a Sicel se había ido alguna vez con dos chicos que la penetraron al mismo tiempo, etc. De mi supieron que si algo me ponía realmente caliente era mamar un buen pene lo que es totalmente cierto.
Después y conforme las preguntas dejaron de tener impacto empezamos a lanzar retos unas a otras, al principio bastante sosos:
-ok y ahora Martha… te atreves o no a correr topless por el campo hasta el establo?
-ja que fácil es eso… y acto seguido teníamos corriendo a una chica de 17 por todo el campo.
En un momento les perdí la pista a Perla e Irene, la chica con la que mejor se llevaba y que era básicamente la cómplice de todas sus barbaridades en clase, las chicas estaban tan absortas en nuestro juego que apenas notaron su ausencia sin embargo yo si lo había notado y suponía que se tramaban algo grande lo que se confirmo minutos después, cuando Irene en complicidad con Perla decidieron subir de tono todas asentimos sin saber realmente en la que nos metíamos pues ya teníamos bastante alcohol encima como para no meditar mucho las cosas, tan es así que en un momento dado tuvimos a la propia Irene masturbándose con la botella de vodka vacía, a Sodi gateando con una bolsa de cubos de hielo sobre la espalda, tonterías claro pero algo me decía que se ensañarían conmigo, después de todo tendría que demostrarle particularmente a Perla, alguna cualidad como para conservar mi membresía en su «selecto grupo».
Efectivamente cuando llego mi turno y antes de que cualquiera pudiera decir alguna otra cosa Perla, con una sonrisa maliciosa sugirió que fuéramos al establo para mi reto, parecía que entre Irene y ella habían dispuesto todo pues justo al entrar y atado a unos de los postes estaba un caballo mediano en algo así como un «escenario».
Señalándome hacia el miembro del caballo que colgaba hacia abajo, flácido pero amenazante y de un rosa pálido que contrastaba con la piel negra del miembro en reposo dijo sarcásticamente:
-bueno Ursula, ya que te gusta tanto mamar penes ahí tienes tu reto
La propuesta que era mas bien una exigencia cruel por parte de Perla me desconcertó por completo, no podía creer que me pidiera que le mamara el miembro a un caballo era demasiado para cualquiera de nosotras, a pesar de mis protestas su mirada decía claramente que o lo hacía o me largaba en ese mismo instante, el resto de las chicas se limitaban a mirase entre si tan desconcertadas como yo pero esperando que cumpliera el reto en franco apoyo a Perla, tal era el liderazgo e intimidación que ejercía en el grupo.
-no puedo creer que seas tan cobarde, es solo un caballo…
en ese momento reaccioné, me había dado justo la clave para regresarle el reto y no quedar como cobarde, muy dueña de la situación le dije:
-si es solo un caballo porque no lo haces tu primero?
-no creas que con eso te salvarás, sigo pensando que eres una cobarde y que no deberías estar con nosotras…
Y acto seguido se volvió hacia el animal y lentamente empezó a acariciarle el costado del cuerpo, bajando de apoco la mano hacia la panza, en ese momento pensé que no se atrevería que fanfarroneaba o que quizás alguna de las chicas por ejemplo Irene la detendría antes de llegar a mas, quizás ella también lo pensó pues se detuvo un momento justo antes de llegar hasta el miembro colgante y rosado pero todas estábamos estupefactas como para decir nada…
Se notaba un ligero temblor en su mano que fue imperceptible al momento de cerrarla alrededor del miembro, el caballo volteó hacia atrás observándola un momento y apenas emitió un leve resoplido la ignoró por completo.
Al ver que el animal se mantenía tranquilo se arrodillo a su lado y acercó su boca, un impulso morboso me hizo dar unos pasos hacia donde estaban para ver mas de cerca, el resto de las chicas permaneció en su lugar en estado de shock…
Cuando estuve lo suficientemente cerca me dirigió una mirada tal vez la mas fría que hubiese visto en mi vida y se metió el miembro a la boca, el animal reaccionó dando un paso hacia adelante por lo que ella se sacó el miembro rápidamente alejándose un tanto de él, se notaba lo asustada que estaba por lo que inmediatamente traté de calmar al caballo para que no le hiciera daño o algo, le acariciaba el lomo y la crin, le hablaba suavemente mientras llamaba al resto de las chicas para que me ayudaran a sostenerlo, ella permanecía en el suelo evadiendo mi mirada y mientras le preguntaba si se encontraba bien se limitaba a decir que si y que calmara al caballo porque aún no terminaba con el y no lo se, quizás la preocupación que mostraba por ella o la propia experiencia determinaron lo que siguió.
Una vez que el caballo se tranquilizó de nuevo, volvió a tomarle el miembro con la boca pero mas suavemente que la primera vez, de pronto, las chicas se acercaron y mientras ella en el suelo se lo mamaba todas acariciábamos la piel del animal para tranquilizarlo, por extraño que parezca nunca antes me había sentido tan parte de ese grupo como en ese momento, Perla ahora mas segura de si misma se metía cuanto podía del miembro en la boca para sacarlo una y otra vez y pasarle la lengua por todo el tronco… era realmente un espectáculo impresionante verla lamer aquel miembro colgante y rosado.
Estaba totalmente embelesada mirando como se lo hacía al caballo cuando abrió los ojos buscando mi mirada, me encontré con la expresión mas dulce que nunca hubiese creído ver… esa chica que creía me odiaba, se saco el miembro de la boca y tranquilamente me lo ofreció, humedecido por completo por su saliva y no lo pude resistir.
-ahora tu… ya verás que no es tan malo
Y acto seguido me tomo de la mano jalándome hacia abajo, sin pensarlo mas me acerque a el y le pase la lengua primero a la punta y luego al tronco lentamente, el gusto era muy fuerte y el olor muy penetrante solo me mantenía ahí por la idea de que su boca, la misma que había deseado hacer mía había estado mamandolo también.
Ella lo sostuvo todo el tiempo con ambas manos y de vez en cuando me ayudaba a introducirlo en mi boca, me imaginaba que ahí mismo me follaría con el miembro del caballo, lo cual desde luego no sucedió.
Minutos después y cuando estuve demasiado cansada para continuar, me lo saque de la boca buscando la aprobación en su mirada, apenas me dirigió una sonrisa mientras decía:
-ya veo que no eres tan cobarde como pensaba… bueno chicas quien quiere probar?
El resto se negó rotundamente y como ya era bastante tarde regresamos a la casa dejando atrás la experiencia.
Una vez dentro fue la misma chica fría de siempre para conmigo, únicamente me había mostrado complicidad mientras se lo hacíamos al animal por lo que estaba segura que si quería algo con ella debía de tener un intermediario y ese era precisamente su caballo.
Y no pasó nada mas esa vez pero como suponía, el caballo sería mi cómplice pues los fines de semana llegaron y aunque ya no hubo reto alguno que vencer, hemos pasado los tres maravillosos momentos juntos.