Hola, soy Claudia K. casada con S.

Juego tenis y me gusta que otros hombres me miren con ganas.

En esta ocasión les contare que sin que yo así lo quiera, provocó que muchos hombres me tengan ganas, ganas de mi cuerpo, de ponerme contra la pared y hacerme suya en cualquier lugar.

Yo trabajo y en mi tiempo libre juego al tenis, me gusta vestir con falditas de tenis y también con calzas muy ajustadas para estar cómoda en el juego.

No me gusta q se marque mi ropa interior en la calza y por eso uso tangas tipo hilo dental.

En el club que entreno hay muchos hombres casados que también entrenan, y varios de ellos me miran con un deseo morboso que al principio me incomodaba, y yo le contaba a mi marido Sergio lo q sentia al respecto.

Una noche estabamos culeando deliciosamente con mi esposo Sergio y él muy excitado me dijo que le encanta saber que en el club de tennis soy la nena mas deseada por todos los hombres.

Al principio me chocó mucho escuchar eso.

Pero después me gusto la idea de ser una mujer madura deseada por otros hombres.

Al dia siguiente tenia entrenamiento de tenis en la tarde, estaba super excitada ese dia, recordando las palabras de mi esposo, por lo que decidí ponerme una calza negra super ajustada sin ropa interior.

Me mire al espejo y vi como se marcaba mi vagina, al voltear para ver mi culo.

Me excito ver como se separaban mis nalgas y se metia la calza en el medio.

Estaba hecha una diosa.

Llegué a entrenar tenis como siempre, y note como los chicos que jugaban en la cancha de al lado se quedaban mirándome, se notaba como sus ojos no dejaban de mirar mis piernas y mi culo en cada saque o golpe de derecha o revés que hacía.

El sudor que se metía entre mis piernas y mi calza marcaban aún más mis curvas y mi vagina.

Eso me excito muchísimo y empecé a manchar la parte de mi vagina con un líquido blanquecino.

Acabe el entrenamiento y fue a los vestidores.

Estaba exitadisima.

Noté que uno de los señores que me estaba mirando me siguió a los vestidores, camine lento para q me de alcance, al estar el cerca de mi, me agache a propósito para hacer un ejercicio de elongación y le ofrecí una vista perfecta de mi culo perfectamente marcado.

Él se quedo mirandome y no tardó en acercarse y ofrecerme su ayuda con los ejercicios de elongación.

Yo accedi a su ayuda.

Quería sentirlo cerca y que el sienta la humedad y el olor a sexo de mi vagina.

Se puso detras mio agarrándome la cintura y pegando su bulto a mi culo.

mmm, me encanto sentir ese pene debajo de su short pegado a mi culo.

Me di la vuelta, lo mire y le pedí q metiera su mano dentro de mi calza.

Para que sintiera lo húmeda que estaba mi vagina.

Él lo hizo y metió un dedo dentro mio.

Yo estaba a mil.

Queria q me hiciera su mujer allí mismo.

Pero no podíamos, alguien podía vernos.

El casado y yo también.

Me dijo que me tenía muchas ganas desde hace tiempo, yo sabía que él y otros hombres más en el club me deseaban.

Pero yo solo quería eso.

Provocarlos y dejarlos con ganas de mi.