Poesía

Era una tarde de verano

el calor era inhumano

y paseando por la calle

observaba con detalle

buscaba una tia caliente

entre una multitud de gente

parece que ya la tenia

era rubia, vaya tia

tenia unas tetas gigantes

tiesas, firmes y elegantes

su culo no quedaba atrás

no podia aguantar mas

me acerqué sin ningun
miedo

la señalé
con el dedo

ella se acercó enseguida

pues se dio por aludida

me susurró algo al
oido

«Repitelo, no te he
oido»

«He dicho que me la
metas

mientras me comes las tetas»

Me quedé algo parado

su respuesta me dejó
helado

pero no podia negarme

tenia que comportarme

«¿ En tu casa
o en la mia? »

pregunté con valentia

» El mejor lugar para
esto

es mi casa, por supuesto»

«Pues llevame rapidamente»

le rogué impacientemente

caminamos un ratito

hasta llegar a su pisito

era pequeño, confortable

habia un aroma agradable

me llevó a una habitación

donde transcurrió
la acción

me besó con frenesí

y yo le correspondí

nuestras lenguas se fundian,

mientras los sexos ardían

le sobe sus grandes pechos

los tenia muy bien hechos

y ella que no se cortaba

mi polla con su mano acariciaba

la tenia muy muy dura

de eso ella estaba segura

entonces ella dió
un parón

pa quitarme el pantalón

mi polla como un martillo

se salia del calzoncillo

y como yo no iba a ser menos

decidí verle los
senos

le quite la camisita

vaya tetas mas bonitas

y ella que vió mi
intención

prestó su cooperación

se quitó el sujetador

sus pechos salieron con
fervor

eran grandes, redonditos

los pezones, pequeñitos

los lamí muy despacito

recreandome en su garbancito

a ella mucho le gustaba

su expresión la delataba

y enmedio de mis chupetones

se quitó los pantalones

la tenia casi desnuda

que tia mas cojonuda

le quedaban las braguitas

se las quitó enseguidita

y su coño descubierto

resucitaría un muerto

su rajita era preciosa

sugerente y apetitosa

asi que bajé mi cabeza

y la lami con fiereza

mientras su coño
lamía

ella el tiempo no perdía

la polla me estaba mamando

la chupaba, succionando

me harté del 69

«oye tia, no te mueves»

«¿¿ Quieres
caña ?? La tendrás,

pero empieza por detrás
»

Y así, con disimulo

se la metí por el
culo

la tia al principio gritaba

pero no veas si le gustaba

y mete-saca, saca-mete

me corrí dentro l´ojete

» Joder, la polla no
me baja»

«Pues metemela por
la raja»

Y asi, sin precauciones

la clavé hasta los
cojones

» Este polvo va por
tí »

» Aayyyy, no paareess,
sigue asssiii»

y enmedio de su grito

alcancé el placer
infinito

mis cojones vacié

y en su raja lo eché

» Que corrida, madre
mia »

» Dios mio, cuanta
hombría »

la dejé en la habitación

y me fuí como un
cabrón

me compré una casa
en Pekin

y así llegamos al