Confesiones de mi esposa

Cuando entré al dormitorio, mi esposa y Phil veían la película porno, pero de inmediato noté que la minifalda de Lori, mi esposa, estaba levantada al nivel de su pubis al punto que pude ver que no tenía panty y admiré su recién afeitada vulva. Su blusa estaba entreabierta, la mitad de ella fuera de la falda. Se podía notar la verga parada de Phil, empujando su pantalón en forma de carpa.

Como si no hubiera notado me senté al borde de la cama, a la derecha de mi esposa, le ofrecí el vino y luego empecé a acariciarle el muslo derecho. Poco después Phil acariciaba su muslo izquierdo, noté que su mano subía más y más hacia la chucha. Repentinamente Lori me abrazó, me empezó a besar y se reclinó en la cama. Terminé de abrir su blusa, su brazier estaba ya suelto y empecé a besar sus erectos pezones, algo que le fascina. Pronto mi esposa empezó a jadear y gemir y su cuerpo empezó a ondular, .» Uuuyy qué rico, sigue siiiigueee, qué riiico», jadeaba. Yo sabía que eso no era porque yo le chupaba los pezones, miré hacia abajo y vi sus piernas sobre los hombros de Phil que estaba arrodillado a los pies de cama y chupándole la chucha lujuriosamente…

«No puedo más» susurraba mi esposa, entre jadeos «Phil, quiero chuparte, métemelo en la boca». Phil se levantó y se quitó los pantalones colocándose al lado de la cama para que mi mujer lo mamara. Entonces Lori, dirigiéndose a mí dijo «Chúpame la chucha» y luego empezó a mamar la inmensa verga de Phil que apenas le entraba en la boca. Yo, inmediatamente me arrodillé al borde de la cama y empecé a chuparle la chucha, el clítoris, mientras le metía la yema del pulgar izquierdo al agujero del culo. Yo sabía que eso le fascinaba aunque fueron muy contadas las veces que me había dejado hacerlo.

Su pubis afeitado y su clítoris más y más turgente se sentían deliciosos. Mi esposa empezó a mover las caderas en forma circular y luego hacia adelante y atrás, culeando contra mi pulgar hasta que éste quedó enterrado en su bello y apretado culo.

«Qué deliiiicia», gemía mi mujer mientras jadeaba retorciéndose de gozo.» ooohhhh, qué deliiiicia ,Phil ,Phil, por favor,… házmelo, tú sabes lo que quiero y me gusta… hazlo, por favor, no puedo maaaas, voy a gritar.» Entonces Phil dijo algo sorpresivo, «dile a tu marido lo que te gusta». «noooo, solo házmelo,yaaa, haaazlo» «díselo, dile a tu marido lo que te gusta» insistió Phil, «no te lo haré si no lo dices»

Y entonces mi esposa reveló un gran secreto,..» Phil por favor, pleeeese, métemelo en el culo, siiiiiii, plese, meeetemelo, lo deseeeeo» Phil se colocó en la espalda de mi esposa que estaba sobre su lado izquierdo mientras yo le seguía chupando la chucha y sorprendiéndome cada vez más de lo que estaba pasando.

Phil se acostó detrás de mi esposa pero no se movió, Lori le pasó su pierna derecha sobre la espalda y lo empujó hacia ella mientras empezó a empujar su cadera contra Phil,

Pude contemplar un verdadero close-up de la inmensa verga de Phil abriendo el apretado culo de mi esposa, ella jadeaba y gemía, una mezcla de dolor placer hasta que el inmenso glande sobrepasó los músculos de su hasta ahora, supuestamente virginal ano. Luego sentí su alivio y placer,»oooh, qué deliiicia, qué riiico que es» murmuraba jadeando. Phil no se movía, fue ella la que suavemente empezó a culear contra esa inmensa verga hasta que poco a poco fue desapareciendo en su delicioso culo. Lori gemía y jadeaba de placer, casi gritaba lascivamente de deleite, ‘cómo me gusta en el culo..siiiiiiigueee, húndemela tooooda. »

Phil empezó a culearla también, me retiré y me senté en un sillón a contemplar ese bello cuadro erótico, la inmensa verga de Phil fue poco a poco desapareciendo en el dilatado agujero del culo de mi esposa…

Me di cuenta que esa no era la primera vez que Phil se cogía a mi esposa. Se entendían demasiado bien para que así fuera. Mis sentimientos eran una mezcla de celos y deseo, de arechurra. Mi puta y bella esposa culeando con mi amigo, lujuriosamente y sin inhibiciones era un espectáculo demasiado voluptuoso.

Entonces mi mujer dijo: «cómo me gustaría que….»y se calló. Phil dijo» dile a tu marido lo que te gustaría, díselo todo, de una vez .» «Es demasiado» añadió mi mujer. » No» insistió Phil», es ahora o nunca, te vas a sentir mejor»… Finalmente mi mujer lo soltó «quiero que Dany venga para que, con Phil, me llenen por delante , y por atrás,» luego me rogó, «por favor llama a Dany, dile que estoy tirando con Phil y quiero que él venga para que me cojan entre los dos» y luego añadió y me dijo, «sé que te gusta verme gozar, y me vas a ver coger sin límites cuando Phil y Dany me llenen por la chucha y el culo al mismo tiempo, estoy súper arecha de sólo imaginar culeado con tus amigos mientras nos ves». Yo estaba choqueado, pero cada vez mas arecho, llamé a Dany que no demoró nada en llegar. Ver a mi arrecha esposa ondularse apasionadamente entre el doble abrazo de Phil y Dany fue algo indescriptible.

Culearon con lujuria sin limites, les tomé fotos y los grabé, mi mujer jadeaba, gemía, casi gritaba voluptuosamente. «qué deliiiicia, cómo me guuusta, qué riiiiiico, deliiiiicia, oooooh, Phil, siiiiiii.lléname , despacio, siiiii, asiii,… Dany estoy tan arecha Dany, suave, deja que yo te apriete, qué riiiiico» y luego dirigiéndose a mí «¿te gusta?, te gusta ver cómo me tiran y me hacen gozar tus amigos, qué riiiico que es…»

Fue increíble, los tres culearon por horas, mi mujer se portó como la puta ideal. «qué culo maravilloso» decía Phil dirigiéndose a mí, » qué putas ni qué putas, tu esposa esta es la mejor hembra que me he cogido, »

Mientras tanto yo los grababa, admiraba ese momento erótico, me pajeaba. Mi esposa, contorneándose, moviendo esas maravillosas caderas, ese maravilloso culo, en forma circular y luego culeando hacia atrás, hacia Dany y hacia adelante a Phil era un espectáculo que jamás pensé presenciar. Mi esposa era la puta más arecha que yo podía imaginar.

Luego de varias horas, Dany y Phil finalmente se fueron, contra los deseos de mi esposa que quería seguir tirando. Pero ambos tenían a sus propias esposas esperándolos.

Mi esposa despidió a mis amigos, desnuda, en la puerta de la casa. Estaba tan arecha que no le importaba que algún vecino la viera. Los besó con pasión mientras frotaba su desnuda cadera contra los aún erectos penes de Phil y Dany. Putísima, pero deseable y deliciosa,

Finalmente terminó la erótica despedida en la puerta abierta, nos fuimos a la cama. Mi esposa, ella y yo, estábamos arechísimos. Mi bella y puta mujer estaba bañada con el semen de Dany y Phil. La abracé, estaba resbalosa, pero su arechurra la puso a moverse ,contornear sus bellas caderas, restregando sus tetas contra mí. Acabé casi enseguida, pero luego empecé a chupar su bella y afeitada chucha, luego su culo que aún chorreaba el semen de Phil y Dany.

La amo.

Segundo Episodio

Luego de esa maratón de sexo dormimos abrazados. Desperté al sentir su cuerpo apretado contra el mío. Mi esposa estaba muy cariñosa, algo que no había ocurrido por años. Me empezó a hablar suavemente, me dijo que sentía un gran alivio al haber podido mostrarme su relación con Phil y Dany. Me dijo que el sentimiento de culpa la había torturado por mucho tiempo y eso hacia que no se me entregara sexualmente con la pasión de los primeros años de matrimonio. Me contó que todo empezó hacia años durante un viaje que hice. Dany la había invitado, junto con su amiga Luci y su amante a comer y que luego fueron a su casa a tomar vino y bailar. Luci y su amante empezaron a besarse con pasión y a desnudarse. Mi esposa y Dany se dejaron arrastrar por el espectáculo erótico y todos terminaron en una orgía en la que todos se mezclaron desenfrenadamente. Mi esposa me contó que fue la primera vez que gozó sintiendo dos vergas dentro de ella. También tuvo sexo con Luci, descubrió que tenía una fuerte inclinación bisexual, confirmando mis sospechas. Esa noche empezó su desenfreno sexual. Siguió visitando diariamente a Dany, y fue ella que le pidió que incorporara a un amigo en sus encuentros porque tener dos penes enterrados en su lascivo cuerpo se volvió una obsesión de deseo. Así fue que Phil se incorporó a sus frecuentes encuentros lujuriosos. Nunca hubo ninguna emoción entre ellos aparte de la pura arechura que fue creciendo con el tiempo.

Seguimos conversando por horas, para sorpresa mía, su historia, lejos de enojarme, sólo aumentaba mi pasión por ella. Y ella al ver mi reacción me contó más y más detalles que en cierta manera, confirmaron mis sospechas. Por lo menos 2 veces por semana, generalmente a medio día se reunían con Phil en el departamento de Dany y los 3 culeaban por horas. Algunas veces se reunía allí con Luci y otras amigas bisexuales. Con las mujeres sí desarrolló lazos de amor, me confesó que amaba a su amiga Maria, a quien encontraba bella y compartían horas de cariño, caricias interminables y besos apasionados. Me dijo que quería que un día las viera juntas amándose… Confirmando nuevamente mis sospechas, mi esposa me confesó que también mantenía una relación amorosa y sexual con nuestra mucama, una bella muchacha, a quien una vez que llegaba a la casa de improviso vi salir de nuestro dormitorio, terminando de abrocharse su uniforme de trabajo. La excusa era que mi mujer le estaba tomando medidas para hacerle nuevos uniformes, pero lo curioso era que mi esposa estaba en cama supuestamente ‘descansando’, totalmente desnuda, porque hacía mucho calor.

Lori dijo que se sentía aliviada de haberme contado sobre su relación con Eva, nuestra mucama, porque muchas veces que yo estaba en la casa, tanto Eva como ella anhelaban poder acostarse juntas, pero sólo podían intercambiar miradas de pasión y de deseo. Yo había notado ese brillo en los ojos de Eva. Por mi parte le confesé que yo también había sido seducido por la apariencia sexualmente atractiva de Eva. Mi esposa estuvo feliz al saberlo, inmediatamente fue a buscar a Eva, la trajo al dormitorio y le dijo, «el señor sabe todo lo nuestro», noté un gesto de temor en Eva, pero luego mi esposa añadió, mientras abrazaba y acariciaba a Eva, «ven, acuéstate con nosotros. Los ojos de Eva brillaron de deseo. Mi esposa la ayudó a desnudarse, acarciándola, lamiendo sus pechos, metiéndole los dedos en los oídos. Se acostaron, se besaron con ternura mientras frotaban sus cuerpos uno contra el otro con movimientos ondulantes, gimiendo suavemente. Fue extraordinariamente erótico ver a esas dos bellas mujeres acaramelarse entre ellas. Había algo más que puro deseo sexual, había ternura, apego. Pero a medida que progresaban en sus caricias y cuando empezaron a tocarse la vulva, el clítoris, y suavemente explorarse el ano mutuamente, pude ver lujuria y pasión. Sus besos se hicieron más profundos, sus gemidos y murmullos hablaban de la profunda pasión que se sentían. Mi esposa le dijo: «ve a traerlos». Eva se levantó y desnuda salió de la habitación, volvió rápidamente con una caja de la que sacaron dildos de todo tipo. Ambas se insertaron un doble dildo en sus vaginas y se abrazaron mientras se culeaban con movimientos circulares y de vaivén. Sus gemidos de placer lo decían todo. «Cómo me guuusta, qué riiico.» susurraba Eva, «me encanta saber que el señor ya lo sabe, así podemos estar juntos cada vez que tengamos deseo…qué riiico». Mientras se seguían frotando y culeando con su doble dildo enterrado en sus chuchas, tomaron ambas vibradores que insertaron una a la otra en el agujero del culo, suavemente y gimiendo de lujuria.

Era inevitable, yo estaba cada vez más y más arecho, empecé a masturbarme lentamente. Entonces Eva murmuró dirigiéndose a mi esposa: «quisiera que el señor me lo meta en el culo, ¿le da permiso?… Mi mujer respondió, «por supuesto, él ya sabe también de mi relación con Phil y Dany, es justo que pueda disfrutar de tu bello culito». Casi no lo podía creer, me acerqué a Eva por detrás con mi verga erecta como nunca. Mi esposa retiró el vibrador que tenía metido en el ano de Eva, tomó mi pene con la mano y suavemente la fue metiendo al delicioso y apretado culito de Eva que se retorcía de placer mientras gemía: «qué deliiiiicia, estoy tan feliz de ser culeada por los dos». A lo que mi esposa agregó:» y yo estoy feliz de poder gozarte junto a mi esposo, bella Eva».